Directora: Agnès Varda
En palabras simples, vamos a hablar, de forma breve y concisa, de tres cortos, dos documentales y uno de ficción (con bastante de documental a decir verdad, y uno de los documentales también propone ciertos códigos o elementos ficticios), porque son de Agnès Varda y porque son del año 1958, así que flor. Let's go.
L'opéra-mouffe
Este corto, de montaje más bien experimental, de acuerdo a lo que se indica en los créditos iniciales, es el diario de una mujer embarazada y su visión o relación con el barrio en el que vive, Mouffe. Estamos ante una combinación de registros documentales (los puestos callejeros de comida, las tiendas establecidas, la gente caminando, los bares, los viejos, los vagabundos... la vida del barrio, a fin de cuentas) con escenas, digamos, ficticias, y otras directamente surrealistas, que en suma, a simple vista, conforma una suerte de carta de amor al barrio, con sus altos y bajos, con lo bello y lo no tan bello, una carta de amor nacida desde la visión de una mujer embarazada.
Du côté de la côte
Este es una especie de conjunto de viñetas que, en clave humorística, revisa o repasa las características sociales de las ciudades o pueblos de la costa azul francesa, y, por supuesto, su historia: los inicios, visitas ilustres, etc. Es un paseo por la playa, por los colores de moda, también un estudio a ciertas constantes como que varios tipos de establecimientos lleven la palabra "paraíso" o "edén" en sus respectivos nombres. Al final, y he acá el componente "ficticio", este documental parece convertirse en un ensayo fílmico sobre el paraíso, dónde encontrarlo o algo así. En cualquier caso, muy entretenido, refrescante y con una Agnès Varda que debió divertirse de lo lindo capturando ciertas imágenes (como esa captura en donde una señora parece tener cabeza de bebé).
Ô saisons, ô châteaux
Este documental es más simple, es como un catálogo de castillos de alguna zona francesa, que analiza el estilo arquitectónico de los castillos y la forma en que se combinan el arte con lo histórico o lo militar (por ejemplo, con la llegada de los cañones, ciertas murallas o fortalezas no eran efectivas y debían cambiar su diseño, y, cumplido el componente estratégico, supongo que el castillo también podía lucirse un poco ¿no?), aunque poco a poco, con el correr de los siglos, los castillos varían, los motivos de sus levantamientos también, se habla de los matrimonios aristocráticos y cosas así, de vez en cuando se recitan poemas que los moradores o dueños escribieron a los castillos o alrededores, se nombran curiosos casos de castillos apenas habitados por sus dueños, es decir, castillos habitados por la servidumbre, que mientras no estaban los patrones seguro se daban la gran vida...
En suma, no diría que estemos ante obras esenciales dentro de la filmografía de su directora, si bien todos, en mayor o menor medida, presentan rasgos distintivos de la autora, como el interés por lo social, la vida que esconden los lugares y los tiempos, vida construida a través de personas anónimas (o ni tanto), y, por supuesto, hacer de la subjetividad femenina un elemento protagónico y primordial. Además de demostrar el exquisito buen gusto y la desenfadada genialidad (o genial desenfado), en definitiva admirable libertad y seguridad, con que Varda escribe y dirige, narra y crea imágenes, etc.
Si tienen curiosidad, estos cortos no tienen desperdicio alguno.
Si tienen curiosidad, estos cortos no tienen desperdicio alguno.
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