domingo, 30 de diciembre de 2018

White Boy Rick - 2018


Director: Yann Demange



La historia criminal de Estados Unidos está llena de hechos y personajes y, cual supermercado, uno puede elegir de entre esa infinidad para escribir una película pretendida y falsamente "importante", basada en hechos reales como se venden, dadas las múltiples posibilidades que ofrece el siempre engorroso entramado de agencias policiales con sus siempre engorrosos y poco transparentes métodos para combatir la delincuencia, siendo ese enfoque uno de los preferidos, o sea, cómo se cagan a los honestos ciudadanos atrayéndolos al crimen para combatir a los criminales. Pero, al contrario de lo que con poco convencimiento esperaba, "White Boy Rick" no es una película competente y tampoco tiene idea de qué clase de película quiere ser: si una tragedia familiar, si un drama social sobre las injusticias del sistema, si una historia de mafiosos y pandilleros, si un relato policíaco o, quizás, un alegato político. Porque lo que esta intrascendente y anodina película ofrece, somera como es, careciendo de un mínimo tratamiento moral, floja en términos dramáticos y narrativos, es un desordenado compendio de tonos y conflictos, lastimosos a veces, "chulos" en otras ocasiones, sobre una familia pobre con un padre que vende ilegalmente armas, un hijo que dejó de ir a la escuela y que se hace amigo de unos negros narcotraficantes, y una hija drogadicta que se va con el primer negro que le ofrece pichicata, por lo tanto, una familia infeliz que no puede cumplir el sueño americano de triunfar con una tienda de videos; luego está el asunto de los negros vendiendo drogas, viajando a Las Vegas, los negocios, las fiestas, los federales que se meten al baile, los soplones, los traidores, los ajustes de cuenta, el blanquito Rick contando dinero en la cocina de sus abuelos a vista y paciencia de ellos (¿¿???); y volvemos a la pobreza, a la falta de oportunidades, al muchacho de familia blanca de clase baja olvidado por el sistema... En realidad no esperaba una buena película, teniendo al director que tiene, pero demonios, al menos esperaba un producto mínimamente competente, como lo era "Beirut", pero es que acá no sé qué demonios nos quieren contar, si uno debe sentir lástima por un muchacho de pocas luces que se pone a vender droga y que al final queda metido en la cárcel y que se supone es la víctima de todo (¿¿¿???) porque, oh que sorpresa, los federales le jugaron chueco y los negros le jugaron chueco y la sociedad le jugó chueco y todos le jugaron chueco... 
Thriller mediocre, torpe y carente de toda coherencia y cohesión, y qué lástima que Matthew McConaughey trabaje en esto y peor aún que Bruce Dern haga de viejo loco en las dos o tres escenas en que dice algo.
Poco más se puede decir de una película tan hueca y tan tonta como para pensar que un simple "basado en hechos" reales pueda ser suficiente motivo para contar algo. ¿Qué sigue, otra historia sobre algún pobre diablo que juega a dos bandos y luego termina en la cárcel "inmerecidamente"? Por favor...

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