Director: Tommy Lee Jones
Debo decir que hoy ha sido un buen día. Qué buen día, ¡un gran día! Lo primero y más importante, mi querida y gloriosa Universidad de Chile se ha coronado campeón luego de un infartante partido y fecha final; claramente un merecido triunfo, a pesar de los alegatos de la pérfida prensa colocolina y de los arrogantes jugadores sin moral, hombría ni dignidad de esa basura de equipo. Y me van a disculpar lo hincha y lo odioso -como si tuviese que hacerlo...-, pero tendrán que ir a llorar a su vertedero asqueroso, simios sin alma: un equipo de mierda no merece tales triunfos -aunque los ganen de vez en cuando-. So... ¡VIVA LA U!
Y ya pasando a lo que nos ocupa e interesa en este blog, seguimos con esta tardía y algo urgente retrospectiva 2014, que ya va en su quinta parada siguiendo esa manda de "otro día, otra película" -ok, no tan así, pero voy con buen ritmo, ¿no?-. La transición de "The salvation" a "The homesman", cuarta película de Jones, es más que fácil: vamos de un western a otro. Aunque ambas cintas me gustaron, debo decir que el de Jones me parece una genialidad y un gran western con todas sus letras. Sí señor, un gran día: gran campeonato y gran película.
En una pequeña ciudad de Nebraska, Mary Bee Cuddy es una respetada mujer que participa activamente de las actividades del lugar, además de ser una solterona que busca desesperadamente un marido para paliar su soledad. Tristemente, en dicha ciudad tres mujeres pierden completamente la razón, por lo que la comunidad decide que éstas deben ser trasladadas a una iglesia de Iowa, traslado del que alguien debe encargarse. A pesar de que dicho trabajo suele recaer en un hombre, nuestra Cuddy decide aceptar la tarea ella misma.
"The homesman" es una película que además de contar esta historia sobre un traslado de mujeres locas, muy bien relatado por lo demás, logra con creces y sin ninguna pizca de pretensión o asomos de fallas retratar una época y sus características: una película propia del tiempo en que se sitúa, una película que tiene ese aura especial del western -que como dije en el post de "The salvation", género del que me falta muchisisísimo por ver-. Ya sea la sociedad en general, con ricos altivos y pordioseros robando casas y personas, resentimiento mutuo entre indios y estadounidenses -dudo que los indios se sientan estadounidenses-, mujeres destinadas a dedicarse al cuidado del hogar, crudos inviernos que causan estragos en donde se pueda, etc.; hay montón de detalles y síntomas que se aplican, con mayor o menor presencia y por tanto importancia, a una historia que se siente completamente natural desde sus cimientos, con un mundo indudablemente real en el que sus acontecimientos no pueden dejar de ser comprensibles y totalmente verosímiles. Una historia que, además -otro gran acierto-, no elude el profundo desarrollo y construcción de sus personajes, parte esencial del relato. Porque claro, descansando en una historia base sencilla -un traslado, un viaje que propicia dificultades y momentos bonitos-, sus personajes se convierten en el principal bastión moral, emocional, humano de la historia; no son meros autómatas que hacen lo que están obligados a hacer, sino que actúan en base a sus principios de vida, dando la ilusión de que esto establece el curso del relato -porque no somos ingenuos: un relato, en mayor o menor medida, siempre tiene su final e hitos importantes claros desde el principio-. En suma, "The homesman" puede presumir de que su relato logra aunar una procesión de acontecimientos de manera creíble, fluída, nada predecible, con su aspecto humano, dando como resultado un relato orgánico, que respira y funciona de manera natural, sin artificios ni comodines ni ases bajo la manga -y eso que el devenir narrativo suele ser firme y estricto en este tipo de historias-. Porque deben tener esto claro, "The homesman" es, eminentemente, un relato humano: por y para sus personajes. Traicionarlos es inconcebible.
Se nota que Tommy Lee Jones tiene una cosmovisión del western -ya ha hecho dos antes, un telefilme y otro para el cine- y, mejor aún, que logra plasmarla en una película -al menos en ésta, aunque le tengo bastante fe a su "The three burials of Melquiades Estrada", el otro western que hizo para el cine-.
Ahora me referiré a los otros elementos que hacen del visionado de "The homesman" algo feliz, inalterable, constante, firme, incuestionable. Primero que todo, el sentido del humor del que hace gala Tommy Lee Jones, como director y como actor -el hombre se reserva un personaje importante: el que acompaña a Mary Bee Cuddy-. ¿Hace falta profundizar en cómo es y se incluye? Claro que no, gente. En segundo lugar, el reparto está sensacional y sus personajes son, como ya adelanté, entrañables y humanos, con la indudable capacidad de generar empatía -en el caso de los principales, a quienes no llamaré "buenos", pues en esta cinta tenemos personajes reprobables y admirables, pero no "buenos y malos" propiamente tal-. Me han gustado mucho las tres locas, cuyas actrices las interpretan de manera sobria y contenida, dando la potente impresión de que sus personajes están plenamente conscientes de todo y sufren por ello. Tercero, y el punto central al que quería llegar, la dirección de Tommy Lee Jones, a grandes rasgos apaciguada, incluso para los momentos de mayor acción y tensión -mantener la calma siempre incrementa el nerviosismo, aunque suene muy paradójico; de todas formas, estoy hablando en cine: la quietud hace que los sentidos se incrementen, con todo lo que ello conlleva-; a veces con un denso aire de terror y turbiedad; y en otras ocasiones, echando mano de una actitud manifiestamente elegíaca y melancólica, que de todas formas se puede percibir a lo largo del metraje completo. ¿Por qué es esto? Pues porque es parte esencial de la historia, es un sentimiento inherente propio de los personajes y sus vidas: Tommy Lee Jones y Hilary Swan hacen de personas estigmatizadas y obligadas por los otros a un vivir ciertamente impuesto; él como un viejo vago que despierta animadversión allá por donde vaya -aunque lo lleve sin cuidado-, ella como una solterona poco agraciada condenada a la soledad. Juntos emprenden un viaje que es como un escape, o quizás una tregua -¡epa!-, a la vida que llevan con abnegada aceptación. Por lo mismo, esta lucha interna no puede ser menos que un triste transitar disfrazado de heroismo. Y esa pregunta siempre se me queda las pocas veces que he visto westerns -aunque sean tan disímiles como éste, "The salvation" o esa genialidad de "Unforgiven": ¿Se puede ser un héroe?
Vuelvo a lo mismo: Tommy Lee Jones tiene una clara cosmovisión del western y lo aplica a sus películas. Gran ejemplo su "The homesman".
Y bueno, ya he llegado al fin de la entrada. Adivinen lo que quiero decir: gran, excelente, sensacional película, y totalmente recomendable. Bella y terrible a partes iguales -hay un momento que te deja los pelos de punta-, "The homesman" tiene todo para encantar. Como conjunto funciona a las mil maravillas, y cada elemento por separado es, cuanto menos, altamente destacable. Ya se dijo en otro lado: sería bueno que Tommy Lee Jones dirigiera más seguido. En fin, ojalá les guste "The homesman", bonita experiencia.
PD: Lo que es imposible que no les guste es ese par de bailes a ritmo de banjo que se manda Tommy Lee Jones. Si no les gusta, ahí ya tendríamos un problema, jaja...
Y ya pasando a lo que nos ocupa e interesa en este blog, seguimos con esta tardía y algo urgente retrospectiva 2014, que ya va en su quinta parada siguiendo esa manda de "otro día, otra película" -ok, no tan así, pero voy con buen ritmo, ¿no?-. La transición de "The salvation" a "The homesman", cuarta película de Jones, es más que fácil: vamos de un western a otro. Aunque ambas cintas me gustaron, debo decir que el de Jones me parece una genialidad y un gran western con todas sus letras. Sí señor, un gran día: gran campeonato y gran película.
En una pequeña ciudad de Nebraska, Mary Bee Cuddy es una respetada mujer que participa activamente de las actividades del lugar, además de ser una solterona que busca desesperadamente un marido para paliar su soledad. Tristemente, en dicha ciudad tres mujeres pierden completamente la razón, por lo que la comunidad decide que éstas deben ser trasladadas a una iglesia de Iowa, traslado del que alguien debe encargarse. A pesar de que dicho trabajo suele recaer en un hombre, nuestra Cuddy decide aceptar la tarea ella misma.
"The homesman" es una película que además de contar esta historia sobre un traslado de mujeres locas, muy bien relatado por lo demás, logra con creces y sin ninguna pizca de pretensión o asomos de fallas retratar una época y sus características: una película propia del tiempo en que se sitúa, una película que tiene ese aura especial del western -que como dije en el post de "The salvation", género del que me falta muchisisísimo por ver-. Ya sea la sociedad en general, con ricos altivos y pordioseros robando casas y personas, resentimiento mutuo entre indios y estadounidenses -dudo que los indios se sientan estadounidenses-, mujeres destinadas a dedicarse al cuidado del hogar, crudos inviernos que causan estragos en donde se pueda, etc.; hay montón de detalles y síntomas que se aplican, con mayor o menor presencia y por tanto importancia, a una historia que se siente completamente natural desde sus cimientos, con un mundo indudablemente real en el que sus acontecimientos no pueden dejar de ser comprensibles y totalmente verosímiles. Una historia que, además -otro gran acierto-, no elude el profundo desarrollo y construcción de sus personajes, parte esencial del relato. Porque claro, descansando en una historia base sencilla -un traslado, un viaje que propicia dificultades y momentos bonitos-, sus personajes se convierten en el principal bastión moral, emocional, humano de la historia; no son meros autómatas que hacen lo que están obligados a hacer, sino que actúan en base a sus principios de vida, dando la ilusión de que esto establece el curso del relato -porque no somos ingenuos: un relato, en mayor o menor medida, siempre tiene su final e hitos importantes claros desde el principio-. En suma, "The homesman" puede presumir de que su relato logra aunar una procesión de acontecimientos de manera creíble, fluída, nada predecible, con su aspecto humano, dando como resultado un relato orgánico, que respira y funciona de manera natural, sin artificios ni comodines ni ases bajo la manga -y eso que el devenir narrativo suele ser firme y estricto en este tipo de historias-. Porque deben tener esto claro, "The homesman" es, eminentemente, un relato humano: por y para sus personajes. Traicionarlos es inconcebible.
Se nota que Tommy Lee Jones tiene una cosmovisión del western -ya ha hecho dos antes, un telefilme y otro para el cine- y, mejor aún, que logra plasmarla en una película -al menos en ésta, aunque le tengo bastante fe a su "The three burials of Melquiades Estrada", el otro western que hizo para el cine-.
Ahora me referiré a los otros elementos que hacen del visionado de "The homesman" algo feliz, inalterable, constante, firme, incuestionable. Primero que todo, el sentido del humor del que hace gala Tommy Lee Jones, como director y como actor -el hombre se reserva un personaje importante: el que acompaña a Mary Bee Cuddy-. ¿Hace falta profundizar en cómo es y se incluye? Claro que no, gente. En segundo lugar, el reparto está sensacional y sus personajes son, como ya adelanté, entrañables y humanos, con la indudable capacidad de generar empatía -en el caso de los principales, a quienes no llamaré "buenos", pues en esta cinta tenemos personajes reprobables y admirables, pero no "buenos y malos" propiamente tal-. Me han gustado mucho las tres locas, cuyas actrices las interpretan de manera sobria y contenida, dando la potente impresión de que sus personajes están plenamente conscientes de todo y sufren por ello. Tercero, y el punto central al que quería llegar, la dirección de Tommy Lee Jones, a grandes rasgos apaciguada, incluso para los momentos de mayor acción y tensión -mantener la calma siempre incrementa el nerviosismo, aunque suene muy paradójico; de todas formas, estoy hablando en cine: la quietud hace que los sentidos se incrementen, con todo lo que ello conlleva-; a veces con un denso aire de terror y turbiedad; y en otras ocasiones, echando mano de una actitud manifiestamente elegíaca y melancólica, que de todas formas se puede percibir a lo largo del metraje completo. ¿Por qué es esto? Pues porque es parte esencial de la historia, es un sentimiento inherente propio de los personajes y sus vidas: Tommy Lee Jones y Hilary Swan hacen de personas estigmatizadas y obligadas por los otros a un vivir ciertamente impuesto; él como un viejo vago que despierta animadversión allá por donde vaya -aunque lo lleve sin cuidado-, ella como una solterona poco agraciada condenada a la soledad. Juntos emprenden un viaje que es como un escape, o quizás una tregua -¡epa!-, a la vida que llevan con abnegada aceptación. Por lo mismo, esta lucha interna no puede ser menos que un triste transitar disfrazado de heroismo. Y esa pregunta siempre se me queda las pocas veces que he visto westerns -aunque sean tan disímiles como éste, "The salvation" o esa genialidad de "Unforgiven": ¿Se puede ser un héroe?
Vuelvo a lo mismo: Tommy Lee Jones tiene una clara cosmovisión del western y lo aplica a sus películas. Gran ejemplo su "The homesman".
Y bueno, ya he llegado al fin de la entrada. Adivinen lo que quiero decir: gran, excelente, sensacional película, y totalmente recomendable. Bella y terrible a partes iguales -hay un momento que te deja los pelos de punta-, "The homesman" tiene todo para encantar. Como conjunto funciona a las mil maravillas, y cada elemento por separado es, cuanto menos, altamente destacable. Ya se dijo en otro lado: sería bueno que Tommy Lee Jones dirigiera más seguido. En fin, ojalá les guste "The homesman", bonita experiencia.
PD: Lo que es imposible que no les guste es ese par de bailes a ritmo de banjo que se manda Tommy Lee Jones. Si no les gusta, ahí ya tendríamos un problema, jaja...
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