Dry Martina - 2018

Director: Che Sandoval

"Dry Martina", la tercera película del Che Sandoval (que en algún momento iba a titularse "Mucha ex, poco sex", creo), no está en Ondamedia.cl pero igual quisimos verla porque "Te creís la más linda..." y "Soy mucho mejor que voh" me dejaron bastante buen sabor de boca, y como andamos viendo y comentando comedias, cae en la categoría.
"Dry Martina", supongo, es una buena película si lo que pretenden es pasar un buen rato sin complicaciones. No es una comedia sexual, aunque tenga varias escenas de sexo y el sexo parezca ser el tema central o la obsesión de los personajes, pero casi lo es, más o menos durante el primer tercio, en el cual se nos presenta a Martina, una cantante argentina de carrera decadente y desencantada, que no quiere volver a las pistas, aunque su mayor problema es que, si bien le gustaría volver a las pistas (ahora hablamos de otras pistas, no puedo darles pistas sobre de qué pistas hablamos), ya no puede calentarse o mojarse como en sus mejores tiempos, que es lo que la tiene tan aburrida con todo. Sin embargo, esas cosas fortuitas de la vida le dan una nueva esperanza: una muchacha chilena, obsesionada con ella, le dice que son hermanas, que viaje a Chile para hacerse un examen de adn, desde luego a la protagonista no le interesa el asunto hasta que conoce al novio-no-novio de la chica loca, un tipo que ella considera ultra delicioso y que logra que se excite de verdad luego de muchos años. Resultado, viaja a Chile para tirar y seguir tirando con este sujeto, uno de esos pasteles poca cosa que no merecen a la hembra que va tras de ellos. Ya en Chile la trama, entretenida y todo, pierde esa picardía o qué sé yo, se aboca a este delirante enredo familiar; lo del sexo, aunque se siga hablando harto, en verdad pierde su valor fundamental, su carácter de motor narrativo, nos dejamos llevar por los equívocos de esta muchacha y de la protagonista, que sufre toda clase de peripecias por la ciudad y la noche. Lo mejor de la película, sin duda alguna, es Antonella Costa y su personaje, que, como al tipo ese por el que se obsesiona, le queda grande a la película. Lo otro que me gustó, aunque son cosas menores (que aún así van sumando lo suyo), es, por ejemplo, el habla tanto argentina como chilena, los juegos de palabras, los dichos, las confusiones, cuando la argentina se pone a hablar en chileno y el pobre diablo chileno se pone a hablar como argentino; también se destaca esto de usar locaciones reales, aunque la poca sensibilidad visual del director no aprovecha los espacios que habitan sus personajes, pareciera que el Che Sandoval no concibe (con pocas excepciones) algo más allá de funcionales primeros planos o planos medios, lo que a la larga se traduce en que no hay dirección de fotografía (la imaginación estética del director se secó luego de esa primera escena en el club, y no me vengan con que la cámara en mano es para darle un toque o carácter callejero o amateur, por favor, y mucho menos que se defienda detrás del estilo de Cassavettes), y eso que el encargado de dicha área es el mismo de, nada menos, "Ella es Cristina", la que comentamos ayer (vean las capturas, noten las diferencias más allá de las obviedades).
Como sea, otra película entretenida y livianita, con sus personajes que oscilan entre la honestidad y la parodia, con sus acertadas observaciones que no son poco meritorias pienso yo (como que el patán se aburra de la protagonista porque en verdad se siente intimidado por ella y su huracanada voracidad sexual, el pobre diablo no concibe que él no sea el de la avasalladora iniciativa), con su aire desenfadado y despreocupado, a la que sin embargo le pesa su poca construcción estética (de qué hablábamos ayer, ah) y, aunque no lo parezca, que deja bastante rápido de ser una comedia sexual para ser un simplecita comedia de equívocos, amena y todo, pero con mucha menos chispa de la que el Che Sandoval presume. Parece que "Mucha ex, poco sex" era el título que mejor definía esta propuesto, ¿o no?
Y si me dicen que si una película es entretenida y te hace pasar un buen rato, para qué tanto parloteo, pues bueno... a lo mejor puede que quizás y tal vez tengan algo un poquito pichintún de razón, pero si hablamos de cine... el cine es otra cosa.