Director: Cary Joji Fukunaga
Por fin ha terminado esta primera temporada de True Detective. Y vaya que generó ruido mediático. Y con el ruido mediático también surgen un montón de distintas clases de personas con diferentes reacciones en torno a este tremendo evento que fue el visionado de cada uno de los ocho episodios. Yo me encuentro entre los que piensan que esta es la mejor serie -así es, la mejor- de los últimos años, pero también están los que ante cualquier cosa con buenas críticas reaccionan con cierto desdén y tienden a disminuir los méritos de lo aclamado -por crítica y público-. La verdad es que están equivocados, ya que acá no entran en juego las opiniones. Que True Detective sea tan buena es una verdad absoluta. Negarlo sería una supina muestra de infantilismo y arrogancia. Repito: esta es la mejor serie de los últimos años. O de lo que va de la década, para ser un poco más preciso.
Pude haber escrito ayer al respecto, pero necesitaba sentir y pensar ese soberbio final, porque a todas luces es un final "distinto". Distinto a los que estamos un tanto mal acostumbrados.
"Pienso que la consciencia humana es un trágico paso en falso en la evolución. Nos volvimos demasiado conscientes de nosotros mismos. La Naturaleza creó un aspecto de sí separado de ella misma, somos criaturas que no deberían existir por ley natural. Somos cosas que funcionan bajo la ilusión de tener un ser, esta acumulación de experiencias sensoriales y sentimientos programada con la total seguridad de que somos alguien cuando, en realidad, no somos nadie. Creo que lo honorable sería negar nuestra programación, dejar de reproducirnos, caminar de la mano a la extinción; una última medianoche, hermanos y hermanas huyendo de un trato injusto"
Primero que todo, voy a comenzar por los aspectos de producción, y la impecable factura técnica de la serie. Es sabido que las series tienen un creador que usualmente hace de "showrunner", el tipo que mantiene el "tono, estilo, personalidad" de la serie. Luego están los alrededor de ocho escritores, y los distintos directores que se reparten los episodios. No hay nada de malo en ello, ya que se ha demostrado que funciona -por algo tenemos tantas buenas series-, pero el hecho de que True Detective tenga un creador que además escribe los ocho episodios, todos ellos dirigidos por el mismo director, demuestra que estamos, ante todo, ante un trabajo de autor -o autores, en este caso-, ante una mirada única argumental y visualmente, una que no pasa de una persona a otra como si la serie misma fuera una posta. Una mirada única de dos personas que hacen de esta serie su creación intransferible, como si fuera una película. Y una mucho más que "buena" a secas.
De hecho, relacionado a lo anterior, Matthew McConaughey dijo que en vez de una serie, True Detective podría ser considerada una película larga, de 470 minutos. También aporta el hecho de que sus ocho episodios hayan sido filmados en 35mm, en palabras de Fukunaga, "su último romance con el celuloide antes de que el formato digital llegue a reemplazar al analógico". Y, naturalmente, para darle esa textura única y cinematográfica.
Lo cierto es que tanto Pizzolatto como Fukunaga hacen espléndidos trabajos de guión y dirección. Se nota inmediatamente que esta serie no está hecha como las demás, que no está escrita y dirigida televisivamente. Es una serie que roza la excelencia en estos aspectos, y también si nos referimos a la historia en sí. True Detective es una serie mucho más que redonda, prácticamente perfecta.
Y eso se puede notar en la viciada y perversa atmósfera que se siente a lo largo de los grandiosos episodios. Se los digo, uno ve esta serie, y nota de inmediatamente que no es como todas las demás. Se hace notar desde el primer minuto.
"A esto me refiero cuando hablo de tiempo, muerte y futilidad. Surgen ideas más claras trabajando, principalmente lo que se nos debe como sociedad, por nuestras propias ilusiones. Catorce horas seguidas mirando cadáveres, y eso es en lo que piensas. ¿Lo has hecho alguna vez? Les miras a los ojos, incluso en fotos. No importa si están muertos o vivos, puedes seguir leyéndolos. ¿Y sabes qué ves? Le dieron la bienvenida, al principio no, sino en el último instante. Es un alivio inexplicable, ves, porque están asustados y ahora ven por primera vez lo fácil que era simplemente dejarse ir, y vieron en el último nanosegundo, ellos vieron lo que eran, que tú, tú mismo, todo este gran drama, nunca fue más que un parche de presunción y voluntad estúpida y que podrías dejarte ir por fin ahora que no tienes nada que te ate aquí… Te das cuenta de que toda tu vida… ya sabes, todo tu amor, todo tu odio, todos tus recuerdos, todo tu dolor… es siempre lo mismo. Fue todo el mismo sueño, uno que tuviste dentro de una habitación cerrada, un sueño sobre ser una persona… Y como en muchos sueños… hay un monstruo al final de él"
Siempre cuesta digerir a la primera el final de una serie, especialmente porque uno está semana tras semana siguiendo la historia, y cuando llega el final, uno no sabe realmente que esperar -por más que uno "espere" algo en específico-, por lo que el final visto siempre deja una sensación ambigua. Pero pensando y sintiendo más calmadamente el final de True Detective, lo único que puedo decir es que estoy completamente satisfecho. Fue un buen y digno final, que tiene varios puntos a los cuales me puedo referir -cosa que voy a hacer, supongo-.
El primer punto es el episodio en sí, sin considerar los alcances de lo sucedido o la factura cinematográfica que tiene. Tan sólo si fue bueno o no. Y, adivinen, fue un buen episodio, que retoma lo que había quedado del anterior, siguiendo el rumbo de la investigación para dar con el gran villano, el sujeto de las cicatrices. Luego de la correspondiente investigación, nuestros queridos detectives llegan al lugar donde vive el villano, el maldito, el malvado. Se da un enfrentamiento del cual no daré detalles, y finalmente tenemos el epílogo del episodio/serie. Con respecto a la fase de investigación, es igual que en los episodios anteriores, es decir, muy bien lograda. Desde los diálogos, las preguntas y respuestas, las actuaciones de los personajes pequeños, etc., todo tiene un orden y un ritmo ideal para lo que es una investigación apropiada y convincente. En cuanto al enfrentamiento entre los detectives y el villano, cuyo escenario es nada más y nada menos que Carcosa, es espectacular. Es infartante en todo momento, cuya tenebrosa atmósfera no deja de agobiarte, en un escenario minuciosamente preparado, y que desprende un aura psicológica y cósmica sorprendente. Ya llegando al epílogo, nada más les digo que es tremendo, con una profundidad admirable, a pesar de la sencillez con la que está hecha.
El segundo punto vendría siendo si el final funciona o no; para mi funciona completamente. Está claro que varias preguntas quedaron sin responder, con varias interrogantes que quedarán en el aire para siempre. Los cabos sueltos abundan en este final, con muchos asuntos de la trama que van a quedar como incógnitas. Es cierto que en los episodios finales los mismos detectives iban diciendo que "ese es el hombre al que deben atrapar" y cosas así, cosas que delimitan y apuntan a un sólo aspecto de toda la trama de este malvado culto. Sabemos que muchos son los culpables que salieron indemnes, pero los detectives buscaban a "ese sujeto". ¿Quién es "the yellow king"? Puede que sea el de las cicatrices, pero puede que no. A mí me da la impresión que este yellow king es alguien de "más arriba" en las esferas del poder, y no el campesino antagonista. Pero a pesar de las varias interrogantes no resueltas, el foco de True Detective recae en los dos detectives protagonistas: sus vidas como individuos, como colegas de investigación, y como amigos también. En este sentido, puede que todo el tema del culto no haya quedado 100% resuelto, pero sí quedó todo resuelto entre Rustin Cohle y Marty Hart. Esta no es una serie sobre la trama en sí, sino sobre sus personajes. Bajo este punto de vista, el final funciona y convence. Incluso funcionaría y convencería si el punto de vista se centrara en la trama más que en los personajes, porque todo comienza con el asesinato de Dora Lange, asesinato que finalmente queda resuelto. Repito, no todo el culto se desenmascara, pero lo de Dora Lange sí, y eso era lo que buscaban los detectives desde el inicio. Visto de esta manera, esta serie funciona por todos lados. No tiene fisuras argumentales, ni de los personajes.
En cuanto al tercer punto, sobre la factura cinematográfica, definitivamente este final sigue directrices distintas a las de las series en general. Por ejemplo, no hay giros ultra-sorprendentes -y poco verosímiles- de último minuto -como en Top of the Lake, o la tercera temporada de The Killing, donde dichos giros eran poco menos que vergonzosos y ridículos-. Tampoco cae en eso de que los personajes principales deben tener determinado destino visto bastante en otras ocasiones. Claramente, los giros y los destinos obligatorios no son sólo cosa de las series, ya que muchas películas caen en ello también, pero la estructura de True Detective obedece a que es una sola temporada, y que no necesita sorpresas finales para atraer más público para la temporada siguiente. Como las películas, True Detective -una unidad de 470 minutos- termina definitivamente con su final, no a la espera de lo que se viene el año siguiente. Es auto-concluyente.
"Si lo único que mantiene a una persona como alguien decente es la esperanza de una recompensación divina, entonces esa persona es, hermano, un pedazo de mierda"
Retomando lo del segundo párrafo, eso de que True Detective se hace notar desde que comienza, eso es así debido a lo genialmente escritos que están los ocho episodios, lo genialmente dirigidos, lo genialmente actuados, lo genialmente musicalizados, y lo genialmente logrados y resueltos.
La banda sonora de T-Bone Burnett es genial, le sienta perfectamente al sombrío tono de la serie. Nada más vean y escuchen el opening, muy adecuado y evocador. Es uno de los mejores openings que he visto -junto con el de Banshee, por ejemplo, otro que te pone los pelos de punta-. Además del opening, la banda sonora de varios de los momentos álgidos nunca desentona, al contrario, fortalece lo que estamos sintiendo; ya sea miedo, un poco de pena, otro poco de alegría, tensión, lo que se les ocurra tiene su amplificador emocional en la banda sonora de Burnett.
Las actuaciones son también notables. Matthew McConaughey -recientemente JUSTO ganador del Oscar, por más que los fans acérrimos de DiCaprio, que no niego que haya dado una gran actuación, sigan llorando y alegando- encarna magistral y aterradoramente al atormentado detective Rustin Cohle. Woody Harrelson también hace lo suyo interpretando a Marty Hart, y Michelle Monaghan no es menos que los dos protagonistas. En pocas palabras, el reparto está intenso y espectacular.
La dirección de Fukunaga es magistral. Sigue demostrando que su cámara se mueve con precisión y paciencia en ese delicado terreno que es el espacio humano. Sin detenerme más en este apartado, el lenguaje visual del que hace uso este joven director demuestra que estamos ante un increíble talento ya consolidado, y que sabe resolver con oficio y calidad cada reto que tiene en frente. Este Fukunaga nos va a entregar más películas y series que serán dignas de aclamación.
Ya llegando al guión de Pizzolatto, y a falta de más adjetivos halagadores, es simplemente genial. Para empezar tiene una trama que aunque en primera instancia parezca poco original -un asesinato a resolver-, avanza y profundiza en la oscuridad intrínseca e inherente del mundo y la humanidad, y lo hace manejando magistralmente un misterio que tiene el mérito de que no nos hace caer en falsas pistas. La investigación sigue su curso, lenta pero segura, mientras vemos como las vidas de los protagonistas se ven afectadas por la maldad propia de un crimen.
Todo esto tiene como resultado momentos llenos de tensión, perfectamente logrados gracias al estado de gracia en que están todos los miembros de la producción. Si no me creen pueden ver la serie, o al menos estas maravillas: el plano secuencia del episodio cuatro; el monologo final de Rust en el episodio tres; el asalto al laboratorio de Reggie Ledoux; cuando Rust interroga a una drogadicta -donde el "si tienes la oportunidad deberías suicidarte" que le lanza Rust es memorable y tenebroso; entre muchas otras más. Para qué decirles lo genial del final. Esta serie es fantástica.
La atmósfera es casi lo mejor, ya que es una atmósfera enferma, viciada, malvada, agobiante, asfixiante, deslumbrante, poderosa, potente, tenebrosa, etcétera de los etcéteras. Podría decir que True Detective es la cumbre de la calidad que las series pueden alcanzar. Está en el Olimpo.
Lo mejor de la serie, no obstante, es Rustin Cohle. Que personaje, Dios mío. La construcción de un personaje tan complejo y profundo como este nunca decepciona. La mejor arma para conocerlo son sus lapidarios monólogos en los que habla sobre la existencia como una ilusión y un sueño o lo ridículo de la religión. Simplemente sensacionales. Antes que se me vaya, cada momento en que se refiere a su hija es tremendo, especialmente la reflexión final. Hay varias citas de sus dichos desparramados a lo largo del post.
Me parece notorio que el hecho de que Pizzolatto sea novelista contribuye enormemente a que los textos sean tan literarios, poéticos, y sobre todo hermosos. Repito eso de que el guión es magistral.
"Ahora pienso sobre mi hija, y de lo que se le liberó. A veces me siento agradecido. El doctor dijo que no sintió nada, que fue directo al coma. Luego, en algún lugar de esa oscuridad, ella se sumió en otra más profunda. ¿No es esa una hermosa manera de irse? Sin dolor, como una niña feliz. El problema con morir de viejo es que ya creciste, el daño ya está hecho"
Desde luego, el aspecto simbólico es ineludible. Tenemos la presencia del Rey Amarillo, o la sombra de Carcosa. Ambos tienen sus inspiraciones en clásicos de la literatura de horror. En internet pueden encontrar "The King in Yellow" de Robert W. Chambers, una inspiración de Pizzolatto, donde tiene importante presencia Carcosa que, no obstante, es invención de Ambrose Bierce, quien usó dicha ciudad por primera vez en el cuento "Un habitante de Carcosa". No he tenido la oportunidad de leer el de Chambers -no me gusta leer en pdf-, pero sí leí el de Bierce, ya que es corto y no es como leer un libro entero desde el computador. Es obvio que lo simbólico siempre tiene una intención única del autor, pero también está lo subjetivo de cada lector. Es la naturaleza equívoca de toda obra de arte.
Para mí, Carcosa, según el texto y según lo visto en la serie, es el fin del hombre, la decadencia de la humanidad, un lugar lleno de putrefacción ética y moral y humana. Las ruinas de Carcosa son las ruinas del hombre y su realidad ilusoria. La que alguna vez fue una ciudad célebre y deslumbrante, la cima social alcanzada, no es más que un lugar destruido, donde sueños y esperanzas yacen bajo los escombros de una ilusión que se termina luego de nuestro último aliento; y por encima de los ideales ya destruidos sobreviven y deambulan aquellos males y fantasmas que muchos se niegan a ver pero que están a la vuelta de la esquina, soterrados en el rincón más remoto de cada persona. Si avanzamos un poco más, la Carcosa célebre y deslumbrante es la humanidad en vida; y la Carcosa en ruinas es la humanidad en muerte. Nacemos y morimos en Carcosa, y nunca nos vamos de ahí, ya que Carcosa somos nosotros. Carcosa es un lugar lleno de oscuridad, y dado que está dentro de nosotros, que somos nosotros, entonces hay oscuridad en cada lugar de nuestro universo, ya que el humano lo destruye todo.
Claro que todo es una lectura. Cada uno lee True Detective, o Un habitante de Carcosa, o el mundo como quiere.
En resumen, True Detective es una serie que desborda en cada minuto su naturaleza reflejada en el nihilismo y pesimismo de Rustin Cohle, que aunque sus nombres suenen bastante desalentadores, en realidad, y a mi modo de ver, son puntos de vista completamente beneficiosos, ya que, después de todo, sirven para liberarnos de todas las cosas que suelen atormentarnos. Sus bases existencialistas son la gran fortaleza que tienen. Lo dijo Sartre una vez, "el existencialismo es un humanismo". Pero recuerden, que a pesar del existencialismo, nihilismo, pesimismo, todo termina en -como es de esperar, considerando lo que son los términos utilizados- un coherente optimismo. Pongan atención a la frase final de Rust, al que sólo resta amar.
Antes de finalizar, hay una cosa que debo reprochar. No es muy grave, a decir verdad. Me refiero a ese recurso bastante trillado de representar el paso del tiempo en algún personaje cambiando su apariencia totalmente, pasando de ser musculoso y pelo corto a tener barba y pelo largo y canoso, o de ser rubio y normal a calvo y gordo. Como recurso que explicita el paso del tiempo me parece bastante básico, pero en este caso es una pequeñez. También la revelacion del villano me pareció un poco "fácil", pero qué le voy a a hacer.
Sin embargo, nada me impide gritar a los cuatro vientos que esta serie es un ejemplo de excelencia, y que es lo mejor de la televisión en lo que va de la década, y vamos a ver si alguna serie posterior logra superar lo logrado en esta temporada. Logra equilibrar perfectamente una visualidad única y espléndida, con una elaboración argumental y simbólica como no se había visto antes en las series de tv.
A propósito, True Detective ya tiene segunda temporada confirmada, con nueva trama y protagonistas, y Pizzolatto adelantó que va a girar en torno a "mujeres fuertes, hombres malos, y un secreto oculto en la historia del sistema de transportes de Estados Unidos". Sólo queda esperar. Paciencia. Por mientras, si no han visto esta serie, entonces corran a hacerlo de inmediato.
"Yo no duermo, tan sólo sueño"
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