Director: Nicolas Winding Refn
Tengo una teoría, que curiosamente es cierta pero a la vez no tiene razón de ser... por culpa mía. Pero antes de la teoría, los antecedentes: En el año 1996 Nicolas Winding Refn debutaba en el cine con "Pusher", opera prima de gran éxito en su país, éxito que replicaría tres años después con "Bleeder". Tan bien le iba a Refn que decidió que su tercer largometraje iba a ser algo mucho más personal y arriesgado, y desde luego con costes de producción más elevados, pues se fue a otro país y contrató actores de bastante renombre. El resultado es "Fear X", una excelente película que, sin embargo, fue un fracaso económico monumental, tan grande que Refn se fue a la quiebra... Ahora, la teoría: "Pusher II" y "Pusher 3" no se hicieron por voluntad propia ni por el noble deseo de ampliar un universo y una historia -ni siquiera estaba en los planes originales de Refn-, sino para ganar dinero -aunque sea para algo nada cuestionable, que es salir de la quiebra-; y dado que "Pusher" había sido un éxito, pues qué mejor que llenarse de nuevo los bolsillos con algo aparentemente seguro. Y le fue bien: tanto la segunda como la tercera parte de esta trilogía fueron exitosas e hicieron que Refn se recuperara y, mejor aún, pusiera su nombre en el mapa. Y todo esto, según wikipedia, es cierto; no obstante, aunque sea verdad, esta teoría pierde sustento porque la elaboré para atacar y despreciar las dos continuaciones. ¿Por qué? Porque la primera vez que las vi no me gustaron nada de nada. Las odié, particularmente la de hoy; en cambio, en este segundo visionado, mi opinión ha cambiado por completo: "Pusher II" es una película incluso mejor que su primera parte. Refn, a pesar de las iniciales intenciones económicas propias de un mercenario, de todas formas logra una excelente película, llena de matices y dolor escondido. Me desdigo: "Pusher II" me ha encantado.