Director: Paolo Sorrentino
Vuelvo a la categoría de Mejor película de habla no inglesa con esta cinta italiana que ha ganado varios y prestigiosos premios y que es la gran favorita para ganar en su categoría. Desde luego, el favoritismo es total y absolutamente justificado, ya que estamos ante una de las mejores cintas de lo que va de la década, y me atrevería a decir de lo que va del siglo. No es para menos, "La Grande Bellezza" es una película que roza la excelencia en casi todos sus aspectos, y el resultado es una bellísima obra.
Majestuosa, monumental, una auténtica obra maestra.
"A esta pregunta, de niños mis amigos siempre daban la misma respuesta: 'la vagina'. Yo, en cambio, respondía: 'el olor de las casas de los viejos'. La pregunta era: '¿Qué es lo que realmente te gusta más en la vida?'
Estaba destinado a la sensibilidad. Estaba destinado a ser escritor. Estaba destinado a ser Jep Gambardella"
"La Grande Bellezza" comienza con una secuencia donde vemos, intermitentemente, a los lugareños -fumando, leyendo, descansando- y los monumentos de la ciudad. Me parece importante que en uno de los monumentos esté la siguiente leyenda: "Roma o la muerte". Luego de aquello, vemos a unos turistas japoneses visitando un lugar donde hay un coro de mujeres cantando. De los turistas, uno de ellos se separa del grupo, y camina hacia un mirador donde puede contemplar Roma en su esplendor.
Pero algo sucede. Ya sea el agobiante calor o la agobiante belleza de Roma, el turista cae. Si muere o no no queda claro, pero me inclino a pensar que sí. El turista pierde la vida, y no puedo evitar relacionar su muerte con "Roma o la muerte". La belleza de la ciudad fue demasiado para el japonés y su cámara.
Mientras los turistas observan el -posible- cadáver, se escucha un grito.
Un grito que proviene de la secuencia siguiente: la de la fiesta. Lo primero interesante es que la fiesta se lleva a cabo en un departamento que tiene, literalmente, al Coliseo en sus narices. No obstante, tamaña arquitectura no es para tanto para los fiesteros, que se la pasan bailando y chismeando sobre los otros y hablando de sus grandes proyectos en telefilmes o novelas Proustianas. Es la instancia perfecta para presentarnos ciertos personajes secundarios y como son.
Y luego de todo aquello, en mitad de la secuencia, vemos que la fiesta es el cumpleaños 65 de Jep Gambardella, nuestro protagonista, que baila y disfruta tanto como los demás. O eso parece.
Lo que me parece importante son las diferencias establecidas entre tres tipos de personas. Primero, tenemos a los turistas. Luego tenemos a los residentes de la fiesta. Finalmente tenemos a Jep Gambardella. La semejanza que los une es que todos privilegian lo mundano. Los turistas visitan lugares importantes rescatando la pompa y la energía del lugar en las fotografías que toman. La cosa es haber estado en el lugar importante para luego presumir de ello. Los residentes de la fiesta hacen gala de sus supuestos conocimientos y habilidades para aparentar que son más de lo que realmente son. Son los sujetos más falsos del lugar, y la arrogancia es lo que les sobra. Finalmente, Jep es el autodenominado "rey de lo mundano".
Pero aquí está la diferencia: a Jep todo eso realmente no le importa. Lo hace porque sí. ¿Como sabemos eso? Por la cita en rosado de arriba. En medio del baile, Jep se para en medio de todos, y su voz en off nos dice lo escrito. La fiesta termina y comenzamos con "La Grande Bellezza", luego de esta introducción.
Jep Gambardella es, debajo de todas las fiestas y el alcohol y las mujeres en su cama, un ser sensible que antaño escribió su única novela, llamada "El aparato humano". Dicha novela es la clave para comprender el interior de Jep. "La Grande Bellezza" abarca todo sobre la vida de Jep, que también viene a ser una lectura de la sociedad romana en particular, y de la vida en general. Ya saben, las penas y alegrías, el pasado y el presente -y el futuro-, lo sensible y los superficial, la apariencia y la esencia.
Lo que hace que "La Grande Bellezza" sea de lo mejor del último tiempo es que no se pierde en lo que pretende retratar. Y mejor aún, todo filmado con un estilo elegante, exquisito, y absolutamente cautivador.
En "La Grande Bellezza" verán travelling espectaculares, dolly in lentos y veloces, composiciones sensacionales, una fotografía bellísima y una banda sonora que roza la perfección. Casi siempre todo esto queda combinado y en coherencia con el contenido de la película, lo que me lleva a pensar que estamos ante un filme prácticamente perfecto.
"La Grande Bellezza" es de esos casos donde el estilo y el fondo van de la mano.
En cuanto al fondo, ya les adelanté que trata sobre las disputas internas de Jep luego de enterarse de un hecho que lo hace ir al pasado y repasar aquellos momentos que dejaron huella, y que me temo hicieron de Jep el sujeto enmascarado que es.
Por un lado tenemos el lado mundano de Jep, asistiendo a fiestas y exposiciones de arte donde debe codearse con personajes ridículos y patéticos que caen en conversaciones banales e insustanciales, por más que en apariencia parezcan tener una profundidad intrigante. Una escena que me parece genial con respecto a esto es cuando Stefania, una de las invitadas al departamento de Jep, comienza a alabarse a sí misma, señalando lo buena madre, escritora, y persona que es. Jep de inmediato le saca en cara que todo eso es mentira y le hace notar que lo que dice es pura basura, si lo comparamos con sus acciones -que son las que realmente cuentan-. Le demuestra la falsedad en la que vive.
Lo interesante es que el lado mundano de Jep no es falso, ya que siempre saca a relucir la sensibilidad que tiene, admitiendo que hablar banalidades sin sentido es parte de la vida mundana que eligió.
Por otro lado, tenemos el lado sensible de Jep, escondido de los otros falsos personajes. Y esto no es mentira, porque Jep se conmueve con cosas tan simples pero de una plenitud anhelante. Por ejemplo, desde su balcón ve como una monja juega con unos niños. La escena es hermosa -y la banda sonora del momento es soberbia-, y el rostro compungido de Jep demuestra que, en el fondo, eso es lo que él desea: tranquilidad, plenitud del alma. Esto es notorio también cuando visita a una pareja, y su mirada envidia la sencilla vida que tienen -Jep les dice "cuando ustedes despierten, yo me iré a dormir"-. Su sensibilidad también se nota en un funeral. Previamente había dicho que llorar era inmoral, y que para quedar bien había que aguantar la pena. Lo cierto es que Jep no se aguanta, a pesar de que las normas digan que eso es inmoral para con la familia de luto. Es divertida una escena que ocurre en la mañana, y Jep admite que no sabe que hacer, ya que a esas tempranas horas acostumbra a dormir.
Tenemos la disputa de la vida que Jep quiere, y para ello tiene que encontrar la gran belleza. ¿De qué? ¿De vivir? ¿Del arte? Lamentablemente, la vida en general le hace dicha tarea complicada -algo que queda más claro con su monólogo final-. ¿La gran belleza realmente se encuentra debajo de la vergüenza de vivir en el mundo? También hay que tomar en cuenta la cita inicial, que señala que viajar es lo más importante, ya que fortalece la imaginación, y disminuye todo lo demás que es dolor. La vida es un viaje cuyo fin ulterior es encontrar la belleza, y abandonar el dolor. ¿O no? ¿En realidad viajamos o nos quedamos atascados en lo mismo?
Como señalé, el pasado es la clave, y las raíces son importantes.
Obviamente, la actuación de Tony Servillo es magistral y sensacional. Su personaje es casi el único de verdad. El otro es Sor Maria, cuyas palabras son sus acciones. "Me casé con la pobreza, y la pobreza no se cuenta, se vive".
De los falsos destaco a esa artista que no sabe ni lo que habla, o el cardenal cuyo mayor interés parece ser las recetas de comida, en vez de ayudar espiritualmente a sus seguidores.
Los otros personajes suelen ser personas que se encuentran con esta vida mundana de Roma, y que como no pertenecen a ese lugar, terminan muertos. Esto lo digo en sentido figurado, "muertos en el lenguaje", "muertos para los demás". O se transforman en nosotros o se van a la mierda. Roma o la muerte.
"La Grande Bellezza" es de esas películas que desbordan belleza en su contenido como en su estilo. No es como ninguna otra. Hermosa, magistral, sublime, su experiencia es avasalladora. Sin duda, una obra maestra.
------------------Nominados a Mejor Película y Mejor película de habla no inglesa--------------
(los que están en rosado son aquellos que tienen su post, y pueden hacer click para leer al respecto)
Gravity - American Hustle - Nebraska - Her - Philomena - 12 Years a Slave - Dallas Buyers Club - Captain Phillips - The Wolf of Wall Street
Otros nominados: Blue Jasmine (mejor actriz y actriz secundaria) - Prisoners (mejor fotografía) - Inside Llewyn Davis (mejor fotografía) - The Grandmaster (mejor fotografía) - August: Osage County (mejor actriz y actriz secundaria) -
Además de ser una película increíble en general, tiene una cantidad enorme de momentos que si los aislaras por completo de los demás seguirían siendo pequeñas joyas. Conforme leía tu texto iba recordando escenas, imágenes, diálogos, todos fantásticos en su inmensidad o banalidad. Gran gran película.
ResponderBorrarSaludos.
Hasta el día de hoy sigo pensando en la banda sonora, escenas varias, y la actuación de Servillo. La Grande Bellezza es de las que quedan en la memoria largo rato. Y por lo pronto buscar más de Sorrentino, que tiene su buena carrera allá en Italia.
BorrarSaludos.