Director: Jim Jarmusch
"Coffee and Cigarettes" es una colección de breves viñetas cuyo eje central está compuesto por conversaciones en donde no pueden faltar los cigarros y las tazas de café, impenitentes e inveterados personajes que se niegan a desaparecer, no importa las modas y las restricciones, de una forma de ver y vivir la vida y las historias. Incluso yo, que no fumo ni bebo café, no me puedo negar al placer de ver personajes fumando, encarnando un cierto estilo aun sustentado de cierta filosofía ética y estética. El caso es que, aunque "Coffee..." sea una película con onda, exquisita y deliciosa en su construcción ambiental, no es menos cierto que, a la larga, y a diferencia de, por ejemplo, "Night on Earth", resulta algo anecdótica y liviana (y pongo "algo" para no sonar tan categórico y tajante), como un conjunto de cortos algunos más imaginativos, divertidos e ingeniosos que otros, que, más allá de lo interesante y atractivo de la presencia de los cigarros y las tazas de café (y el blanco y negro, la música de fondo, los escenarios en que transcurren las conversaciones -y yo me decanto por los tugurios, los cuchitriles-), no están enlazados por algo realmente concreto (alguna emoción, una honradez y hondura humana, etc.), lo cual supongo que no es realmente un problema, aunque para mí el visionado resulta, ciertamente, disgregado. Podría poner pausa después de una determinada historia y comenzar, horas después, por la que le sigue, sin que haya mayor complicación por mi parte (y vaya que soy complicado para ver películas, o quizás no tanto, después de todo, ver una película de un tirón, de inicio a fin, es algo básico, fundamental... aunque hoy en día parezca una rareza, una extravagancia de antisociales); lo cual no habría pasado con el film de los taxistas, porque hay una candorosa melancolía que une, que hermana esos cinco relatos tan apartados geográficamente, pero cercanos en términos humanos, emocionales.
En todo caso sigue siendo una buena película de Jarmusch, hecha con su habitual sensibilidad, entre sucia y sublime, parsimoniosa y descomedida, hermética y sentimental, y hay viñetas notables, como la que comparten Alex Descas e Isaach De Bankolé (aún me sigue causando gracia), la de Iggy Pop y Tom Waits, la de los señores italianos (que aparecen en "Ghost Dog") discutiendo muy italoamericanamente. Y en general la vara está alta, para qué mentir, ahí también tienen la de Alfred Molina y Steve Coogan, o la de la tal Renée. Cate Blanchett asume airosamente un reto muy interesante, y hasta hay una suerte de coqueteo con la ciencia ficción bastante alucinante. Todo cruzado por un sentido del humor bastante surreal, un desparpajo y una ironía casi insolentes, y un saludable y refrescante aire festivo que nos viene a demostrar que sí, que el cine es muy buena compañía, aunque sea pasajera a veces.
En todo caso sigue siendo una buena película de Jarmusch, hecha con su habitual sensibilidad, entre sucia y sublime, parsimoniosa y descomedida, hermética y sentimental, y hay viñetas notables, como la que comparten Alex Descas e Isaach De Bankolé (aún me sigue causando gracia), la de Iggy Pop y Tom Waits, la de los señores italianos (que aparecen en "Ghost Dog") discutiendo muy italoamericanamente. Y en general la vara está alta, para qué mentir, ahí también tienen la de Alfred Molina y Steve Coogan, o la de la tal Renée. Cate Blanchett asume airosamente un reto muy interesante, y hasta hay una suerte de coqueteo con la ciencia ficción bastante alucinante. Todo cruzado por un sentido del humor bastante surreal, un desparpajo y una ironía casi insolentes, y un saludable y refrescante aire festivo que nos viene a demostrar que sí, que el cine es muy buena compañía, aunque sea pasajera a veces.
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