Directora: Claire Denis
Viento en popa, viento en popa... Segunda película de Claire Denis. ¿Algo más que señalar? De momento no...
Esta es la historia de dos hombres negros extranjeros (es decir, que no son de Francia) que deciden trabajar juntos en el submundo de las peleas de gallos. Ilegales, por cierto, además de anti-éticas, inhumanas y crueles. Ningún animal salió lastimado en el rodaje de esta película.
Ambos hombres negros son interpretados por Isaach De Bankolé (el que hacía de sirviente de casa en "Chocolat") y Alex Descas, quien luego ha repetido seis o siete veces con Claire Denis. El primero, por lo demás, goza de una carrera más "internacional", habiendo aparecido (no podría decir con qué grado de importancia o protagonismo) en títulos como "Miami Vice", "Casino Royale" y la próxima "Black Panther". Además, como dato curioso, antes del presente film, ambos actuaron, no sé si juntos-juntos, en dos películas ("Les Keufs" y "L'Arbalète"), y después vuelven a "encontrarse" en "The Limits of Control", la de Jarmusch. Interesante, ¿no?
"S'en fout la mort" comienza con una cita de Chester Himes, estadounidense negro y escritor de novelas negras protagonizadas por afroamericanos que gozó de notable popularidad en Francia, país en donde se asentó definitivamente a mediados de los cincuenta. La cita indica, básicamente, que todos los seres humanos son capaces de todo o de cualquier cosa, sin importar su color de piel o su país o cualquier otro tipo de consideración. "S'en fout la mort" es cine negro, negrísimo, pero abordado desde la transparente (y por eso mismo, oscura) perspectiva de Claire Denis y ejecutado con esa suave crudeza que irá depurando con el tiempo. Hay que entender que la cita de Chester Himes no es para señalar que estaremos ante una historia ultraviolenta ni mucho menos de mafiosos, tiroteos y pasiones desatadas; al contrario, lo que Claire Denis hace es situarnos en una atmósfera transversalmente enrarecida, en un ambiente decadente en donde la ambigüedad moral no necesita de acciones que la definan o le den forma, pues esa moral no tiene definición ni forma. Quizás con ello también indica que los humanos no son más que sus necesidades y lo que éstas les urgen a hacer. El protagonista, el que nos narra los pormenores de la historia, quien parte su narración señalando que es negro al igual que su compañero (declaración de intenciones), es un hombre de negocios; su compañero es el experto en gallos; y un francés blanco, dueño de restaurantes y otros inmuebles, es quien arma todo el chanchullo. Todo, todos, por el billete fácil. "S'en fout la mort" es la crónica de estos dos hombres negros intentando sobrevivir, crónica en donde hay espacio para los arrebatos, las tensiones sexuales y raciales y criminales (claves de la narrativa noir), entre más cosas que le sirven a Claire Denis para diseccionar la condición humana y esa Francia subterránea (¿y subcutánea?) en donde persisten los ecos de la colonización, aunque la puesta en escena de Claire Denis tiene algo de no-lugar que refleja conflictos que podrían tomar lugar en casi cualquier parte industrializada y modernizada del mundo. En cualquier caso, excelente cine negro, por lo radical y marginal de la propuesta, y por, a pesar de ello (gracias a ello, mejor dicho), respetar las claves y el corazón del relato noir.
Tampoco vale mucho la pena explicar demasiado, quedó claro ya con la opera prima de Claire Denis que su cine es más bien sensitivo y perceptivo, esotérico, como de sexto sentido (uno debe sumergirse en las realidades que propone la directora y ver más allá de las cosas), ajeno a convencionalismos dramáticos y narrativos, impulsado por esa profunda y compleja, pero sobre todo inasible, poética de los claroscuros...
Ambos hombres negros son interpretados por Isaach De Bankolé (el que hacía de sirviente de casa en "Chocolat") y Alex Descas, quien luego ha repetido seis o siete veces con Claire Denis. El primero, por lo demás, goza de una carrera más "internacional", habiendo aparecido (no podría decir con qué grado de importancia o protagonismo) en títulos como "Miami Vice", "Casino Royale" y la próxima "Black Panther". Además, como dato curioso, antes del presente film, ambos actuaron, no sé si juntos-juntos, en dos películas ("Les Keufs" y "L'Arbalète"), y después vuelven a "encontrarse" en "The Limits of Control", la de Jarmusch. Interesante, ¿no?
"S'en fout la mort" comienza con una cita de Chester Himes, estadounidense negro y escritor de novelas negras protagonizadas por afroamericanos que gozó de notable popularidad en Francia, país en donde se asentó definitivamente a mediados de los cincuenta. La cita indica, básicamente, que todos los seres humanos son capaces de todo o de cualquier cosa, sin importar su color de piel o su país o cualquier otro tipo de consideración. "S'en fout la mort" es cine negro, negrísimo, pero abordado desde la transparente (y por eso mismo, oscura) perspectiva de Claire Denis y ejecutado con esa suave crudeza que irá depurando con el tiempo. Hay que entender que la cita de Chester Himes no es para señalar que estaremos ante una historia ultraviolenta ni mucho menos de mafiosos, tiroteos y pasiones desatadas; al contrario, lo que Claire Denis hace es situarnos en una atmósfera transversalmente enrarecida, en un ambiente decadente en donde la ambigüedad moral no necesita de acciones que la definan o le den forma, pues esa moral no tiene definición ni forma. Quizás con ello también indica que los humanos no son más que sus necesidades y lo que éstas les urgen a hacer. El protagonista, el que nos narra los pormenores de la historia, quien parte su narración señalando que es negro al igual que su compañero (declaración de intenciones), es un hombre de negocios; su compañero es el experto en gallos; y un francés blanco, dueño de restaurantes y otros inmuebles, es quien arma todo el chanchullo. Todo, todos, por el billete fácil. "S'en fout la mort" es la crónica de estos dos hombres negros intentando sobrevivir, crónica en donde hay espacio para los arrebatos, las tensiones sexuales y raciales y criminales (claves de la narrativa noir), entre más cosas que le sirven a Claire Denis para diseccionar la condición humana y esa Francia subterránea (¿y subcutánea?) en donde persisten los ecos de la colonización, aunque la puesta en escena de Claire Denis tiene algo de no-lugar que refleja conflictos que podrían tomar lugar en casi cualquier parte industrializada y modernizada del mundo. En cualquier caso, excelente cine negro, por lo radical y marginal de la propuesta, y por, a pesar de ello (gracias a ello, mejor dicho), respetar las claves y el corazón del relato noir.
Tampoco vale mucho la pena explicar demasiado, quedó claro ya con la opera prima de Claire Denis que su cine es más bien sensitivo y perceptivo, esotérico, como de sexto sentido (uno debe sumergirse en las realidades que propone la directora y ver más allá de las cosas), ajeno a convencionalismos dramáticos y narrativos, impulsado por esa profunda y compleja, pero sobre todo inasible, poética de los claroscuros...
Por lo demás, no hay que ignorar el valor metafórico (o alegórico) de las peleas de gallos: misma especie peleando a muerte por capricho de entidades "superiores"; misma especie peleando en una pelea absurda y sinsentido; humanos, siempre peleando, absurdamente; humanos peleando contra el absurdo...
...es inevitable pelear...
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