Director: Stuart Gordon
Viendo películas de David Cronenberg se me vino a la mente ésta de hoy, que, mientras la veía, por alguna razón pensaba que podría haber sido dirigida por él. "Re-Animator" es un body-horror divertidísimo y malsano basado en una historia de H.P. Lovecraft, y aunque ahora dirige Stuart Gordon, el verdadero artífice de esta película es el productor Brian Yuzna, que luego se atrevió a dirigir las dos secuelas, tituladas "Bride of Re-Animator" y "Beyond Re-Animator". Lo cierto es que "Re-Animator", efectivamente, es una película que Cronenberg pudo dirigir con toda comodidad, pero también es cierto que tal cosa no es necesaria, pues así tal cual, "Re-Animator" se disfruta endiabladamente de inicio a fin.
Un doctor tiene un suero que permite reanimar a los muertos, volverlos a la vida, aunque no con los efectos deseados. Sus experimentos causarán un infierno en el hospital en el que se encuentra estudiando gracias a una beca. ¿Perderá la beca?
¿Ven al doctor que sostiene un cerebro en sus manos? ¿No creen que se parece a David Cronenberg? Pueden comprobarlo, pero oigan, no hagan trampa; no comparen las fotos de un actual Cronenberg con las de esta película de hace treinta años. ¡Treinta años! ¿Ustedes saben cuánto cambian los rostros en treinta años? Viejo, yo ni siquiera me parezco mucho a mi versión de, digamos, diez años. ¿Cómo me voy a ver cuando tenga sesenta? ¿Seré tan guapo como Cronenberg? Igual no es extraño pensar que el director de "Scanners" (mención elegida al azar) pueda hacerlas de actor, pues en realidad ha aparecido en varias películas, por ejemplo "Jason X", "Last Night" (comentada en este blog) y unas cuantas de John Landis y Clive Barker. Si no dirigía "Re-Animator", por último se iba a divertir haciendo de doctor altivo y reaccionario que se quiere tirar a la bella hija de su colega. Como sea, el verdadero actor es David Gale, y el director es Stuart Gordon, así que, nuevamente: David Cronenberg no tiene nada que ver acá. Mejor me saco de inmediato dicha idea de la cabeza.
Ahora bien, como no es de Cronenberg, estén seguros que "Re-Animator" es un divertimento total en el que cadáveres revividos intentan matar a sus reanimadores, en que una cabeza puede controlar su cuerpo a distancia, en que hay que enfrentarse a furibundos gatos, etc. Mientras más malsano e irreverente mejor, y yo no me voy a quejar, miren que uno se lo pasa genial, sobre todo a partir del minuto treinta, momento en que comienzan unos quince minutos lisa y llanamente sensacionales, y ya de ahí tampoco es que nos podamos detener a descansar. Las escenas de la morgue son espectaculares; causan tanta risa (de buena gana) como algo de malestar, y es que lo enfermizo es el mandamiento capital. El gran conflicto de "Re-Animator" básicamente es el enfrentamiento entre doctores que, por ego o por ignorancia, no creen en los postulados del otro, y bueno, de alguna forma hay que demostrarlo y luego todo se desmadra y se va de las manos. Entre medio están los enamorados, que son un joven estudiante que desearía que sus pacientes no murieran (noble, muy noble, muy muy noble) y la bella hija del colega del doctor caliente, y vaya que aguanta cosas desagradables la muchacha, ¿o le habrán hecho un doble de cuerpo?
Como sea, sólo esperen infernal diversión, pues todo el tema de la vida y el desafío a la muerte no está precisamente para reflexiones y cuestiones ético-morales, ¡dah! Supongo que la única lección es ¡no jodas con la muerte!, pero a veces hay irrefrenables impulsos que nos llevan a tan largamente anhelado propósito. En este sentido, el final es un gran final. No me extraña, entonces, el título de la segunda entrega, pero para estar seguro habría que verla. ¿La veremos? ¿Alguien pidió palomitas?
Un doctor tiene un suero que permite reanimar a los muertos, volverlos a la vida, aunque no con los efectos deseados. Sus experimentos causarán un infierno en el hospital en el que se encuentra estudiando gracias a una beca. ¿Perderá la beca?
¿Ven al doctor que sostiene un cerebro en sus manos? ¿No creen que se parece a David Cronenberg? Pueden comprobarlo, pero oigan, no hagan trampa; no comparen las fotos de un actual Cronenberg con las de esta película de hace treinta años. ¡Treinta años! ¿Ustedes saben cuánto cambian los rostros en treinta años? Viejo, yo ni siquiera me parezco mucho a mi versión de, digamos, diez años. ¿Cómo me voy a ver cuando tenga sesenta? ¿Seré tan guapo como Cronenberg? Igual no es extraño pensar que el director de "Scanners" (mención elegida al azar) pueda hacerlas de actor, pues en realidad ha aparecido en varias películas, por ejemplo "Jason X", "Last Night" (comentada en este blog) y unas cuantas de John Landis y Clive Barker. Si no dirigía "Re-Animator", por último se iba a divertir haciendo de doctor altivo y reaccionario que se quiere tirar a la bella hija de su colega. Como sea, el verdadero actor es David Gale, y el director es Stuart Gordon, así que, nuevamente: David Cronenberg no tiene nada que ver acá. Mejor me saco de inmediato dicha idea de la cabeza.
Ahora bien, como no es de Cronenberg, estén seguros que "Re-Animator" es un divertimento total en el que cadáveres revividos intentan matar a sus reanimadores, en que una cabeza puede controlar su cuerpo a distancia, en que hay que enfrentarse a furibundos gatos, etc. Mientras más malsano e irreverente mejor, y yo no me voy a quejar, miren que uno se lo pasa genial, sobre todo a partir del minuto treinta, momento en que comienzan unos quince minutos lisa y llanamente sensacionales, y ya de ahí tampoco es que nos podamos detener a descansar. Las escenas de la morgue son espectaculares; causan tanta risa (de buena gana) como algo de malestar, y es que lo enfermizo es el mandamiento capital. El gran conflicto de "Re-Animator" básicamente es el enfrentamiento entre doctores que, por ego o por ignorancia, no creen en los postulados del otro, y bueno, de alguna forma hay que demostrarlo y luego todo se desmadra y se va de las manos. Entre medio están los enamorados, que son un joven estudiante que desearía que sus pacientes no murieran (noble, muy noble, muy muy noble) y la bella hija del colega del doctor caliente, y vaya que aguanta cosas desagradables la muchacha, ¿o le habrán hecho un doble de cuerpo?
Como sea, sólo esperen infernal diversión, pues todo el tema de la vida y el desafío a la muerte no está precisamente para reflexiones y cuestiones ético-morales, ¡dah! Supongo que la única lección es ¡no jodas con la muerte!, pero a veces hay irrefrenables impulsos que nos llevan a tan largamente anhelado propósito. En este sentido, el final es un gran final. No me extraña, entonces, el título de la segunda entrega, pero para estar seguro habría que verla. ¿La veremos? ¿Alguien pidió palomitas?
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