Better Call Saul - Temporada 5

Creación: Vince Gilligan & Peter Gould

Una de las series que por acá vemos con genuino interés y placer es "Better Call Saul", que acaba de terminar su quinta temporada, confirmada ya que la sexta será la última, en donde habrá conclusión por partida doble: a lo que pasó antes de "Breaking Bad", aunque "Better Call Saul", no obstante partir del universo previamente creado en la primera, ha logrado constituir su propia identidad e integridad, diría que de forma independiente y autónoma, porque ni Jimmy McGill/Saul Goodman ni Kim Wexler deben rendir cuentas a la historia de Walter White: esta es la historia de él y de ella. Tampoco Frings (el chileno, ja, ja, que como buen chileno que triunfa en el extranjero, se le olvidó hablar bien su idioma... aunque no hay que darle lecturas tendenciosas, el asunto es simple: el español de Esposito es el malo) ni Mike giran en torno al fantasma del futuro Walter White, aunque sepamos qué fue de ellos. Y bueno, iba diciendo conclusión por partida doble: a lo que pasó antes de "Breaking Bad" y a lo que pasó después, toda vez que al inicio de cada temporada vemos escenas en blanco y negro de la vida post Saul Goodman, la cual, por aburrida que parezca en un inicio (para el protagonista, claro, no para el espectador), poco a poco va desembocando hacia la tragedia, o eso es lo que parece.

Como ya ha sido habitual en los comentarios de cada temporada, no hay mucho que agregar: la serie no ha perdido un ápice de calidad, de ningún tipo de calidad: ni en la realización ni en la escritura ni en las interpretaciones ni en nada de nada. Es una serie que, ya teniendo una calidad sobresaliente, no deja de consolidarse con cada nuevo episodio. Esta quinta temporada, por ejemplo, genial como es, cuenta con tres episodios finales de infarto, como puñetazos, en donde la tensión parece siempre a punto de explotar. Aunque ya había aparecido en la temporada pasada, hay que destacar a Lalo Salamanca, gran personaje, carismático villano, quizás el Salamanca más inteligente pero no por ello menos amenazante, intimidante e itinerante (lo dije por rimar, no se tomen ese adjetivo en serio). Lalo parece que vendrá a dejar la grande en la temporada final, de hecho, y esto es secreto, los creadores ya están pensando en hacer otro spin-off, esta vez centrado exclusivamente en la familia Salamanca, pero no digan que fui yo el que reveló semejante bomba noticiosa, ¿ah? Los demás personajes ya son de la familia, ovación aparte para Kim Wexler (por todo, todo todo, pero también por su tremenda acción del noveno episodio).

Por último, y no sé si ya lo he dicho en comentarios anteriores (sabido es que, una vez publicada una entrada, jamás vuelvo a leerla... no sé por qué, será pudor supongo pero quién sabe), "Better Call Saul" me parece un gran ejemplo de buena televisión, o de historia contada en formato televisivo, es decir episódico; una serie que no se deja engañar por las malditas falacias televisivas o sus lugares comunes de narración, lo cual, por un lado, nos evita desagradables rellenos así como personajes y tramas insulsas y someras, y, por otro, nos deleita con historias que saben lo que deben contar, sin ser funcionales o instrumentales ni autocomplacientes, como lo es el buen cine, que dure setenta minutos o cuatro horas, sea pausado o dinámico, siempre engancha porque su hilo conductor es irrompible y no necesita de artificios o trucos.

Ahora sólo queda esperar a que termine "Better Call Saul". Ese momento va a llegar, y acá estaremos listos para lo que sea. (¿Lo estaremos?).