Director: Christopher Nolan
Como mañana comenté "Following"... esperen... Como ayer comentaré "Following"... Oh, bueno, no importa. Vi "Following", opera prima de Christopher Nolan, y decidí ver "Memento", para recordar viejos tiempos y brindar por los que vienen a continuación. Todo fue, todo es, todo será, etcétera... ¿Para cuándo "The Nice Guys"? Viejo, hace tiempo que la estoy esperando con muchas ganas, me asombra que aún no haya aparecido en internet, maldición. Dicen que Bolivia quiere contratar a Maradona como nuevo entrenador del seleccionado nacional de fútbol, y yo me pregunto, ¿quieren seguir últimos o qué? Mientras más incoherente mejor: el frío hace que los dedos pierdan agilidad y escribir se vuelve un proceso algo extraño, pero no importa, me gusta el frío. Ahora, a dormir. Pero es temprano... A comer pizza entonces. Oh, justo ahora ha salido el sol pero sigue lloviendo y el viento soplando fuerte: un panorama algo irónico, ¿no creen?
"Memento" fue la película que puso a Nolan en el mapa, el gran mapa. De hecho, podríamos decir que Nolan se adueñó del mapa, pero tampoco exageremos. No obstante, igual me pregunto cómo Nolan dio el salto de "Following", una producción realmente modesta y pequeña, a "Memento", con un presupuesto de varios millones de dólares y un equipo de casi cien personas (o más). Bien por él, en todo caso, pues "Memento" es una muy buena película que, eso sí, tampoco es para tanto, pues la misma película se entrampa sola y se queda como un producto hermético y rígido con respecto al paso del tiempo: es la película esa que va al revés...
Desde luego, hay más méritos, pero éstos quedan a la sombra de la "gran gracia" del film. Ya todos saben que "Memento" trata sobre un sujeto que no tiene memoria a corto plazo, es decir, no puede recordar qué hizo quince minutos atrás, algo bastante problemático si lo pensamos bien, aunque todo depende del contexto. La memoria de largo plazo funciona, y la misma dice lo siguiente: la esposa del protagonista fue violada y asesinada, y él debe vengarla, encontrar al culpable y luego seguir con su vida. La estructura del relato va alternando escenas que siguen un orden cronológico inverso (Z -> Y -> X...) con otras que siguen un orden cronológico normal (A -> B -> C...). Por lo tanto, empezamos por el final y terminamos por el principio, lo que nos lleva a un par de cuestiones: me parece excepcional que el inicio de la historia (que no del relato) sea mucho más interesante y complejo que su final, que es donde suelen llegar las grandes conclusiones y, por ende, lo supuestamente memorable. Segundo, más allá de lo alucinante y virtuosa que pueda parecer esta estructura a la inversa, lo verdaderamente importante dentro de todo esto es una constante que ya se dejaba ver en "Following", es decir, la naturaleza moral de nuestras acciones, de nuestras vidas, de nuestra realidad. De esta forma, al prescindir de la lógica causa y efecto, Nolan no desarrolla una historia de venganza al uso sino que un examen del carácter de los elementos narrativos, puestos a prueba constantemente tanto en si son buenos o malos, o sin son reales o no. Nolan juega con la ambivalencia inherente de la disyuntiva del protagonista, y por ahí nos va atrapando (al menos a quienes no se dejan impresionar fácilmente con la "novedosa" estructura), pues ¿podemos creer en cada cosa que vemos? Desde luego, también está todo el rollo del hombre atrapado en su propio laberinto, la tragedia de no-sé-quién, etc. De hecho, en este visionado me pareció que "Memento" es una historia muy triste en realidad, nada cool. Con todo, sigo creyendo que "Memento" decide descansar mucho en su estructura y en su esperable impacto, decisión más cercana a la venta de humo que a coherencia interna, pues, si la comparamos sobre todo con "Following", nos damos cuenta de una diferencia fundamental que da cuenta de la integridad fílmica de cada cinta: la opera prima de Nolan está construida para que el relato mismo vaya examinando a los personajes y sus características con tal de que el espectador se vea absorbido por lo incierto y ambiguo de la situación, mientras que "Memento" siempre presenta la misma situación, una y otra vez, y lo único que hace es cambiar detalles para que el espectador le invente la historia a Nolan hasta que éste decide revelarlo todo, o mejor dicho, hace que lo ambiguo provenga no de los elementos narrativos sino de su frenética presentación: Nolan ya aprendió a atrapar con lo visual en vez de lo sustancial.
Por ahí alguien montó la película en orden estrictamente cronológico, y me imagino lo soso que debió haber quedado, no necesariamente porque pierde su "gran gracia", sino porque nos damos cuenta de que la trama es en realidad un espurio, que no hay mucho que contar y que los personajes no son ambiguos, sino someramente unidireccionales. Sin embargo, al estar montada como lo está, "Memento" se hace interesante, entretenida y atrapante, y permite que Nolan divague sobre los laberintos que nos vamos inventando en la vida, entre otras cosas, además de causar sensación en la audiencia más susceptible. Ingeniosa película, claramente.
Ya no sé si "Memento" es más que su truco narrativo. Ciertamente no es para verla más de una vez, pierde su gracia... Allá ustedes.
"Memento" fue la película que puso a Nolan en el mapa, el gran mapa. De hecho, podríamos decir que Nolan se adueñó del mapa, pero tampoco exageremos. No obstante, igual me pregunto cómo Nolan dio el salto de "Following", una producción realmente modesta y pequeña, a "Memento", con un presupuesto de varios millones de dólares y un equipo de casi cien personas (o más). Bien por él, en todo caso, pues "Memento" es una muy buena película que, eso sí, tampoco es para tanto, pues la misma película se entrampa sola y se queda como un producto hermético y rígido con respecto al paso del tiempo: es la película esa que va al revés...
Desde luego, hay más méritos, pero éstos quedan a la sombra de la "gran gracia" del film. Ya todos saben que "Memento" trata sobre un sujeto que no tiene memoria a corto plazo, es decir, no puede recordar qué hizo quince minutos atrás, algo bastante problemático si lo pensamos bien, aunque todo depende del contexto. La memoria de largo plazo funciona, y la misma dice lo siguiente: la esposa del protagonista fue violada y asesinada, y él debe vengarla, encontrar al culpable y luego seguir con su vida. La estructura del relato va alternando escenas que siguen un orden cronológico inverso (Z -> Y -> X...) con otras que siguen un orden cronológico normal (A -> B -> C...). Por lo tanto, empezamos por el final y terminamos por el principio, lo que nos lleva a un par de cuestiones: me parece excepcional que el inicio de la historia (que no del relato) sea mucho más interesante y complejo que su final, que es donde suelen llegar las grandes conclusiones y, por ende, lo supuestamente memorable. Segundo, más allá de lo alucinante y virtuosa que pueda parecer esta estructura a la inversa, lo verdaderamente importante dentro de todo esto es una constante que ya se dejaba ver en "Following", es decir, la naturaleza moral de nuestras acciones, de nuestras vidas, de nuestra realidad. De esta forma, al prescindir de la lógica causa y efecto, Nolan no desarrolla una historia de venganza al uso sino que un examen del carácter de los elementos narrativos, puestos a prueba constantemente tanto en si son buenos o malos, o sin son reales o no. Nolan juega con la ambivalencia inherente de la disyuntiva del protagonista, y por ahí nos va atrapando (al menos a quienes no se dejan impresionar fácilmente con la "novedosa" estructura), pues ¿podemos creer en cada cosa que vemos? Desde luego, también está todo el rollo del hombre atrapado en su propio laberinto, la tragedia de no-sé-quién, etc. De hecho, en este visionado me pareció que "Memento" es una historia muy triste en realidad, nada cool. Con todo, sigo creyendo que "Memento" decide descansar mucho en su estructura y en su esperable impacto, decisión más cercana a la venta de humo que a coherencia interna, pues, si la comparamos sobre todo con "Following", nos damos cuenta de una diferencia fundamental que da cuenta de la integridad fílmica de cada cinta: la opera prima de Nolan está construida para que el relato mismo vaya examinando a los personajes y sus características con tal de que el espectador se vea absorbido por lo incierto y ambiguo de la situación, mientras que "Memento" siempre presenta la misma situación, una y otra vez, y lo único que hace es cambiar detalles para que el espectador le invente la historia a Nolan hasta que éste decide revelarlo todo, o mejor dicho, hace que lo ambiguo provenga no de los elementos narrativos sino de su frenética presentación: Nolan ya aprendió a atrapar con lo visual en vez de lo sustancial.
Por ahí alguien montó la película en orden estrictamente cronológico, y me imagino lo soso que debió haber quedado, no necesariamente porque pierde su "gran gracia", sino porque nos damos cuenta de que la trama es en realidad un espurio, que no hay mucho que contar y que los personajes no son ambiguos, sino someramente unidireccionales. Sin embargo, al estar montada como lo está, "Memento" se hace interesante, entretenida y atrapante, y permite que Nolan divague sobre los laberintos que nos vamos inventando en la vida, entre otras cosas, además de causar sensación en la audiencia más susceptible. Ingeniosa película, claramente.
Ya no sé si "Memento" es más que su truco narrativo. Ciertamente no es para verla más de una vez, pierde su gracia... Allá ustedes.
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