Pan Prokouk

Director: Karel Zeman

Karel Zeman hizo más cortometrajes que los tres que ya comentamos, y de esos vamos a hablar. No de todos, porque algunos no los pude encontrar, pero sí de la mayoría, protagonizados siempre por el señor Prokouk, el bonachón y torpe hombre hecho de madera que tiene toda clase de aventuras, amén de sus buenas intenciones, que con el tiempo se convirtió en toda una celebridad en su país, particularmente entre los niños.

"Podkova pro stestí", de 1946, es el primer corto de la vida de este simpático señor, en el cual lo vemos paseando, disfrutando de la vida, hasta que encuentra una herradura de caballo botada en la calle, y, pensando que le traerá buena suerte, decide recogerla, aunque puede que su torpeza pese más que cualquier superstición...

En "Pan Prolouk v pokuseni", de 1947, el segundo corto, nuestro amigo se encuentra construyendo una casa, ladrillo por ladrillo, hasta que lo visita un hombre-barril que le ofrece licor, cuya ingesta no se aviene muy bien con el trabajo eficiente, al contrario, el señor Prokouk tendrá toda clase de alocadas alucinaciones y, en fin, tampoco les puedo contar todo, ¿eh? Acá las cosas se ponen definitivamente surrealistas y oníricas, y la animación ya puede apreciarse más pulida y depurada. Y claro, nos enseña que mucho alcohol es malo para los hombres.

"Pan Prokouk ouraduje", también de 1947, tiene al señor Prokouk de disconforme zapatero que, harto de su trabajo, decide hacerse burócrata, estudiando un grueso y gordo libro de burocracia, tras lo cual encamínase a la notaría local para encontrar trabajo, aunque estar enterrado en papeles y formas e informes tampoco es muy placentero, a fin de cuentas cada hombre tiene un trabajo que lo hace feliz y no es sabio desviarse de la propia vocación, sea cual sea el fin vanamente perseguido. Elogio de los artesanos.

"Pan Prokouk na brigade", también de 1947, no lo hemos encontrado, pero imagino que nuestro amigo, motivado por alguna injusticia del azar, se une voluntariamente a los bomberos o algo así para ayudar a los desafortunados y a los accidentados, siendo el gran obstáculo su propia torpeza para estar a la altura de su noble labor. O tal vez sea algo diferente, quizás algún día lo sepamos.

De 1948 es "Pan Prokouk filmuje", un maravilloso y magnífico homenaje a Dziga Vertov y su "Hombre con una cámara". En este corto el señor Prokouk intenta venderle un guión a un arrogante productor que de un patadón en el trasero lo expulsa de su pulcra oficina. Como el hombre no está dispuesto a abandonar sus sueños, se inventa su propia cámara y se pone a grabar gente, trabajadores, etc. Véanlo, es una delicia. Ni les diré la sorpresa del tramo final...

"Pan Prokouk vynalezcem" es del año 1949 y ahora Prokouk es un obrero en una de esas fábricas que fabrican objetos en cadena, y lo pasa mal porque debe cumplir su trabajo encorvado, lo cual no es saludable para la espalda. Ante ello, se pone a inventar cosas que aligeren el peso del trabajo, toda clase de estrambóticas invenciones, si bien puede que la solución a sus problemas sea más simple, y también irónica (bastante irónica), de lo inicialmente presupuestado. Nuevamente Zeman parece burlarse de la importancia de ciertas instituciones, celebrando el ingenio y la simplicidad del individuo para solucionar los problemas cotidianos. Para qué leer tremendos libros sobre Patentes cuando puedes... oh bueno, ya lo verán.

Los tres últimos cortos de Pan Prokouk se hicieron bastante tiempo después, los años 1955, 1957 y 1959 (para cuando ya estaba estrenando celebrados e innovadores largometrajes), siendo los títulos, respectivamente, "Pan Prokouk, pritel zviratek", "Pan Prokouk detektivem" y "Pan Prokouk akrobatem". Ni el primero de estos ni el tercero los he encontrado, así que hablemos de sus andanzas como detective, ahora en color (aunque por ahí también hay una versión en blanco y negro. Ignoro cuál es la oficial, y por tanto ignoro si los dos cortos no vistos de esta etapa también son a color o no). La cosa es bastante simple: al señor Prokouk le gusta leer historias sobre asesinos, ladrones y carniceros, muy bien retratados y hasta ofreciéndose recompensa por ellos. Nuestro buen amigo cree avistarlos en la ciudad, así que los sigue, pensando en que hará un buen servicio a la comunidad, sólo que sus empeños sólo le producirán desgracias e infortunios. El final eso sí no lo he entendido, será porque no conozco el idioma (se leen muchos periódicos, cuna de las respuestas).

Ahora (durante la semana, los días que se pueda, claro), por supuesto, corresponde comenzar con sus largometrajes. ¿Qué clase de aventuras nos deparará el imaginario mundo del señor Zeman? A descubrirlo, amigas y amigos, a descubrirlo...