Director: Phil Karlson
A veces uno se malacostumbra a películas hechas con llana efectividad y corrección y tiende a olvidar lo que es la mano de un director con personalidad, visión e intenciones, por lo que después de un rato uno olvida qué tanto puede aportar un director al resultado final. También es cierto que uno se acostumbra a películas hechas con personalidad, visión e intenciones cinematográficas, y después de un rato a uno se le hace más o menos difícil apreciar las señas de un autor (o algún adjetivo que se le acerque) que diferencien una obra de otra. Luego de haber visto "Chicago Confidential" y "Hong Kong Confidential", películas resueltas medianamente bien pero carentes de toda personalidad, uno nota de inmediato la valía de cintas como "Scandal Sheet", lo cual se agradece un montón. No es de extrañar viniendo del director de "Kansas City Confidential".
Steve McCleary es el reportero estrella de un periódico basado en los antiprincipios del buen periodismo y que lucra con el morbo mientras se refriega la ética por el culo. Sin embargo, este periódico será el centro de un escándalo de grandes y graves proporciones que nos harán pensar en las ironías de la vida.
Ya la primera escena es toda una declaración de intenciones que nos muestra que "Scandal Sheet" no será cualquier cosa inocua. La escena parte con policías llegando a la escena de un crimen cualquiera, con la cámara moviéndose ágilmente hacia un hombre que le hace preguntas a una afectada testigo que responde con multitud de detalles sabrosos, sólo que al rato nos damos cuenta que el hombre que hace preguntas no es un policía como cabría suponer, sino que un periodista que, naturalmente, escupirá todos los datos en su periódico: todo por el negocio. Demás está decir que tanto el periodista como su camarógrafo no tienen la menor vergüenza y que se van riendo del lugar mientras la pobre dama llora de furia y tristeza por lo ocurrido. Esta escena declara un par de cosas importantes: primero, que hay atrevimiento, o al menos incorrección política (o en su defecto que no hay restricción), a la hora de retratar toda clase de bajezas humanas con humor y desenfado; lo que yo llamo comedia negra inteligente, no basura escatológica facilona para adolescentes. Segundo, nos indica de inmediato por dónde irán los tiros tanto a nivel argumental como sustancial: todo conflicto parte debido a las actividades indecentes de este periódico, todo conflicto se ve imbuido de ese espeso aire de amoralidad: no nos quedaremos indiferentes, mucho menos por el notable despliegue visual de Phil Karlson. Lo interesante es el enfoque del conflicto, que parte de un escándalo que no es cualquier escándalo sino que uno que somete a los involucrados a un cara a cara con un espejo brutalmente honesto y diáfano en la imagen que devuelve, casi como una guerra con la propia identidad, el propio ser: ¿no hay peor ciego que el que no quiere ver? Está claro que dentro de todo se cuela una lección moral tendiente hacia la rectitud por sobre todas las cosas, pero incluso tomando eso en cuenta no se le puede reprochar a "Scandal Sheet" que sea melosa y de discurso fácil y esquemático, pues acá lo que mueve los hilos del relato no es la lección moral (amén por eso) sino la cruel ironía a la que nos somete la vida a veces: estamos locos por el éxito, ¿cuál es el máximo precio que estamos dispuestos a pagar por ello? Y, fiel a esa ironía, no estaremos ante una trama previsible y esquemática: digo, ¡recuerden la manera en que se nos presenta al periodista!: subvirtiendo la típica escena del policía, haciendo parecer una cosa como otra, lo que también se aplica a un par de escenas incisivamente alteradas de su procedencia de manual. Si no es tan innovador no importa: se nota la intención y la actitud, y se aprecia y se disfruta, claro.
Dejando de lado el fondo que tan bien se aplica a la trama misma, es menester elogiar el discurrir argumental, bien planteado, desarrollado y resuelto, con escenas bien engarzadas las unas con las otras y a grandes rasgos estableciendo un conjunto fluido y de lo más atractivo. Si no se emocionan por una cruda y aguda crítica a los medios y la avaricia, al menos se verán interesados por esta trama de secretos y mal karma narrada con ritmo y fuerza. Por lo demás, estos personajes bien definidos e interpretados se ven envueltos en situaciones que realmente suben la tensión a cotas casi insoportables. En fin, una película muy bien hecha, y que además tiene personalidad tras y delante las cámaras. "Scandal Sheet" tiene mucho que ofrecer: humor negro, un pseudo misterio que resolver, un juego del gato y el ratón, drama y tristeza, y la bien expuesta balanza entre lo correcto y lo incorrecto. Ésta sí que la recomiendo.
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