Director: Takeshi Kitano
"Sonatine", cuarta película de Takeshi Kitano y gran obra maestra. Vuelvo a verla después de, uf, ¿cinco o seis años? Bueno, la idea tampoco es repetirse películas compulsivamente; por una parte, se mata el encanto, y por otro, demonios, aún hay mucho que ver, mucho que descubrir.
Sin mencionar que como trama criminal, aunque sumamente simple y directa (Beat Takeshi interpreta a un yakuza enviado a Okinawa para apaciguar, a modo de intermediario, una guerra entre dos clanes locales, lo cual saldrá indefectiblemente mal), "Sonatine" es una película excelentemente narrada, con la contundencia y estilizada aspereza propia del director, todos sabemos que lo que hace de esta película algo especial, algo único, es ese escape "vacacional" en una aislada cabaña en la playa, con vista al mar y rodeada de silencio, de paz, que obligadamente se toman los personajes luego de tanta matanza. Más allá de la preciosa fotografía de Katsumi Yanagishima o de la maravillosa y poderosa banda sonora de Joe Hisaishi (con quien comenzó a colaborar en "Scene at the Sea"), que de por sí te ponen la piel de gallina, en palabras simples podemos destacar este ejercicio de humanización y liberación que Kitano realiza de personajes perdidos, acabados, condenados, triturados, acostumbrados a matar y a vivir de la violencia, ejercicio que tiene tanta tristeza como ira, tanta ingenuidad como nihilismo, y del cual también podemos extraer multitud de lecturas que, no obstante la natural mutación a lo largo de los años, mantienen una base común y coherente a lo largo de la obra de Kitano, y me refiero a esta especie de hastío existencial hacia el relato criminal, a los códigos del hampa, a una forma de vida que es como una maldición de la que es imposible escapar, a la pulsión suicida de quien ha mirado de frente a la muerte demasiadas veces; al análisis de consciencia o deconstrucción moral del yakuza, o del hombre dedicado a la violencia, o del niño que llevamos dentro aprisionado por nuestras propias decisiones; incluso, a temas de índole más poéticos y abstractos, tales como la trágica relación entre la Belleza y la Muerte...
No quiero, en todo caso, extenderme sobre esta película. "Sonatine" es una obra maestra, cumbre cinematográfica de Kitano. Una película brutal pero también llena de sensibilidad. Perfectamente actuada, escrita y dirigida. Una auténtica maravilla.
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