jueves, 4 de diciembre de 2014

The Rover - 2014


Director: David Michôd

   Seguimos con esta retrospectiva 2014, esta vez pasando desde "Young ones" a "The rover" porque ambas comparten un escenario distópico algo post-apocalíptico, árido y desértico, polvoriento y sucio, precario y miserable, en el que sus protagonistas luchan por algo que les pertenece, ya sea físico o emocional. Además, y de esto me vengo a dar cuenta recién, ambas son las segundas películas de sus respectivos directores, en este caso del australiano David Michôd, quien debutara el 2010 con su notable "Animal Kingdom". Si comienzo con las comparaciones, "The rover" me parece una película mejor elaborada, sustentada y lograda que "Young ones", aunque tampoco termina llegando a cotas sublimes de calidad; se disfruta, tiene muchos elementos destacables -más que su predecesora en esta retrospectiva-, y aunque la impresión final es mayormente positiva, la ubicaremos en un sin pena ni gloria, al igual que la película de ayer.


  Guy Pearce es un hombre sin nombre que aparca su auto a las afueras de una especie de bar, maloliente y decadente, al cual ingresa a tomar un descanso y algún refrescante brevaje. Tres sujetos de dudable reputación huyen y tienen un accidente a las afueras del mismo bar en el que Guy Pearce descansa. El trío de malhechores roba el auto de Guy Pearce, quien, desde entonces, no descansará para recuperarlo. Y la suya es una búsqueda marcada por la violencia y el nulo espacio al arrepentimiento: avisados quedan los blancos de su ira.
 

  Quién pensaría que una cinta como "The rover" llegaría a los cines de este país. En pocas cadenas, me imagino, y por poco tiempo, eso es seguro. De hecho, estoy casi convencido de que su tiempo de exhibición ya pasó... después de una semana de su estreno, que a todo esto fue bajo el título de "El cazador", el mismo con el que se tradujo el "Wolf Creek" de Greg McLean -cuya secuela cae perfectamente en esta retrospectiva, así que a esperar-. ¡Y ambas cintas son de la genial Australia! Gran cinematografía la que proviene de esos lares, claro que sí. Debería ser más difundida y disfrutada en las grandes salas comerciales, pero esa es una difícil misión, incluso para el cine patrio, aunque esa es otra discusión -que se ha llevado en tantos medios, cada cual de una manera más superficial y erradamente taxativa que la otra- para otro momento y, naturalmente, otro blog. Perdonen el desvío. Traía a colación el estreno de "The rover" porque sería interesante recabar opiniones de parte del espectador que haya ido a ver esta película, probablemente algo decepcionado -si es que no conocía a Michôd y su manera de afrontar una historia- ante una película que, aunque en principio lo parezca, no es de acción postapocalíptica como tal. Ni siquiera es una película de acción a secas. Michôd se adueña del escenario postapocalíptico para narrar otra historia de decadencia moral y humana en la que sus personajes no se rigen bajo ningún tipo de ley oficial -esa que te manda a la cárcel o impone multas- como bajo aquella de carácter más atávico y salvaje que no conoce reglas pero sí castigos. Aunque claramente sean distintas, podemos encontrar similitudes con "Animal Kingdom", en la que una familia de criminales hacía caso omiso de las fuerzas policiales y la Justicia, que pasmosas contemplaban cómo sus esfuerzos eran inútiles ante la violenta tormenta, justamente, animal en la que sus protagonistas se involucraban: una inexorable caída, oficial y también humana. Michôd sigue los mismos derroteros en "The rover" con un Guy Pearce que quizás, tan sólo quizás -dando rienda suelta a mi vertiene conspirativa, no muy desarrollada, he de aclarar-, sea el policía de "Animal Kingdom" que, en conjunto con la sociedad australiana, colapsó desde su interior para convertirse en el animal roto que es el rover que transita de un lugar a otro con el peso de sus acciones en la espalda.


  Michôd acierta notablemente al construir esa atmósfera putrefacta, abandonada, deshumanizada, que envuelve cada paraje que retrata, cada persona que pone un pie sobre tal escenario. Logra transmitir a través de este paisaje esa caída humana y social de la que, a todo esto, no conocemos ningún detalle salvo que sucedió: una tierra y unos hombres aparentemente sin pasado. La desolación, el sentimiento de abandono es manifiesto. Y a partir de esta atmósfera, Michôd se sitúa en la caída humana mucho más que en la social; si en "Animal Kingdom" veíamos a la policía y a la Justicia ser eludidas multitud de veces -para aplicarse la justicia de la calle, la vencedora en esta lucha subyacente-, denotando que el sistema no funciona y es quebradizo, acá todo eso ya está destruido. Lo verdaderamente importante es esa lucha interna, propia de cada personaje como de todos juntos como "humanidad", en la que la decencia tiene que sobreponerse a la violencia desaforada; pues como dicen, la esperanza es lo último que se pierde, y en ella se hallan los últimos resquicios de esa sociedad algo más civilizada -al menos lo aparentaba con cierta credibilidad-.
  Dicho esto, no veo a "The rover" realmente como una película de acción postapocalíptica, aunque no deja de tener ese salvajismo y perdición que el postapocalípsis otorga. Pero luego de esa aclaración, no sabría en dónde ubicar a "The rover" -y no es que las películas tengan que estar obligadamente ubicadas en algún género o distinción-, pues aunque la suma de sus elementos resulta en algo cuanto mínimo aceptablemente notable -uf-, llevándonos a esa tosca reflexión hecha por mí en las líneas de arriba, en separado éstos carecen de fuerza narrativa que dé ideas sobre si ésta es una cinta de personajes, de atmósfera, de montaje, una especie de road movie, etc. Podríamos adelantar que ni el mismo Michôd logra aclarar si lo suyo es la sustancia más que la forma, a todas luces una propuesta que, ¿logra salir adelante? Viejo, muchas interrogantes; más de las necesarias y prudentes.


  Por ejemplo, el único personaje realmente bueno es el rover de Guy Pearce, un hombre violento, de pasado elusivo y tristeza contenida -que intenta ocultar con sus explosiones de ira, igualmente contenida- que logra cargar con el peso del relato y también con todo el cuento de la caída moral. Yo lo veo como un buen hombre que quiere recuperar lo que es suyo, y para eso tiene que hacer lo que tiene que hacer. Pero lo destacable acaba en él, pues el trío de malhechores que le roban el auto y escapan, aunque algo interesantes, no logran funcionar como contrapeso moral de Pearce... en otras palabras, no funcionan como villanos más allá de obligar a Pearce a emprender esta búsqueda. Y no hay mucho que decir de Robert Pattinson -a quien si le sacan el jugo con un buen papel, pues puede sorprender-, cuyo personaje, aunque argumentalmente justificado y "útil", también adolece de una pobre construcción y desarrollo, con decisiones ulteriores que no quedan del todo claras. Lo único bueno de él es que es algo tierno, pero ¿un buen personaje? No señor.
  Con una galería de personajes a grandes rasgos pobre, con Pearce siendo el único que se salva por méritos propios, entonces lo que nos queda es que lo importante es el viaje, SU viaje, dado que el resto de personajes y el robo es la excusa perfecta que propicia el tránsito entre este punto A y punto B. Una road movie, justamente, en la que Pearce en compañía de Pattinson encuentra partes de sí mismo y termina aceptando su naturaleza y cosas así -propias de una buena road movie-, cosas que devengan en una reflexión apropiada al contexto. Nuevamente, aunque el viaje no sea malo ni vaya a tropiezos, sí se puede decir que, narrativamente, carece de contundencia; es decir, tenemos pistas que dan algo de luz a ese oscuro ser que es Pearce por dentro, pero a grandes rasgos son situaciones que nos mantienen algo impasible, situaciones violentas que caen como un mazazo pero que no dejan una huella real. Es un viaje funcional pero no personalmente potente: carece de fuerza humana. Así que no, tampoco estamos ante una road movie como tal.
  ¿Ante qué estamos, entonces? Hay que saberlo de una buena vez, digo. "The rover" es una cinta postapocalíptica que no es de acción, tampoco de evasión, mucho menos de reflexión -el contexto es sólo eso; y a la hora de profundizar...-. No sé qué es "The rover", si les soy sincero. Al menos esa imposibilidad mía de ubicarla no me molesta tanto, pues es una buena película, y como tal, vale la pena mencionar, aunque sea de pasada, sus virtudes y aciertos.


  Bueno, ok, estoy algo cansado así que daré un ejemplo que espero ilustre lo que he querido decir: al inicio, cuando le roban el auto a Pearce, éste se sube a la ex-camioneta de los malhechores y comienza a perseguirlos con ella, en una secuencia genial ¿Por qué? Pues porque aúna ese escenario decadente e inmoral con una acción que refleja dicho estado: fuerza narrativa en todo su esplendor. Luego de ello, todas las demás estaciones, con tiroteos y muertes y asesinatos, no logran alcanzar la altura de esa persecución inicial, dado que son acontecimientos obligados cuyos desenlaces están premeditados para llevarnos a otro lado en lugar de reflejar y potenciar esa decadencia. Probablemente, el haber sido una cinta de acción le habría funcionado de maravillas a "The rover", pues sólo esta característica -como queda demostrado con la secuencia de la persecución inicial- logra sacarle provecho al escenario y a un personaje genialmente interpretado por Pearce que, por desgracia, tiene rasgos -su silencio y su pasado eludido- que se quedan en interesantes detalles que no aportan lo suyo a la historia. En resumen, Michôd es un muy buen director que logra construir mundos con notable habilidad pero al que le falta más mano firme y pulso narrativo a la hora de construir un relato... y esto lo digo teniendo en mente sólo a "The rover", pues como relato "Animal Kingdom" la tengo muy lejana -aunque sus sensaciones permanecen-.
  Con todo, "The rover" es una buena película, con un tempo pausado muy genial -como han leído, ser una película "lenta" no es el problema de la cinta- que ayuda a que el relato sea algo menos fugaz en lo subyacente -porque literalmente es obvio que al ser pausado no es fugaz, ¡dah!-, y que al fin y al cabo igual deja una impresión grata... algo grata -pudo ser mejor ¿Es eso grato?-. Lo único malo es la cantidad de observaciones y reproches que le cayeron y que le costaron el ser una gran película, miren que madera no le faltaba.

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