martes, 31 de diciembre de 2013

Blue Jasmine - 2013


Director: Woody Allen

  Blue Jasmine es el último filme de Woody Allen que ha llegado a los cines del mundo entero, y como es habitual estos años, se ha dicho que es "lo mejor de Allen del último tiempo" y cosas así. También es habitual que quienes escriban sobre los filmes de Allen estrenados mencionen con cierto enojo el uso de esa frase. No me atrevería a decir que Blue Jasmine es lo mejor necesariamente, pero si se le compara con "Conocerás al hombre de tus sueños" o "Whatever works", sí que se puede pensar tal cosa. De todas formas, estamos ante un filme bastante menos ligero que los nombrados, con su fuerte carga de drama y cierto efecto devastador, cosas que hacen de este un filme impecable.


  Blue Jasmine trata sobre una mujer llamada Jasmine Francis -Cate Blanchett- que antes se daba la buena vida llena de lujos gracias al trabajo de su esposo -Alec Baldwin-. Digo antes porque ahora tiene que ir a San Francisco a vivir con su hermana Ginger -Sally Hawkins-, miembro de la clase media que carece de las comodidades que Jasmine solía disfrutar. Desde luego, un cambio así pega fuerte en una persona como Jasmine.


  Lo primero que hay que entender de este filme es que es un viaje que muestra el deterioro mental de Jasmine producto de su "caída social". Y es así como se ordena, ya que el filme comienza con Jasmine llegando a San Francisco mientras habla con una completa extraña -le cuenta cosas privadas que no le cuestas a un extraño-, aunque al menos está lúcida, a pesar de ser notoriamente nerviosa y tener que tomar pastillas. De vez en cuando, y siguiendo la lógica del deterioro mental de Jasmine, vemos fragmentos de la vida lujosa que tenía, que comienzan siendo una pueril comparación entre "antes estaba cómoda y ahora no", hasta ver aquellos momentos cruciales en todos los sentidos que causan los trastornos de Jasmine. Porque mientras Jasmine se acostumbra a su nueva vida, de vez en cuando recuerda, junto con nosotros, momentos cada vez más complejos y desagradables. Aunque la vida presente tampoco es muy agradable para Jasmine. De todas formas, este orden alterno entre pasado y presente no obedece a una simple comparación entre riqueza y "pobreza" a través de la experiencia de la misma persona, es más bien un constante golpe al estómago de la protagonista. Es un repaso de los errores cometidos y la culpa.
  Dos caídas: la psicológica y la social. Ambas ordenadas alternadamente, a pesar de no haber sucedido cronológicamente.


  Un aspecto importante dentro de este filme es la visión de vida y cómo se enfrentan a ella las dos hermanas -hermanastras, mejor dicho-. Ya sabemos que Jasmine estaba acostumbrada a los lujos y ahora debe intentar encajar en su nuevo entorno -del cual de todas formas quiere escapar-. En cambio, su hermana Ginger es una divorciada con dos hijos que, sin importar lo difícil de su situación, ve la vida con bastante optimismo. Ambas tienen que trabajar y esforzarse, pero Ginger lo hace con miras a un propósito fundamental: cuidar a sus hijos. Jasmine lo hace para volver a lo que era.
Los acontecimientos del filme demostrarán la forma en que ambas hermanas se relacionan con el mundo de ellas mismas y de la otra. Más importante aún, ya casi finalizado el metraje, los acontecimientos demostrarán de qué está hecha cada una, y cómo son capaces de reaccionar a lo que la vida les dé. Está la sensatez, el orgullo, etc., pero cada uno es el síntoma de la personalidad que se forjaron en sus respectivos mundos.
Me parece interesante como Jasmine intenta influir en la vida de su hermana, y las conclusiones a las que llegan ambas sobre la otra ya terminado el filme. Nada más hay que observar como termina una y como termina la otra. Las diferencias son más complejas que cuánto dinero tienen, radican en como se relacionan con él y qué están dispuestas a hacer para tenerlo.


  Como no, debo elogiar la actuación de Cate Blanchett, que está grandiosa, creíble en sus arrebatos y convincente interpretando a una Jasmine llena de complejidades, víctima de las circunstancias, y que el visionado de su experiencia deja un sabor amargo -pero por lo sucedido, no porque sea malo el filme-.
Las complejidades de Jasmine van más allá de sus ataques de pánico o lapsus mentales, llegan al terreno de estar apresada por normas que en su caso ya no rigen ni es necesario seguir. Y es víctima porque, incluso estando en la situación en la que está, sobre ella caen las típicas observaciones del tipo "soy mejor porque soy pobre" o "qué sabe una millonaria como ella lo dificil de vivir". Quizás sea cierto, pero la arrogancia trasciende las clases sociales y económicas -ni Jasmine ni los otros son ejemplo de ser un buen prójimo-. Lo que queda es cómo son los personajes como personas.

Lo que refuerza ese tono amargo que tiene el filme es su perfecta unión del drama y la comedia, haciendo de ambas uno solo. No se puede negar que hay varios momentos de comedia, pero como conjunto este es un filme indudablemente dramático. Hay momentos que son realmente difíciles de ver, y su final es trágicamente devastador. Lo que parecía gracioso ya no lo es, y lo que parecía malo multiplíquenlo por diez. Woody Allen no tiene reparos en tratar mal a Jasmine.


  Estamos ante un filme lejos de ser una comedia ligera como las de los últimos años de Allen -con varias buenas excepciones-. Este es un drama con todas sus letras, con sabor a tragedia -el mismo Allen ha dicho que ve a este filme como una especie de tragedia griega- por su devastador final que termina el oscuro retrato de una mujer que en el fondo no quiere cambiar.
Vuelvo a insistir, "Blue Jasmine" no es un filme que intente criticar con dureza a la clase acomodada y su estilo de vida -lo hace de una manera suave. Mejor es utilizar la palabra cuestionar-, más bien critica la vida de ciertas personas representadas en Jasmine. Mal que mal, las personas son las que tienen los males, y no algo "en el aire". Lo importante es cuánta importancia -valga la redundancia- se le da a esos límites sociales tan delgados que pueden seguir dominando a alguien que ya no "pertenezca" a dicha clase.

Tuve la suerte de verla en el cine, y todavía sigue en cartelera -a propósito, en los trailers previos dieron una de las póstumas del gran James Gandolfin. El filme se ve bien, pero siento que el trailer me contó los primeros 30-40 minutos. Esa se estrena este jueves, junto con "El lobo de Wall Street", de Scorsese, y que planeo ver y escribirles al respecto-. En fin, Woody Allen nos deja una notable película, y a seguir esperando qué nos traerá a futuro -yo me tengo que poner al día con lo que ha hecho previamente-.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario

Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...