Director: Amat Escalante
¿Es una broma que Timothée Chalamet es otra persona ligada al cine que también, como yo y como tantos otros que de vez en cuando nombro, nació un 27 de diciembre? El bastardo es dos años más joven que yo, en todo caso. El mundo sigue esperando el momento en que (yo) irrumpa y lo destruya todo. Mi fecha de nacimiento así lo exige, y no sólo lo exige, lo necesita. ¿Para cuándo un "27-12 Hall of Fame"? Bueno, el caso es que "La región salvaje" no es del 2017 pero su circuito de estrenos comerciales ha sido bastante dilatado, y no es de extrañar. De hecho, para mi sorpresa, después de ver lo último de Amat Escalante me enteré que acá sigue en cartelera, específicamente en el Cine Arte Alameda. Ah bueno, pero tener dinero para pagar la entrada es otra cosa.
Esta película está dedicada a Andrzej Zulawski. Curioso, ¿no? El director polaco murió el 2016, más o menos cuando esta película aún se estaba haciendo (ignoro en qué etapa de producción). La de Zulawski es una filmografía largamente pospuesta. "Possession", "Cosmos", "Mes nuits sont plus belles que vos jours", "La femme publique", "Diabel" y "Na srebrnym globie" son las películas que más me atraen de una obra de por sí sumamente atractiva, y aunque no la he visto, creo entender un poco la dedicación de Amat Escalante.
Sobre "La región salvaje", debo decir que es una película con interesante planteamiento pero, por desgracia, tedioso y previsible desarrollo. Es como un drama social trastocado por un elemento sobrenatural que se mantiene al margen de la acción, si bien su presencia ejerce sobre los personajes un poder increíblemente cautivador y decisivo. El elemento sobrenatural es un pulpo del espacio exterior capaz de dar gran placer a todo quien acuda a sus tentáculos, y como son varios entonces todos los agujeros posibles pueden ser estimulados a la vez, pero estamos hablando de un placer cuasi místico, esotérico, la clase de éxtasis que se logra trascendiendo el mero placer carnal, corporal, genital. Desde luego, este pulpo del espacio exterior es un símbolo, una alegoría, representa algo. Según el científico que lo cuida, el pulpo representa lo primitivo del ser humano (así a la rápida, pues no recuerdo el parlamento completo). No extraña, entonces, que los personajes se empeñen en volver junto a la criatura. Este primitivismo no significa necesariamente una conducta incivilizada; al contrario, yo entendí el concepto de primitivismo como algo profunda e inherentemente humano, en el sentido de que a una persona le quitas todo y aún así seguirá conservando aquellos rasgos, lo primitivo, que para Escalante son la sexualidad y la violencia (o la muerte, o el horror: acá la cosa es un poco más amplia). Y a través de estos rasgos Escalante también aprovecha de adentrarse, nuevamente, en las entrañas de la sociedad mexicana, en donde pareciera que la violencia y el horror son pan de cada día, tanto que ya están perfectamente normalizados, mientras que, en contraposición, la sexualidad sigue siendo difícil de expresar, especialmente si rompe la fachada de la "normalidad". Así, Escalante nos cuenta una historia cruzada por la homofobia, el machismo, la violencia de género, el clasismo, la precariedad social, con este pulpo latiendo de fondo, demasiado tangencial para el bien de la historia. Todo esto que les digo es pura lectura, interpretación. La película en sí misma, aunque se entienda y parta de una premisa interesante, como ya dije, es tediosa, previsible e irregular. Como drama social no dice nada nuevo, no pasa nada que no se haya visto antes y en realidad es bastante superfluo, incluso parece culebrón. Para situarlos: Alejandra es una ama de casa, madre de dos hijos, tiene un esposo con el que apenas tiene sexo (y si lo tiene es casi unilateral: él se lo mete, la menea y a los treinta segundos listo, se corrió, "qué rico nena") y para qué hablar de si ayuda o no con las tareas de la casa, "no querida que mucho trabajo ya sabes no te puedo ayudar", pero la cosa es que el esposo la engaña y ojo, pues la engaña con el hermano de ella, pero claro, cuando estos dos no están tirando y el esposo está en el trabajo o en la casa, para encajar puede ser el tipo más odioso de todos. Y en eso llega la muchacha amante del pulpo que anda buscando nuevos amantes para la criatura porque ella ya no puede ir con él, ya pueden imaginar quién llega a la cama del pulpo, y no les será difícil pensar qué clase de cosas hace un esposo celoso. En otras palabras, hay mucha distancia entre la dimensión social del relato y la que pretende hilar un discurso sobre la condición humana, y
No hay que ignorar lo que tiene que ver con los animales. En "Heli" un soldado mata a un perro cachorro, así porque sí, sin ninguna razón: le retuerce la cabeza. El momento es duro, a mí me petrificó, no lo podía creer, incluso pensé si lo habían matado de verdad, pero se entiende que Escalante lo hizo para mostrar una víctima cien por ciento inocente (palabras del director, por desgracia no encuentro esa entrevista para ahondar en sus intenciones al respecto). En "La región salvaje" hay constantes referencias a la violencia contra los animales, una violencia que, en comparación a la violencia de los humanos hacia sí mismos, queda como mero telón de fondo, como una violencia perfectamente aceptable, como algo incuestionable, como verdad absoluta. El personaje del esposo no come carne porque no puede olvidar la vez en que su padre lo llevó a cazar venados, no puede separar el acto de comer del acto de asesinar cruel y gratuitamente a otro ser vivo. Igual sigue siendo un cabrón hipócrita y maltratador. Y de todas formas esto prueba que Escalante intenta abarcar demasiado sin ahondar realmente en los distintos flancos que abre.
En fin, una cosa es el discurso, otra cosa es el discurso hecho lenguaje cinematográfico, otra cosa es la interpretación de este discurso (y está claro que quizás mi interpretación no sea la más certera, aunque los elementos empleados son sumamente legibles), y otra cosa muy distinta es la calidad per sé de la película. Está bien, supongo; se entiende, sí; pero, considerando la brutalidad que es "Heli" y la premisa de la que partía un director tan prometedor como Escalante, para mí "La región salvaje" ha sido una decepción. Una película apenas efectiva, correcta. No tiene desperdicio, obviamente, pero de ahí a impactar. O sea, no nos vamos a impactar por escenas de sexo, aunque sea con un pulpo extraterrestre, ni porque nos digan que la represión sexual provoca violencia o qué sé yo...
Esta película está dedicada a Andrzej Zulawski. Curioso, ¿no? El director polaco murió el 2016, más o menos cuando esta película aún se estaba haciendo (ignoro en qué etapa de producción). La de Zulawski es una filmografía largamente pospuesta. "Possession", "Cosmos", "Mes nuits sont plus belles que vos jours", "La femme publique", "Diabel" y "Na srebrnym globie" son las películas que más me atraen de una obra de por sí sumamente atractiva, y aunque no la he visto, creo entender un poco la dedicación de Amat Escalante.
Sobre "La región salvaje", debo decir que es una película con interesante planteamiento pero, por desgracia, tedioso y previsible desarrollo. Es como un drama social trastocado por un elemento sobrenatural que se mantiene al margen de la acción, si bien su presencia ejerce sobre los personajes un poder increíblemente cautivador y decisivo. El elemento sobrenatural es un pulpo del espacio exterior capaz de dar gran placer a todo quien acuda a sus tentáculos, y como son varios entonces todos los agujeros posibles pueden ser estimulados a la vez, pero estamos hablando de un placer cuasi místico, esotérico, la clase de éxtasis que se logra trascendiendo el mero placer carnal, corporal, genital. Desde luego, este pulpo del espacio exterior es un símbolo, una alegoría, representa algo. Según el científico que lo cuida, el pulpo representa lo primitivo del ser humano (así a la rápida, pues no recuerdo el parlamento completo). No extraña, entonces, que los personajes se empeñen en volver junto a la criatura. Este primitivismo no significa necesariamente una conducta incivilizada; al contrario, yo entendí el concepto de primitivismo como algo profunda e inherentemente humano, en el sentido de que a una persona le quitas todo y aún así seguirá conservando aquellos rasgos, lo primitivo, que para Escalante son la sexualidad y la violencia (o la muerte, o el horror: acá la cosa es un poco más amplia). Y a través de estos rasgos Escalante también aprovecha de adentrarse, nuevamente, en las entrañas de la sociedad mexicana, en donde pareciera que la violencia y el horror son pan de cada día, tanto que ya están perfectamente normalizados, mientras que, en contraposición, la sexualidad sigue siendo difícil de expresar, especialmente si rompe la fachada de la "normalidad". Así, Escalante nos cuenta una historia cruzada por la homofobia, el machismo, la violencia de género, el clasismo, la precariedad social, con este pulpo latiendo de fondo, demasiado tangencial para el bien de la historia. Todo esto que les digo es pura lectura, interpretación. La película en sí misma, aunque se entienda y parta de una premisa interesante, como ya dije, es tediosa, previsible e irregular. Como drama social no dice nada nuevo, no pasa nada que no se haya visto antes y en realidad es bastante superfluo, incluso parece culebrón. Para situarlos: Alejandra es una ama de casa, madre de dos hijos, tiene un esposo con el que apenas tiene sexo (y si lo tiene es casi unilateral: él se lo mete, la menea y a los treinta segundos listo, se corrió, "qué rico nena") y para qué hablar de si ayuda o no con las tareas de la casa, "no querida que mucho trabajo ya sabes no te puedo ayudar", pero la cosa es que el esposo la engaña y ojo, pues la engaña con el hermano de ella, pero claro, cuando estos dos no están tirando y el esposo está en el trabajo o en la casa, para encajar puede ser el tipo más odioso de todos. Y en eso llega la muchacha amante del pulpo que anda buscando nuevos amantes para la criatura porque ella ya no puede ir con él, ya pueden imaginar quién llega a la cama del pulpo, y no les será difícil pensar qué clase de cosas hace un esposo celoso. En otras palabras, hay mucha distancia entre la dimensión social del relato y la que pretende hilar un discurso sobre la condición humana, y
No hay que ignorar lo que tiene que ver con los animales. En "Heli" un soldado mata a un perro cachorro, así porque sí, sin ninguna razón: le retuerce la cabeza. El momento es duro, a mí me petrificó, no lo podía creer, incluso pensé si lo habían matado de verdad, pero se entiende que Escalante lo hizo para mostrar una víctima cien por ciento inocente (palabras del director, por desgracia no encuentro esa entrevista para ahondar en sus intenciones al respecto). En "La región salvaje" hay constantes referencias a la violencia contra los animales, una violencia que, en comparación a la violencia de los humanos hacia sí mismos, queda como mero telón de fondo, como una violencia perfectamente aceptable, como algo incuestionable, como verdad absoluta. El personaje del esposo no come carne porque no puede olvidar la vez en que su padre lo llevó a cazar venados, no puede separar el acto de comer del acto de asesinar cruel y gratuitamente a otro ser vivo. Igual sigue siendo un cabrón hipócrita y maltratador. Y de todas formas esto prueba que Escalante intenta abarcar demasiado sin ahondar realmente en los distintos flancos que abre.
En fin, una cosa es el discurso, otra cosa es el discurso hecho lenguaje cinematográfico, otra cosa es la interpretación de este discurso (y está claro que quizás mi interpretación no sea la más certera, aunque los elementos empleados son sumamente legibles), y otra cosa muy distinta es la calidad per sé de la película. Está bien, supongo; se entiende, sí; pero, considerando la brutalidad que es "Heli" y la premisa de la que partía un director tan prometedor como Escalante, para mí "La región salvaje" ha sido una decepción. Una película apenas efectiva, correcta. No tiene desperdicio, obviamente, pero de ahí a impactar. O sea, no nos vamos a impactar por escenas de sexo, aunque sea con un pulpo extraterrestre, ni porque nos digan que la represión sexual provoca violencia o qué sé yo...
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