Bleeder - 1999

Director: Nicolas Winding Refn

  Segunda película del danés Refn, otro éxito en su país luego de "Pusher", su triunfante opera prima. "Bleeder", que si mal no recuerdo me gustó bastante la primera vez que la vi, no me ha gustado ahora, pues no es una buena película; de hecho, es bastante deficiente, fallida e irregular. Sin embargo, no estoy para nada molesto o indignado con el resultado final, aunque sí algo decepcionado, pues esta historia pudo haber sido muchísimo mejor. El gran problema es la falta de identidad, pues si comparamos "Bleeder" con "Pusher" es fácil notar que no sólo se asemejan en el título -por la rima -er, aunque suene mezquino me parece importante- sino también en que "Bleeder" intenta ser como "Pusher" aunque no tenga nada de aquella película. Refn se equivoca bastante y de manera grosera, pues aunque tenga una idea de fondo, ésta no se condice en nada con lo que su película en realidad es y necesita. Él toma el camino equivocado y su película paga las consecuencias.


  Se podría decir que son dos los protagonistas, Leo y Lenny. El primero es un sujeto siempre cabreado que va a ser papá pero que no se siente entusiasmado por ello, menos cuando su pareja lo presiona y con ella, la presión de su cuñado, un tipo violento y racista. Lenny, por su parte, es un cinéfago que trabaja en una tienda de videos que apenas tiene dos amigos y que se enamora de una chica que pasa por ahí.

  Son varios los problemas que se pueden enumerar, así que los enumeraré para luego llegar a una conclusión final:
El primero, ya dejado entrever, es que "Bleeder" no es "Pusher", pero intenta serlo, y al elegir ese camino, desde un inicio condenado al fracaso argumental, Refn se pierde y hace que su película no llegue a ningún lado y, por lo mismo, quede al debe en lo narrativo y en lo estético.
El segundo problema tiene que ver con los dos personajes principales. El de Lenny es simple: su historia sobra. ¿Qué demonios hace Lenny en esta película? Nada. Su "romance" con Lea, la chica que le gusta, aunque no es insípido ni nada por el estilo -a ratos son adorables en su timidez-, es intrascendente y no aporta nada a la trama de Leo, que es la que se adueña de la película y parece ser la fuente conceptual de lo que Refn pretende tratar. Los minutos de Lenny y Lea estorban a los de Leo y su drama parental, y por sí solos no justifican su presencia en la película. En cuanto a Leo, su problema también es simple: su trama es igual a la del Frank de "Pusher", aunque cambien las deudas imposibles por la llegada de un hijo y la presencia de una esposa molesta y un cuñado amenazante. ¡Si hasta repite Kim Bodnia como el sujeto en permanente cabreo! ¡No puede ser más calcado! El punto es que la presión progresiva, aunque se entiende en el papel, no logra transmitirse en imágenes como sí pasaba en "Pusher", lo que le resta peso e importancia a lo que sucede en pantalla: un gordo enojado y siempre con la misma cara y actitud. ¿Por qué pasa esto? Porque su trama no es continua, porque la trama de Lenny se interpone y la interrupción no le hace bien a esa fallida construcción del tedio y la ira y, de seguro, el miedo al hijo. Además las cosas que molestan a Leo son estupideces, vamos: que su esposa invite a otra madre a su departamento, que la esposa hable mucho del pronto bebé, que le cambien sus cosas de lugar -esto sí que lo entiendo, pero... pero Refn no logra hacer que cada uno de estos agentes de tensión sea lo suficientemente grande como para justificar el estallido de violencia posterior. Es casi antojadizo e inverosímil. ¿Era para tanto?
El tercer problema tiene que ver con la forma y con el fondo, y cómo éstas no se relacionan ni llegan a un punto favorable. El fondo es difuso, y creo que voy a tener que inventar: ¿"Bleeder" es sobre el amor? Digo, porque Lenny tiene un amor inocente y puro mientras que Leo no aprecia el amor de un bebé en camino... algo así, ¿no? ¿Tiene que ver con que una se llame Lea y el otro Leo, ambos "unidos" por Lenny? ¿Hay algún valor simbólico en todo esto? El amor lo puede todo, el amor cura todo, el amor purifica todo... en fin. La forma, la puesta en escena de Refn, no logra llevar tales presupuestos a imágenes. No sabe cómo. Y aunque éstas estén cuidadas y todo -nadie le niega eso a Refn-, de todas formas carecen de ese algo que las sustente y las haga inolvidables, o al menos que las haga coherentes con aquello que deberían estar contando; a fin de cuentas, lo suyo parece la emoción de un joven por hacer encuadres alocados y nada más, despreocupando la historia y cómo potenciarla mediante las herramientas cinematográficas.
El cuarto problema es que Refn quiere hacer un thriller psicológico que luzca como un thriller psicológico al uso, y aunque en la forma lo intente a medias -con transiciones en rojo y con un sonido "inquietante", siempre ubicadas en un aparente punto de quiebre mental... aunque esto sería lo único-, su fondo hacia lo "Pusher" le juega en contra. "Pusher" era un thriller psicológico que no parecía serlo en primera instancia aunque lo fuera desde siempre, mientras que "Bleeder" se mueve en los mismos terrenos conceptuales de "Pusher" pero intentando lucir desesperadamente como un thriller más o menos reconocible. Es un caos, una ruptura, un desorden, una indecisión formal que hace que la película como conjunto no logre cuajar y termine con dos polos irreconciliables. En pocas palabras, la forma es floja y el fondo es vacío -o al menos no lo suficientemente rico en posibilidades-, y ninguna logra capturar la (nula) esencia de la otra. ¿El resultado? La construcción psicológica se queda en un superficial retrato de unos personajes que parecen actuar por capricho. Así no se puede avanzar.
  Y todo esto es lamentable, pues en el papel, la idea de "Bleeder" es muy buena y tiene mucho potencial. La sola palabra del título es increíblemente notable e irónicamente cruel. Por desgracia, el concepto bleeder y su imagen -la de arriba-, aunque geniales, no son más que cosas aisladas dentro de un mar de imprecisiones y pasos en falso. Hasta que la cosa explota, "Bleeder" no trata de nada ni aunque se esfuerce en intentarlo; y cuando sucede esa explosión, exagerada toda vez que nunca congeniamos con el drama de Kim Bodnia, si bien muy lograda, la fugacidad de la misma es desalentadora. La película tiene buenos momentos, pero pocos, y no logran contrarrestar lo inútil del resto.
  En conclusión, "Bleeder" es un fallido e irregular acercamiento al thriller psicológico más convencional, mezclando los modos de éstos con el concepto de "Pusher", dos elementos que no se pueden mezclar y que quedan como el agua y el aceite: separados. Es una idea interesante, pero está mal planteada y, aunque hayan ganas y ratos audaces, ejecutada sin un objetivo claro más que el de alucinar vagamente la vista. Lo curioso es que a pesar de no tratar prácticamente nada -y que durante largos pasajes justamente eso pase: nada-, la película se pasa volando y por alguna razón su inconsistente visionado no se hace insoportable. A mí "Bleeder" no me ha gustado, y aunque tiene aquello que me molesta en una película, finalmente no he quedado indignado ni nada. Contrariado, quizás, pero no voy a decir que estamos ante una basura, porque no lo es. "Bleeder" se ubica en el intrascendente y olvidable término medio de las cosas: sin pena ni gloria, ni fu ni fa, no es lo mejor pero tampoco lo peor, etc. Si la ven, podrían quedar contentos, o quizás no; si no la ven... quién sabe.