Director: Samuel Benchetrit
Bien, se supone que hoy es sábado, así que... ¿cómo estuvo el viernes, amigas y amigos? Yo todavía no lo sé, después de todo mañana es viernes, o al menos lo es ahora que estoy escribiendo esta entrada. Necesito sacar esta película de mi sistema, así que mientras más pronto posible, mejor para todos. "J'ai toujours dsajkldjaslk...", que si la traducimos vendría siendo "Siempre quise ser gangster" (según el traductor de google), es un extremadamente fallido y ridículo ejercicio en el que su director intenta por todos los medios emular a sus directores de cabecera, aunque si no tienes mirada ni voz propia entonces el tiro te saldrá por la culata. Lo peor es que dura casi dos horas, pero tranquilos, no se demorarán más de dos o tres minutos en leer esta humilde y bienintencionada entrada.
Uf, ¿alguno ha contado la cantidad de películas que imitan sin asco alguno a los hermanos Coen, Quentin Tarantino y Jim Jarmusch? Algunos tienen buena suerte y reciben elogios (ejem, "A girl walks home alone at night", que, seamos justos, tiene su sello particular), otros reciben el merecido desprecio y un tercer grupito ni siquiera logra llegar a los encabezados. Supongo que en este último se ubica la película de Samuel Benchetrit, una película de episodios sobre ladrones de poca monta que son estúpidos y fracasados y a los que les sale todo absolutamente mal y eso, fin. Por alguna razón, algunos piensan que sólo por recurrir a las coincidencias y a la mala suerte y al absurdo tienen sentido del humor, siendo que se necesita mucho más que sólo mostrar a un ladrón chocar con un poste para causar gracia (tenemos escenitas similares cada dos por tres, imaginen la cara de uno). Puede que una que otra broma le salga bien al "director", pero el sentido del humor brilla por su ausencia: a los cinco minutos uno se da cuenta de que estamos ante un mal chiste (es cierto lo que dicen: chiste repetido sale podrido). Lo que Benchetrit no parece saber es que para utilizar bien esto de las coincidencias y la absurda mala suerte, primero se necesita tener manejo dramático de la historia, pero una coincidencia que pasa porque sí genera tanta tensión como una piedra a un costado de la carretera. Además también se necesitan personajes variados en sus cualidades y características que interactúen de distinta manera (de acuerdo a sus personalidades) con las variadas situaciones que deban enfrentar; si sólo tienes a un puñado de estúpidos sin cerebro que les sale todo mal porque son idiotas, entonces no estamos ante una película muy rica en posibilidades, ¿no? Incluso aunque sean cinco relatos "breves" (hasta teniendo este formato se alargan lo indecible) uno se da cuenta de la repetición de motivos y momentos e ideas, o mejor dicho la falta de éstas. Por desgracia para el pobre espectador, "J'ai..." es un patético quiero y no puedo que no tiene nada de los directores a los que quiere emular, dejando a Samuel Benchetrit como un pobre y desgraciado wanna be que carece de la capacidad atmosférica de los Coen, de la incontinencia estilística de Quentin Tarantino y del tacto artístico de Jarmusch, por no mencionar que intentar emular el sentido del humor de los tres (entre otros elementos narrativos) es un despropósito del tamaño de una catedral, después de todo, ¿qué puede pasar entre un borracho jarmuschiano y una mujer tarantiniana?
En concreto: la primera historia es sobre un ladrón que quiere robar un restaurante de carretera... sin arma alguna; la segunda trata sobre dos sujetos que secuestran a una adolescente suicida hija de un sujeto millonario; la tercera trata sobre dos músicos que hablan entre sí; la cuarta trata sobre un grupo de abuelos que asaltaban bancos que quieren cumplir la última voluntad de uno de los suyos; y la quinta es la conclusión de la primera, con "sorprendente" giro argumental incluido, todas éstas derivando en irónicas historias que para nada caen en lugares comunes... A mí no me ha causado ni puta gracia y casi me quedo dormido. La única historia salvable es la de los abuelos, sólo porque los viejecitos son simpáticos y se parecen a algunos actores gringos que me gustan mucho (como Willem Dafoe). De todas formas mejor eviten esta porquería y vean películas de los buenos de verdad.
Oh, y por si fuera poco, la película está muy mal hecha, amateurismo total, formalmente torpe y deficiente (el montaje da vergüenza ajena a veces, ni siquiera puede pasar por jump cut, por no mencionar los planos feos y los constantes e incoherentes saltos de eje). En serio, no hay por dónde aferrarse a esta basura, hace agua por todos lados, ni siquiera debería existir, bórrenla de sus memorias...
Uf, ¿alguno ha contado la cantidad de películas que imitan sin asco alguno a los hermanos Coen, Quentin Tarantino y Jim Jarmusch? Algunos tienen buena suerte y reciben elogios (ejem, "A girl walks home alone at night", que, seamos justos, tiene su sello particular), otros reciben el merecido desprecio y un tercer grupito ni siquiera logra llegar a los encabezados. Supongo que en este último se ubica la película de Samuel Benchetrit, una película de episodios sobre ladrones de poca monta que son estúpidos y fracasados y a los que les sale todo absolutamente mal y eso, fin. Por alguna razón, algunos piensan que sólo por recurrir a las coincidencias y a la mala suerte y al absurdo tienen sentido del humor, siendo que se necesita mucho más que sólo mostrar a un ladrón chocar con un poste para causar gracia (tenemos escenitas similares cada dos por tres, imaginen la cara de uno). Puede que una que otra broma le salga bien al "director", pero el sentido del humor brilla por su ausencia: a los cinco minutos uno se da cuenta de que estamos ante un mal chiste (es cierto lo que dicen: chiste repetido sale podrido). Lo que Benchetrit no parece saber es que para utilizar bien esto de las coincidencias y la absurda mala suerte, primero se necesita tener manejo dramático de la historia, pero una coincidencia que pasa porque sí genera tanta tensión como una piedra a un costado de la carretera. Además también se necesitan personajes variados en sus cualidades y características que interactúen de distinta manera (de acuerdo a sus personalidades) con las variadas situaciones que deban enfrentar; si sólo tienes a un puñado de estúpidos sin cerebro que les sale todo mal porque son idiotas, entonces no estamos ante una película muy rica en posibilidades, ¿no? Incluso aunque sean cinco relatos "breves" (hasta teniendo este formato se alargan lo indecible) uno se da cuenta de la repetición de motivos y momentos e ideas, o mejor dicho la falta de éstas. Por desgracia para el pobre espectador, "J'ai..." es un patético quiero y no puedo que no tiene nada de los directores a los que quiere emular, dejando a Samuel Benchetrit como un pobre y desgraciado wanna be que carece de la capacidad atmosférica de los Coen, de la incontinencia estilística de Quentin Tarantino y del tacto artístico de Jarmusch, por no mencionar que intentar emular el sentido del humor de los tres (entre otros elementos narrativos) es un despropósito del tamaño de una catedral, después de todo, ¿qué puede pasar entre un borracho jarmuschiano y una mujer tarantiniana?
En concreto: la primera historia es sobre un ladrón que quiere robar un restaurante de carretera... sin arma alguna; la segunda trata sobre dos sujetos que secuestran a una adolescente suicida hija de un sujeto millonario; la tercera trata sobre dos músicos que hablan entre sí; la cuarta trata sobre un grupo de abuelos que asaltaban bancos que quieren cumplir la última voluntad de uno de los suyos; y la quinta es la conclusión de la primera, con "sorprendente" giro argumental incluido, todas éstas derivando en irónicas historias que para nada caen en lugares comunes... A mí no me ha causado ni puta gracia y casi me quedo dormido. La única historia salvable es la de los abuelos, sólo porque los viejecitos son simpáticos y se parecen a algunos actores gringos que me gustan mucho (como Willem Dafoe). De todas formas mejor eviten esta porquería y vean películas de los buenos de verdad.
Oh, y por si fuera poco, la película está muy mal hecha, amateurismo total, formalmente torpe y deficiente (el montaje da vergüenza ajena a veces, ni siquiera puede pasar por jump cut, por no mencionar los planos feos y los constantes e incoherentes saltos de eje). En serio, no hay por dónde aferrarse a esta basura, hace agua por todos lados, ni siquiera debería existir, bórrenla de sus memorias...
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