Director: Dan Gilroy
Y sigo aprovechando el día de computador gratis y silenciosa soledad. Quería ver otra de ese sitio de películas de culto, pero las ganas de ver "Nightcrawler", opera prima de Dan Gilroy -hermano de Tony Gilroy, hombre fuerte de la saga de Bourne-, fueron más fuertes. Muy interesante película, claro que sí: es intensa, a ratos potente y aterradora... es de las buenas que se hizo el año pasado, y si no al menos de las que destacan, muy por sobre la media y por méritos propios -no por pérfida publicidad-, dentro del panorama cinematográfico estadounidense. ¿Qué digo? Que me gustó, que pasé un buen rato, que tengo buenas y elogiosas palabras hacia "Nightcrawler", pero que no es magnífica ni una obra maestra... además tengo un par de reproches que apuntar. Igual les recomiendo verla. ¿Por qué? En eso nos adentraremos, queridos amiguitos.
Lou Bloom -un nombre que se te queda grabado en la memoria de inmediato, muy estiloso además- es un sujeto que trata de ganarse la vida como puede. Al inicio de la cinta se encuentra robando materiales para luego venderlos a precios altos, pero cuando observa a un sujeto grabar material de accidentes o tiroteos, entre otras cosas, para las noticias, parece encontrar su verdadera vocación. Además la paga no es nada mala, ejem...
El asunto es que cuando Lou Bloom se compra una cámara y comienza a ir a los lugares de accidentes para grabar material noticioso e intentar venderlo a los noticieros, el hombre ve que tiene que destacar para que su material sea tomado en cuenta. ¿Y cómo se hace esto? Yendo más allá de los límites no escritos, que vendría siendo la moral humana y/o la ética profesional, grabando más sangre y más violencia, incluso si no se respeta a las víctimas: Business is business. En base a esta premisa, uno de los temas es lo que genera la degradación de la ética: el morbo. Entre tantos temas ya se dieron cuenta hacia dónde apunta Gilroy, que además oficia de guionista. En todo caso, al contrario de lo bastante que se ha dicho en numerosos lares de la web, no veo a "Nightcrawler" como una crítica hacia lo cruel e inhumano del negocio televisivo, al menos no en primer lugar: la opera prima de Gilroy es más que su discurso, es una construcción dramática que, entre otras cosas, contiene esa crítica sin hacer de ésta el motor narrativo exclusivo. Y es que eso no se puede hacer, no puedes hacer que una historia avance y se fracture para satisfacer tu discursito; es una traición, y cuando eso pasa los resultados son nefastos -(no) vean "Carla's song" para comprender lo que digo-. Volviendo a mi punto, "Nightcrawler" es sobre la degradación de una persona, es una trasnformación; Gilroy apunta al morbo y al sistema inhumano de los negocios, sí, pero utiliza esto para elaborar un relato en torno al personaje central, Lou Bloom, y la manera en que el negocio lo cambia y lo hunde en términos morales. Está claro que de paso se critican muchas otras cosas más, pero eso se entiende porque el personaje está bien dibujado e interpretado: las palabras expositivas no son necesarias, una imagen puede contener mucho más.
"Nightcrawler" es un buen ejemplo de que hay que saber diferenciar bien qué es lo que dice una película y cómo ésta se desarrolla, pues lo segundo hace y potencia lo primero; por lo tanto, "Nightcrawler" es un estudio de su personaje central cuyo drama desnuda los asuntos importantes y no al revés.
Con respecto a Lou Bloom, su transformación es sumamente interesante, a ratos fascinante: de un prácticamente inocente sujeto a un frío y calculador lunático: al inicio lo vemos como un tranquilo buscavidas que puede aceptar un "no" como respuesta para de a poco ir contemplando la manera en que va haciendo negocios, trabajando, mejorando su material: lo vemos cayendo progresivamente... en sentido figurado, claro está, porque lo inquietante es que el tipo va subiendo socialmente y mejorando su calidad de vida. El hombre hace lo que tiene que hacer con tal de sobrevivir, pues esa es la consigna, pero su nuevo trabajo, el negocio en que se inmiscuye, le da un nuevo y retorcido sentido a ello. Ahí está el foco de la película...
...Y en base a este foco, que nos muestra a un director que tiene buen ojo, Gilroy también demuestra que tiene buena mano y pulso a la hora de dirigir, labor que destaca por la perpetua atmósfera generada justamente en base a esa degradación moral. Eso sí, la atmósfera no es demasiado densa ni sórdida, pero a ratos sí que llega a ser asfixiante y aterradora, sobre todo cuando los límites están siendo ignorados de manera tan malvada: la creación del suspenso es realmente buena en dichas ocasiones. En pocas palabras, se saca provecho a lo que sucede en pantalla y lo que sucede de manera subyacente: el respeto perdido, la humanidad/moral subyugada al dinero/poder.
Está claro: "Nightcrawler" es una película bien hecha, escrita y dirigida, y sin duda bien actuada, con un Jake Gyllenhaal que sigue deleitándonos -aunque no hay que negar que pudo haber estado mejor dirigido: a veces se pasa-. Pero la película no puede ser mejor por algo bastante importante, un serio reproche que contraviene los principios que hasta entonces "Nightcrawler" defendía. Vamos a ello...
La culpa de que "Nightcrawler" no termine de dar el verdadero golpe final, aquel que nos revuelva las tripas y nos haga sentir mal de verdad, es el segmento que lo cierra todo, o mejor dicho la segunda parte: es casi una película en sí misma, condición que conlleva más desaciertos que aciertos.
Lo primero es meramente formal: no es un recurso inteligente introducir nuevos elementos a una cinta que realmente no los necesita: nuevos personajes, nuevos antagonistas y un nuevo conflicto con sus respectivos tres mini-arcos argumentales: una sub-trama casi independiente del resto. En cincuenta minutos no se pueden condensar elementos que usualmente se desarrollan en cien; la cosa queda demasiado fugaz, apresurada y poco pulcra, totalmente contrario a esa sutileza con que se nos introducía el terror y la incomodidad de ver cómo se traspasan los límites morales.
Lo segundo, lo que más me hace ruido, es que "Nightcrawler" se vuelve una "cinta de trama" cuyo único fin es atar cabos y llevar un guión matemático, lo cual no es malo en sí mismo sino que reprochable en este caso en particular porque hasta entonces la película era más una exploración de la degradación progresiva del protagonista, cada vez haciendo más atrocidades con tal de tener imágenes más impactantes, que una trama extremadamente cuidada y calculada. No considero acertado hacer del último escalón de Lou Bloom una "elaborada" intriga, más bien es incluir información irrelevante y, por lo mismo, minutos que restan potencia dramática. A propósito, esta subtrama bien podría ser dirigida por Fincher si es que alguien se anima a alargarla y aprovechar el potencial que en ella descansa.
Lo tercero tiene mucho que ver con lo segundo: el segmento final, más que explorar la caída moral de Lou Bloom, parece querer apuntar con dibujitos las consecuencias de sus acciones, en las cuales descansa lo que quiere decirnos Dan Gilroy. Y la verdad de las cosas es que desde que Bloom mira al inicio al sujeto que en cierta forma le inspira a ser "reportero", se puede notar esto de la amoralidad como fuente de trabajo, con estos sujetos que miran a las víctimas como trofeos y botines en vez de humanos en serias dificultades. Crear una nueva trama para que ésto nos quede más claro me parece forzado e inútil. Por contraparte, este segmento ya no tiene mucho que aportar a la oscura y fascinante personalidad de Bloom; aunque graves, sus acciones ya no son tan aterradoras ni elocuentes como antes.
En todo caso, al principio esta subtrama no es del todo mala -es más, contiene bastante de la sutileza inicial-, aunque por desgracia comienza a decaer cuando su resolución se acerca, explicitando la importancia que se le da al dato duro por sobre la exploración moral, siendo lo peor el que su resolución se confunda y casi sobreponga a la resolución general de la película -similares pero con claras diferencias de fondo-; y aunque estén presentes los mencionados problemas, al menos todo esto funciona como cierre o punto final algo coherente con el desarrollo general. No es un gran golpe que eleve la potencia previa, pero formalmente cumple lo suyo. Al menos no termina siendo un despropósito.
Pero a pesar de todo esto considero que "Nightcrawler" es una película equilibrada, a ratos potente y como conjunto interesante, entretenida y bien hecha. Con todo, no deja de ser una cinta convencional, eso sí, mucho mejor hecha que las demás. Sin duda que es una buena recomendación, eso está claro, y también un buen punto de partida para su debutante director, que de todas formas no es nuevo ni ajeno en esto de las grandes ligas del cine -lo que se nota en algunas maneras a la hora de dirigir, bastante prefijadas, como mostrar en un plano general el lugar en que transcurrirá la escena que viene... cosas "pequeñas" que dicen bastante del responsable de turno-. Al menos, dentro de todo, el hombre escribe y dirige con seguridad; tiene talento base y a futuro habrá que esperar que depure su manera de trabajar y encuentre un verdadero estilo personal. Esta película es un buen indicio, pero no mucho más.
Sí, relativizo la calidad de "Nightcrawler", pero no el hecho de que merece ser vista. Vayan por ella, no perderán su tiempo...
Lou Bloom -un nombre que se te queda grabado en la memoria de inmediato, muy estiloso además- es un sujeto que trata de ganarse la vida como puede. Al inicio de la cinta se encuentra robando materiales para luego venderlos a precios altos, pero cuando observa a un sujeto grabar material de accidentes o tiroteos, entre otras cosas, para las noticias, parece encontrar su verdadera vocación. Además la paga no es nada mala, ejem...
El asunto es que cuando Lou Bloom se compra una cámara y comienza a ir a los lugares de accidentes para grabar material noticioso e intentar venderlo a los noticieros, el hombre ve que tiene que destacar para que su material sea tomado en cuenta. ¿Y cómo se hace esto? Yendo más allá de los límites no escritos, que vendría siendo la moral humana y/o la ética profesional, grabando más sangre y más violencia, incluso si no se respeta a las víctimas: Business is business. En base a esta premisa, uno de los temas es lo que genera la degradación de la ética: el morbo. Entre tantos temas ya se dieron cuenta hacia dónde apunta Gilroy, que además oficia de guionista. En todo caso, al contrario de lo bastante que se ha dicho en numerosos lares de la web, no veo a "Nightcrawler" como una crítica hacia lo cruel e inhumano del negocio televisivo, al menos no en primer lugar: la opera prima de Gilroy es más que su discurso, es una construcción dramática que, entre otras cosas, contiene esa crítica sin hacer de ésta el motor narrativo exclusivo. Y es que eso no se puede hacer, no puedes hacer que una historia avance y se fracture para satisfacer tu discursito; es una traición, y cuando eso pasa los resultados son nefastos -(no) vean "Carla's song" para comprender lo que digo-. Volviendo a mi punto, "Nightcrawler" es sobre la degradación de una persona, es una trasnformación; Gilroy apunta al morbo y al sistema inhumano de los negocios, sí, pero utiliza esto para elaborar un relato en torno al personaje central, Lou Bloom, y la manera en que el negocio lo cambia y lo hunde en términos morales. Está claro que de paso se critican muchas otras cosas más, pero eso se entiende porque el personaje está bien dibujado e interpretado: las palabras expositivas no son necesarias, una imagen puede contener mucho más.
"Nightcrawler" es un buen ejemplo de que hay que saber diferenciar bien qué es lo que dice una película y cómo ésta se desarrolla, pues lo segundo hace y potencia lo primero; por lo tanto, "Nightcrawler" es un estudio de su personaje central cuyo drama desnuda los asuntos importantes y no al revés.
Con respecto a Lou Bloom, su transformación es sumamente interesante, a ratos fascinante: de un prácticamente inocente sujeto a un frío y calculador lunático: al inicio lo vemos como un tranquilo buscavidas que puede aceptar un "no" como respuesta para de a poco ir contemplando la manera en que va haciendo negocios, trabajando, mejorando su material: lo vemos cayendo progresivamente... en sentido figurado, claro está, porque lo inquietante es que el tipo va subiendo socialmente y mejorando su calidad de vida. El hombre hace lo que tiene que hacer con tal de sobrevivir, pues esa es la consigna, pero su nuevo trabajo, el negocio en que se inmiscuye, le da un nuevo y retorcido sentido a ello. Ahí está el foco de la película...
...Y en base a este foco, que nos muestra a un director que tiene buen ojo, Gilroy también demuestra que tiene buena mano y pulso a la hora de dirigir, labor que destaca por la perpetua atmósfera generada justamente en base a esa degradación moral. Eso sí, la atmósfera no es demasiado densa ni sórdida, pero a ratos sí que llega a ser asfixiante y aterradora, sobre todo cuando los límites están siendo ignorados de manera tan malvada: la creación del suspenso es realmente buena en dichas ocasiones. En pocas palabras, se saca provecho a lo que sucede en pantalla y lo que sucede de manera subyacente: el respeto perdido, la humanidad/moral subyugada al dinero/poder.
Está claro: "Nightcrawler" es una película bien hecha, escrita y dirigida, y sin duda bien actuada, con un Jake Gyllenhaal que sigue deleitándonos -aunque no hay que negar que pudo haber estado mejor dirigido: a veces se pasa-. Pero la película no puede ser mejor por algo bastante importante, un serio reproche que contraviene los principios que hasta entonces "Nightcrawler" defendía. Vamos a ello...
La culpa de que "Nightcrawler" no termine de dar el verdadero golpe final, aquel que nos revuelva las tripas y nos haga sentir mal de verdad, es el segmento que lo cierra todo, o mejor dicho la segunda parte: es casi una película en sí misma, condición que conlleva más desaciertos que aciertos.
Lo primero es meramente formal: no es un recurso inteligente introducir nuevos elementos a una cinta que realmente no los necesita: nuevos personajes, nuevos antagonistas y un nuevo conflicto con sus respectivos tres mini-arcos argumentales: una sub-trama casi independiente del resto. En cincuenta minutos no se pueden condensar elementos que usualmente se desarrollan en cien; la cosa queda demasiado fugaz, apresurada y poco pulcra, totalmente contrario a esa sutileza con que se nos introducía el terror y la incomodidad de ver cómo se traspasan los límites morales.
Lo segundo, lo que más me hace ruido, es que "Nightcrawler" se vuelve una "cinta de trama" cuyo único fin es atar cabos y llevar un guión matemático, lo cual no es malo en sí mismo sino que reprochable en este caso en particular porque hasta entonces la película era más una exploración de la degradación progresiva del protagonista, cada vez haciendo más atrocidades con tal de tener imágenes más impactantes, que una trama extremadamente cuidada y calculada. No considero acertado hacer del último escalón de Lou Bloom una "elaborada" intriga, más bien es incluir información irrelevante y, por lo mismo, minutos que restan potencia dramática. A propósito, esta subtrama bien podría ser dirigida por Fincher si es que alguien se anima a alargarla y aprovechar el potencial que en ella descansa.
Lo tercero tiene mucho que ver con lo segundo: el segmento final, más que explorar la caída moral de Lou Bloom, parece querer apuntar con dibujitos las consecuencias de sus acciones, en las cuales descansa lo que quiere decirnos Dan Gilroy. Y la verdad de las cosas es que desde que Bloom mira al inicio al sujeto que en cierta forma le inspira a ser "reportero", se puede notar esto de la amoralidad como fuente de trabajo, con estos sujetos que miran a las víctimas como trofeos y botines en vez de humanos en serias dificultades. Crear una nueva trama para que ésto nos quede más claro me parece forzado e inútil. Por contraparte, este segmento ya no tiene mucho que aportar a la oscura y fascinante personalidad de Bloom; aunque graves, sus acciones ya no son tan aterradoras ni elocuentes como antes.
En todo caso, al principio esta subtrama no es del todo mala -es más, contiene bastante de la sutileza inicial-, aunque por desgracia comienza a decaer cuando su resolución se acerca, explicitando la importancia que se le da al dato duro por sobre la exploración moral, siendo lo peor el que su resolución se confunda y casi sobreponga a la resolución general de la película -similares pero con claras diferencias de fondo-; y aunque estén presentes los mencionados problemas, al menos todo esto funciona como cierre o punto final algo coherente con el desarrollo general. No es un gran golpe que eleve la potencia previa, pero formalmente cumple lo suyo. Al menos no termina siendo un despropósito.
Pero a pesar de todo esto considero que "Nightcrawler" es una película equilibrada, a ratos potente y como conjunto interesante, entretenida y bien hecha. Con todo, no deja de ser una cinta convencional, eso sí, mucho mejor hecha que las demás. Sin duda que es una buena recomendación, eso está claro, y también un buen punto de partida para su debutante director, que de todas formas no es nuevo ni ajeno en esto de las grandes ligas del cine -lo que se nota en algunas maneras a la hora de dirigir, bastante prefijadas, como mostrar en un plano general el lugar en que transcurrirá la escena que viene... cosas "pequeñas" que dicen bastante del responsable de turno-. Al menos, dentro de todo, el hombre escribe y dirige con seguridad; tiene talento base y a futuro habrá que esperar que depure su manera de trabajar y encuentre un verdadero estilo personal. Esta película es un buen indicio, pero no mucho más.
Sí, relativizo la calidad de "Nightcrawler", pero no el hecho de que merece ser vista. Vayan por ella, no perderán su tiempo...
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