martes, 3 de noviembre de 2020

17


Bueno bueno, he estado bastante flojo estos últimos días, debe ser el maldito calor, calor que me derrite el cerebro y las ganas de moverme y hacer cosas, calor que dopa, maldito calor. Maldita primavera, que oscila entre los días fríos y los días calurosos, no hay días frescos, o es lo uno o lo otro. Y cuántas cosas han pasado en el mundo, qué locura.

Pero en fin... Si pudiera ver algo, y aunque ya digo que me cansé de las series, siempre existen las excepciones y, ya digo, si pudiera, vería "The Queen's Gambit", de Scott Frank, de quien también vería "Godless", y supongo que estaría viendo la cuarta temporada de "Fargo", no tanto porque me guste esa serie del tipo más sobrevalorado de la industria televisiva (y quiere meterse en la del cine, si ya dirigió una película con Natalie Portman, película que a nadie le gustó), sino porque como es de gángsters y a mi me gustan los mafiosos y esas cosas, además es de época y tiene (supongo) esa deliciosa atmósfera del pasado. Además, aprovechando las ofertas del Cybermonday, me iba a comprar un libro, en realidad dos tomos de unas obras completas que estaban baratos, pero me ganaron y quedé amargado. Terriblemente amargado. Tan amargado que me digo: ese soy yo, llegando tarde a todo. Soy el Internet Explorer de las oportunidades. Quizás deba convertirme en escritor, aunque no tenga pasta de escritor y mis ideas no estén en la literatura. S. Craig Zahler trabajaba cocinando en una empresa de catering y escribía de noche; el tipo tenía disciplina, que no quepa duda. El tipo escribe y escribe, tiene no sé cuántas novelas escritas (que no publicadas) y ha vendido varios guiones cinematográficos. Por cierto parece que no se sabe mucho de la película que iba a dirigir Chan-wook Park en base a un guión de Zahler. Lo único que se supo fue que el coreano iba a dirigirla, y hasta algunos tantearon el casting, pero nada confirmado. Quizás se canceló, quizás ha quedado en espera, quién sabe... Me lo preguntaba porque hace unas semanas leí que Chan-wook Park ahora va a dirigir un thriller romántico coreano, curiosamente titulado "Decision To Leave".

Como sea, hablemos de uno de los autores de cómic que más me gustan: David Lapham. En realidad hablemos de tres títulos suyos, porque de Lapham no sé mucho, salvo que tuvo una infancia/adolescencia turbulenta y que si se salvó fue gracias a los cómics. Su obra magna, esa épica criminal que es "Stray Bullets", tiene mucho de autobiográfico, aunque sus cómics en general tienen aspectos de su vida y la de su esposa, Maria Lapham, que es su partner in crime en esto del cómic. Más adelante hablaremos de "Stray Bullets", una absoluta obra maestra, hoy hablaremos de tres títulos que, a decir verdad, no me gustaron demasiado y hasta me parecieron algo decepcionantes. Mis opiniones y mucho más, después del salto:


Silverfish es un cómic más o menos corto que, hablando en términos cinematográficos, sería un thriller de terror. Cuenta la historia de dos hermanas que un día se quedan solas luego de que el padre y la madrastra (a la que no le tienen mucho cariño que digamos: la encuentran sospechosa, aprovechadora, oportunista) se van de vacaciones por un par de días a una cabaña, y que aprovechando la soledad (junto a un par de amigas y amigos, claro), se meten en los trapos sucios de esta madrastra: qué esconde, de dónde viene, qué demonios quiere. Investigándola, escarbandoe en su pasado, sin querer se meten en peligro cuando descubran que en ese pasado hay un crimen y un psicópata que aún la busca, pero que le había perdido la pista, hasta que, claro, un par de muchachas curiosas y algo malintencionadas lo llaman para saber de cierta mujer, y bueno... Es una historia que ocurre en una noche, y a grandes rasgos está bien, pero no deja de ser una trama convencional, previsible y, lo peor, con un psicópata villano nada convincente, sin personalidad, gratuito en su excentricidad, cuyas motivaciones nunca terminan de entenderse más allá de que no puede controlar su ira (aunque de que es malo, es malo joder). Desde luego, lo que destaca es el dibujo de David Lapham, cuya calidad gráfica es de una calidad superlativa.

Murder Me Dead es un ejercicio noir en donde la miserable y amargada vida de un pianista termina de irse al retrete cuando su esposa, una millonaria hija de una aún más millonaria matriarca, aparece colgada en el living de su casa, aparentemente un suicidio. Y no es lo importante resolver el caso, lo importante es lo que desencadena este suicidio: en apariencia, la liberación de este pianista, aunque también el comienzo de muchos problemas, especialmente porque la suegra siempre lo ha odiado y lo odia aún más porque es el que se queda con la fortuna de la muerta. En cualquier caso, buitres vuelan alrededor del pianista y el pianista se reencuentra con un viejo amor del pasado, amor que no lo está pasando nada de bien y tiene sus propios problemas que salpicarán la repentinamente luminosa vida del viudo. Una historia que acaba siendo inesperada e innecesariamente circular, que a partir de los códigos del noir habla de cómo la vida se va a la mierda para todos. No es la historia más memorable, y tampoco presenta hallazgos narrativos notables o dignos de mención, pero se deja leer gracias a su saludable gusto fatalista.


Las dos obras anteriores fueron publicadas por el sello El Capitán, que es la editorial con que los Lapham publican sus obras más personales (como Stray Bullets), gracias a la independencia e integridad creativa que ellos mismos se pueden conceder. Sin embargo, Lodger, si no me equivoco, fue publicada por Image Comics, que también ha adoptado a Stray Bullets (pero ya hablaremos de ello cuando corresponda). Por cierto, aprovecho de corregir: Silverfish fue publicado bajo el sello de Vertigo Comics. Volviendo a Lodger, es un cómic de cinco números (que en algún momento del futuro será publicado de manera unitaria, supongo) en donde una muchacha, junto con su revólver llamado Golddigger, viaja de pueblo en pueblo persiguiendo a un bloguero de viajes del que se quiere vengar, por hechos que poco a poco iremos conociendo. Más allá de lo difícil que es creer lo surreal que resulta que este sujeto que huye de la muchacha puede transformarse en cualquier tipo de persona (aparentemente se disfraza, pero más parece una habilidad sobrehumana), la de Lodger es una historia interesante, más que por la persecusión de la muchacha al tipo este, por la trama que provoca ese deseo de venganza: es una historia en donde hay impulsos sexuales, asesinatos, odio y retorcidos afectos que pueden poner el mundo patas arriba. Tampoco me pareció la gran cosa, pero el dibujo de Lapham es aún mejor que en otra ocasiones (a la par de Stray Bullets, su obra cumbre en todo sentido) y, a pesar de lo extraño que resulta familiarizarse con algo tan raro, no deja de ser una lectura llamativa. Tengo ganas de leer de nuevo Lodger, quizás le dé una nueva oportunidad. En cuanto a Murder Me Dead y Silverfish, ya las he leído unas tres veces cada una, dudo que mi opinión vaya a cambiar otra vez.

Y esos son los tres cómics de David Lapham de hoy. Tres cómics que son base de potenciales y prometedoras adaptaciones al cine, aunque, por ahora, no soy yo la persona más acorde con dicha tarea. En cuanto a Lapham hoy en día, además de haber votado por correo electrónico hace unos días, estamos a la espera de que aparezca la nueva entrega de Stray Bullets (que será llamada Virginia, la tercera "miniserie" bajo el alero de Image Comics, luego de Killers, 8 números, y Sunshine and Roses, 42 números), y parece que ya ha salido el primer número de The Hero Trade, un cómic dibujado por Lapham aunque escrito por otro sujeto, un tal Matt algo (no recuerdo su apellido ahora mismo). Si puedo ponerle las manos encima, también hablaremos de The Hero Trade. Por ahora, a dormir y a esperar lo mejor...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...