Director: Jeff Nichols
Luego de la bella y sencilla "Shotgun Stories" y de la maravillosa y estremecedora "Take Shelter", he llegado a la última película que ha estrenado Jeff Nichols, un director de esos cuya aparición en el paronama cinematográfico es un verdadero soplo de aire fresco. Y no es para menos con Nichols, que ya ha demostrado tener un talento arrollador que no se pierde ni un poquito con su tercer largometraje, otra película sencilla como su opera prima pero con una depuración formal que deja de manifiesto que Nichols es plenamente consciente de qué es lo que hace y cómo lo hace: un autor alejado del conformismo y autocomplacencia, siempre buscando algo más o menos nuevo a lo que aferrarse para construir grandes historias.
Dos chicos, uno que vive con su tío y otro -el protagonista- cuyos padres son a lo menos distantes, en uno de sus paseos por los ríos y bosques que rodean sus hogares, conocen a un sujeto llamado Mud, quien vive solo en una isla, cual ermitaño, con señales que parecen indicar que tiene ciertos problemillas con la ley. No obstante, no deja de parecer un tipo genial y admirable. Una improbable relación de amistad comienza a surgir, relación que tendrá que enfrentar los embates de la vida y el pasado.
Procuraré ser más o menos breve en esta entrada, pues tratándose de un autor es probable que ciertos elementos se "repitan", y pongo dicha palabra en comillas pues cuando hablamos de un sujeto con una visión propia como es el caso de Nichols, lo más probable es que trate preocupaciones e inquietudes similares a lo largo de sus películas; lo interesante de esto es que, cuando las filmografías son un poco más extensas, se pueden notar los cambios, o mejor dicho, las pequeñas mutaciones que van conformando, en cierta forma, un crecimiento personal o una maduración y reflexión propia de quienes cada vez acumulan más años en la espalda. No es que esté ensalzando a Jeff Nichols a los olimpos del cine, nada de eso; sólo digo que tiene una manera de hacer películas bastante particular y, por lo demás, muy acertada y sólida y segura.
En cuanto a su visión de mundo, de inmediato uno puede vislumbrar el origen de los mismos: la familia, o la crianza, o quizás el estilo de vida propio del sur y medio-este estadounidense; o, seguramente, todo lo anterior junto pero no revuelto. Y así es en el caso de "Shotgun Stories", en el que el conflicto principal tenía que ver con el honor familiar; o en el de "Take Shelter", en el que el conflicto etéreo-mental del protagonista amenazaba la constitución de su familia y la querida cotidianidad. En ambos casos dichos conflictos estaban sustentandos en el miedo a la destrucción de dichas familias, miedo que funcionaba a modo de enfrentamiento y choque frontal perpetuo contra la ansiada seguridad. La palabra "perpetuo" también nos da pistas del estilo narrativo de Nichols a la hora de articular sus relatos, pero me referiré a ello dentro de poco. Volviendo al tema de fondo, "Mud" no se sustenta en el miedo, no realmente -aunque ayude bastante a crear la tensión necesaria en el tramo final, cuando las cosas están llegando a su resolución-; más bien lo hace en la aventura y el descubrimiento propio de la "inocencia", o mejor dicho ingenuidad, de estos dos chicos, quienes no son ningunos tontos pero se permiten tener ideales románticos y platónicos. "Mud" ha sido tildada de un coming of age, término que no me agrada especialmente pues suelo asociarlo a una moralina facilona y barata destinada únicamente a adolescentes con tal exceso de hormonas que se les nubla un poco el buen juicio -no negaré que hay buenas excepciones, y muchas, dentro del "género"; tampoco me tomen por extremista-, pero que en este caso le sienta perfectamente pues no lo veo como un relato de "pasar de ser niño a adulto", sino de la aceptación de la vida tal cual es, con sus victorias y sus derrotas. Visto de esta manera, "Mud" es un coming of age destinado no sólo a adolescentes sino también a adultos e incluso viejos, pues, y aunque suene cursi y meloso y dulcecito -probablemente sacado de una de esas cintas de adolescentes convirtiéndose en adultos-, siempre se puede aprender, superar y aceptar algo en cualquier instante de la vida.
Yo diría que la vida es fría e indiferente -lo que no significa, no obstante, que no se pueda disfrutar plenamente de ella, no a pesar sino gracias a lo mismo-, pero Nichols tiene una visión un poco más luminosa y optimista: la vida es un camino lleno de oportunidades. No mi tipo de reflexión pero no por ella menos contundente, honesta ni, en ciertos momentos, conmovedora.
En cuanto a lo narrativo, Nichols sigue con esa capacidad suya de sorprender, en este caso de manera menos impredecible que en "Take Shelter", pero de todas formas bien pensada y bien construida en sus hechos, revelaciones y resoluciones. Ah, y tampoco olvidar esa ambigüedad que inunda a Mud, en este caso la piedra angular del relato que a veces se permite inspirar magia. En cuanto a lo de sorprender, me parece acertado el mecanismo utilizado por el autor, quien juega con la seguridad y certeza de los hechos, elaborando cierta normalidad y costumbre para posteriormente romper con ello y tomar rumbos, aunque no radicalmente diferentes ni opuestos, sí lo suficientemente distintos para mantener al relato vivo y fresco, palpitando curiosidad y deseos de seguir descubriendo. En cuanto a los elementos que el autor aúna en una sola entidad, podremos seguir notando que el flujo de los hechos es guiado por el estado emocional de los personajes, dejando que éstos "se manden solos" y generen situaciones y no al revés; de todas formas, en "Mud" sí hay de lo segundo, empleado con fines más resolutivos que realmente sustanciales, lo cual no es para nada malo; al contrario, totalmente respetable, especialmente porque no se antepone a lo central del guión de Nichols: la aventura. ¿Conclusión al respecto? El joven director sigue siendo fiel a lo que quiere contar: películas honestas que traten sobre la vida misma afectada por quién sabe qué cosa -como la vida misma, podría ser cualquier elemento de la naturaleza-.
Con respecto al Nichols director: geniales imágenes, genial pulso narrativo, genial generación de tensión y sosiego y desolación, etc. No me hizo sufrir al nivel de "Take Shelter", que es para quedarse petrificado o mearse en los pantalones, pero sí logró conectar, lo que demuestra la efectividad y talento de este autor. Asocio "Mud" más con "Shotgun Stories" por el carácter terrenal de su trama -no lo mismo que superficial, ojo-; y si dentro de esta asociación comenzamos a comparar, sin menoscabar en ningún momento el buen hacer desplegado en la opera prima de Nichols, se nota de inmediato lo depurado del lenguaje del director; lo primero que se me viene a la mente que demuestre eso es que "Mud" parece no detenerse en ningún momento, ni en los instantes de quietud e introspección ni mucho menos en los de más acción y movimiento. Con esto no digo que en "Shotgun Stories" hayan habido problemas con el tempo -detesto la palabra ritmo- como con los hechos ocurridos, que tampoco me quejo de la calidad y/o cantidad de los mismos, sino de la transición del uno al otro. Como digo, nada reprochable ni irritante; mi punto es que si comparamos ambas cintas podremos notar la depuración formal que demuestra que, tal como sus personajes -oh, ahora sí que me puse cursi-, Nichols sigue aprendiendo y queriendo mejorar cada aspecto de sus películas. En cualquier caso, no se le puede reprochar nada al Nichols guionista y director, aunque sí se puede, y esto es totalmente sano, discutir en términos de cosmovisión. Un tipo a respetar.
Me da un poco de pereza hablar del reparto, ante lo cual señalaré escuetamente que todos están muy bien en sus labores, especialmente Matthew McConaughey como Mud y Tye Sheridan como el niño protagonista, el que más conecta con el bien parecido ermitaño. En cuanto al amigo de Sheridan, sabía que lo había visto en otro lado, pero no recordaba dónde; por suerte, internet me dio la respuesta: fue el pequeño Kendall en la quinta temporada de "Justified"... en la serie tenía el pelo largo y por eso no lo reconocí ahora, casi pelado. Michael Shannon aparece poco y no muy exigido, pero siempre es un gusto verlo; al igual que a Reese Whiterspoon, que nunca ha dejado de demostrar que es buena actriz. Y mis respetos a Sam Shepard.
En definitiva, de las hasta el momento tres películas que ha hecho Jeff Nichols, me quedo, en primer lugar, con "Take Shelter"; en segundo lugar "Mud" y en tercer lugar "Shotgun Stories"; aunque tanto segundo como tercer lugar están separados por un pequeño margen. En cualquier caso, tres excelentes películas con las cuales disfrutar. Ahora tendremos que esperar por la cuarta, que se titulará "Midnight Special" y que parece será de ciencia ficción al estilo persecución, o algo así ha dicho Nichols en entrevistas -y vuelve a poner al genial Michael Shannon de protagonista-. Ya saben, a ponerse al día con la filmografía de este joven director, que todavía sigue siendo corta. Vamos, vamos.
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