Geu-hu - 2017

Director: Hong Sang-soo

Ayer fui a ver al cine "The Day After", una película de Hong Sang-soo, panorama que no podía perderme y que fue tan genial como esperaba. En algún momento comenzamos la filmografía del director coreano desde el principio (aunque la primera que vi fue "In Another Country", también en un cine, pero esa vez sin saber absolutamente nada del director, lo cual fue doblemente maravilloso), pero qué demonios, veamos sus películas en el orden que sea, maldita sea.

"The Day After" es una absoluta maravilla; una película preciosa y magistral; una de esas pequeñas historias que de alguna forma escarban en lo hondo de las cosas y que remueven sentimientos, pensamientos, qué sé yo. Lo que nos cuenta es una historia, tragicómica historia, pero con más de amargura y dolor, sobre un editor casado que tiene una amante, con la que tampoco es feliz. Más no podría decir, no vale la pena. Sang-soo desarrolla estos personajes, desarrolla sus penas, sus personalidades, sus miedos, sus fracasos. Lo hace con dura franqueza, con humana franqueza, porque cómo no ver reflejos o girones de nosotros mismos o de lo que nos rodea en este pequeño drama de amores frustrados y sueños frustrados, de frustraciones al fin y al cabo, que es el humor de casi todos los días o no. El director los muestra desnudos, sin artificios; no necesita recalcar cosas para transmitir esa pulsión profundamente triste que emana de una cotidianidad tranquila, pero agobiante. Me quedan muchas cosas en la cabeza y en el pecho con esta película, es como si el director nos contara la historia de unos personajes que se aprisionan primero, que primero se ponen cadenas en las muñecas y en los tobillos, y que luego comenzaran a pensar en la libertad, en el amor, en lo que sea, pero que son incapaces para romper sus ataduras, aunque quieran y aunque les duela en lo más hondo. Por qué alguien se queda con quien no ama, por qué un hombre no puede mirar a los ojos a la mujer que llora frente a él porque lo ama y sabe que jamás estarán juntos, por qué es tan fácil aceptar lo que no se quiere. Cómo saberlo.
Una película preciosa, ya lo dije, cuyo visionado ha sido un verdadero soplo de aire fresco. Maravillosa.