Mi teoría es que se vienen unos nuevos locos años veinte. Es cierto que los años veinte ya empezaron, que ya llevamos dos años (un año y medio para ser precisos), y es cierto que lo que va de década ha sido muy pero que recontra loco, pero supongo que saben a lo que me refiero: los nuevos locos años veinte (como los locos años veinte del siglo pasado, que comenzaron luego de una pandemia... y una terrible guerra ¿mundial?), que empezarán a brillar y resplandecer una vez termine esta pandemia, con repuntes económicos y democracias cada vez menos fascistoides; al menos ese es el sueño, la esperanza; y las similitudes saltan a la vista. Quizás ya mencioné mi teoría, quizás ya la hayan dicho antes por ahí, qué importa. El caso es que se vienen tiempos de excesos, de felicidad, de euforia, en donde se gastará dinero a lo loco, a lo bestia, y a lo mejor uno puede estirar la mano y agarrar un poco del pastel. Saborear el pedazo de pastel que te toque, de ser posible.
¿Qué piensan al respecto? Hay quienes piensan que todo esto se parece más a la época de finales de los cincuenta, al menos en lo que respecta a la realidad chilensis. Puede que también se pregunten (muy probablemente no) por qué dejé de subir entradas o por qué vuelvo ahora. Supongo que por desidia, no tenía mucho que aportar a decir verdad. Por falta de costumbre, además. Ahora mismo no tengo mucho que hacer, y las ganas de escribir en mi blog otra vez las tengo desde hace semanas, semanas sin que me decidiera a escribir algo. Tampoco ha pasado mucho desde la última entrada. Fue mi cumpleaños, para el que no escribí nada (aunque quería), mis hábitos se han mantenido igual, acaso cambia el contenido. La fiebre de Among Us, como era de esperar, amainó. Yo seguí viendo streamers y todo eso. Aún disfruto viendo a Valkyrae y TinaKitten. Ante la falta de Among Us la gente de OTV creó un servidor privado de Rust, un videojuego de supervivencia (y un toque de construcción a lo Minecraft, pero con gráficos realistas), y durante un mes hubo una fiebre de Rust y sucedieron muchas cosas. Se descubren nuevas personas interesantes, como un grupo de gente que hacía de cat people, diciendo miau al final de cada oración, gente muy divertida. Y más personas, ja, ja, la flojera me sigue ganando al momento de hablar. Pasó la fiebre de Rust, volvió un poco Among Us, entre medio juegos con la misma fórmula de Among Us fueron probados y testeados por estos streamers, mucho Valorant, un juego aburrido y repetitivo a cagar. Mi horario de sueño se estabilizó dado que no había nada que ver, pero volvió a desordenarse una vez comenzó la fiebre de GTA, en el servidor privado de NoPixel, versión 3.0. Como 500 personas jugando al mismo tiempo, haciendo toda clase de locuras. No sólo uno disfruta grandes momentos, la verdad es que también se aprende harto, yo al menos. Han surgido interesantes historias, lugares, personajes, no lo sé, me resulta inspirador (en el sentido creativo del término, supongo). Curiosamente, a pesar de la gran cantidad de personajes y streamers interesantes a seguir, durante el último par de meses (o tres meses) he visto principalmente a Sykkuno, un tipo al que pensaba que nunca iba a seguir, pero que juega GTA de manera muy divertida, por lo que se hace inevitable verlo a él. Ahora, sin embargo, OTV lanzó su servidor privado de Minecraft y Sykkuno volverá a su burbuja de amigos, es decir jugará en GTA NoPixel uno o dos días a la semana con suerte, lo que a la larga me servirá porque así puedo recuperar mis horas de sueño, porque Minecraft me parece un juego muy aburrido a decir verdad. Como ven, nada muy interesante he hecho.
He seguido haciendo ejercicio, no he nadado nada porque obviamente la piscina está cerrada y aunque estuviera abierta no iría a nadar todavía, y de trabajo, trabajar tampoco puedo todavía. He decidido lanzarme a una nueva etapa de vida, dejar de intentar el otro sueño que tenía (esa locura de hacer películas, de hacer cine), y trabajar para sobrevivir de la manera más decente posible, como todo el mundo. Mi plan es el siguiente: ser bartender. Para eso tengo que estudiar en una academia de bar, la única que hay en Chile (puede que haya más, pero ninguna muy creíble que digamos), y luego encontrar trabajo. Mi idea es encontrar un puesto de bartender en un hotel, horario nocturno. No sé nada pero algo me dice que en horario nocturno a lo mejor el hotel me pasa una habitación de empleado, así, en vez de tener que volver a mi casa de madrugada, terminada mi jornada me duermo en esa habitación y luego al otro día en la mañana me voy a hacer mis cosas. Además no creo que pueda trabajar de madrugada, dado que mi madre debe despertarse temprano y nuestro perro Renato, el que vive adentro, hace un gran escándalo cuando oye gente llegando y entrando a la casa. Pero ese sería mi horario ideal: durante el día voy a nadar, hago ejercicio, leo alguna cosa, hago cositas placenteras; durante la noche, el trabajo, que espero que pague bien y que sea aún mejor con suculentas propinas, porque si encuentro trabajo en un hotel obviamente sería un hotel para ricachones. Ese es el sueño. Espero que, como todos mis otros sueños, no se vaya a la mierda y pueda llevarlo a cabo.
No he leído libros ni cómics, no me he sentido con energía para ello. Espero recuperar esa energía una vez vuelva cierta normalidad, la energía de la rutina, de la natación, del ir y venir de aquí para allá. Siempre me han dicho que soy antisocial y todo eso, pero la verdad es que lo paso hasta bien cuando tengo cosas que hacer fuera de casa. Lo pasé sumamente bien el tiempo que estuve en mi segunda oportunidad para mi sueño perdido, en la escuela de cin... uh... nada, nada. Seguramente lo pasaré bien con trabajo y colegas y todo eso. Películas dudo que pueda ver, como siempre digo, ya no quiero hacer las cosas a medias, y no quiero ver películas en malas condiciones ambientales, mucho ruido, música al lado, etc. Pero debo confesar algo: Sí he visto películas unas tres o cinco veces, siempre en la tele de mis padres, cuando he estado solo, no en condiciones ideales pero no importaba, porque si veo películas en la tele veo películas que ya vi, así no arruino la experiencia de la primera vez ante una película, que siempre es una experiencia inigualable e imborrable, si es que la película es buena y te llega y nada te lo arruina (como me ha pasado a veces). Quizás hable en otra ocasión de esas películas que vi. También he estado comprando muchos libros que leeré cuando me siento bien para leer. He estado haciendo triquiñuelas, malabares y todo, me he pegado disgustos, sobre todo cuando llego tarde y alguien me ganó un libro, pero qué hacer, así es la vida.
Intentaré escribir más entradas, aunque no hable de mucho. Intentaré comentar en otros blogs, también perdí esa costumbre. Al menos he vuelto a escribir aquí y ahora. No tengo mucha energía para revisar y corregir, así que paciencia. Y sí me he puesto a leer cómics estos últimos días, hablaremos de ellos por supuesto. Sea lo que sea, siempre es y será un gusto.
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