viernes, 4 de diciembre de 2015

The Uninvited - 1944


Director: Lewis Allen

  Hoy fue un buen día, claro que sí lo fue. Tanto que la estupidez reinante de los ciclistas no enturbió mi temple en ningún momento, aunque no por ello la convicción de "el único ciclista bueno es el ciclista muerto" no cesa de aumentar. Como sea, luego de un satisfactorio y relajante primer tramo de día viernes (entre otras cosas, volví a nadar, y vaya nado, sacando toda la energía contenida por la puta universidad), mientras iba camino a donde pierdo el tiempo cada día (así es, la universidad de mierda), en la radio suena nada más y nada menos que West Coast, alucinante obra maestra de Lana del Rey, una canción que había pedido hace un par de semanas en el sitio web de la radio, y debo decir que fui feliz: me sentí transportado, y es que no importa si escucho esa misma canción al menos una vez al día, cada vez que aparece en la radio de manera azarosa, es como si fuera una experiencia nueva, una canción diferente pero incluso más fascinante, como cuando dejó huella en mi cabeza por primera vez. Queda claro que es bueno que las radios a veces escuchen la voz del pueblo, y pensándolo más, ¿no les parece un puto milagro? Ya saben, que en ese acotado tiempo en que suena la radio y de entre todas las canciones existentes aparezcan aquellas que nos maravillan... eso prueba que dios existe, ¿cierto? ¡¿CIERTO?! En fin, toda esta felicidad se complementa con que "The Uninvited", opera prima de Lewis Allen, además de ser una excelente película, es la entrada número 500 de este blog. ¿Qué se puede hacer si no celebrar? A propósito, también les recomiendo la versión radio mix de West Coast; para escucharla tendido en una hamaca, bebiendo un sabroso batido de chocolate madness, observando el atardecer mientras nos susurra la brisa marina... Uy, qué hermosa visión...


  Broderick y Pamela Fitzgerald son dos hermanos que compran una casa que, dicen, está embrujada. Y en donde hay un embrujo, hay una historia. Y nuestros hermanos no podrán resistirse a la tentación de descubrir qué causa las presuntas actividades paranormales.


  Lo de los fantasmas siempre me causa desasosiego, incluso miedo, especialmente cuando veo o leo cosas relacionadas a ello (cuando tenía 15 años solía ver programas del Discovery Channel que recreaban historias de personas asaltadas por fantasmas y, debo decirles, pasé unos meses muy duros intentando que nada me diera miedo en mi propia casa... qué loco), aunque luego se me pasa. Supongo que todo depende de la capacidad del narrador para sugestionar a su público, si bien no soy de aquellos que niegan ipso facto la existencia de los fantasmas; pero mientras no piense en ellos entonces mi realidad está protegida. Iba a contarles un sueño pero veo que ya he ocupado estas líneas en otra cosa, así que vayamos a lo medular.
  "The Uninvited" comienza con un atractivo monólogo inicial que sienta ya mismo una predisposición a los hechos posteriores y, por ende, también la atmósfera con que el relato se verá investido. Los hechos, cotidianos y limitados al ámbito de los vivos, se van desarrollando con habilidad y cuidado dejando establecidas relaciones, preguntas y propósitos que, en conjunto con el elemento sobrenatural, pasando de lo sugerente a lo explícito, irán armando un interesante entramado en donde nada es lo que parece, aunque esto depende de qué tan avivado sea el espectador. Lo cierto es que la trama, sin ser nada del otro mundo, no peca de previsible, y además nos demuestra que una historia bien contada es capaz de dotar fuerza dramática a elementos que a simple vista pueden dejarnos impasibles (ciertamente si es que éstos cuentan con una narración débil y mediocre). Lewis Allen dirige con propiedad, generando y sosteniendo una atmósfera de extrañeza y sugestión que hace de cualquier objeto o mirada algo posiblemente embrujado, deliberadamente fundiendo lo que de verdad es misterio con lo que no lo es, confundiendo lo real y lo imaginario; por lo demás, ¿no les parece una delicia la fotografía y la puesta en escena que pueden observar a través de las capturas? Además, "The Uninvited" cuenta con un interesante contraste entre la ingenuidad humana y la densidad fantasmagórica, lo que también significa un constante y equilibrado cruce entre la comedia y el terror/misterio, a veces ocurriendo en la misma escena (me gusta mucho una en que los dos hermanos entran a un lugar tan imponente que ella comienza a hablar a susurros, provocando que él a susurros pregunte por qué está susurrando, obteniendo como respuesta "¿por qué susurras tú?"; también se nota en la escena inicial, con el perro persiguiendo una ardilla y los dueños persiguiendo al perro). El resultado es que la cinta tiene sentido del humor, genera una empatía a raíz de personajes tan creíbles y humanos, pero no pierde su capacidad de extrañeza y, por qué no, miedo. A todo esto, "The Uninvited" no es precisamente una cinta de terror como de sugestión o atmósfera, aunque como digo, a mí de todas formas me generó algo de miedo.
Así, con una buena puesta en escena y una notable labor interpretativa por parte del reparto (Ray Milland me gusta mucho, y es que después de "The Thief" había que ver algo de él), de a poco (otra cosa a elogiar: el ritmo, preciso y sin premuras) vamos descubriendo de qué trata todo este asunto con los fantasmas y sus asuntos pendientes. El tramo final me pareció infartante y, aunque el último enfrentamiento puede lucir raro y hasta gracioso, no empaña una resolución fantástica y un excelente relato.
  "The Uninvited" es una simpática pero tenebrosa experiencia, y no puedo hacer otra cosa más que recomendarla.

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