Mr. Arkadin - 1955

Director: Orson Welles

Una de las noticias más importantes o significativas de la última semana es el triunfo de "Joker" en Venecia. No he visto la película así que asumir cosas de antemano no es muy prudente, pero esto no debería ser sorpresa: que de los cómics de superhéroes puedan salir buenas historias y, más aún, que puedan ser cinematográficamente tomadas en serio: como género, como narración, y no como una producción en cadena. Ciertamente su triunfo no hace que las otras películas de superhéroes, esas que se hacen como churros, sean buenas. La otra noticia interesante es que, al parecer, nuestra querida Margot Robbie, una de las mejores actrices y de las actrices más punk de la actualidad, está planeando adaptar nuevamente "Tank Girl", aquel inefable cómic malogrado en aquella versión de una entusiasta Rachel Talalay, que captó el espíritu festivo del material original pero sin la personalidad transgresora y procaz. Esperemos que la supuesta nueva adaptación de Robbie sea más acertada y afortunada...

"Mr. Arkadin", de múltiple nacionalidad (¿con cuál la dejo?), es otra de esas películas de Orson Welles que tuvo muchas versiones y una post-producción y distribución complicadas. Yo vi la versión amparada por Criterion Collection, así que debo andar cerca de la visión de Welles. Como sea, en "Mr. Arkadin" se conjugan varios mecanismos, trucos e intereses que Welles desarrollara en filmes previos y posteriores. Hay de "The Stranger" y de "Ciudadano Kane", en tanto son importantes para la trama la reconstrucción de una enigmática y poderosa figura, en este caso el Mr. Arkadin, un multimillonario que contrata a un pobre diablo gringo para que investigue su pasado (el cual no recuerda), y la supuesta oscuridad que acecha y persigue a un personaje que no quiere verse envuelto en aquello pasado, aunque lo hecho, si bien hecho está, siempre resuena, como ecos, en la bóveda del presente. Hay cosas de las que no se puede escapar, en palabras simples. O hay realidades que no se pueden esconder. Tiene también de "F for Fake", en tanto el bueno de Welles da rienda suelta a su lado embustero, como guionista/director así como personaje, pero adentrarse en esto sería destriparles el asunto. La película es una intriga y un laberinto argumental la mar de divertido, narrado con vertiginoso pulso y un ritmo de una fluidez que hacen del visionado una verdadera delicia, si bien es cierto que el arranque, luego de la secuencia con el moribundo y el misterio de sus susurradas últimas palabras, no es tan interesante como cuando el tal Mr. Arkadin le pone las cartas sobre la mesa al "americano", que entra de lleno en su juego de ilusiones.

Sin que me haya conquistado tanto y sin que tampoco la considere una pieza de excelencia, sí es una buena muestra de la admirable capacidad artística de Welles, su don de creación y su habilidad para la fabulación, para contar historias, para transportarte al placer de la narración. Un placer, damas y caballeros.