Director: Anthony Mann
Ay no, qué horror, el cartel oficial de la presente edición de Cannes homenajea ¡nuevamente a Godard!, ¡pero qué pedantes!, dios, ¿por qué mejor no acaban con esa cuna de esnobs?, ¡habráse visto!, defender que las películas se exhiban en cines y no dar cabida a plataformas que literalmente quieren terminar con esas molestas salas de cine, ¿por qué mejor no dejamos que una compañía monopolice la creación y distribución de contenido multimedia (porque decir "cinematográfico" es para maricas nostálgicos)?, ¿por qué mejor no depender de una sola gran fuente de entretenimiento que además tenga la virtud de ofrecer siempre lo que está en boga (por lo tanto, lo mejor), en vez de darse la molestia de revisar y buscar y perder el tiempo en otros lugares que seguramente sólo tienen basura antigua de los setenta? En fin... qué manera de enojarse solo, ja, ja. En realidad lo anterior es un compendio de muchos comentarios y opiniones que sin querer (¿queriendo?) recabo por internet: es para tirarse de un puente, ¿no? Como sea, como ayer comentamos un western, me dije "qué demonios, ¡veamos los westerns de Anthony Mann que me faltan!". Lo intentaremos, chico, lo intentaremos...
Pero qué gran, impresionante y magnífico western es "Man of the West".
El protagonista es Gary Cooper e interpreta a un hombre de buen aspecto pero aura inevitablemente ambiguo y algo oscuro, que llega a un pueblo cualquiera para tomar el tren e ir a contratar a una profesora en Fort Worth. Lleva una buena suma de dinero encima suyo. En el tren conoce a un par de personas de disímiles características y personalidades (un hombre con pinta de sinvergüenza y una mujer que trabajaba cantando en la cantina local), y lo que es peor: en un momento dado, el tren es asaltado por cuatro malhechores y de ahí en adelante todo se pone cuesta arriba para el atribulado Cooper.
No quiero entregar más detalles argumentales, sólo voy a apuntar que "Man of the West" es un western increíblemente tenso, incluso siniestro y escalofriante a ratos, en donde Cooper tendrá que vérselas con un grupo de degenerados y excéntricos bandidos que planean grandes robos. En el relato podremos encontrar la lucha entre la rectitud moral que representa la figura de Cooper y el salvajismo de los otros forajidos, que no dudan en matar a ciegas, comportarse como animales y, por supuesto, abusar de una mujer a la más mínima oportunidad. "Man of the West" tiene todos los elementos de ese grandioso aura de western: el pasado persiguiendo al protagonista; la atmósfera moralmente ambigua; la inevitable sombra del destino; la mirada doliente y decidida del protagonista; las relaciones trágicas y mundos destinados a mantenerse separados por un abismo de resignación. Sumen a ello personajes magistralmente construidos e interpretados y una puesta en escena que mezcla la cruda sequedad de la violencia con el poético sufrimiento/vitalidad del paisaje, por no mencionar la perfección de esos tiroteos o de la perturbadora escena de la quejumbrosa cabaña (o la pelea entre Cooper y cierto canalla), y qué conclusión podemos sacar: estamos ante una puta obra maestra.
Como datos interesantes: el director de fotografía de esta película rodada en CinemaScopre, Ernest Haller, se encargó del mismo departamento en producciones como "Lo que el viento se llevó", "El halcón maltés", "Jezebel", "Mildred Pierce", "Rebelde sin causa", entre otras, y el guionista, Reginald Rose, también escribió "12 Angry Men" (la de Lumet), "Crime in the Streets" (la de Siegel, protagonizada por John Cassavettes) y "Man in the Net" (de Curtiz, con Alan Ladd). Excelente equipo, ¿o no?
Con todo, debo decir que lo que más me gustó fue el personaje de Julie London, la cantante de cantinas de mala muerte que se enamora de Gary Cooper aunque sabe que nunca podrá consumar dicha pasión, porque... bueno, véanlo ustedes.
¿Obra maestra u obra maestra? Qué otra alternativa queda, ¿ah?
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