Director: Kristian Levring
Cuarta parada en esta retrospectiva 2014, que aclaro, no es de cualquier cosa que haya sido estrenada este año, sino las que más espero ver, en primer lugar; las que me interesan bastante; las que me generan un vago interés; y las que captan de alguna manera mi atención. La película de esta entrada captó mi atención por tener a Mads Mikkelsen liderando el reparto y porque en muchos lados la vendieron como un western ultraviolento. De violento, nada ultra; y de western, lo justo y necesario. Damos el salto desde "The rover" a "The Salvation" porque en ambos casos vemos morales corroídas y violencia esparcida a lo largo de la tierra y la travesía emprendida, y también porque "The rover" tiene ligeros toques de western. Y como no puede faltar el adelanto en este primer párrafo, "The salvation" es una película correcta y que satisface al cumplir con sus intenciones, que de todas formas no son demasiadas ni tampoco ambiciosas ¿Conforme? Yo diría que así me siento ¿Emocionado? Mmm...
Mads Mikkelsen es Jon, un danés que junto a su hermano deja Dinamarca y llega a Estados Unidos a trabajar y poder establecerse. Luego de años de duro trabajo, la esposa e hijo de Jon llegan al país del sueño americano para poder ser una familia como se debe. El problema es que lamentables y violentos hechos comienzan a acontecer, y luego de ello nada más se puede hacer: una vez dentro de la espiral de violencia, la única manera de salir es siendo parte integral de ese vendaval.
No es que "The salvation" tenga fortalezas que destacar, y a grandes rasgos no es una gran película que merezca mucho reconocimiento, pero lo poco que se propone lograr, esto es hilar hechos violentos de manera más o menos coherente para dar ideas sobre el peso de nuestros actos -supongo que algo debe haber detrás de tanto kiss kiss bang bang- , se lleva a cabo correctamente, sin desviarse de esa meta que es mantener la atención e impactar al espectador más susceptible ¿Por qué impactar? Porque los personajes matan ancianitas, lisiados y otros seres desvalidos e inofensivos así como así; porque algunos sujetos mueren de formas algo más imaginativas que sólo recibir un disparo entre los ojos; y porque un pueblo de mierda lleno de corrupción, en el que los decentes y los justos no están nada a salvo, debe generar algo de repulsión y malestar, digo yo. Y ojo, que esto lo digo por el espectador medio, no tanto por mí que lo único que me pareció desagradable y con auténtica capacidad para generar malestar, es ese incómodo viaje que tiene Mads Mikkelsen con su recién llegada esposa e hijo camino a casa; es el único momento en que la tensión realmente se puede palpar, en que la situación te indigna y te hace perder otro gramo de fe en la humanidad. Luego de ello, una serie de interconexiones entre hermanos, casados, socios, amigos, etc., dan rienda suelta a que éstos comiencen a vengarse a raíz de cierto asesinato inicial -lo pueden leer en la sinopsis oficial de la cinta, que revela mucho, mucho más, así que mejor abstenerse-, pero ya en un terreno algo anecdótico y privado de esa tensión humana que generaba el primer gran hecho violento. Por lo mismo pregunto, ¿qué se nos narra? ¿Una lección de moralidad que nos dice que la violencia engendra más y peor violencia, destruyendo todo lo que uno construye a su paso?, o bien, ¿una simple trama de venganzas situada en el lejano oeste del siglo XIX? O quizás, si nos ponemos algo más serios y rebuscados, sea un adelanto, una alegoría de cómo será el Estados Unidos capitalista, tierra en que se desata un juego del todo vale una vez cierto líquido negro sale expulsado de la tierra. Lo que es seguro es que la primera alternativa estaba en la cabeza del director -también coguionista- y estará en la del espectador algo más reflexivo, pero no es la esencia de "The salvation"; no más que hacer que el relato transcurra con consistencia, tanto en hechos como en tempo. Pues bien, claro que sí: "The salvation" comienza a matar gente y no se detiene hasta que, adivinen, termina. Y funciona: el flujo de acontecimientos alterna bien entre asesinato y algo de descanso, y logra hilar coherentemente el porqué alguien mata a otra persona y etcétera; por lo demás, entremedio se hilvana ese detalle oculto relacionado a la posibilidad tres, haciendo que el guión no parezca tan superficial y simple -incluso para que parezca que tenga cierta base crítica-, aunque su gran gracia sea, sin ir más lejos, organizar bien los ejes del conflicto y luego explotarlos de manera destemplada e irreflexiva. No hay que ponerse exigente con quien no pretende dar mucho de sí, esa es la lección.
Una vez aclarado todo esto, no vale mucho la pena profundizar en otros apartados, aunque igual me detendré en el casting, el cual funciona a medias, pues no dudaremos en la solvencia de Mads Mikkelsen ni tampoco en esa potente y contenida expresividad de Eva Green -eso la mitad buena-, aunque sí reprocharemos la interpretación de Jeffrey Dean Morgan como el malvadísimo jefe de la pandilla que aterroriza el pueblo de Mads: no me ha gustado su personificación, muy básica y somera, con intentos de ser el típico villano con carisma que puede aterrar tanto como encandilar, pero con resultados pobres en los que él sencillamente no aterra ni encanta ni tampoco genera indignación o algo de impotencia ante tamaño e imparable mastodonte; seamos sinceros: el tipo -el personaje, digo- es un maldito imbécil que no sé cómo demonios ha llegado al lugar en el que está. A base de miedo, seguro; pero con lo idiota que es, ¿como nadie ha intentado hacer una jugada? Y sin un villano al que tenerle algo de respeto, pues entonces la historia flaquea en su intento por involucrar al espectador de manera más personal. En el fondo, tenemos personajes funcionales que cumplen con su rol pero que carecen de una personalidad que le dé puntos extras a un relato que tampoco brilla mucho por personalidad cinematográfica. El resto del reparto no es absolutamente nada del otro mundo, la fotografía no es memorable -aunque no negaremos que hayan imágenes notablísimas- y la banda sonora es efectiva pero no mucho más. En suma, tenemos una historia entretenida y constante que, sin embargo, no destaca como película más allá de mantenerte en tu asiento durante su normal metraje de 90 minutos. Supongo que es el gran objetivo de algunos... conmigo ha funcionado de lo más bien, pues he aceptado su naturaleza simple y tendiente a lo facilón -pero con cierto respeto al espectador-.
Y último punto. En su tiempo vi bastante cine negro; ni taaan bastante así como demasiado mucho, pero sí lo suficiente como para hacerme una idea de cómo un film noir debería ser para ser llamado film noir. Hay cintas que se dicen ser cine negro, y aunque utilicen cógidos y estéticamente luzcan como tal -incluso siendo buenas piezas-, hay que tener cierta energía, cierto aura y cierto fondo para ser realmente cine negro, o mejor aún, el cine negro más negro y denso, en su máxima expresión -como "The killers" de Robert Siodmak, "The big sleep" de Howard Hawks, u "Out of the past" de Jacques Tourneur, entre otras, verdaderas obras maestras del género-. Ahora bien, cuando estaba listo para ponerme al día con el western -clásico y un poco de spaghetti, aunque mi intención era más hacia lo clásico, tipo Ford y Hawks-, obligaciones de la universidad me impidieron adentrarme en esta parte de la historia del cine. He visto unos cuantos westerns, pero no lo suficientes como para sentirme seguro al decir, por ejemplo, que "The salvation" se hace llamar western porque sucede en el lejano oeste y tiene vaqueros que se matan y se vengan y hacen justicia y etc., sin ser un verdadero y auténtico western. Y como sabemos, todo género tiene sus bases, que aunque no sean fórmulas grabadas en piedra, sí pueden ser el punto inicial para experimentar y romper, siempre con el debido respeto. "The salvation" no es una falta de respeto, primero que todo; y segundo, tiene algo de la forma -la más sencilla posible-, pero carece del fondo, y con eso ya perdemos bastante. Con todo, aunque como western "The salvation" me parezca deficiente -asumiendo que me falta mucho western por ver, especialmente de los genios de la materia-, como película es más que suficiente y no debería suponer un visionado pesado, tambaleante o, para los que quieran diversión pura y dura, aburrido -qué palabra más fea para referirse a una película-.
En fin, luego de este párrafo dedicado a la especulación y la reflexión escasamente documentada, debo señalar que "The salvation" no es mala película y funciona como lo que quiere ser: un poco ambicioso relato de violencia y venganzas que logra mantener el interés sin llegar a maravillar, encantar, o cualquier sinónimo positivo que se les venga a la mente. En otras palabras, se ve, se digiere y se olvida rápido, aunque el rato sea agradable. Y como es la tónica, un rápido consejo: no se tomen muy en serio la cosa. Una cinta del montón, pero de las rescatables.
Mejor me pongo a ver western más pronto que tarde.
No es que "The salvation" tenga fortalezas que destacar, y a grandes rasgos no es una gran película que merezca mucho reconocimiento, pero lo poco que se propone lograr, esto es hilar hechos violentos de manera más o menos coherente para dar ideas sobre el peso de nuestros actos -supongo que algo debe haber detrás de tanto kiss kiss bang bang- , se lleva a cabo correctamente, sin desviarse de esa meta que es mantener la atención e impactar al espectador más susceptible ¿Por qué impactar? Porque los personajes matan ancianitas, lisiados y otros seres desvalidos e inofensivos así como así; porque algunos sujetos mueren de formas algo más imaginativas que sólo recibir un disparo entre los ojos; y porque un pueblo de mierda lleno de corrupción, en el que los decentes y los justos no están nada a salvo, debe generar algo de repulsión y malestar, digo yo. Y ojo, que esto lo digo por el espectador medio, no tanto por mí que lo único que me pareció desagradable y con auténtica capacidad para generar malestar, es ese incómodo viaje que tiene Mads Mikkelsen con su recién llegada esposa e hijo camino a casa; es el único momento en que la tensión realmente se puede palpar, en que la situación te indigna y te hace perder otro gramo de fe en la humanidad. Luego de ello, una serie de interconexiones entre hermanos, casados, socios, amigos, etc., dan rienda suelta a que éstos comiencen a vengarse a raíz de cierto asesinato inicial -lo pueden leer en la sinopsis oficial de la cinta, que revela mucho, mucho más, así que mejor abstenerse-, pero ya en un terreno algo anecdótico y privado de esa tensión humana que generaba el primer gran hecho violento. Por lo mismo pregunto, ¿qué se nos narra? ¿Una lección de moralidad que nos dice que la violencia engendra más y peor violencia, destruyendo todo lo que uno construye a su paso?, o bien, ¿una simple trama de venganzas situada en el lejano oeste del siglo XIX? O quizás, si nos ponemos algo más serios y rebuscados, sea un adelanto, una alegoría de cómo será el Estados Unidos capitalista, tierra en que se desata un juego del todo vale una vez cierto líquido negro sale expulsado de la tierra. Lo que es seguro es que la primera alternativa estaba en la cabeza del director -también coguionista- y estará en la del espectador algo más reflexivo, pero no es la esencia de "The salvation"; no más que hacer que el relato transcurra con consistencia, tanto en hechos como en tempo. Pues bien, claro que sí: "The salvation" comienza a matar gente y no se detiene hasta que, adivinen, termina. Y funciona: el flujo de acontecimientos alterna bien entre asesinato y algo de descanso, y logra hilar coherentemente el porqué alguien mata a otra persona y etcétera; por lo demás, entremedio se hilvana ese detalle oculto relacionado a la posibilidad tres, haciendo que el guión no parezca tan superficial y simple -incluso para que parezca que tenga cierta base crítica-, aunque su gran gracia sea, sin ir más lejos, organizar bien los ejes del conflicto y luego explotarlos de manera destemplada e irreflexiva. No hay que ponerse exigente con quien no pretende dar mucho de sí, esa es la lección.
Una vez aclarado todo esto, no vale mucho la pena profundizar en otros apartados, aunque igual me detendré en el casting, el cual funciona a medias, pues no dudaremos en la solvencia de Mads Mikkelsen ni tampoco en esa potente y contenida expresividad de Eva Green -eso la mitad buena-, aunque sí reprocharemos la interpretación de Jeffrey Dean Morgan como el malvadísimo jefe de la pandilla que aterroriza el pueblo de Mads: no me ha gustado su personificación, muy básica y somera, con intentos de ser el típico villano con carisma que puede aterrar tanto como encandilar, pero con resultados pobres en los que él sencillamente no aterra ni encanta ni tampoco genera indignación o algo de impotencia ante tamaño e imparable mastodonte; seamos sinceros: el tipo -el personaje, digo- es un maldito imbécil que no sé cómo demonios ha llegado al lugar en el que está. A base de miedo, seguro; pero con lo idiota que es, ¿como nadie ha intentado hacer una jugada? Y sin un villano al que tenerle algo de respeto, pues entonces la historia flaquea en su intento por involucrar al espectador de manera más personal. En el fondo, tenemos personajes funcionales que cumplen con su rol pero que carecen de una personalidad que le dé puntos extras a un relato que tampoco brilla mucho por personalidad cinematográfica. El resto del reparto no es absolutamente nada del otro mundo, la fotografía no es memorable -aunque no negaremos que hayan imágenes notablísimas- y la banda sonora es efectiva pero no mucho más. En suma, tenemos una historia entretenida y constante que, sin embargo, no destaca como película más allá de mantenerte en tu asiento durante su normal metraje de 90 minutos. Supongo que es el gran objetivo de algunos... conmigo ha funcionado de lo más bien, pues he aceptado su naturaleza simple y tendiente a lo facilón -pero con cierto respeto al espectador-.
Y último punto. En su tiempo vi bastante cine negro; ni taaan bastante así como demasiado mucho, pero sí lo suficiente como para hacerme una idea de cómo un film noir debería ser para ser llamado film noir. Hay cintas que se dicen ser cine negro, y aunque utilicen cógidos y estéticamente luzcan como tal -incluso siendo buenas piezas-, hay que tener cierta energía, cierto aura y cierto fondo para ser realmente cine negro, o mejor aún, el cine negro más negro y denso, en su máxima expresión -como "The killers" de Robert Siodmak, "The big sleep" de Howard Hawks, u "Out of the past" de Jacques Tourneur, entre otras, verdaderas obras maestras del género-. Ahora bien, cuando estaba listo para ponerme al día con el western -clásico y un poco de spaghetti, aunque mi intención era más hacia lo clásico, tipo Ford y Hawks-, obligaciones de la universidad me impidieron adentrarme en esta parte de la historia del cine. He visto unos cuantos westerns, pero no lo suficientes como para sentirme seguro al decir, por ejemplo, que "The salvation" se hace llamar western porque sucede en el lejano oeste y tiene vaqueros que se matan y se vengan y hacen justicia y etc., sin ser un verdadero y auténtico western. Y como sabemos, todo género tiene sus bases, que aunque no sean fórmulas grabadas en piedra, sí pueden ser el punto inicial para experimentar y romper, siempre con el debido respeto. "The salvation" no es una falta de respeto, primero que todo; y segundo, tiene algo de la forma -la más sencilla posible-, pero carece del fondo, y con eso ya perdemos bastante. Con todo, aunque como western "The salvation" me parezca deficiente -asumiendo que me falta mucho western por ver, especialmente de los genios de la materia-, como película es más que suficiente y no debería suponer un visionado pesado, tambaleante o, para los que quieran diversión pura y dura, aburrido -qué palabra más fea para referirse a una película-.
En fin, luego de este párrafo dedicado a la especulación y la reflexión escasamente documentada, debo señalar que "The salvation" no es mala película y funciona como lo que quiere ser: un poco ambicioso relato de violencia y venganzas que logra mantener el interés sin llegar a maravillar, encantar, o cualquier sinónimo positivo que se les venga a la mente. En otras palabras, se ve, se digiere y se olvida rápido, aunque el rato sea agradable. Y como es la tónica, un rápido consejo: no se tomen muy en serio la cosa. Una cinta del montón, pero de las rescatables.
Mejor me pongo a ver western más pronto que tarde.
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