Directora: Greta Gerwig
Greta Gerwig ya había dirigido otra película antes, pero fue en colaboración con Joe Swanberg, por lo que "Lady Bird" sería su primer largometraje dirigido en solitario, es decir, su maldita opera prima nominada a varios Oscars, como el de mejor película, mejor dirección y mejor guión. La hace otro año y quizás no la tomaban tan en cuenta más allá de Sundance, pero a veces los astros se alinean de maneras misteriosas.
En efecto, "Lady Bird" es una absoluta ñoñez. Es ñoña, es cursi y está plagada de tópicos ya no del cine indie sino que de las películas para adolescentes protagonizadas por Lindsay Lohan o Rachel McAdams o Emma Stone, y no me quejo de esas películas (saben lo que son y vaya que entretienen), pero es que resulta gracioso, por no decir ridículo o vergonzoso, que Greta Gerwig tome el mismo molde y le aplique su luminoso filtro indie-hipster. En cualquier caso, estamos ante la típica comedia dramática (dramedia) como salida de los talleres de Sundance (ahí donde todos parecen ser primos y venir de la misma parentela) que mezcla lo "incómodo" con lo adorable, lo agrio con lo dulce, lo políticamente correcto con intentos de incorrección y sarcasmo, lo simplecito con lo extravagante, todo en el mismo maldito paquete hecho para gente personal e intelectualmente inmadura. IN-MA-DU-RA.
¿De qué trata? De los últimos meses que Lady Bird vive en su escuela de Sacramento antes de irse a New York a estudiar algo artístico (a propósito, la película comienza con una cita de Joan Didion: vaya contraste, ¿eh?). Un coming-of-age ñoño, facilón, aleccionador y sensiblero. Y predecible, obvio. La protagonista y su mejor amiga no son, digamos, populares. Eventualmente la protagonista se hace amiga de la chica popular, que tiene dinero y un cuerpo de infarto; la mejor amiga, que es baja y gordita, se pone celosa. A la protagonista le da vergüenza ser pobre, quiere ser amiga de los ricos, finge ella misma ser adinerada, la atrapan en la mentira, etc. La moraleja es ser fiel a uno mismo, ser auténtico, que ser "cool" está sobrevalorado o algo así, que una amistad nunca es verdaderamente real si es que comienza por los motivos equivocados, en fin... Oh, claro, la protagonista tiene una relación de amor/odio con la mamá, tiene un hermano excéntrico con una novia excéntrica, el papá es el tipo ido pero cariñoso... Y el novio perfecto que no lo es; el novio con onda que resulta ser un imbécil; qué difícil es la vida.
Ahora bien, considerando lo anterior, "Lady Bird" se puede ver; digo que no es dolorosa de ver, no te hace querer vomitar ni nada; es correcta dentro de todo y, dentro de su total falta de ideas y propuestas, está bien escrita y dirigida, ¿pero cómo va a ser difícil escribir y dirigir algo tan... tan pobre, tan plano? Basta con poner encima música bonita, bonitos colores y más cosas bonitas y listo. Lo que sí, admito que se nota que Greta Gerwig hizo esta película con toda la calidez de su corazón, lo cual ayuda a que un producto tan inocuo tenga algo, aunque sea una pizca toda miserable, de personalidad. Pero sigue siendo una ñoñez, típica y ya vista numerosas veces, que ha sido increíblemente sobrevalorada. Yo creo que "Mean Girls" tiene más mala leche que esta porcelanita. Además, para recomendar algo de Saoirse Ronan, que cumple con solvencia su rol, es mucho mejor "Brooklyn".
Para terminar, qué poco se ha hablado de la excelente actuación de Tracy Letts, el mejor de esta película, quien, por su pequeña y sencilla pero hondamente humana labor, merecía con creces una nominación como mejor actor secundario. Pero así son las cosas, qué importa.
"The Florida Project" le da un millón de patadas en el culo a este muffin soso y relleno de aire, pero de esa hablaré mañana.
...¿la hermana perdida de Xavier Dolan?...
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