Directora: Vers Mathilde
Veo que en Francia pusieron una ley que, a partir del 2022, prohíbe la venta de huevos que no provengan de gallinas libres, o, como me dice mi hermana que se dice, gallinas felices, término que, en efecto, también fue utilizado en la noticia y por el ministro francés que comunicó esa nueva y necesaria ley. Hablando y pensando, llegué a la conclusión de que el término "gallinas felices" a lo mejor servía para atraer más clientes, para que la gente se vea más inclinada a elegir estos productos libres de maltrato y crueldad animal (y bueno, la ley de paso busca terminar con los pésimos estándares sanitarios de esas grandes empresas que tienen en verdadera esclavitud a las gallinas, que al vivir en tan precarias condiciones contraen enfermedades que pueden transmitirse en los humanos que consuman sus huevos). Esto me recordó a ese episodio de "South Park" (porque lo dieron hace un par de noches en el cable) en el que Stan y los suyos se proponen salvar a unos tiernos terneros destinados a morir, brutalmente asesinados. Para ello los liberan del matadero y los guardan en la casa de Stan; llega la policía, como si fuera un secuestro, entreguen a los terneros, jamás, llega el negociador, y acá lo interesante: los chicos, que de todas formas no están dispuestos a entregar a los terneros, exigen que por ley se cambie el nombre de los productos, de "terneros" a "vaquitas torturadas". Al final los chicos son capturados, los terneros devueltos al matadero, pero no todo es derrota, porque el dueño del matadero dice "bah, para qué quiero a esos terneros; ahora que la ley nos obliga a vender carne bajo el rótulo de 'vaquitas torturadas' el comercio cagó: ya nadie quiere comprar carne que tenga ese nombre". Y me pregunto, ¿no sería genial que en la vida real se hiciera algo así? ¿Que así como esos huevos de gallinas libres se venden bajo el nombre de "gallinas felices", cualquier tipo de producto de carne se venda como "cerdo torturado, mutilado, etc."?, ¿o que, tal cómo las cajas de cigarros deben mostrar fotos de pulmones negros, casi carbonizados, un paquete de filetes muestre fotos de cientos de pollitos, ¡vivos!, cayendo sobre una sierra trituradora, o vacas con ojos inyectados de pánico tiradas en el piso retorciéndose y desangrándose hasta la muerte, o fotos de cerdos con la mitad de la cara comida porque en los mataderos los cerdos son tantos y tan poca la comida que acaban por recurrir al canibalismo? Al menos los niños, casi todos, estoy seguro, no tendrían ganas de comer una suculenta hamburguesa, y por último, si lo de la crueldad no les toca la fibra, ¿no les da asco comer carne tan llena de mierda, químicos y toda esa basura anti-higiénica? Creo en un futuro mejor; que del presente histérico que vivimos pasaremos a un futuro algo más sereno. Eso espero...