jueves, 19 de diciembre de 2013

Prisoners - 2013


Director: Denis Villeneuve

  Esta película se estrena hoy en nuestros cines, y si la quieren ver, aquí pueden tener una opinión a considerar. Si ya la han visto, puede ser el lugar perfecto para hablar sobre ello. De cualquier forma, es una película que tiene que ser vista. Si les gusta o no, al menos la habrán visto.


"¿Sabes lo que me enseñó tu abuelo? A estar listo"
-Keller Dover.


  Este thriller sobre el misterio en la desaparición de dos niñas es dirigido por Denis Villeneuve, un director canadiense -de la zona que se habla francés- que ha llamado la atención en estos años, gracias a los filmes independientes "Polytechnique" e "Incendies", y que dio el salto a Hollywood de la mano de este filme. Además, este año dirigió otro basado en una novela de José Saramago. Sin duda es alguien que promete, y que ya ha demostrado su habilidad a la hora de dirigir -"Polytechnique" me parece un filme destacable, "Incendies" no la he visto-.

En este filme vemos como dos familias intentan sobrellevar la desaparición de las más pequeñas del hogar. Anna es hija de Keller Dover y Grace -Hugh Jackman y Maria Bello-. Joy es hija de Nancy y Franklin Birch -Viola Davis y Terrence Howard-. Quien investiga el caso es el detective Loki -Jake Gyllenhaal-, cuyo principal sospechoso es Alex Jones -Paul Dano-, quien vive con su tía Holly -Melissa Leo-.
Como ven, el reparto de actores es sorprendente y lleno de talento ya demostrado y consolidado.

Como si fuera poco, el director de fotografía es Roger Deakins, frecuente colaborador de los hermanos Coen, y que también ha dejado huella en otros grandes filmes -como "El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford" o "The Shawshank redemption"-. Como era de esperar, su labor es magistral, capaz de generar y potenciar la atmósfera de Villeneuve.


  Estamos, ante todo, frente a un thriller bien resuelto y filmado, que parte de un guión preciso que sabe contar la historia sin irse por las ramas. La trama de las niñas desaparecidas se relaciona con otras historias que a lo largo del filme van apareciendo, y es obvio que tienen algo que ver si aparecen. En otras palabras, este es un filme eficiente, que a pesar de su larga duración -153 minutos, no menos- no aburre ni pierde su fuerza o el tono. Les puedo garantizar de que no se van a aburrir. Pero, a pesar de ser un filme casi sin fisuras, me temo que no es del todo memorable. Me ha gustado, ya que es un buen filme para pasar el tiempo, pero a mi parecer no es la gran cosa que muchos han aclamado.


  Claro, la atmósfera es agobiante y constante. A pesar de los avances en el caso, siempre da la impresión de que estamos un paso detrás. Como si ese grisáceo tono que se ve a lo largo del filme no fuera sólo visual, sino también personal. Ese terreno donde hay una luz tenue que dice que las cosas van a mejorar, pero donde hay una oscuridad que amenaza con crecer y devorar las certezas. En ese sentido, Villeneuve logra jugar con nosotros gracias al buen guión del que parte. Nos entrega la información necesaria de forma sutil, dándonos pequeñas certezas que luego nos arrebata. Genera esa ambigüedad entre lo que se cree, cuya veracidad nace únicamente de datos confusos y los hechos que suceden frente a nuestros ojos. La historia engancha y eso es lo importante.
Como no, hay algunas cuantas sorpresas que esperan ser reveladas y dar vuelta un poco las cosas. En este sentido, nada que reprocharles a Villeneuve y a Deakins, ya que saben hacer lo suyo.

Eso sí, debo quejarme de la resolución de todo -no teman, no destriparé el misterio-. A mi parecer, peca de inverosimilitud. Cuesta explicarse más al respecto sin tener que contar detalles, pero me dio la impresión de que fue un tanto apresurado todo, porque no me explico tanto descuido -de personajes y de detalles nimios pero importantes-. También aconsejaría afinar el oído. En fin, lo entenderán cuando lo vean. Ojo, no me quejo del final, sino de la resolución del misterio, que no es necesariamente lo mismo. La secuencia que sigue a la resolución me parece muy bien lograda, casi infartante. Esa delgada linea entre la tranquilidad y el peligro letal se cruza repetidamente, para nuestro sufrimiento.
En cuanto al final-final, me parece tramposo. Es aquel final cerrado que se disfraza de abierto, como si pretendiera ser un reto al espectador. Pero lo cierto es que no ofrece preguntas, ni tampoco respuestas. Es una situación determinada cortada a la mitad. Uno pensaría "Dios mío, qué va a pasar", pero es obvio lo que va a pasar. Como final general sirve y es correcto, pero como final-final es bastante tramposo y pretencioso. La respuesta es tan fácil como respirar, o no hacer nada. Es obvia. Sólo se omitió para que pareciese menos obvia.


Los actores me parecen que hacen una excelente labor. Para empezar, Gyllenhaal como el detective del caso es convincente como alguien de violencia contenida y tan ensimismado en su trabajo que un tic lo molesta constantemente -detalle que Gyllenhaal le sugirió a Villeneuve-. 
Paul Dano, como no, se pasa como el raro sospechoso principal. Dueño de una asquerosa caravana que se paseaba por el vecindario de las niñas. Es un personaje vulnerable pero que debajo de esa capa de estupidez e ingenuidad esconde cosas menos lindas. Lo odio porque por largos segundos asfixia a un perro. No lo mata, pero el cruel maltrato ya lo hizo. Eso de herir inocentes parece que es como una posta que se pasan los unos a los otros.
En cuanto a Hugh Jackman, todos han alabado su rol, destacando la intensidad con la que interpreta al angustiado y paranoico padre. La cita inicial es de él, y no le dice "debes estar listo para cuando secuestren a tu hermana" a su hijo. Sino a estar listo para terremotos, huracanes, cualquier desastre natural. En su casa tiene un bunker listo para cualquier emergencia. No es de extrañar que cuando su hija desaparezca se vuelva loco al ver que no puede protegerla. Lo que me molesta es que esa intensidad es más bien un abuso en los gritos. Jackman se la pasa gritando más de la mitad del tiempo, y la angustia es tanta que muchas veces se siente fingida y actuada -algo que no debería pasar-. Le sale mejor cuando está calmado, pero eso no salva lo demás.
Me convencen más los padres de la otra niña perdida y la esposa de Jackman. Ellos no se vuelven locos a cada rato, ni gritan ni golpean paredes o cualquier cosa. La angustia y el dolor se notan en la contención de sus sentimientos. A veces los dejan escapar, pero es natural, se entiende, es comprensible.


En cuanto al título del filme, es obvio que no es una referencia literal, de alguien que es prisionero en una jaula o cualquier cosa -esto lo inventé, no es que alguien esté en una jaula-, sino cómo las personas son prisioneras de sus convicciones, creencias, etc. El detective Loki es prisionero de su trabajo. Alex Jones no sólo es prisionero de las sospechas, sino de sí mismo y su pueril inseguridad. Al terminar de ver este filme, notarán que hay muchos más prisioneros de lo que parece.
(Lo que me lleva a quejar del titulo que le pusieron acá, "La sospecha". Es un nombre centrado en algo circunstancial del filme, no en su fondo. En España le pusieron "Prisioneros", lo cual es un acierto).

No sé si me emocioné de ante mano con este filme, pero hay que decir que es un thriller muy por sobre la media de otros thrilles al uso. Tiene un buen misterio, un buen director y director de fotografía. Tiene contenido de fondo, y un montón de detalles argumentales que enriquecen el análisis terminado el visionado. Pero cuando pienso en este filme recuerdo la poco convincente actuación de Jackman, o su tramposo final por sobre las varias cualidades que tiene. Cosa mía.
No obstante, recomiendo que la vean en el cine, porque de que es un buen filme, lo es.

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