Director: Stephen Poliakoff
Acá estamos ante otra de esas películas que de repente se instalan como "la próxima a ver" hasta que algo más interesante, sea otra película u otra actividad, hace que tal propósito caiga en el olvido. Hace poco recordé que quería ver "Close my eyes" cuando en la radio daban esa canción de Aerosmith en que Steven Tyler canta I don't want to close my eyes..., y ésta última frase comienza a resonar en mi mente y me digo, "hey, tienes que ver "Close my eyes" con Clive Owen, Alan Rickman y esa bella mujer que completa el triángulo", y acá estoy. Le tenía fe, y si bien no es mala, de hecho, considero que me ha gustado (no con pasión ni con locura, sino con moderación), hay algunas cosas a reprochar que demuestran que, después de todo, la segunda película de Stephen Poliakoff, un sujeto que luego de un par de cintas más se ha dedicado casi por completo a la televisión inglesa, es más irregular y superficial de lo que aparenta.