martes, 28 de diciembre de 2021

64

 

El año pasado se me pasó pero este año no: celebrar mi cumpleaños en el blog. Seremos simples por ahora, haremos lo que siempre he querido hacer: un salón de la fama de personas ligadas al mundo de las artes y, sobre todo, del cine, nacidas este día tan pero tan genial. Fuera del salón de la fama estoy yo, pero qué le vamos a hacer. Cumplo 28, por cierto. Este blog lo empecé con unos 20 años creo. No sé, saquen la cuenta si quieren. Aprovecharé de hablar un poco: como el lunes 27 trabajaba de tarde, por lo tanto en la mañana no tenía ganas de comer mucho para no ir con el estómago lleno de mierda, celebramos mi cumpleaños el domingo 26 con lo de siempre: completos y una torta. El lunes voy al trabajo y, hablando con la cajera, que me pregunta mi edad, le digo que de hecho había cumplido 28 años recién, ahora el 27 le dije, y me dijo que bueno, que un abrazo y que felicitaciones; al rato llegan varios compañeros con un cheesecake con velitas y me cantan el cumpleaños feliz, lo que me hizo sentir genuinamente bien, muy lindo detalle. Por último hoy martes 28, día de los inocentes, trabajaba de mañana, salía a las 17, así que me fui donde mi abuelo, que no pudo ir el domingo porque se sentía enfermo producto de un analgésico, y le llevé un pedazo de torta y los ingredientes para los completos, lo que lo hizo sentir bien también porque parece que se había sentido mal de no ir el domingo, dijo que ahora sí que pudo celebrar mi cumpleaños, que al final no se perdió el completo ni la torta del cumpleaños del Jimmy. Así que creo que es la primera vez que mi cumpleaños, en cierta forma, dura tres días. Qué año, ¿no? Qué cosas trabajar, ¿no? Qué cosas conocer gente y todo eso, ¿no? En fin en fin, una vida sin cine. Como le dije a mi abuelo en broma la otra vez: parece que a mi me va bien en todo menos en lo relacionado con el cine. Cosas de la vida, ¿no?

Y bueno, ahora sí, un salón de la fama con gente famosa a la que sí le fue bien en el cine.

SALÓN DE LA FAMA DE PERSONAS LIGADAS A LAS ARTES Y AL CINE NACIDAS UN 27 DE DICIEMBRE



Thea von Harbou



Guionista, escritora o novelista y también directora de cine. A la sazón más conocida como la esposa del gran Fritz Lang, conocida sobre todo por sus colaboraciones escriturales en filmes como "Metropolis", "Spione" o "Frau im Mond" (todas basadas en sendas novelas de su propia autoría), aunque co-escribió gran cantidad de guiones para otros reputados directores y también varias películas en donde no participó se basaban en novelas o ideas suyas, y además dirigió dos películas, "Elisabeth und der Narr" y "Hanneles Himmelfahrt", que no he visto pero que ya tardan ustedes, visitantes, en ver.

Marlene Dietrich 


¿Me van a decir que Marlene Dietrich necesita presentación? Olvídenlo. Gran honor haber nacido bajo la misma estrella que semejante actriz y artista como Dietrich. Mis más absolutos respetos, Frau Marlene.

Cliff Arquette



De seguro les suena su apellido. Es el abuelo de Patricia y David. Fue un actor conocido y recordado especialmente por un personaje llamado Charley Weaver, a quien yo no conozco pero oigan, el bueno de Cliff merece un puesto en este Salón de la Fama.

Michel Piccoli



Grandísimo e infatigable e incansable actor. Acá lo hemos visto, comentado y elogiado en películas como "Le Mepris", de Godard, o "Les creatures", de Varda. Estoy seguro que más información sería banal, redundante e innecesaria.

Gérard Depardieu



Un actor que me encanta, tanto en su estilo actoral como en las películas en las que ha dejado marca. Ahora tiene un montón de problemas, que entre la evasión de impuestos y sus sospechosas relaciones con Putin o la Madre Rusia, y peor aún, las acusaciones de acoso y abuso sexual de parte de numerosas actrices... Bueno, con el dinero y poder que tiene, quizás ni haya pensado en esas cosas durante su cumpleaños. El menos su calidad interpretativa seguirá igual de incontestable, incluso en apariciones más recientes, cuando uno puede pensar que la decadencia moral y personal puede afectar la calidad como actor, pero nada que ver, el tipo sabe actuar, qué le vamos a hacer.

Gaspar Noé



El franco-argentino es un amigo de la casa, aunque sus películas no nos convenzan del todo. Da igual, tiene un estilo, una forma de hacer cine, que es lo mismo que decir que tiene una forma de ver y vivir la vida, en términos filosóficos, pero qué sé yo. Incluso en sus películas más cuestionables podemos palpar dos dagas furiosamente ardientes: su salvaje, negrísima y nihilista visión de la vida y del ser humano, que jamás te podrá dejar indiferente aunque a veces peque de ingenuo y/o entusiasta; y su atrevida, incómoda, frontal y personal plasticidad cinematográfica. Nosotros llegamos al "Clímax", pero ya "Lux AEterna" y "Vortex" no las vimos, qué poética es la crueldad a veces, ¿no?

Heather O'Rourke



Es la muchachita de "Poltergeist", la maldita producción dirigida por Spielb... o sea, por Tobe Hooper, aunque creo que la tercera era la película maldita, ya saben, esas producciones en donde sus integrantes, ya sean técnicos, reparto, dirección/guión/todo-eso, sufren desgracias durante y posterior a la producción misma. O'Rourke, en concreto, murió a los doce años.

Hera Hilmar



Puede ser discutible que la actriz islandesa aparezca en este Salón de la Fama dado que ni yo mismo la he visto actuar, por lo que no tengo opinión alguna sobre ella; de hecho sólo sé que aparece en "Mortal Engines", esa película producida por Peter Jackson que era otra de esas piezas que prometían ser el próximo gran blockbuster, la próxima gran saga al estilo de "Lo juegos del hambre" y semejantes. Y ahí quedó, sin saber si pasó sin pena ni gloria por poca calidad o porque, simplemente, el público no prendió con una propuesta que a lo mejor era buena, y si lo era, el tiempo le hará justicia, porque, lo sabemos, la justicia es algo que siempre se obtiene en este mundo, ¿cierto?

Hayley Williams



Esta inclusión sí que no acepta cuestionamientos. Amor de adolescencia que sigue vivo, de todas formas, ahora en forma de una profunda e inalterable admiración y respeto por una gran vocalista, de gran carisma y desplante sobre el escenario, además de un rango bucal o tonal que te deja con la piel de gallina. Además escribe canciones llenas de sentimientos, furia y fragilidad, que es lo que todos tenemos dentro. Todos los que estamos vivos, al menos.

Olivia Cooke



A Olivia Cooke la conocimos en la serie "Bates Motel". A mí me gusta mucho y además alterna entre películas independientes y grandes producciones, lo que a la postre no significa nada especial, acaso que tiene buen representante, pero véanla, tiene un encanto innegable y una calidad notoria. Además tenemos la misma edad exacta. Me va ganando la maldita, je, je...

Timothée Chalamet



A este sí que lo conocen, no me digan que no. Yo tengo el pelo más bonito, en verdad, pero no se nota porque como uso la bandana casi todo el día para trabajar me queda el pelo todo pegoteado y sudado, más ahora que hace un calor horrible, pero en qué iba, el bueno de Timur sí que tiene buen ojo, le achunta a todas (o casi, que es lo mismo, especialmente en boletos de lotería o tandas de penales) y ya te actúa en algo del pequeño Wes como del épico y mesiánico Villeneuve. Intentó hacerse el listo repudiando su trabajo con Woody Allen y ese tropiezo feo le pesará (por lo de negar tres veces a Woody, no por trabajar con él), pero el muchacho sabe actuar y yo todavía me emociono con el final de "Call Me By Your Name", oh por dios, maldita sea, qué dolor aaaaaaagggggghhhhhh... Pero bueno, así es la vida, llorar y seguir adelante.

Y ese es todo el Salón de la Fama. Como regalo de mí para ustedes les doy lo siguiente: busquen en Wikipedia gente del cine que haya nacido el mismo día que ustedes, el resultado les sorprenderá. Ahora por favor tomémonos de las manos, hagamos una ronda y cantémosle a la felicidad, a ver si la maldita se digna a aparecer, ja, ja.

domingo, 19 de diciembre de 2021

63

 

No les voy a mentir con que no estoy nervioso, porque sí lo estoy. Estoy nervioso; tengo nervios de que un nazi gane la elección presidencial mañana.

No quiero que gane un nazi.

No quiero que gane alguien que defiende la dictadura de Pinochet, sus atrocidades, su modelo social y económico.

No quiero que gane alguien que quiere aumentar la edad de jubilación, que quiere hacer que los viejos y viejas sigan trabajando todavía más.

No quiero que gane alguien que quiere disminuir el sueldo de los trabajadores y trabajadoras, que quiere mantener el actual modelo de pensiones y no sólo eso, sino que obligar a los trabajadores y trabajadoras a pagar de su propio bolsillo lo que incluso ahora pagan los empleadores.

No quiero que gane alguien que quiere indultar a criminales de lesa humanidad, presos por haber asesinado y violado y torturado, entre otros crímenes, a hombres y mujeres, de todas las edades. Entre ellos, un sujeto, homenajeado por "ese candidato", que alguna vez saltó sobre el vientre de una mujer embarazada.

No quiero que gane un ser mentiroso y mezquino que reniega de cada alimaña fascista que salta a primera página por el hedor de su inhumanidad e inmoralidad; que inventa y alimenta tantas noticias falsas que ya es imposible seguir un conteo.

No quiero que gane alguien de lado del sucio, cochino e inmundo poder económico; alguien que quiere hacer que los multimillonarios paguen todavía menos impuestos, aumentándolos a las personas comunes y corrientes, a la clase media, a los pobres y a los pequeño-burgueses que juran ser parte de esa élite que también se aprovecha de sus burdas pantomimas aspiracionales.

No quiero que gane alguien que quiere usar los impuestos recaudados para financiar militares, policías y demás instituciones podridas y asesinas, en lugar de destinarlas a políticas públicas y sociales en beneficio de las personas menos favorecidas y con menores accesos a oportunidades mínimas para llevar una vida lo suficientemente digna.

No quiero que gane alguien que quiere achicar el Estado, alguien que quiere empobrecer el Estado, alguien que será incapaz de recaudar dinero suficiente para financiar todas sus ridículas promesas populistas, alguien que le quitará poder de acción a una entidad que debe protegernos, no abandonarnos como quiere él.

No quiero que gane alguien que no sabe el significado de la palabra libertad. Tampoco de la palabra democracia.

No quiero que gane alguien lleno de odio y maldad en cada poro de su ser.

No quiero que gane alguien con propuestas destinadas explícitamente a ir en contra de mujeres y minorías.

No quiero que gane alguien que vende la naturaleza y los animales al mejor postor, diciendo, textualmente, que "los animales deberán encontrar la forma de pagar su derecho a existir" (sic).

No quiero que gane un ser ignorante que no respeta ni su propio programa, que se contradice según le convenga.

Y podría seguir y seguir, pero tampoco quiero pensar mucho al respecto. Simplemente no quiero que gane alguien como él.

La derecha es un monstruo siempre al acecho, y hace rato que están a la caza, dispuestos a todo como no se veía desde hace unos cincuenta años...

Espero que, mañana en la noche, pueda sentir alivio, tranquilidad y, quién sabe, esperanza... tan sólo un poco de esperanza...

domingo, 5 de diciembre de 2021

62

 

Llegué mal informado a ver el especial Post Covid de South Park, que en estricto rigor es una película de una hora. En primer lugar no tenía idea de que South Park había firmado con Paramount+ un acuerdo exclusivo para producir y estrenar nada más y nada menos que catorce películas (para televisión, o mejor dicho para la multimedia, porque a eso se ha llegado ahora con las nuevas plataformas), a razón de dos al año, mientras la serie como tal fue renovada por no sé cuántas temporadas más. Digo esto porque pensé que este Post Covid era otro especial de Comedy Central, pero no, es el inicio de una saga que quién sabe de qué manera se relacionará con las nuevas temporadas por venir, porque está bastante claro el cómo se va a perfilar este serial. En realidad no es tan difícil, quizás sea una especie de Memento South Park: dado que las películas con Paramount+ se sitúan cuarenta años en el futuro, la trama de esas películas seguirán esa línea temporal, mientras que las temporadas televisivas continuarán lo visto en sus episodios más recientes, quizás para unirse en algún punto con ese futuro planteado en el Post Covid, precisamente como vemos en Memento, aunque quizás los personajes decidan cambiar las cosas, como en Looper. Interesante, ¿no?

En todo caso estaba más interesado en hablar de la película multimedia, si bien no será en modo reseña ni nada por el estilo, después de todo acá nunca emosido engañado, o sea perdón, acá nunca hemos sido muy formales, ni reseñas ni críticas ni qué sé yo, acá simplemente hablamos, comentamos las cosas que veíamos y sería todo. Y, para ser más específico, no me interesa hablar de la parte técnica o narrativa de la peli multimedia, ni analizar el futuro que plantea o buscar las quién sabe cuántas referencias pop. A mí me atraía sobre todo cómo sería el tratamiento de la nostalgia, inevitable cuando una historia que se desarrolla fundamental y esencialmente en un tiempo "pasado" de repente se traspasa al futuro, a un futuro radicalmente diferente, y qué más radicalmente diferente que abandonar la niñez para adentrarnos en la vida adulta de personajes que conocimos en, cómo dicen los poetas de pacotilla, en el amanecer de sus vidas (también dicen cosas como que el cielo se pone cáscara de durazno o damasco, ugh). Y bueno, no nos pondremos profundos ni nada, pero sí, me gustó el tratamiento de la nostalgia, que es básicamente lo que es: una molestia. Una molestia volver a lo que sea que tenga que ver con el pasado, digo, ¿a quién demonios puede interesarle volver a encontrarse con viejos amigos o revisitar casas antiguas o cochinas calles infantiles?, ¡todos siempre han querido abandonar el nido pero luego salen con que quieren volver a sus raíces! ¿Quién diablos puede quedarse estancado en la añoranza y evocación? No sé ustedes, pero yo tengo la suerte de estar muerto por dentro y no tener emociones afectivas, pero es que además siempre he sido de esos que pasan rápido la página despreocupándome pronto de alejamientos, quiebres o lo que sea, además como nunca he sido muy interesante para el resto (la gente se me acercaba para pedirme mi auto y ese tipo de cosas) me era facilísimo mantener una distancia social que luego, consumada, estaba plenamente asumida y aceptada. Como sea, Stan debe volver a South Park porque Kenny se murió (pero ahora de verdad), y aunque no quiera, debe hacerlo porque Kenny era su amigo y, por supuesto, el respeto es el respeto. Así, vemos en qué andan los sospechosos habituales: Cartman, ahora un rabino judío; Kyle, un post-hipster que no sé a qué demonios se dedica; y los demás, como Jimmy (también conocido como el doble del hijo de Walter White), que ahora es un comediante en un mundo en donde no se puede bromear con nada, y Wendy, Clyde, Token, Tweek, Craig... La idea es resolver el misterio de la muerte de Kenny justo cuando, por fin luego de cuarenta años, el covid se acaba y las cosas pueden volver a la normalidad. Y claro, si bien el tema invisiblemente central de la peli multimedia es que hay que crecer de una maldita vez, estamos ante una caricatura, políticamente incorrecta y grosera y lo que quieran, pero caricatura al fin y al cabo, y aunque no quiero spoilear nada (spoiler: no lo haré, putos llorones), parece inevitable que las viejas formas acaban imponiéndose, por comodidad más que por genuino afecto, y esto, supongo, va dirigido a los creadores del show, que sigue siendo igual de bueno que siempre, claro, para qué engañarnos, y como se ve en el Post Covid, South Park siempre será South Park, ahora o en cuarenta años más. Igual de bueno, pero igual.

Esto me cae como anillo al dedo a algo de lo que me he dado cuenta en los últimos días: la cantidad de películas de renombrados directores que son semi-autobiográficas o que al menos retratan una época y un lugar que les son personal e íntimamente conocidos. Coming-of-ages que parece que serán y ofrecerán lo que un buen coming-of-age debe ser.

Tenemos "The Fabelmans", co-escrita y dirigida por Spielberg, que debería estrenarse el próximo año, y de la que no se sabe mucho salvo lo siguiente: la historia de un joven que quiere ser cineasta mientras crece en distintas ciudades de Arizona. Todo inspirado en la vida del bueno de Steven. No hay trailer. Y puede que esta película sea una versión light y edulcorada (¿ah? ¿no es eso una contradicción?) de lo que debe ser un coming-of-age de verdad, pero ya veremos. Igualmente le tenemos fe. Mientras no sea como una Super 8 (la de Abrams) sin monstruos...

Tenemos también "Armageddon Time", mismo ejercicio escrito y dirigido por James Gray, un favorito de por acá. No hay trailer. Este puede ser un coming-of-age prometedor.

Sí hay trailer de "La mano de Dios", lo más reciente de Paolo Sorrentino. Un coming-of-age como debe ser: sobre un muchacho que, obligado por la vida y circunstancias, debe aprender a crecer, a aceptar el paso del tiempo y saber enfrentarse, para despedirse, de lo que ya no podemos llevar con nosotros mientras el futuro nos alcanza, y de cómo el cine, el arte y las historias lo ayudaron a eso. Tiene trailer y es bellísimo, como no podía ser de otra manera.

Finalmente tenemos "Licorice Pizza", lo nuevo del gran Paul Thomas Anderson. Perfecto trailer, con canción de Bowie y todo, si bien no está basado en su vida (más bien en las vivencias de un amigo suyo que era actor infantil) la película sí se sitúa en el San Fernando Valley de los setenta, que es donde creció. Acá no hay mucho análisis que hacer, quizás me den ganas de verla en el cine, si es que alguien se digna a estrenarla por acá.


Quizás lo haga el Cine Arte Normandie, que tiene una cartelera para chuparse los dedos. Sólo en la semana que va del diciembre 2 al diciembre 8 podría verse, por ejemplo, El planeta salvaje de Laloux, The French Dispatch del pequeño Wes, Last Night in Soho de Edgar Wright (estas dos últimas películas me muero por ver), Disparen sobre el pianista de Truffaut (imaginen ver semejante genialidad en una pantalla grande, por Dios), y darán de nuevo Reservoir Dogs, de Tarantino. Así que ya saben mis lectores/as de Santiago de Chile: si pueden, vayan. Yo no lo haré, es el horario y es el cansancio: me quedaría dormido.

Hablando del cine y de pasar la página, aunque adoro bromear con que como ahora ya no seré cineasta y que como todos mis sueños de cine están aniquilados ya nada me importa y estoy muerto por dentro (lo cual es cierto, pero como la vida es un chiste, una simple broma, es mejor reírse y tomárselo a la ligera), la verdad es que lo paso bien en el trabajo y me gusta más o menos la vida que llevo, esta nueva rutina de hombre trabajador no interesado en añoranzas. Podría ser mejor: podría vivir solo, alejado de mi familia, pero no todo se puede en la vida. Aunque claro, el cine no me abandona, yo no quiero abandonarlo, de todas formas busco cosas, y llego a estas casualidades, a estos bellos trailers. El trailer de "Licorice Pizza" hace algo mágico: me devuelve la vida, me lleva de regreso a ese joven ingenuo y furioso que era antes de aceptar el fin de mis sueños, me hace querer seguir intentando hacer algo en el cine, crear historias y filmarlas como sólo yo podría. Los directores de arriba son tremendamente afortunados y me alegro profundamente por ellos, por poder hacer películas y poder plasmar en pantalla sus emociones y pasiones. Yo no sé si haría algo autobiográfico, aunque lo más cerca era una idea enteramente ficticia, pero situada en un tiempo y un espacio que yo conocía bien, porque por ahí anduve revoloteando un poco. El año y el lugar son secretos, después de todo, mis ideas nunca serán reveladas, porque sería una traición: son historias de películas, de cine, no puedo decírselas así como así, mataría su esencia, ¿me entienden? Creo que ya lo dije en un post la otra vez...

Y en fin, eso es todo por hoy. Carlsen le ha sacado dos puntos de ventaja a Nepo, así que parece que el campeón seguirá siendo el genio noruego, incluso aunque Nepo comience a arriesgarse más cuando le toque con las blancas, porque como se ha visto, Carlsen, aún en terreno desconocido, sabe encontrar terreno firme y no caer en las trampas o tácticas del rival.

Ahí se ven...

Yo ahora mismo iré a ver si me han pagado para hacer algunas compras, aprovechando las últimas horas de ¡unas ofertas irresistibles!

domingo, 21 de noviembre de 2021

61

 

Y bueno, ya llevo más de un mes trabajando como bartender (Casi dos meses en realidad, me he atrasado con esta entrada ji, ji). Me siento considerablemente mejor y más cómodo ahora, y no es que el lugar o el ambiente sean malos ni nada, al contrario, mi jefe y colegas bartenders han sido súper amables conmigo, es sólo que a veces había días en que me sentía inútil, que esto no era para mí, que el ritmo que se maneja es distinto al ritmo con que yo manejaba mi vida y mi personalidad, de hecho en un momento pensé que terminado el mes de prueba no iba a seguir, quiero decir que iba a decidir no continuar por mi propia cuenta aún si seguían queriendo contar con mis servicios. Deben ser las dudas e inseguridades típicas, qué hacer, pero así es la vida y como es costumbre (para mí, al menos), solito he debido tragarme esas dudas e inseguridades y ponerle el pecho a las balas (entre esas balas, las mismas dudas e inseguridades), continuar haciéndolo lo mejor que pueda, por pundonor y por solidaridad de colegas. Ahora soy capaz de imaginarme trabajando en esto durante años, llevar, lo que se dice, una vida de trabajador. ¿Soy feliz? No sé qué demonios es la felicidad, pero sí diría que me siento satisfecho, sabiendo, o mejor dicho pensando, que puedo ir mejorando como bartender, lo cual irá haciendo más llevadera mi vida laboral. Me pregunto si me he domesticado, si he perdido mi fuego y mi ira, si me he acomodado. Puede ser, seguramente así es. En todo caso tampoco voy a mentir: esta no es mi vocación. Me queda más que claro que lo único para lo que podía ser bueno, digo realmente bueno, bueno bueno de verdad, era para el cine. Mis noticias no son buenas: no creo que pueda ver películas de la forma en que me gusta verlas. Ir al cine en las actuales condiciones no me parece ideal, aunque me esté perdiendo una cartelera de lujo (en los cine arte, por supuesto, ¿han visto la cartelera del Normandie por ejemplo? Un manjar...). Pero seguiremos escribiendo por acá, de libros o de lo que sea, no sé, para no perder el contacto. También sé las dos siguientes cosas: aparte del cine lo único que me hace feliz es la natación, a lo cual espero volver dentro de poco (tampoco iré apurando las cosas, aunque, como ustedes bien saben, antes de entrar a trabajar me imaginaba de inmediato haciendo esto y lo otro, pero ya trabajando, ja, ja, la cosa es distinta, la energía no es la misma, puede que la motivación vital tampoco para ponerse a hacer tantas actividades en una sola vida y cuerpo y mente y espíritu y alma, cualquier atisbo de motivación lo perdí completamente en esa basura de carrera que no quería estudiar); aparte del cine, en lo único otro que soy bueno y rápido es en manejar, conducir autos. Quizás en algún momento me ponga a trabajar en estas aplicaciones tipo Uber, Cabify, Beat, Didi... en algún futuro cuando ya no sea viable (por edad, por enfermedad -si es que me da una-, por lo que sea, al fin y al cabo hablamos de escenarios hipotéticos) seguir siendo bartender. Y aunque he usado mi dinero en varias cosas que quería (higiene personal, productos de cabello, comida y remedios para la Bellota, nuestra querida y vieja perra boxer, y libros, hartos libros... Esa es otra cosa que me pone genuinamente contento: recibir mis libros y saber que los voy a leer... en algún momento), no lo sé, para mí el dinero ha perdido más valor aún. Suena raro, suena contradictorio, hasta puede que suene completamente imbécil, pero así es: el dinero: una cosa artificial que es el perfecto combustible de un círculo también artificial. El dinero no vale ni mierda, aunque te pidan eso en distintas cantidades para tener las cosas que quieras, y aún así entregamos y entregamos nuestras vidas para tenerlo. Me parece tan absurdo, tan triste. Curiosamente, aunque siempre se ha dicho que yo soy antisocial y todo eso, el contacto con la gente es bastante aliviador, aunque el contacto con la gente es necesario si llevas un estilo de vida que requiera contacto humano. La solitaria vida de vagabundo puede disfrutarse de lo más bien sin contacto humano. Mi vida de vagabundo no era tan mala después de todo; si perdiera el trabajo y volviera a ser un vago inútil que no produce nada, lo haría con otros ojos, con otra mirada, ya menos autodenigratoria: sin horarios, sin deberes, sin responsabilidades, sin tener de manera tan obvia ni marcada superiores (aunque estos superiores sean buena onda, como es el caso en donde trabajo). Honestamente dudo que quiera cumplir ciertos objetivos: ¿la PS5? Ha perdido su urgencia y prioridad, tampoco es que me sobre mucho tiempo, así que no podría usarla tanto (además si no la compro ahora mejor, más tarde puede bajar de precio). ¿La cámara análoga? Miren, después de todo tampoco soy la clase de sujeto que sale a hacer y buscar cosas, menos para dármelas de aventurero o explorador fotográfico, buscando esas joyas escondidas en la ciudad. ¿Qué era lo otro? Ya ni recuerdo. ¿Invertir en un buen sistema para intentar lo de streamer? ¡Ja!, no me hagas reír. Seré un bartender por el tiempo que sea y en mi tiempo libre leeré libros, nadaré e iré buscando placer por donde sea. Compraré boletos de lotería y si me lo gano me doy la gran vida, ahorrándome la parte del trabajo duro. Y no me malentiendan: me siento bien donde estoy, pero no estoy cumpliendo mis sueños ni nada por el estilo, simplemente me estoy ganando la vida, al menos así lo dicen. Yo creo que cuando vuelva a leer comenzaré con una relectura de El extranjero, de Camus. Algo en mí lo pide.

En un rato más iré a votar, espero que no gane el nazi hijo de puta. Mi ajedrez bullet ha ido de a puros vaivenes, nada satisfactorio. Y sobre el trabajo no sé si contarles mucho, tampoco quiero hacer de esto un diario de vida ni contar cosas sobre otras personas. Hay harto chismorreo, me pregunto qué cosas dirán de mí, porque yo escucho cosas sobre todos, de boca de todos. Sigue siendo un buen ambiente, yo por supuesto ando de simpático, cero conflictos, sólo sonreír y ser buena onda, aunque tampoco puedo decir que soy yo mismo. La otra vez una garzona me preguntó cuál es mi secreto para verme así como tan calmado por fuera, yo le dije que me veo tranquilo por fuera porque estoy muerto por dentro, ya no tengo emociones. Ja, ja, por supuesto que no dije eso, es muy temprano para soltar este tipo de humor, fui a la segura y dije que es porque me concentro mucho como para preocuparme del estrés y cosas así, además el estrés me dejaría calvo y no quiero eso. Algunas personas ya me hablan como si me fuera a quedar meses acá, lo cual es entre raro y reconfortante, porque por un lado me hace sentir medianamente apreciado, pero por otro, ¿por qué dar las cosas por sentadas?

Pero eso, me está yendo genuinamente bien. La otra vez le dije a mi abuelo: a mí me va bien en todo lo que NO tenga que ver con el cine. Las cosas de la vida, ¿no?

Por cierto, quiero volver a ver ciertas cosas, pero ciertas cosas que no requieran tanta disciplina ambiental. Por ejemplo South Park, sus especiales pandémicos. Se viene uno en donde veremos a los amigos de siempre ya de adultos. Suena interesante. Quiero ver Archer. Lo único que he visto son videos de YouTube de Los Simpsons (en inglés) y de algunas películas. Siempre veo clips de 25th Hour, de Spike Lee, o de Trainspotting, como este. No soy fan de Blur, pero esa canción queda la mar de bien. But only after me, that went without saying. Yo sí tengo una teoría: ¿por qué el actor que interpreta al malogrado Tommy no se hizo tan famoso como los demás? Pues porque, como andaba de vacaciones, se perdió la sesión de fotos para el poster oficial. Si aparecía, el actor se hacía tan famoso como los demás, considerando la importancia de su rol en el film. Pero las cosas suceden como suceden.

Ya voté y en un rato, espero, haré ejercicio. Sigue la misma consigna: que no gane el nazi hijo de puta. Y bueno, en fin, hasta acá lo dejamos por hoy. Que les vaya bien, amigas y amigos.

martes, 28 de septiembre de 2021

60

 

Hoy nos íbamos a juntar al mediodía en el Bar Academy para retirar nuestros diplomas y luego irnos a comer algo por ahí, como mini celebración por el logro conseguido. Ayer el profesor avisó que no podría porque debía llevar a su gato a la veterinaria, y otra compañera preguntó si se podía ir a buscar otros días. Conclusión: parece que la cosa se desarmaba. No nos íbamos a poner a llorar en todo caso. Hoy me quedé dormido; desperté, justamente, al mediodía. Me sentí un poco mal porque pensé que a pesar de las ausencias igual los demás asistirían a la hora pactada, pero ya nada había que hacer. Cuando llegué al Bar Academy, sin embargo, me encontré con otro compañero, con el que estaba más contento y entusiasmado la semana pasada. Mi diploma estaba, el de él no. Luego hablamos de esto y lo otro, nos fuimos enterando de que los demás también se habían quedado dormidos y dormidas, al final, claramente, a todas luces, sin ninguna duda, no hubo salida a comer. En el fondo es mejor así porque nos ahorrábamos el dinero.

Y la gran noticia es que tengo trabajo. Ayer me llamó un jefe de barra de un lugar cerca de donde iba a nadar, hoy fui a las 15 horas, hablamos, acordamos, etc., mañana comienzo mi vida laboral como bartender. Son horarios rotativos pero comenzaré en los turnos que van de 9am a 17pm, que son menos intensos que los nocturnos (de 17pm a 1am-2am). Será un mes de prueba, así que espero hacerlo bien porque, no lo sé, para mí fue medio difícil encontrar trabajo, así que si al final no me contratan qué demonios hago, qué demonios digo después: "trabajé un mes pero no me contrataron por esto y lo otro", no parece lo mejor para eventuales o potenciales entrevistadores. Claro, pasó una semana desde que aprobé el curso, quizás para algunos les parezca que encontré trabajo rápido. La verdad es que no lo sé, yo no sé nada del mercado laboral, lo único que sé es de cine y de cómo demonios debe hacerse una buena película. El jefe de barra me dijo que ha estado difícil encontrar bartenders. Todo el mundo encuentra difícil lo que está haciendo al parecer, porque me consta que se viene una ola de bartenders, si los cursos se llenan ¡POR DIOS! Pero bueno así es la cosa: tengo trabajo, un nuevo obstáculo superado. Primer obstáculo: inscrito en el curso, ¡listo! Segundo obstáculo: aprobar el curso, ¡listo! Tercer obstáculo: encontrar un maldito trabajo, ¡listo! ¿Cuarto obstáculo?: Trabajar bien, por favor, no cagarla, por favor, ser un buen empleado, por favor. En el fondo: superar el primer mes de prueba. Luego de eso, quizás pueda sentirme más tranquilo y quedarme un año o dos para tener los "mínimo dos años de experiencia" que te piden en locales mejor pagados. Al menos tengo sueldo seguro por un mes. Buen sueldo, debo agregar. Y me queda cerca de la casa, buenas condiciones.

Si bien me estoy estudiando la carta, aprendiendo los cocktails que no estaban en mi taller y repasando los que sí estaban y están ahora en el menú, me daré el tiempo de hablarles de un cómic, un sólo cómic, que leí el otro día, afligido porque nadie me respondía mis currículums.


El cómic en cuestión (o novela gráfica si así lo prefieren, señores franceses) es "Píldoras azules", de Frederik Peeters, autor suizo. Por cierto, la población de Suiza es la misma población de la ciudad de Santiago (de Chile). Re loco, che. Bueno, el caso es que ya había leído algo de Peeters antes, un cómic titulado "Paquidermo", muy interesante, sí, aunque no me dejó particularmente impresionado. La película más reciente de Shyamalan, "Old", se basa, de hecho, en un cómic de Peeters. Ahora bien, "Píldoras azules" es una novela gráfica muy alabada, y veo el porqué. A mí me gustó, aunque no me dejó particularmente emocionado ni entusiasmado, la simple y a veces algo ingrata sensación de haber leído algo bueno, pero no memorable. Será que Peeters y yo no nos llevamos bien.

Como sea, "Píldoras azules" es una historia autobiográfica que narra la relación entre el protagonista, el mismo Peeters, y una mujer seropositiva, madre de un chico también seropositivo. El cómo se conocieron, el cómo comenzaron a ser realmente más que amigos, el cómo se lleva una relación amorosa entre alguien no seropositivo y una persona seropositiva, el cómo el VIH afecta la vida a nivel personal y psicológico de la persona afectada, en fin... No piensen que es una historia lacrimógena, no lo es. Tampoco es efectista ni emocionalmente manipuladora. Se retrata la relación en su cotidianidad (no obstante los saltos temporales, perdón, las elipsis narrativas), una cotidianidad llena de amor, alegría, pero también dudas y una que otra angustia. Una relación como todas las relaciones, además de la seropositividad. Visitas al doctor, al hospital, la relación entre el muchacho y el autor (que no es su padre biológico), lo que el autor piensa que el muchacho piensa sobre sí mismo y su vida, entre otras reflexiones y escenas. Es un cómic honesto, emotivo por esa honestidad sin manipulaciones, que va de lo onírico y poético a ratos hasta esa suerte de realismo más intimista que social: el autor no nos habla realmente de las estructuras sociales y políticas en torno al VIH (imagino que en Suiza tendrán el asunto mejor manejado que en otros países como, no lo sé, Chile, que aún tiene un ultraconservadurismo derechista y religioso escondido incluso en personas de, ejem, "centro-izquierda", si vieran cómo votan algunos "socialistas" en materias mal llamadas valóricas, pues sabemos que el servicio público transciende valores individuales), más bien nos habla de cómo se siente la persona afectada en su día a día, y cómo se sienten las personas que la rodean, que no se imaginan en esa situación hasta que alguien, claro, les diga: "soy seropositivo". ¿Cómo reaccionarías? Todos los que tenemos el corazón bien puesto sabemos que no discriminaríamos ni nada por el estilo, pero me refiero: cuál sería la primera reacción, miedo por alguna razón, un abrazo, pena o compasión, etc. 

Así que como digo, un buen cómic, sin nada particularmente especial o memorable en términos de arte gráfico y estructuras narratológicas, pero de una honestidad imposible de apreciar, tanto por la parte emocional como por la parte de abrirnos un poco los ojos: la mujer y el chico no viven una tragedia, no más que una persona afectada por cualquier enfermedad más complicada que las comunes y corrientes, no están condenados al sufrimiento ni al auto-desprecio, sólo tienen los mismos altos y bajos que pasamos todos en cualquier momento dado. Sí, buen cómic, se los recomiendo.

Y, si quieren, deséenme suerte. O éxito. Es la vida que se nos viene encima.

sábado, 25 de septiembre de 2021

59

 

Ja, ja, ja, tampoco hay que ser tan dramáticos, es que a veces la emoción del momento, del fin de ciclo de algo, en este caso de un curso de seis semanas, se mete en las palabras. Además los streamers de NoPixel me han acompañado (o viceversa) y he aprendido bastante de lo que es, en esencia, una suerte de telenovela improvisada, pero es que ya he hablado de ese mundo tan genialmente creado.

Este será un post corto porque no hay mucho que contar. Encontrar trabajo está resultando más difícil de lo esperado. Todos buscan bartenders con mínimo dos años de experiencia, ¡así cómo demonios uno va a obtener experiencia si no te contratan! He mandado mi currículum a quince ofertas de trabajo, me llamaron a entrevista de una sola, y de esa entrevista no me han llamado y, a estas alturas, dudo de que me llamen (lunes sería el plazo final supongo). Como mi mente es catastrofista, ya me estoy imaginando que bueno, que al final no es tan terrible no trabajar y quedarme en la casa, cuidando de las mascotas del hogar, aún teniendo que privarme de todas las cosas que podría costearme con un buen sueldo de bartender. Y claro, que el universo me odia y todo eso: que justo cuando me meto a estudiar la carrera que quería en el lugar que quería, ¡toma!, pandemia y crisis institucional/financiera de la escuela, y ahora, que justo estoy con plena disposición y ánimo para trabajar, que tomé un curso y que he seguido estudiando recetas nuevas (y repasando las aprendidas) y que he continuado practicando movimientos y eso, ¡toma!, nadie me contrata por ser un novato. ¿Será que soy un novato "viejo"? A lo mejor algunos lugares prefieren a alguien de 18-20 años sin experiencia que a un casi treintañero sin experiencia, pero qué hacer, en efecto, qué se le puede hacer. El martes busco mi diploma y con el profesor y mis compañeras/os vamos a ir a comer algo por ahí, supongo que de la búsqueda de empleo se hablará y el profesor nos dará consejos y todo el asunto. Y si no encuentro nada, a seguir siendo el mismo vago fracasado frustrado de siempre.

Al menos el hecho de no estar estudiando te quita un peso de encima, me siento más relajado y tengo ganas de leer algunos cómics, así que quizás en los próximos días, además de las (anti)novedades que surjan de mi búsqueda de empleo y comienzo de mi nueva vida, les hable de algunos cómics, para variar un poco la cosa. ¡Ah!, sobre las amigas con ventaja, al final ninguna me respondió más, ¡ja, ja!, y para qué nos vamos a sorprender, si está escrito que así serán mis días: portazo tras portazo en mi cara. Así debería llamarse este blog ahora: Portazo en tu cara.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

58

 

Muy bien, para ser cortos y precisos: ya soy bartender. Al menos aprobé el curso de seis semanas; el próximo martes recibo mi diploma. Ahora falta otro reto: encontrar trabajo. Y luego trabajar. Y trabajar bien, ojalá sin mandarme cagadas ni todas esas calamidades que mi tan imaginativa mente imaginativamente se complace en repetir y repetir una y otra vez a cada rato eternamente sin descanso alguno ni pausas ni respiros sin parar parar parar parar. Me siento bien supongo, no tanto como para saltar de alegría, no es como que estuviera cumpliendo un sueño, pero al final del día (y durante el mismo día y al inicio del día) uno debe motivarse como sea, incluso aunque no tenga ganas ni deseos de motivarse, y claro, si tuviera dinero a raudales entonces feliz me quedaría todo el día acostado en mi cama pensando en la futilidad de las cosas, pero por ahora debo, justamente, motivarme con, no lo sé, las cosas que quizás haga con mi futuro sueldo, con el hecho de que (ojalá) tendré trabajo y que a lo mejor trabajar es entretenido, en fin, todo vale (lo único que me motivaba era el cine, ahora en cambio...). Se siente raro que ahora sí esté tan cerca de comenzar el resto de mi vida, la de un asalariado hasta que me jubile, poniendo punto final a aquellos sueños de cine que intenté varias veces, sin éxito por desgracia (la primera vez no me acompañó ni el lugar ni la gente, la segunda vez fue el puto timing). 

Acaso lo que me pone realmente contento de esto es la gente que conocí en este curso, mis compañeros y compañeras, el profesor sin duda, y no es que seamos mejores amigos ni nada, tampoco es que tengamos profundas amistades, pero no lo sé, hay que apreciar cuando uno se siente genuinamente a gusto entre un grupo de personas genuinamente bientintencionadas, podría decir que me siento inspirado y motivado por algunos rasgos de uno y de otra, yo he sido el último año y soy ahora un pozo vacío, pero como dije, ver y escuchar a mis compañeros/as hablar, aprender, aprobar, ponerse nerviosos/as o alegrarse me hace sentir bien, me hace pensar que igual puedo intentar las cosas con verdadera energía (bueno, yo las cosas las termino haciendo de todas formas, pero es mejor hacerlo con buen ánimo, ¿no?). No sé qué hará cada quien con sus vidas, pero a lo mejor mantenemos cierto contacto como colegas bartenders. Y si no, qué hacer, estoy acostumbrado a ser un lobo solitario.

Cualquier novedad, por supuesto, la recibirán en exclusiva en este mediocre blog de variedades. Quizás hasta vuelva a leer cosas, o no sé ver algo así a la rápida y hablar de ello de manera no oficial ni formal (no volveré a comentar algo de la manera en que lo hacía antes hasta que tenga la certeza que este vuelva a ser un blog de cine con todas las de la ley). O escuchar música, algo que tampoco he hecho en meses. Ya iremos viendo qué onda.

Para despedirme les dejo cuatro recomendaciones (eran más pero se me olvidaron) de cosas interesantes que no veré, pero que ustedes sí si me hacen caso:

BRAND NEW CHERRY FLAVOR

Miniserie. Es un horror-revenge-thriller con toques sobrenaturales (o supernaturales) que se ambienta en la L.A. de los noventa en el mundillo del cine. Una cineasta emergente quiere vengarse de un productor que le hizo algo muy malo, y parece que la cosa se viene brutal. Aunque me haya distanciado de las series, este título no me lo pierdo, puede que hasta tenga algo de su Nicolas Winding Refn, ¿por qué no? Por cierto, tampoco se pierdan "Last Night in Soho", lo nuevo de Edgar Wright.

STRAY

Una película sobre perros callejeros, ¿necesito decir más? No sólo se ve bellísima, sino que cinematográficamente poética y potente. Si la quieren complementar con "Los Reyes", be my guest. Ah, y se viene un videojuego titulado de la misma forma, en donde uno juega en la piel de un gato callejero que, por supuesto, debe arreglárselas en las calles por su cuenta. Imaginen: si la incertidumbre vital, existencial y moral en que vivimos día a día es terrible y sobrecogedora, pensemos en no saber qué o cómo demonios vamos a comer, protegernos del frío o siquiera vivir sin que a nadie le importemos. Imaginen todas esas pobres almas abandonadas a su suerte. Ojalá pudiera ayudarles.

SPACE DOGS


Otro documental sobre perros, este es ruso, el otro es turco, no necesito explicación. Acá tienen otro trailer más completo que el teaser dejado. Ya conocemos a Laika, la perrita callejera moscovita que fue lanzada al espacio exterior. Se dijeron muchas cosas, cosas como que no sufrió y que murió como una heroína, admirando la bella vastedad del universo, pero lo cierto es que murió horriblemente mientras abandonaba la atmósfera terrestre, asfixiada y quemada viva, sola, completamente sola, en la soledad más absoluta que se pueda pensar, rodeada del horroroso negro del espacio exterior. Dicen que su fantasma camina aún por las calles de Moscú, entre otros perros callejeros, que si contemplan las estrellas o no es un secreto que ojalá no compartan con nosotros los humanos que creemos saberlo todo.

ONLY MURDERS IN THE BUILDING


Una serie que, francamente, se ve la mar de entretenida: un misterio que resolver, un misterio que luce interesante, aderezado con sentido del humor, ritmo aparentemente ágil, narrativa ingeniosa, qué sé yo, es una apuesta pero pienso que es una apuesta segura. Ya me dirán ustedes.

Hasta la próxima, gente querida, que les vaya bien.

viernes, 17 de septiembre de 2021

57

 

Las cartas ya están sobre la mesa... No en realidad, suena demasiado dramático. Pero, en efecto, mis doce clases de bartending ya han terminado y ahora solamente queda la "clase 13", que no es una clase propiamente tal sino más bien la fecha de las tres evaluaciones finales. Ya aprobé el examen online, bastante fácil (porque además uno podía tener los apuntes y los tomos que nos mandaron al principio del curso), y hoy día aprobamos el examen de movimientos básicos (free pour con una mano, dos manos, escanciado, algún que otro flair...). El martes se viene la presentación del cocktail de autor/a, el speed round (preparar dos cocktails en menos de tres o dos minutos, no recuerdo) y las diez recetas, que es lo que más asustado tiene a mis compañeros. De hecho el profesor dijo que anteriormente ha tenido alumnos reprobados, tres en total, y que reprobaron precisamente por las recetas. Sin que yo sepa a cuántos alumnos el profesor ha evaluado siendo profesor en el Bar Academy, de todas formas es un porcentaje muy menor. Y uno debe saber muchas más recetes, al menos cien dijo el profesor, es más, agregó que en otros lados el recetario básico tiene 120 recetas y para aprobar necesitas mínimo 90, cuando dijo eso la cara de un par de compañeros/as se, cómo decirlo... no sé cómo decirlo. Pero bueno, el tiempo ha pasado volando. Estas semanas básicamente las he ido viviendo basándome en esas clases, martes y jueves en la mañana, pensando en la segunda clase que tengo un montón de tiempo para practicar y estudiar y etc., y de repente mira tú que estamos en la case 11, ¿tan rápido pasaron las seis semanas?, ¡qué demonios! Espero que todo salga bien, se acerca el tiempo de comenzar definitivamente el resto de mi vida, mi vida como un adulto que debe ganarse el sustento y todo eso, una vida seria, responsable y lo más libre de responsabilidades posible, ya saben, sin hijos/as o parejas formales o qué sé yo, solamente ser bartender y en mi tiempo libre, si se puede, nadar, leer, jugar videojuegos, tener placer ejem, qué sé yo sacar fotos si es que encuentro una buena cámara análoga, quién sabe qué se venga, estos tiempos son aún más impredecibles que de costumbre.

Últimamente he pensado en que, desde que tengo memoria, siempre se ha dicho sobre mí que soy antisocial y esas cosas, y no sé yo realmente cuál es la definición de antisocial pero, no lo sé, cuando hago este tipo de cosas, como este curso de bartending o cuando me metí a estudiar en mi segunda oportunidad en el cine, o cuando trabajé de copero o cuando trabajé en un KFC recién salido del colegio, me veía genuinamente disfrutando el tiempo compartiendo con las personas que conocía en esos lugares y algo sorprendido por ello, acaso sorprendido porque yo mismo me he creído eso que me han dicho durante tanto tiempo, eso de que soy antisocial. Y miren, es más fácil quedarse en casa y hacer cosas como leer o ver películas o cosas por el estilo, de hecho lo prefiero (lo haría si tuviera el dinero para no tener que trabajar y para vivir en un lugar tranquilo sin molestias externas ni de terceros, no me mientan, casi todos lo haríamos, ¿cierto?), para qué negarlo, y tampoco diré que soy la persona más extrovertida ni con la mayor iniciativa para comenzar relaciones o conversaciones, pero, no lo sé, cuando terminan las clases y me vuelvo a mi casa me siento bastante bien, me siento cómodo y a gusto aunque, como digo, no hable mucho ni esas cosas. Definitivamente tengo que quitarme de encima todas esas frases lapidarias, malditas frases, que pesan sobre mi consciencia, y quizás pueda disfrutar aún más mis interacciones con el resto de las personas que vaya conociendo ahora en este rubro tan lleno de gente que viene y va, como lo es el bartending. Quizás cuánto tiempo trabaje en ello, por suerte tengo a mi favor que la gente siempre me da menos edad de la que realmente tengo (la otra vez algunos compañeros pensaban que yo tenía 23 años, no los casi 28 que realmente tengo), por lo que quizás, con 40, aún pueda trabajar en lugares que, por el perfil de su clientela, prefieran empleados más jóvenes y, pienso yo, con potencial de mejores y mayores propinas, más pedidos... O no lo sé, igual después a lo mejor me voy a trabajar en un restaurante súper elegante y caro y... en fin, para qué especular.

Aunque estoy bastante conforme con el curso supongo que ciertas falencias siempre se encontrarán. Voy a tener que aprender a usar la máquina espresso a través de videos en YouTube, ja, ja, y claro, el método para preparar ciertos cafés básicos, nada muy complicado, después de todo seré bartender y no barista, pero en los bares siempre hay opciones de té y café en los menús, además ciertos cocktails llevan dosis de café espresso, como el vodka martini espresso. Entonces sé como hacer un espresso, un doble, un ristretto, un luongo, un americano, un capuccino, un café con leche, y debo repasar unos tres o cuatro más... De todas formas, ¿uno siempre puede llegar perfectamente preparado para algo?

Como sea, ahora que el examen teórico online ya está listo me siento un poco más libre, pero de todas formas hay que estudiarse las recetas del recetario que nos dieron, por supuesto que más recetas, aprender bien lo de las máquinas de café y los cafés, y seguir practicando movimientos. Es re loco, hay un par de compañeros que ya están trabajando en barras y dicen que la gente te graba mientras haces los tragos, suben los videos a las redes sociales, uno dice que las clientas van y le bajan la mascarilla y esas cosas...

No sé si tengo algo más que contar o algo más sobre lo que balbucear, lo dejaremos hasta acá por hoy. No sé si le estoy dando color, pero demonios, se vienen tiempos de cambios para mí, tiempos definitorios. Tendré que volver a trabajar, esta vez ya con la perspectiva de que a esto es a lo que me dedicaré. Qué nervios, pero supongo que ya era hora.

Y bueno... ¿cómo les ha estado yendo a ustedes?

sábado, 4 de septiembre de 2021

56

 

Ha pasado ya una semana desde la muerte de nuestra querida Burbuja.

Este blog ha estado de luto durante dicho período, pero hemos de continuar, pues así es la vida.

Tampoco es que tenga mucho que decir hoy día, si bien es probable que terminemos alargándonos un poco, igual que siempre. En realidad no es tan malo alargarse, mi único reproche es que después da flojera corregir los posibles errores de redacción y ortografía. En todo caso no he estado corrigiendo las entradas antes de publicarlas, a fin de cuentas somos un blog de variedades y ese tipo de blogs no requieren mucha exigencia que digamos.

En cuanto a mí, qué puedo decir. He estado yendo a mis clases de bartender; me quedan cuatro clases, más otra que sería la de las evaluaciones. Aunque no he cumplido mis objetivos con la disciplina que yo quería, he aprendido harto, aprehendido hartas recetas (también otras fuera de la lista esencial que nos dieron, lo cual no es la gran hazaña que digamos pues un bartender debe saber gran cantidad de cocktails), aprendido harto de la parte teórica de los alcoholes y destilados, me he acomodado con los instrumentos de trabajo, ensayado y practicado en casa las técnicas y todo lo demás. Hasta he pensado en mi estilo personal, o mejor dicho el look, para trabajar. No planeo cortarme el pelo, así que puedo: tomármelo en una cola de caballo, con lo que no me veo mal aunque una cola de caballo es algo un poco aburrido; puedo usar una bandana, un pañuelo, un lazo o un cintillo para llevar mi pelo hacia atrás con algo más de estilo, de hecho el otro día mi hermana me regaló una bandana y tampoco me veo mal, pero puede parecer informal dependiendo de donde quiera encontrar trabajo, mientras que la cola de caballo, bien hecha, puede lucir hasta elegante; por último, una gorra o jockey, definición de informal y casual, y si bien pienso que no se me vería mal, me arriesgo a parecerme mucho al aburrido arrogante de MoistCr1tikal. De todas formas planeo, eventualmente, comprar de todo eso e ir variando, a fin de cuentas el bartender debe ser la viva imagen del movimiento y el dinamismo, es decir aplicar variaciones a la propia imagen sin perder la esencia de uno.

Desde luego que también surgen dudas y todo eso, de si lo haré bien o no, lo típico. En esos casos da lo mismo convencerse de una cosa o la otra, al fin y al cabo todo puede suceder, todo puede ir increíblemente bien o irse absolutamente a la mierda, en cualquier caso uno simplemente debe saber aguantar lo uno o lo otro y continuar, continuar, porque la vida es así. Por lo demás he estado viendo varios videos de bartenders trabajando, bartenders en acción, como los de Mr. Tolmach, y aunque puedan parecer intensos por momentos, a mí me relajan, no en un sentido irresponsable o arrogante, más bien porque ver cómo sería ser bartender en una situación real me calma al, lamento reiterarme, ver las cosas como son en vez de imaginarme situaciones que, fiel a mi mente atormentadora, pueden ser particularmente dificultosas. Claro que es obvio que el trabajo nunca será color de rosa. Lo bueno es que ya puedo ver que será un trabajo que podré disfrutar, porque, leyendo y aprendiendo, me ha nacido una genuina fascinación por este oficio, por cada aspecto: el teórico, el práctico, la creación de cócteles, la elaboración de alcoholes... Aunque haya reglas y regulaciones, es fascinante que, virtualmente, las posibilidades sean infinitas y que no salgan tragos iguales los unos a los otros.

Y así como me imagino cómo es que será trabajar, me voy imaginando qué haré con el dinero, si me alcanzará para tal o cual cosa... Puede que, con el tiempo, me alcance para arrendar un departamento decente, pero eso no será para nada pronto, principalmente por responsabilidad: todavía tenemos dos perros en la casa, una de ellas la Bellota, hermana (no biológica) de la Burbuja, que ahora se quedó sola y yo no la dejaré más sola aún cambiándome de lugar, lo que además complicaría su horario de comidas, paseos, etc. Teniendo en cuenta que ese es el principal motivo, tampoco me cambiaría pronto porque durante los primeros meses prefiero usar mi dinero de la manera menos seria posible, es decir despilfarrar como loco y disfrutar despreocupadamente (pero con responsabilidad, je, je): comprarme libros y cómics a lo bestia; comprar los discos duros para películas, música, libros, cómics; además de los otros objetivos esenciales y ociosos como la bencina, la piscina, alimentación e higiene personal, como el placer, la cámara de fotos análoga, la consola de videojuegos con los respectivos videojuegos... Cuando llegue el momento de cambiarme de lugar, espero haber despilfarrado todo lo que podía despilfarrar y así, ya satisfecho, concentrarme en organizar mi dinero como un adulto que vive solo, debiendo destinar parte de su sueldo en el arriendo, el agua, el gas, la luz, el internet, todo eso, sin perder por ello la posibilidad de seguir comprando libros y buscando placer, pero ya con más calma.

A propósito, en esos sitios de "citas" he puesto avisos y, para mi sorpresa, he obtenido dos respuestas que parecían serias aunque, a día de hoy, en nada concreto han quedado. No desespero, después de todo no tengo dinero para pagar por un motel, pero siempre uno queda con esa espina: ¿por qué de repente ya no dicen nada?, ¿serán reales o eran bromistas? ¿Habría salido algo bueno de ahí, de qué me he perdido? A pesar de estas dos interacciones que de momento están estancadas, esto me da esperanzas de encontrar a futuro ese tipo de relaciones, amistades con ventaja o con beneficios, porque miren, yo adoro a Hitomi Tanaka, es mi diosa personal y además es una verdadera diosa en general, no encontrarán a otra como ella (a otra con su belleza, con su entrega), pero necesito a alguien de carne y hueso, alguien de verdad para disfrutar, el deseo me carcome, me tortura, me quema por dentro y por fuera, claro que en todo momento hay que mantener la compostura y no evidenciar cuán desesperado me encuentro, ja, ja. Una de las dos creo que es mayor, no me dijo la edad pero está separada y tiene un hijo, además por su vocabulario dudo que sea una veinteañera; con ella la comunicación ha sido lentísima, ya veremos que pasa, pero suena decidida al menos aunque poco proactiva. La otra es más joven, de hecho me mandó fotos de inmediato, yo le mandé y le gusté (a menos que haya mentido), dijo que está en una relación, y miren, si con esta no pasa nada no importa, es mejor evitar complicaciones y dramas, pero si la cosa llega a algo tampoco me negaré. Y quién sabe, a lo mejor obtengo más respuestas. ¿No sería genial tener varias amigas con beneficios?

Por último, quería hablar o reflexionar sobre algo más serio en lo que he estado pensando últimamente. Yo no creo mucho (por no decir nada) en rituales como los que se hacen en Año Nuevo. Es más, tampoco me gusta el Año Nuevo como festividad; me parece algo falso, una celebración sin razón de ser. Como sea, se supone que en el año nuevo uno debe abrazarse primero con tu familia, idealmente con tu familia del sexo opuesto, es decir, siempre me he abrazado primero con mi madre, luego mi padre y luego mi hermana. Eso es para la buena suerte y el éxito. Que yo sepa, no he tenido buena suerte, buena fortuna ni mucho menos éxito. Ya me ven ustedes: tengo casi 28 y soy un perdedor, un doble fracasado con sus sueños rotos, que vive con sus padres y que tampoco puede hacer las cosas que le gustan, como ver películas, entre otras lindezas que llevarían a cualquiera al suicidio, aunque yo estoy tan acostumbrado que los escupos y burlas de la vida me resbalan casi sin dejar daños. Pero pienso y reflexiono, más aún luego de la muerte de la Burbuja, que vivió quince años y que, sustos aparte, llevó una vida plena y admirable, tranquila diría yo, sin enfermedades ni accidentes ni nada grave, sólo su vejez que pudimos tratar bien con pastillas e inhaladores, y luego la agonía, que esa es inevitable, pero es que sin contar ese último día, cualquiera que la hubiera visto antes, obviando su notoria vejez, pensaría que estaba de lo más sana gracias a su vitalidad, a su animosa personalidad. Y por eso sé que ella fue afortunada y que yo también lo soy. Pienso en la Bellota y la vez que casi se muere, pero que se salvó gracias a una cirugía a tiempo, y que ella es afortunada y que yo lo soy por verla viva todavía. Claro que pienso en otros perros que hemos tenido y con los que hubo menos fortuna, ahí la balanza me pone bruscamente los pies en la tierra. Pero también pienso en todas las veces en que las cosas pudieron ir horriblemente mal, pero que por alguna razón no fueron a mal, hasta salieron bien. Y es que quizás el éxito no sea hacerse millonario ni esas cosas, ya saben. ¿Tendrán que ver estos malditos rituales de Año Nuevo? Porque claro, año a año hacemos esos abrazos y para mí nada se solucionaba: seguía estando obligado a ir a una carrera de mierda que me estaba arruinando mis sueños, y esa carrera misma seguía siendo el mismo mierdero donde sólo se beneficiaban los mismos lameculos de siempre. Y yo seguía siendo el bufón de todos lados, en mi casa y en mis círculos de "amistades" el deporte favorito era burlarse de mí, etc. Y luego mi segunda oportunidad en el cine y la puta pandemia y la crisis institucional y financiera de la escuela, que terminaron por sepultar mis sueños... Si los rituales tienen que ver entonces quizás no funcionan mucho que digamos ¿cierto? ¿O sí, tomando en cuenta lo que dije un poco más arriba? Digo todo esto porque, según nuestro profesor, en las fiestas de fin de año se puede elegir solamente una festividad para descansar, o Navidad o Año Nuevo, y si tengo trabajo y puedo elegir, yo preferiría trabajar en Año Nuevo: no sólo es probable que haya más trabajo y más propinas ese día, es que también me evito la farsa esa de los rituales y de los abrazos, y aunque no crea mucho en esas supersticiones, tengo curiosidad por ver cómo será mi vida luego de un Año Nuevo en donde, por fin, no deba abrazar ni a mi madre ni a mi padre ni a mi hermana.

viernes, 27 de agosto de 2021

55

 

Ya sabemos que en la vida hay cosas inevitables. Y yo no pensé que iba a escribir este post.

Pensaba que no iba a escribir este post no porque fuera un ingenuo, no porque pensara que nunca fuera a ocurrir, pues ya sabemos que eso ocurre y de hecho ya lo estábamos esperando, así que no es por eso. ¿Por qué entonces? Porque no quería escribir simplemente un post lacrimógeno ni conmovedor; no quiero con este post recibir condolencias ni concitar lástima; tampoco quiero exponer su vida ante un montón de amigos blogueros (a los que quiero y respeto mucho), visitantes silencioso y meros extraños de paso, a todos los cuales es un hecho que no les importa; mucho menos quiero aprovecharme de las circunstancias de otro ser vivo en pos de cierto exhibicionismo emocional que nunca he buscado (aunque en ciertas ocasiones me aflore casi sin querer, pero siempre a costa mía).

Pero escribo este post por respeto y amor a su existencia, como un humilde y sincero homenaje a quince años de vida entre nosotros, pues no puedo hacer como que no ocurrió y escribir posts sobre otras cosas así como así, al fin y al cabo este blog es mío y sobre mi vida, la cual está conformada por cine y mi día a día. Sin embargo, este post no es sobre mí, y, aunque a ustedes en general no les afecte en nada, este post tampoco es para ustedes. Este post es sobre y para Burbuja, que hoy viernes 27 de agosto del 2021, a las 2:30 a.m., murió.

Murió luego de dos días sin comer. Aunque en las últimas semanas sus hábitos alimenticios se volvieron irregulares, su vitalidad seguía tan resplandeciente como siempre. Ya no comía su comida sólida, debíamos hacerle una pasta, un paté, y no comía todas las veces que correspondía en el día, pero comía a veces, cuando lo necesitaba. Seguía sonriendo, seguía buscando nuestros ojos con los suyos, seguía moviendo la cola y queriendo jugar como la loquita que era. Días mejores que otros, pero tras casi quince años era esperable, nosotros sabíamos que sólo podíamos darle la mejor calidad posible a su edad tan avanzada, cuyo deterioro (sordera, una cojera solucionada con pastillas, pequeños problemas respiratorios solucionados con un inhalador) no le restaba energía. Sin embargo, a pesar de ese deterioro natural, envejeció digna, fuerte, sana. Su rostro y su cuerpo evidenciaban sus años, sus vivencias, pero con orgullo y seguridad; uno la miraba y no veía decrepitud, sino lo contrario, no sé cómo decirlo: una vejez cabal, rotunda, que sin embargo afirmaba, sin duda alguna: "puedo, y quiero, seguir viviendo". Por eso es que digo que vivió sana hasta sus últimos días, que es cuando ya comenzó a despedirse. Después de tres días buenísimos, en los cuales se comió todo y andaba incansablemente animosa, el martes comió menos y prefería descansar más que los días anteriores; el miércoles ya no comió nada, sólo su pastilla, aunque alternaba sus descansos con las interacciones de siempre hacia nosotros; el jueves, sin embargo, no comió y ya en la mañana se notaba rara: caminaba con dificultad, se quedaba en el mismo lugar sin moverse, debí tomarla en brazos regreso a su habitación. El jueves fue un día soleado, ella estuvo todo el día afuera, descansando al sol. Yo la acompañaba, le hacía cariño, bajé al Renato, nuestro perro chico, para que la animara, y de hecho la Burbuja se alegró de ver al Renato, movió la cola cada vez que él se acercaba a ella, aunque levantarse para jugar con él ya no podía. Y cuando comenzaba a llegar el frío e irse el sol (estamos en invierno) caminó de vuelta a su habitación, y ahí se quedó. De vez en cuando salía a hacer pipí, caca, caminar un poco, pero a las 22 ya estaba instalada en su manta, quizás preparada para dormir. Nosotros, luego de hablar con el veterinario, le sacamos hora para el sábado. Pero a la medianoche la sentí toser, y ya no pude dejarla: la acompañé, junto a su hermana Bellota, en su agonía.

En sus largos minutos finales parecía más despierta, más consciente de su entorno y con los ojos más abiertos, y en determinado momento levantó su cabeza y alzó la mirada hacia el cielo, mirando un punto fijo. Luego se giró, cambió de posición, se recostó, pero al rato volvió a levantar la cabeza y alzar la mirada hacia el cielo. Se quedó mirando unos cuantos segundos un punto fijo hasta que luego de un último brillo su cabeza delicadamente volvió a recostarse, esta vez para siempre, ya sin dolor alguno.

Fueron quince años de alegrías, sustos, penas, de todo, y los vivió plenamente, admirablemente. Fue amada y ella también dio mucho amor. Así fue su vida, la vida de la Burbuja, nuestra Burbu.

Este post es una despedida, un adiós. Para ella.

Te extrañamos un montón y no te olvidaremos nunca jamás.

BURBUJA

(2006-27/08/2021)

viernes, 20 de agosto de 2021

54

 

Se nota que he estado mirando mucho GTA RP o NoPixel 3.0. Anoche tuve un sueño loquísimo y que me provocaba mucha angustia, aunque visto (recordado) ahora, y más aún de la forma en que lo voy a contar, de manera concisa y sin seriedad alguna, más que angustia puede que provoque risa, porque es una absurdidad tremenda. El contexto ya no lo recuerdo, como suele ocurrir con mis sueños, pero esta vez soñaba que yo era yo (lo cual no es tan obvio, pues a veces sueño que soy otras personas u cosas, a veces no soy nada, un mero ente insustancial y espectador de entuertos ajenos, ya ni hablar de que a veces sueño con películas y argumentos originales) y que andaba en compañía de mi madre, mi abuelo y mi perro chico, el Renato. Mi madre manejaba por una carretera muy resbaladiza y más encima manejaba rápido y despreocupadamente, cambiándose de pista a cada rato y más encima yendo en sentido contrario. Yo, desde luego, pensaba que me iba a morir y, peor, que se iba a morir nuestro perrito. El colmo de la angustia y los nervios y el pánico llega cuando mi madre pierde el control del vehículo mientras va en en la pista de sentido contrario, con autos viniendo en dirección contraria  a la nuestra (obviamente), pero no nos pasa nada porque el mismo descontrol del auto, gracias al suelo resbaladizo, hace que pasemos por entre los espacios que hay entre los autos que vienen en dirección opuesta a la nuestra. Es decir, tuvimos suerte. Luego de ese mini infarto, el auto descontrolado por fin se detiene, justo a la salida de un túnel cuyo extremo en el que nos encontramos es una curva, es decir los autos que vengan por ese túnel hacia nosotros no nos verían hasta último momento, pues la curva provoca esa especie de punto ciego. En esa posición tan desfavorable, mi madre, con toda la calma del mundo (yo le decía que acelerara, se cambiara de pista y condujera con cuidado, por favor), se quita el cinturón, intenta tomar a nuestro perrito y dice que va a salir a caminar, que tiene que ir a un cumpleaños o algo así, mientras yo ya doy por hecho que del túnel saldrá un maldito camión que nos convertirá en papilla. Por suerte no estaba dormido para ver semejante catástrofe, pues me tuve que despertar para iniciar mi día, primero en el Bar Academy y luego en un lugar donde te limpian el sarro de los dientes (idea de mi padre); la tipa que me atendió me dijo que tengo muy buena higiene bucal. Y como decidí darme un día de descanso del estudio y la práctica del bartending, pensé que por qué no hablar de algo por acá.

Uno de las cosas que se me habían quedado en el tintero en el post número 52, o mejor dicho uno de los temas, fue, por supuesto, el gran Rainer Werner Fassbinder, quien encabeza este blog, lo ha encabezado a lo largo de sus casi siete años y lo seguirá encabezando por el resto de la existencia. Fassbinder, un director que me ha volado la cabeza y en cierta forma me cambió la vida. Un hombre de fascinante e intensa carrera cinematográfica, y más bien artística, pues también se dedicó al teatro. Una persona de aguda, filosa, rabiosa, incontestable, rotunda, coherente y sobre todo insobornable mirada humana y cinematográfica. No miento cuando digo que me siento tremendamente identificado con él y que me encantaría ser como él, al menos si hablamos de cine. Me hubiese encantado hacer tres o cuatro o cinco películas cada año todos los años (hablamos de un tipo que en unos trece años escribió y dirigió, entre cortos, largometrajes y miniseries, poco más de cuarenta títulos, sin mencionar sus obras de teatro, ya sean ideas originales o argumentos basados en el trabajo de otros autores, algunos grandes y esenciales). Fassbinder es un cineasta que hizo del cine su vida, que vivía cine, que respiraba y comía cine, que llevaba cine en la sangre y que hacía cine con pasión, vísceras e inteligencia, tanto que sus películas, por más simples que parezcan, son sumamente complejas y pueden abarcar multitud de temas e interpretaciones sin jamás sentirse forzadas o pesadas, siempre fluidas y orgánicas, con la maestría y naturalidad de quien domina el arte narrativo y cinematográfico en su máxima expresión. En sus películas siempre veremos y sentiremos defensas a la libertad del individuo, a la necesidad de quitarse las cadenas y estigmas que te impone la sociedad y los modelos socio-económicos para encontrarte a ti mismo, tu verdadero ser, algo infernalmente difícil, es decir son películas profunda y furiosamente humanistas, también son películas de crítica social, filosóficas, que reflexionan sobre cómo la sociedad altera y modela la forma en que las personas, los individuos, se comportan y aman y odian, lo cual nos lleva a que sus películas de igual forma sean altamente sentimentales y pasionales, sobre amores y desamores, sobre odios y rencores, sobre historias de amantes y familias y amistades, argumentos que son estudios de personajes a la vez que estudios sociales o antropológicos, porque el modelo económico y político impone modelos de ciudadanos y ciudadanas. Fassbinder nos habla sobre las dinámicas y mecánicas del poder, del que tiene el poder, del que lo ejerce, y de quien lo sufre y recibe, sea amor, sea empleo, sea sexo, todo se interrelaciona porque, como les digo, como Fassbinder nos dice, la manera en que nos trata el Estado, las instituciones, las corporaciones, el Capital, es la forma en que nos acostumbraremos a tratar y a ver y a cosificar a nuestras personas alrededor: de manera fría, impersonal, amoral, utilitarista, valorando a las personas según su capacidad de producir dinero u otros bienes, enseñando que ante todo se privilegia el dinero y no los principios. Fassbinder es capaz de desplegar su visión en historias costumbristas sobre una familia de clase trabajadora o de ciencia ficción, contemporáneas e históricas, de manera realista a la vez que simbólica y alegórica, logrando que una historia, por ejemplo "Lili Marleen" o "Veronika Voss", sea la historia de una mujer decadente y venida a menos al mismo tiempo que es la historia de un país, la Alemania en la que Fassbinder nació y creció, que consigo trae tratamientos feministas. Por lo demás, hablamos de un director de exquisito gusto cinematográfico, innovador, rupturista pero también estudioso y cinéfilo, alguien que podía ver cuatro películas al día todos los días, ya sea en los distintos cines de su ciudad como en las salas de edición de una universidad a la que iba a meterse aunque no estudiara ahí (postuló pero no fue aceptado), como quien toma un computador y ve una película sentado en su escritorio. Y aunque Fassbinder, sobre todo con el paso de los años y el irrefrenable consumo de alcohol y drogas (que sólo suspendió para escribir, producir y filmar "Berlin Alexanderplatz", una obra tan personal y apasionante para él que se dijo que debía realizarla en su totalidad sobrio), era una persona que podía considerarse mala persona, cabrón abusivo con hombres y mujeres, que golpeaba y maltrataba psicológicamente a su equipo, a sus parejas, a sus actrices (al inicio de su carrera hizo que Hannah Schygulla y otras se prostituyeran para poder ganarse el sustento diario y financiar las obras de teatro que hacían), como digo, aunque como persona Fassbinder sea alguien sumamente cuestionable (hoy en día estaría cancelado), sigue siendo un modelo de inspiración, un cineasta admirable de extrema valentía y arrojo, un cineasta que de seguro me escupiría y se sentiría decepcionado de mí. Fassbinder, el joven que soñaba con hacer películas, que no fue aceptado en la universidad pero que de todas formas, casi por las malas, se unió a una compañía teatral de la que, a pura base de personalidad y plena confianza en su visión autoral, se convirtió en el líder para luego hacer películas y, con los años, labrar una filmografía plagada de grandes películas, obras maestras, películas notables, en definitiva de un talento innegable y de una calidad arrolladora. Alguien que murió demasiado pronto, demasiado abruptamente.

A propósito de principios y dinero, y con esto iré terminando por hoy, una deportista dedicada al kickboxing inició una campaña online de donaciones para poder financiarse el viaje y la estadía en Egipto, en donde competirá en una importante competencia de su disciplina (creo que es un mundial). Llega Luksic, uno de los hombres más millonarios y poderosos de Chile S.A. (dueño de varios medios de comunicación, se imaginan cómo se informa en ellos), un filántropo de cuarta, que le ofrece dinero para su viaje. La deportista lo rechaza porque no puede aceptar una miserable donación (miserable aunque le financie dos o tres viajes) de un millonario corrupto que ha destruido ecosistemas, que ha destruido la vida de las personas que viven alrededor de sus empresas extractivistas, que evade impuestos como loco, que ha sobornado y burlado la ley en innumerables ocasiones, que ha contribuido a crear mentiras y criminalizar la protesta social, en fin, un delincuente de cuello y corbata del que es mejor mantenerse alejado. Mucha gente la felicita, y con razón. Otra gente la critica y hasta se burla de ella, que jajaja, que te quedas sin viaje "por comunista" (ejem, como ven la ignorancia es tremenda en ciertas personas), que debes aceptarlo porque esto y lo otro. Y es increíble que muchos no entiendan ni comprendan lo que es tener principios, tener principios aunque duela y sea tremendamente difícil. Porque es fácil acepar dinero y hacerse el loco, hacer la vista gorda. Es difícil rechazar algo de vital importancia por razones más bien abstractas, pero reales para la persona que toma la decisión. Somos nuestros principios. Nuestros principios nos definen y la manera en que tratamos nuestros principios también nos define. Yo, por ejemplo, nunca dejaría el vegetarianismo, aunque vinieran a decirme que necesito carne para vivir o algo así. De Steve Jobs decían de todo por su dieta y alimentación, que eran poco menos que la causa de su muerte, aunque el hombre se murió de una enfermedad terminal, y con las enfermedades terminales hay poco que hacer. Pero esos son principios (y ojo, que no idealizo al hombre, que se sabe igual era un cabrón), aunque te traten de loco. Algunos vegetarianos se ponen a comer carne porque se muere alguien, porque la novia rompe con ellos, porque se emborrachan, etc., y supongo que el mundo se les viene abajo y ciertas cosas dejan de tener sentido, y puedo entenderlo: el mundo de por sí es un lugar terrible, caótico y violento, y si nos ponemos a pensar en todas las injusticias y barbaridades que ocurren a diario (todos nos conmocionamos ahora con lo de los talibanes en Afganistán y la desesperación de su población, pero el infierno en la tierra es cosa de todos los días, el infierno es más omnipresente que Dios) de verdad da para pegarse un tiro y adiós mundo cruel, pero si además le sumas a ello alguna tristeza personal, entonces las cosas se sienten aún más frágiles, pero es en esos momentos en donde yo, por ejemplo, me fortalezco en mis principios, mis principios me dan fuerza para resistir las decepciones, los fracasos, la violencia y crueldad que hay en este mundo. Eso, mis principios, y, claro, un poco de desinterés y abulia producto de los sueños rotos, digo, mucho me entusiasma mi posible carrera como bartender y todo lo que podré hacer con mi posible sueldo y demás regalías, pero si mañana me muero por mí bien, total, qué importa, qué importa todo. De todas formas tampoco puedo abstraerme de los sucesos del mundo... Como sea, ¿ustedes aceptarían la donación de un millonario corrupto que representa todo lo contrario de lo que creen? Porque con los impuestos que estos corruptos evaden se podría financiar una férrea estructura de seguridad social, educacional, de salud, cultural y deportiva, pero eso es otro tema...

Por cierto, y ahora sí termino, ¿no les da risa esas personas que se hacen llamar izquierdistas o que creen en valores supuestamente izquierdistas, pero que ante algún escándalo o equivocación de algún político de izquierda parecen renegar de sus supuestos principios y van y votan por alguien de derecha? No lo entiendo. Sí, mira, yo voto por X porque tiene sólidos principios de izquierda y... espera, ¿dijo o hizo algo digno de cancelación? Qué se pudra, voy a votar por su opositor de derecha... Acá en Chile está lleno de esos especímenes. Mira, yo creo en un Estado más fortalecido y robusto y este candidato me representa y... qué, ¿salió a la luz algo feo que dijo en su adolescencia? Listo, eso es todo, mejor voto por su contendor de derecha que quiere potenciar el modelo neoliberal, empobrecer aún más a su población y enriquecer más a los empresarios que saquean y destruyen los recursos naturales y públicos del país. Ridículo, ¿cierto?

En fin, me voy a descansar.

martes, 17 de agosto de 2021

53

 

No sé si he estado tan ocupado pero ya llevo tres clases de bartending y me he dado cuenta que a esto deberé dedicarle mucho más de lo que pensaba, lo cual no tiene ninguna connotación negativa por supuesto. He estado leyendo las casi 200 páginas de los manuales de bartending que nos mandó el profesor, además de ir aprendiendo 38 recetas esenciales (que complemento con videos de sus preparaciones en YouTube). Sumado a ello tenemos acceso a una biblioteca gratuita con gran cantidad de libros de recetas, sobre coctelería en general y sobre alcoholes, destilados, saborizados, etc., en particular, como tres libros centrados exclusivamente en el gin. Me compré herramientas de coctelería para practicar en mi casa movimientos y similares, por ejemplo el uso de la cuchara de bar, que cuando uno le pilla el punto descubre asombrado que la cuchara se gira sola. Desde luego que he estado haciendo ejercicios para dedos o manos, además de comenzar a otorgarle más tareas a mis manos, nada fuera de lo común en todo caso, pero si antes hacía cosas con dos manos en dos o tres etapas, ahora trato de hacer esas tres etapas con una mano. Han sido tres clases pero he aprendido harto. Antes de comenzar el curso me metí a ver unas cuantas cosas, como los utensilios, y no se me quedó casi ninguno más allá de los obvios, como la coctelera, y para mi era un enredo todos los malditos coladores. Ahora, pff, es fácil navegar en tu estación de trabajo entre tus herramientas, qué colador sirve para qué cosa, etc. Las recetas que mejor recuerdo son aquellas que ya he preparado o he visto ser preparadas por mis compañeros y compañeras, además de otras realmente fáciles, como el Godfather (partes iguales de whisky con amaretto en un vaso old fashioned, preparación directa) o la Mimosa (partes iguales de prosecco y jugo de naranja en una copa flauta, preparación directa con garnish de twist de naranja). Tras la clase de hoy me doy cuenta que no sólo debo aprenderme las recetas de manera unitaria, como entes separados, sino que debo saber asociar recetas para lograr preparaciones más rápidas (respetando el tiempo de preperación de cada cóctel obviamente, me refiero a no perder tiempo innecesariamente), por ejemplo el Daiquiri y el Mojito llevan prácticamente los mismos ingredientes (ron blanco, jarabe simple y jugo de limón) en la misma medida (2 - 1 - 1), sólo que el Daiquiri se prepara en la coctelera mientras que el Mojito se prepara directo al vaso y lleva hojas de menta machacadas, con garnish de menta también. En temas más teóricos por fin he aprendido muchas, muchas cosas: los fermentados, los destilados, el proceso de fermentación, el proceso de destilación, qué caracteriza a cada destilado o fermentado (ya sea por sus técnicas afirmadas de manera más bien tradicional, ya sea por un proceso regulado legalmente por los gobiernos), ahora sé que el tequila es un mezcal pero no todo mezcal es un tequila, pues el tequila se hace exclusivamente con la piña del agave azul, mientras que los mezcales permiten otras variedades de mezcal, sin mencionar que la manera en que se prepara el mezcal es distinta para el tequila (la piña se cuece) que para los mezcales (se muelen); también sé diferenciar entre el coñac, un brandi cualquiera y el pisco, que en el fondo es un brandi pero se llama pisco por ser denominación de origen (como el coñac), todo brandi es un destilado de fruta, principalmente de uva, aunque existen de otras frutas como la manzana, la naranja. El vodka es lo más amplio (se puede hacer vodka de cualquier materia prima, aunque mayormente se sepa que se hacen de papa o de granos), lo cual al inicio puede ser confuso, pero también uno sabe que para ser vodka debe tener una determinada graduación alcohólica y tener, mínimo, dos destilaciones, si bien el vodka se caracteriza por ser un alcohol puro y neutro, de varias destilaciones. El gin aún me sigue enredando, pero ya llegaremos a esa clase en donde el profesor, con su estilo preciso (realmente preciso, como profesor es impecable) lo aclarará. Somos nueve estudiantes, tres mujeres y seis hombres, de los cuales tres tenemos el pelo largo. Creo que podría contar más, pero ya me he extendido bastante sobre este tema y además no era lo principal. Si escribo esta entrada es porque por fin he terminado los tomos, los que volveré a leer y volveré a leer, complementando con todo lo que encuentre en internet, mientras práctico con las herramientas y me memorizo las recetas que nos dieron más otras que vaya encontrando en la web (claramente hay mucho, mucho más que 38 recetas).

A propósito de todo esto pensaba que es interesante y curioso el cómo se dan las cosas. Antes me la pasaba viendo streamers, deben saberlo, desde el año pasado que les contaba de cuánto disfrutaba de Rae, TinaKitten, entre otras, y en los últimos meses me quedaba hasta tarde, tipo 2 de la mañana, mirando al maldito Sykkuno jugando GTA RP en NoPixel 3.0, y justo cuando mis vacunas me permiten sentirme algo más seguro para salir al exterior a tomar un curso presencial (además de tener que utilizar el sistema de transporte público), Sykkuno se aburre de jugar GTA y yo, por supuesto, dejo de seguirlo y ver sus transmisiones (el tipo no me cae muy bien pero verlo jugar GTA era una gozada), lo cual me permite dormirme más temprano y, en general, llevar una rutina más decente, despertándome a horas decentes y todo eso. En cuanto a streamers, ya dejé de verlos/as activamente, aunque igual los dejo corriendo mientras hago otras cosas, como ejercicio. Pero ahora estoy concentrado estudiando recetas y coctelería en general. Es increíble la cantidad de Historia que se puede aprender a través de los orígenes y desarrollos de ciertos alcoholes, destilados y cócteles. 

Estaba pensando si hablar un poco de cosas que se me quedaron en el tintero, porque de que se me quedaron, se me quedaron. Cosas más bien anecdóticas, superficiales, ya nada serio, nada de fondo. Por ejemplo pensaba en cuando tenga tablet, ¿qué libros leeré mediante dicho aparato? La respuesta fácil es que en la tablet leeré todo libro que no pueda encontrar y/o adquirir de manera física, aunque debo agregar que prefiero leer libros clásicos, canónicos, importantes, lo que se, de manera física, aunque me cueste un montón hacerme de un ejemplar físico. No pienso leer a Dostoievski o a Tolstoy o a Joyce o a Victor Hugo o Hesse o a Faulkner o a Vargas Llosa o a Kafka en libros electrónicos. En general preferiría no leer en libros electrónicos, pero a veces habrá que ceder y ya he comprobado que ciertas tablets logran una lectura bastante similar al formato papel. ¿Qué leería, entonces, en la tablet? No es que los desprecie, pero por ser menos "elevados", menos conocidos, es obvio que será mucho más difícil encontrar libros pulp, sobre detectives, de ciencia ficción clase B... No he encontrado libros de Spillane por acá. Hay un tal Rex Stout al que le echaría una mirada. De Elmore Leonard o Chester Himes o David Goodis hay contados títulos por ahí. Me encantaría comprar las obras completas de Georges Simenon que editó Aguilar, pero si no puedo encontrar todos los tomos... De Vonnegut solamente se encuentran sus títulos más conocidos, ya ni hablar de Fredrick Brown o los hermanos Strugatsky. Me consta que en europa no debe ser difícil encontrar traducciones de gran variedad de autores, pero acá la cosa es distinta. En todo caso tampoco podré tenerlo todo de inmediato, debo hacerme a esa idea. Cuando pienso en mis objetivos con mi futuro sueldo, por alguna razón todo lo que quiero se agolpa y me imagino disfrutando de esas cosas de inmediato, cuando es natural que tendré que ir ahorrando y separando los ítems, tener paciencia, lo que sea.

Sé que se me quedaban más cosas en el tintero, pero no las recuerdo, así que todavía se me quedan más cosas en el tintero. Como sea, antes de comenzar el curso de bartender me leí un cómic y pienso que es justo y necesario venir a comentarlo, para entregarles algo más que un diario de vida. Después del salto, ya saben.