Director: Donald Cammell
Mientras el trabajo va de lo más bien, la universidad, que tan sólo lleva dos semanas de vida en este mi cuarto año, ya comienza a cagarme la vida con su desvergonzada estupidez. ¿La última joya de esos ladrones de mierda? Los profesores no van a clases, no avisan y uno termina perdiendo una hora y media de tiempo que bien podría estar ocupando en escribir estas líneas de una manera más calmada y pensativa, o estar viendo películas que comentar a futuro. Pero no, tengo que estar caminando en esa "institución educativa" que "forma profesionales" "educándolos" con profesores que no dictan sus clases ni piden disculpas por ello. Una completa basura. Espero que el póker online me permita vivir sin tener que volver a esa pérfida institución de mierda. Hijos de puta... Me hacen escribir enojado... En fin, hace tiempo comentaba "Performance", opera prima de dos directores que posteriormente corrieron distinta suerte en sus respectivas carreras cinematográficas. Uno de ellos es Nicolas Roeg, el otro Donald Cammell, cuya segunda película les vengo a comentar hoy, y que luego hizo una tercera que pasó sin pena ni gloria seguida de una cuarta que fue tan censurada en la edición que el pobre Cammell se suicidó. Y ya conocen la carrera de Roeg... En cuanto a "Demon Seed", es una película que tiene ideas no necesariamente brillantes o muy originales, de hecho la película tampoco es una genialidad ni nada por el estilo, pero sin llegar a los extremos, debo decir que me gustó lo suficiente como para ignorar los reproches, que no son pocos ni sutiles, sino varios y notorios. Con todo, "Demon Seed" es rescatable y me parece que su visionado vale la pena y se recuerda sin muchos reparos.