Director: Jim Jarmusch
No había visto "Dead Man" y resulta que el otro día la estaban dando por ahí, gratis para más remate. Fui a verla, claro. Me gustó. Me gustó a pesar de ciertas cosas. Me gustó el viaje, aunque, espero no contradecirme, el fuerte de esta película, decididamente surrealista y en cierta forma anárquica (es decir, que puede hacer lo que se le dé la gana, como por ejemplo olvidarse de ciertas tramas o personajes, o incluir otros distintos a gusto), no se encuentra en su segunda parte, de corte más bien esotérico o místico, sino en la primera parte, que en comparación podría hasta considerarse una película realista. El asunto comienza con Johnny Depp llegando a uno de esos pueblos de mierda que nacen en torno a la explosión de algún tipo de actividad, en este caso el carbón (si mal no recuerdo), sin otro motivo que trabajar como contable para Robert Mitchum (aunque en el tren, un antológico Crispin Glover se le mete bajo la piel, desnudando sus aparentes verdaderos motivos), pero por razones que no vienen al caso no obtiene el trabajo y, así las cosas, como todo hijo de vecino sin pan ni pedazo, se dedica a vagar, a beber y a fornicar. Desde luego, Jarmusch deconstruye las claves del western para construir un artefacto completamente único y extraño, fiel a su estilo, humano y absurdo a la vez, de autor y de género, potenciado con una atmósfera realmente fascinante (el pistolero enamorado de corazón roto que interpreta Gabriel Byrne me cautivó), de esta forma Depp se mete en un problema típico del viejo oeste, con cazadores de recompensas, indios, paisajes desolados y balas hiriendo cuanta cosa se cruce en su camino, etc., pero todo bajo la sugerente y oblicua óptica de Jarmusch (por cierto, cinematografía del gran Robby Müller), quien, para qué estamos con cosas, siempre ha sido un cineasta que, si bien posee una magnífica mirada para captar y retratar y expresar la cotidianidad o intimidad de las personas y lugares, también es un genio para adentrarse en las realidades que subyacen a la realidad común, para sumergirse en esos espacios en donde imperan otras leyes o sensaciones acaso más etéreas, ciertamente inefables e inasibles. En ese sentido, "Dead Man" debería ser la película más maldita y condenadamente coherente de la semana o del mes, y desde ese punto de vista se entiende a la perfección, pero en términos de relato, la segunda parte, cuyo límite me cuesta un poco discernir, me parece difusa o dispersa, olvidado ya el motivo inicial (lo que no me molesta realmente, de hecho no me molesta nada), lo cual hace, simplemente, que el visionado pierda potencia o interés, cierta unidad dramática, con episodios mejores logrados que otros, pero apenas sutilmente hilvanados y ya sin gran capacidad de sorpresa o impacto, pues el paseíto por los confines de la vida o la muerte había mostrado todas sus cartas varios turnos atrás.
Como sea, ya he dicho que la película me ha gustado y que la disfruté, de inicio a fin, es sólo que Jarmusch las tiene mejores, más redondas, y con ellas vive mi entusiasmo y cariño por su cine.
Qué película tan oportuna para regresar después de tan larga ausencia. ¡Creímos que habías muerto! Pero ya en serio, si algo lamento es no estar al día todavía con la filmografía (triple verso) de Jarmusch. Si no su más redonda, cuando menos sí resultará interesante 'Dead Man', ya veremos...
ResponderBorrarJa, ja, supongo que andaba, como se dice, de parranda, aunque vaya que es extraño el paso del tiempo en ocasiones...
BorrarA decir verdad la única que me falta de Jarmusch es la del asesino, no la del samurai sino la otra, y su nueva cinta de zombis recién dada en Cannes. Y bueno, sus documentales, claro, que acá somos rigurosos con las filmografías. El resto no está comentado nada más.
Nosotros seguiremos intentando estar vivos, je, je...
Para mí, aunque efectivamente las tiene mejores, una revelación. La música de Neil Young, magistral. Nunca se me olvidará cuando la vi en su estreno...
ResponderBorrarUn saludo.
Una grandiosa banda sonora, ciertamente, y yo olvidando mencionarla... Gran parte de su atmósfera inmersiva se debe a ella, como en el pueblo, o la bella escena con el ciervo.
BorrarAfortunadamente pude ver esta película en un cine, y la experiencia es ciertamente memorable. No se hacen muchas películas así, siempre es de agradecer tener propuestas arriesgadas así a mano, en una pantalla grande.
Saludos.
una de esas que no vi y siempre lo quiero hacer... mas viniendo de ese director, tan extraño como todo lo que contás de su film...
ResponderBorrarExtraño, pero extrañamente (ejem) familiar. Ojalá puedas verla, je, je, es una muy buena película, con sus pros y contras.
BorrarSaludos.