sábado, 27 de julio de 2019

The Cook, the Thief, His Wife & Her Lover - 1989


Director: Peter Greenaway


UL

Pero qué película más bella. ¿No les encanta el barroquismo de sus imágenes, el desaforado romanticismo de su violento y grotesco argumento, la preciosa banda sonora que culmina esta excesiva obra de arte? "The Cook, the Thief, His Wife & Her Lover", película de Peter Greenaway, me parece que una de las películas que en general más le soporta la cinefilia mundial, la primera que le vemos en todo caso. El asunto no puede ser más estrambótico: un violento y soez y obsceno matón o mafioso, un sádico incontrolable explota con cualquier cosa, interpretado por un Michael Gambon extáticamente aterrador, un gángster con ínfulas culinarias de primer orden, es dueño de un restaurante cuyo chef, muy a su pesar, debe soportar el mal genio y la vulgaridad de su patrón y ver cómo el restaurante, cada noche, se transforma en un festival de gritos, golpes y vergüenza, un espectáculo tristemente diario. La esposa del mafioso, o mejor dicho del ladrón (como es de esperar, no se hizo dueño del restaurante con métodos muy limpios que digamos: "o pagas por protección, o..."), es Helen Mirren, abusada física y psicológicamente por su esposo, y el amante de la esposa es un cliente, tierno y gentil, pero tan apasionado como ella, que la sigue al baño del recinto, a algún rincón de la cocina, donde sea, con tal de dar rienda suelta a sus deseos. Como todo idilio, éste deberá sufrir los embates de ese destructor huracán que es Michael Gambon, y en realidad no puedo decir mucho más de esta película, elegante y deliciosa a la vez que escatológica y grosera, exagerada pero extrañamente verosímil: en un escenario tan recargado e infernal, nace el amor entre dos personajes a los que les creemos todo, aunque todo suceda a pito de escopeta, aunque todo parezca expulsado apenas ordenadamente de una sentimental y estrambótica pesadilla, aunque sobrevuele sobre el metraje una pátina de irrealidad, pero ¿cómo resistirse, cómo no rendirse a la escena de una enamorada hablándole al cadáver del amante como si al día siguiente éste pudiera abrir los ojos, sonreír, darle un beso y hablarle de las cosas que harán durante ese día y los demás días, todos los días?
Bella, salvaje y exquisita.
Disfrútenla.

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