Director: Luca Guadagnino
No señor, no hemos interrumpido la segunda tanda de la retrospectiva dedicada a Claire Denis; como pueden ver, abajo de ésta se encuentra "35 Rhums", pero no quería esperar demasiado tiempo para comentar "Call Me By Your Name", película que fui a ver al cine el pasado fin de semana, solo, porque no encontré a nadie que me acompañara y a mí no me gusta ir solo al cine, pero bueno, tampoco me iba a quedar en la casa sin hacer nada. A propósito, sí, seguimos con los Oscars de este año porque "Call Me By Your Name" tiene nominaciones a mejor película, mejor actor, mejor guión adaptado y mejor canción original. Por fin estamos ante una película realmente buena. Maldita sea, mejor que buena.
Esta película es música. Es cine, gran cine, pero también es música.
Película rodada en 35mm: esas texturas, esos colores, amarillos y verdes y azules intensos, o más que intensos, vivos, radiantes, sonrientes, felices. Imágenes a flor de piel, sensaciones a flor de piel: película como de otro tiempo, intemporal, ajena a cualquier moda (por eso me parece una lástima que en las redes sociales reduzcan esta obra de arte a simplistas etiquetas reivindicativas, ajenas a la poderosa y preciosa experiencia CINEMATOGRÁFICA que propone Guadagnino). Una obra madura, romántica, delicada, exquisita.
Impresionante y grandísima interpretación la de Timothée Chalamet (si gana el Oscar, merecidísimo lo tiene. Eso sí, estoy a la espera de ver a Daniel Day-Lewis en "Phantom Thread"): esos cuatro minutos finales son una verdadera lección de actuación (y, por supuesto, una lección de CINE), una poderosísima mirada por la que desfilan multitud de emociones, de escenas pasadas, de recuerdos, de sensaciones: contención a la vez que expresión a raudales. (Por otro lado, Armie Hammer sólo cumple, el tipo no es muy buen actor que digamos, pero cumple como objeto de deseo y detonante de una cascada de emociones). Por supuesto, no debo perder la oportunidad de elogiar a Michael Stuhlbarg, siempre demostrando lo excelente actor que es.
Película rodada en 35mm: esas texturas, esos colores, amarillos y verdes y azules intensos, o más que intensos, vivos, radiantes, sonrientes, felices. Imágenes a flor de piel, sensaciones a flor de piel: película como de otro tiempo, intemporal, ajena a cualquier moda (por eso me parece una lástima que en las redes sociales reduzcan esta obra de arte a simplistas etiquetas reivindicativas, ajenas a la poderosa y preciosa experiencia CINEMATOGRÁFICA que propone Guadagnino). Una obra madura, romántica, delicada, exquisita.
Impresionante y grandísima interpretación la de Timothée Chalamet (si gana el Oscar, merecidísimo lo tiene. Eso sí, estoy a la espera de ver a Daniel Day-Lewis en "Phantom Thread"): esos cuatro minutos finales son una verdadera lección de actuación (y, por supuesto, una lección de CINE), una poderosísima mirada por la que desfilan multitud de emociones, de escenas pasadas, de recuerdos, de sensaciones: contención a la vez que expresión a raudales. (Por otro lado, Armie Hammer sólo cumple, el tipo no es muy buen actor que digamos, pero cumple como objeto de deseo y detonante de una cascada de emociones). Por supuesto, no debo perder la oportunidad de elogiar a Michael Stuhlbarg, siempre demostrando lo excelente actor que es.
Reconozco que tanta aclamación me hacía dudar de esta película, pero "Call Me By Your Name" me ha encantado. Eso sí, ¿por qué le dan tanto color (ay, redes sociales) con la escena del durazno? Maduren, por favor...
Y eso, preciosa película. Ya por ese final vale completamente la pena.
Imperdible.
PD.: ¿Mencioné que Timothée Chalamet y yo nacimos el mismo día? Yo soy dos años más viejo, eso sí.
Y eso, preciosa película. Ya por ese final vale completamente la pena.
Imperdible.
PD.: ¿Mencioné que Timothée Chalamet y yo nacimos el mismo día? Yo soy dos años más viejo, eso sí.
...Jimmy... ...JimmyJimmyJimmyJimmy...
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Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...