Creador: Kurt Sutter
La cosa se repite: anoche soñé que veía el final de "Sons of Anarchy" y que escribía mis impresiones en este blog. No detallaré el final que soñé para no dar ningún tipo de pista a los avezados buscadores de spoilers, que sin ver ninguna maldita cosa aún así saben qué es revelador y qué no; además, mi final dista mucho del final definitivo que tuvo esta magnífica serie, así que mencionarlo no sería realmente útil. Eso sí, antes de continuar con las desgracias de SAMCRO, debo decir que también soñé con la cada vez más cercana temporada final de "Justified" -en enero llega-, que extrañamente no contaba en ningún episodio con la presencia del ilustre y encantador Boyd Crowder, a quien parece que le caerá el cielo encima. Pero sólo fue eso, un sueño; me imagino que en la temporada de verdad el buen Boyd aparecerá en cada episodio para iluminarnos con su genialidad. ¿Algo más con lo que haya soñado? Me parece que sí, pero no recuerdo muy bien y además ya no se ajusta a los intereses de este blog, así que ya es hora de ir al grano: "Sons of Anarchy" es una serie que se despide como los grandes.
Luego de los terribles acontecimientos ocurridos en el final de la sexta temporada, simplemente se debe decir que Jax tiene una incontenible sed de venganza que no dudará en saciar pase lo que pase. Charming y sus alrededores se convertirán, nuevamente, en un baño de sangre que irá en contra, no lo olviden, de todo lo que el buen J.T. -padre de Jax- quería para los Sons. ¿Una lucha contra el destino la que emprende Jax?
Si por alguna razón llegan a leer una "reseña" -más bien un incoherente y mal hilado compendio de caprichosas quejas sin ton ni son... no hay vergüenza en este mundo...- que compare el final de esta serie con el de "Dexter" y cuya gran conclusión es que la presente temporada "ha sido aburrida", no le hagan caso ni por asomo. De verdad. Si les acaba por encantar o detestar la temporada, está bien, así son las opiniones, pero ese remedo de texto les dará la idea equivocada de lo que es "Sons of Anarchy" y la manera en que se desarrolla cada temporada. Les hará pensar que van a ver una serie completamente diferente a lo que en esencia "Sons of Anarchy" ha sido por años.
En cuanto a "reproches", claro, no es difícil notar los tics visuales y narrativos que se usan constantemente; a veces algunos detalles se solucionan velozmente, como en todos lados; las secuencias musicales son numerosas y no siempre poderosas -y en ocasiones la canción puede arruinar el momento-; los episodios duran más de una hora -lo que molestará a los espectadores amaestrados cuyo condicionamiento les impide estar concentrados más de 45 minutos-; pero lo anterior y mucho más conforma la identidad de "Sons of Anarchy", identidad que se ha labrado a lo largo de siete largos años con siete tremendas temporadas que lo único que demuestran es que Kurt Sutter, su creador, no tiene ni un gramo de conformismo ni autocomplacencia a la hora de estructurar las desavenencias de este grupo de moteros. El hombre no tiene que responder a nadie salvo a sí mismo, pues es el amo y señor de esta serie, y así como fue concebida fue ejecutada: leal a sus principios -al contrario de "Dexter"-. No hay ninguna temporada, ningún episodio que sea una traición a los cimientos de este universo lleno de violencia y frustrada redención. Si te gusta te gusta y si no, ahórrate las falacias y ¿argumentos? sin sentido.
Y es que, volviendo a las características apuntadas, puede que los episodios duren más de una hora, pero ninguno de ellos se hace pesado o cansino, ni mucho menos admite escenas sobrantes y secuencias relleno; puede que constantemente veamos persecusiones -¿quién las puede odiar?- y las mencionadas secuencias musicales a modo de transición, principio o final de episodio; pero todos estos tics -uso esta palabra sin desdén aunque sí con algo de crítica, pues tampoco estoy ciego ni soy un fanático fundamentalista- tienen su razón de ser, especialmente lo segundo, que en los mejores casos -tristemente los más amargos y crueles- describe a la perfección el mundo moral en el que se desenvuelven los personajes... Además, con el paso de las temporadas dichas secuencias pasaron de ser un vano resumen de fin de episodio a lo que ya mencioné: no están ahí por las puras. Y sí, puede que algunas tramas se finiquiten a la rápida y sin esa "importancia capital" que podrían aparentar en un inicio -a veces que no haya un tono sublime para ciertas resoluciones trae consigo cierta sensación de vacío; lo sé porque me ha pasado en otros casos... sea como sea, una siempre interesante manera de abordar un desenlace (ojo, no el gran desenlace)-, pero la verdad es que no se terminan de esa forma por incapacidad narrativa de Sutter sino porque simplemente que determinado personaje viva o muera no es tan importante como el hecho de que el daño -el verdadero: el interno- ya está hecho y las represalias terminan siendo una mera formalidad. Además, que sea rápido no hace de tal finiquitación algo menos inverosímil o innecesario, y ciertamente tampoco le quita impacto narrativo. "Sons of Anarchy" es una de las series más parejas que se pueden encontrar, y lo digo tanto por sus siete temporadas como un todo como por esta séptima en particular, que recuerde, sin ningún mal episodio.
De todas formas, nada es realmente perfecto, pero buscarle la quinta pata al gato a cualquier cosa con tal de menoscabarla no procede... Después saldrá alguien que no le guste "Breaking Bad" por... no sé... buscar nimiedades no es realmente lo mío.
Pero mi defensa -bueno, "Sons of Anarchy" no necesita que la defiendan- recién comienza, aunque ahora me concentraré en esta temporada en particular pues las anteriores ya no están tan frescas en mi cabeza... al menos no sus aspectos más formales, que es de lo que me referiré. Primero que todo, un recordatorio: si piensas que tu día va mal, entonces ponte en los zapatos de Jax: el hombre se despierta y se tiene que juntar con los negros, luego los mexicanos, luegos los nazis, luego los chinos; tiene que satisfacer las necesidades de todos ellos para conseguir favores de vuelta; tiene que velar por su familia, planear una venganza que tiene que disimular; y todo eso en pocas horas todos los putos días. ¿Cómo aguantar tanta presión? En fin, a lo importante:
La temporada se construye sólidamente entre la vida de Jax como padre de familia y la de Jax como presidente de SAMCRO, ambas líneas unidas por la sed de venganza que tiene el hombre. Tanto lo familiar como lo "profesional" -por decir- se conjuga poderosamente tanto porque ambas por sí solas son potentes como porque las dos están bien hechas, bien desarrolladas y bien entrelazadas. Digo, lo que Jax haga con sus negocios afecta directamente a cómo viven sus hijos, particularmente Abel. Y lo mejor es que todo el lío fluye de manera pausada, sin forzar innecesariamente los acontecimientos en pos de cualquier banalidad: el trabajo de guión me parece notable y sin ínfulas, con un horizonte claro del cual nunca se desvían. Por lo demás, esta disyuntiva moral, dicotomía humana de Jax, más allá de lo estrictamente formal y narrativo, es de lo que trata la serie de una manera no tan contundente ni sobrocogedora como se pensaría pero igual de clara, necesaria y efectiva: es imposible conciliar dos naturalezas totalmente opuestas.
Y si ya es bueno que la temporada esté construida con paciencia, sumen el hecho de que aún así se permite avanzar con tranco arrollador e implacable, sin dudar en sacar del mapa a personajes importantes -algunas muertes son realmente dolorosas; otras nada de nada pero igualmente con capacidad de impacto-. Y el total es cuanto menos una temporada que engancha, golpea y no deja al espectador indiferente. Es imposible; los personajes tienen personalidad y ya están arraigados en el corazón de uno, así que cualquier acontecimiento no te puede dejar impasible ante sus consecuencias. Y que conste que lo arrollador no implica que las cosas vayan sucediendo de manera explícita y explosiva: también hay espacio para la sugestión, la incógnita, el peligro inminente y, desde luego, la sorpresa -aunque a estas alturas del partido ya no es tan sorprendente que todos puedan morir... lo que no le quita impacto, como ya dije-. No verán acontecimientos cayendo como meteoritos porque sí: tiene su origen, su tratamiento y un desenlace que varía desde la quietud/lo implícito hasta el otro extremo. Pero eso ya lo dije...
Y me permito seguir escribiendo en este párrafo. Además de todo lo anterior, tenemos direcciones eficientes que en los momentos necesarios logran una atmósfera insoportable y angustiante, y en no pocos casos una sensación tremendamente conmovedora -el momento cuando Jax le cuenta algo de historia familiar a Abel es realmente poderoso-. Eso sí, no mentiré diciendo que la dirección es fantástica, pues claramente se pudo haber tenido una mejor dirección, globalmente hablando. Esto me parece que queda claro en el episodio 12 cuando ocurre ese momento, que impactante y todo -las implicancias de tal hecho siempre te remueven-, no me pareció bien ejecutado. Y no es que esté diciendo que necesitaba más solemnidad o melosidad... simplemente no sé qué requería ese instante, pero a mí me pareció deficiente aunque cumpla su cometido. Con todo, igualmente verán interesantes maneras de abordar momentos clave -Nero escuchando devastadoras verdades por celular-, extrañas y descolocantes secuencias -aquella en que todos tienen sexo con alguien...-, imágenes con más de algún significado, persecuciones muy bien hechas -siete años haciéndolas no es menor, jeje-, etc.
No señor, es imposible que "Sons of Anarchy" aburra o deje indiferente. ¿Y qué es eso de sentirse aburrido? Anda al circo si necesitas entretención. ¿Pero cómo aburrirte? Es que en serio, me parece inconcebible tal afirmación... ¿Luego de siete años? ¿Luego de haber sido testigo de masacre tras masacre? No hay caso...
Ahora toca referirme al (episodio) final. No diré detalles, ya lo saben; simplemente expresaré mis sensaciones y una que otra descripción formal. No sé si fui yo que estaba nervioso por estar viendo el final, pero me parece que "Papa's Goods" -el final- tiene un inconfundible tono de despedida, un aura elegíaco que le queda como anillo al dedo: "luego de tanto tiempo y tantos intentos, seguimos acá". Tristeza, desazón, negación. El final no ha sido tan terrible como podría esperarse; de hecho, ha ocurrido de una manera un tanto esperable -no diré previsible pues suelo usar dicha palabra en malas historias- atando cabos sueltos y cerrando tramas. Su gran fuerte es ese aire de despedida, un largo adiós que no termina de concretarse: más que la trama en sí, lo que importa son los sentimientos. Gran acierto ahí, pienso yo. ¿Para que andar dando lecciones de moralidad cuando simplemente puedes dejar que la cosa termine de manera natural? De todas formas, me parece que las tramas en sí igualmente están bien concluidas y aportan a esa sensación desoladora. No le veo agujeros a este episodio final, qué quieren que les diga. Todo el discurrir de Jax me parece fenomenal, y ese toque surreal-cotidiano de la mendiga -presencia constante; los seguidoras la reconocerán- también está de lujo.
Eso sí, debo admitir que, aunque me haya parecido un gran final totalmente digno que le hace justicia a la inmensa calidad de esta grandiosa serie llamada "Sons of Anarchy", no estoy convencido con el instante final. Yo hubiese preferido algo mucho más eterno y libre -¿no es lo que queremos todos, en cierta forma?- que lo tajante que acabó siendo. Siento que el final eterno habría sido mejor -no sólo porque yo lo prefiera así, por favor...- pues se habría acoplado perfectamente al espíritu de los Sons, del sueño de J.T. y de Jax, aunque ahora estoy especulando y simplemente profiriendo expectativas personales. Aún así, con un final eterno yo estaría realmente emocionado, y probablemente muchos seguidores también.
Lo que es imposible negar es que esta es una despedida de lujo, digna y memorable, que respeta lo que "Sons of Anarchy" es y ha sido por esencia. A grandes rasgos -ignorando mi reparo al instante final-, no se puede pedir más. En cierta forma, acabó de la manera que tenía que acabar: fiel a sus principios (como serie).
Pasemos a las conclusiones, que esto ya se acaba...
No quiero dejar de lado esta pequeña impresión general que tengo: me da por pensar que "Sons of Anarchy" debe su poder más a los golpes de impacto de ciertas muertes y hechos violentos que a cualquier otro elemento más etéreo, como un trasfondo más poderoso o una atmósfera que atrape sin dificultades -como "The leftovers", que combatía su irregularidad con una inmensa y pesimista atmósfera del mundo en que se desarrolla, lo que finalmente me encantó por sobre lo demás-. Pero pensando más detenidamente, me doy cuenta que "Sons of Anarchy" es mucho más que los mencionados golpes de efecto: es la transitoria demostración y recordatorio de cualquier cosa sobre la violencia y sus consecuencias, y el peso de nuestros actos -no mucho a decir verdad, pero algo es algo, aunque sea generalización-. No obstante, la serie tiene historias con fuerza y con humanidad, y tiene grandes personajes rodeados de una atmósfera humana común y corriente que perpetuamente se va destruyendo, lo cual igualmente dice algo y establece cierto discurso.
Pero recuerden, lo mejor de "Sons of Anarchy" es justamente eso: sus tramas, bien pensadas, desarrolladas, concluidas y ejecutadas. Si buscan un complejo y cuidado fondo espiritual o filosófico, no encontrarán mucho; aunque esto no es, tal como acabo de señalar, realmente malo. "Sons of Anarchy" es una serie que logra sobreponerse a sus elementos más susceptibles. No es menor ello, viendo que muchas historias tienen una manzana podrida que acaba afectando y corroyendo al conjunto entero.
En algún momento de la temporada, el buen Bobby, ante otro trámite tedioso y peligroso que llevar a cabo, pregunta: "¿Recuerdan esos tiempos cuando lo más difícil era decidir a qué Maya matar?". Pues bien mi querido Bobby, yo sí recuerdo esos tiempos más simples y, aunque suene paradójico, menos violentos. "Sons of Anarchy" es una serie que merece todo el respeto del mundo principalmente porque se nota de inmediato que ha sido pensada y desarrollada concienzudamente como un todo y no como un "veamos qué pasa en esta temporada para que luego se nos ocurra otra cosa más y así...". Ha sido pensada como dos grandes arcos en que, primero -de la primera a la tercera temporada-, todo parece ir bien para finalmente ser un desquiciado descenso a los infiernos. Y no es poco que la violencia haya incrementado de manera demencial a lo largo de los años... simplemente un síntoma de las consecuencias de la mentira, la ambición, y el intentar aúnar dos naturalezas opuestas: el forajido es forajido, el ciudadano responsable es ciudadano responsable, los Sons son -tal como sugiere su nombre- hijos de la anarquía. Intenta domar lo indomable y verás la tormenta que generas...
Les recomiendo a ojos cerrados esta inmensa serie que se ha despedido sin arrodillarse ni dar su brazo a torcer ante nadie. "Sons of Anarchy" se despide con toda la grandeza posible. Que nadie les haga pensar lo contrario.
¡Ah! A propósito, ¿quieren saber algo del final que soñé? Resulta que el buen Tig tenía una libreta en que anotaba pensamientos y reflexiones, y al final nos leía un par de líneas -en voz en off- que señalaban que Abel se convirtió en un Son of Anarchy e implacable asesino. Quizás el pobre chico no esté muy lejos de ello...
Luego de los terribles acontecimientos ocurridos en el final de la sexta temporada, simplemente se debe decir que Jax tiene una incontenible sed de venganza que no dudará en saciar pase lo que pase. Charming y sus alrededores se convertirán, nuevamente, en un baño de sangre que irá en contra, no lo olviden, de todo lo que el buen J.T. -padre de Jax- quería para los Sons. ¿Una lucha contra el destino la que emprende Jax?
Si por alguna razón llegan a leer una "reseña" -más bien un incoherente y mal hilado compendio de caprichosas quejas sin ton ni son... no hay vergüenza en este mundo...- que compare el final de esta serie con el de "Dexter" y cuya gran conclusión es que la presente temporada "ha sido aburrida", no le hagan caso ni por asomo. De verdad. Si les acaba por encantar o detestar la temporada, está bien, así son las opiniones, pero ese remedo de texto les dará la idea equivocada de lo que es "Sons of Anarchy" y la manera en que se desarrolla cada temporada. Les hará pensar que van a ver una serie completamente diferente a lo que en esencia "Sons of Anarchy" ha sido por años.
En cuanto a "reproches", claro, no es difícil notar los tics visuales y narrativos que se usan constantemente; a veces algunos detalles se solucionan velozmente, como en todos lados; las secuencias musicales son numerosas y no siempre poderosas -y en ocasiones la canción puede arruinar el momento-; los episodios duran más de una hora -lo que molestará a los espectadores amaestrados cuyo condicionamiento les impide estar concentrados más de 45 minutos-; pero lo anterior y mucho más conforma la identidad de "Sons of Anarchy", identidad que se ha labrado a lo largo de siete largos años con siete tremendas temporadas que lo único que demuestran es que Kurt Sutter, su creador, no tiene ni un gramo de conformismo ni autocomplacencia a la hora de estructurar las desavenencias de este grupo de moteros. El hombre no tiene que responder a nadie salvo a sí mismo, pues es el amo y señor de esta serie, y así como fue concebida fue ejecutada: leal a sus principios -al contrario de "Dexter"-. No hay ninguna temporada, ningún episodio que sea una traición a los cimientos de este universo lleno de violencia y frustrada redención. Si te gusta te gusta y si no, ahórrate las falacias y ¿argumentos? sin sentido.
Y es que, volviendo a las características apuntadas, puede que los episodios duren más de una hora, pero ninguno de ellos se hace pesado o cansino, ni mucho menos admite escenas sobrantes y secuencias relleno; puede que constantemente veamos persecusiones -¿quién las puede odiar?- y las mencionadas secuencias musicales a modo de transición, principio o final de episodio; pero todos estos tics -uso esta palabra sin desdén aunque sí con algo de crítica, pues tampoco estoy ciego ni soy un fanático fundamentalista- tienen su razón de ser, especialmente lo segundo, que en los mejores casos -tristemente los más amargos y crueles- describe a la perfección el mundo moral en el que se desenvuelven los personajes... Además, con el paso de las temporadas dichas secuencias pasaron de ser un vano resumen de fin de episodio a lo que ya mencioné: no están ahí por las puras. Y sí, puede que algunas tramas se finiquiten a la rápida y sin esa "importancia capital" que podrían aparentar en un inicio -a veces que no haya un tono sublime para ciertas resoluciones trae consigo cierta sensación de vacío; lo sé porque me ha pasado en otros casos... sea como sea, una siempre interesante manera de abordar un desenlace (ojo, no el gran desenlace)-, pero la verdad es que no se terminan de esa forma por incapacidad narrativa de Sutter sino porque simplemente que determinado personaje viva o muera no es tan importante como el hecho de que el daño -el verdadero: el interno- ya está hecho y las represalias terminan siendo una mera formalidad. Además, que sea rápido no hace de tal finiquitación algo menos inverosímil o innecesario, y ciertamente tampoco le quita impacto narrativo. "Sons of Anarchy" es una de las series más parejas que se pueden encontrar, y lo digo tanto por sus siete temporadas como un todo como por esta séptima en particular, que recuerde, sin ningún mal episodio.
De todas formas, nada es realmente perfecto, pero buscarle la quinta pata al gato a cualquier cosa con tal de menoscabarla no procede... Después saldrá alguien que no le guste "Breaking Bad" por... no sé... buscar nimiedades no es realmente lo mío.
Pero mi defensa -bueno, "Sons of Anarchy" no necesita que la defiendan- recién comienza, aunque ahora me concentraré en esta temporada en particular pues las anteriores ya no están tan frescas en mi cabeza... al menos no sus aspectos más formales, que es de lo que me referiré. Primero que todo, un recordatorio: si piensas que tu día va mal, entonces ponte en los zapatos de Jax: el hombre se despierta y se tiene que juntar con los negros, luego los mexicanos, luegos los nazis, luego los chinos; tiene que satisfacer las necesidades de todos ellos para conseguir favores de vuelta; tiene que velar por su familia, planear una venganza que tiene que disimular; y todo eso en pocas horas todos los putos días. ¿Cómo aguantar tanta presión? En fin, a lo importante:
La temporada se construye sólidamente entre la vida de Jax como padre de familia y la de Jax como presidente de SAMCRO, ambas líneas unidas por la sed de venganza que tiene el hombre. Tanto lo familiar como lo "profesional" -por decir- se conjuga poderosamente tanto porque ambas por sí solas son potentes como porque las dos están bien hechas, bien desarrolladas y bien entrelazadas. Digo, lo que Jax haga con sus negocios afecta directamente a cómo viven sus hijos, particularmente Abel. Y lo mejor es que todo el lío fluye de manera pausada, sin forzar innecesariamente los acontecimientos en pos de cualquier banalidad: el trabajo de guión me parece notable y sin ínfulas, con un horizonte claro del cual nunca se desvían. Por lo demás, esta disyuntiva moral, dicotomía humana de Jax, más allá de lo estrictamente formal y narrativo, es de lo que trata la serie de una manera no tan contundente ni sobrocogedora como se pensaría pero igual de clara, necesaria y efectiva: es imposible conciliar dos naturalezas totalmente opuestas.
Y si ya es bueno que la temporada esté construida con paciencia, sumen el hecho de que aún así se permite avanzar con tranco arrollador e implacable, sin dudar en sacar del mapa a personajes importantes -algunas muertes son realmente dolorosas; otras nada de nada pero igualmente con capacidad de impacto-. Y el total es cuanto menos una temporada que engancha, golpea y no deja al espectador indiferente. Es imposible; los personajes tienen personalidad y ya están arraigados en el corazón de uno, así que cualquier acontecimiento no te puede dejar impasible ante sus consecuencias. Y que conste que lo arrollador no implica que las cosas vayan sucediendo de manera explícita y explosiva: también hay espacio para la sugestión, la incógnita, el peligro inminente y, desde luego, la sorpresa -aunque a estas alturas del partido ya no es tan sorprendente que todos puedan morir... lo que no le quita impacto, como ya dije-. No verán acontecimientos cayendo como meteoritos porque sí: tiene su origen, su tratamiento y un desenlace que varía desde la quietud/lo implícito hasta el otro extremo. Pero eso ya lo dije...
Y me permito seguir escribiendo en este párrafo. Además de todo lo anterior, tenemos direcciones eficientes que en los momentos necesarios logran una atmósfera insoportable y angustiante, y en no pocos casos una sensación tremendamente conmovedora -el momento cuando Jax le cuenta algo de historia familiar a Abel es realmente poderoso-. Eso sí, no mentiré diciendo que la dirección es fantástica, pues claramente se pudo haber tenido una mejor dirección, globalmente hablando. Esto me parece que queda claro en el episodio 12 cuando ocurre ese momento, que impactante y todo -las implicancias de tal hecho siempre te remueven-, no me pareció bien ejecutado. Y no es que esté diciendo que necesitaba más solemnidad o melosidad... simplemente no sé qué requería ese instante, pero a mí me pareció deficiente aunque cumpla su cometido. Con todo, igualmente verán interesantes maneras de abordar momentos clave -Nero escuchando devastadoras verdades por celular-, extrañas y descolocantes secuencias -aquella en que todos tienen sexo con alguien...-, imágenes con más de algún significado, persecuciones muy bien hechas -siete años haciéndolas no es menor, jeje-, etc.
No señor, es imposible que "Sons of Anarchy" aburra o deje indiferente. ¿Y qué es eso de sentirse aburrido? Anda al circo si necesitas entretención. ¿Pero cómo aburrirte? Es que en serio, me parece inconcebible tal afirmación... ¿Luego de siete años? ¿Luego de haber sido testigo de masacre tras masacre? No hay caso...
Ahora toca referirme al (episodio) final. No diré detalles, ya lo saben; simplemente expresaré mis sensaciones y una que otra descripción formal. No sé si fui yo que estaba nervioso por estar viendo el final, pero me parece que "Papa's Goods" -el final- tiene un inconfundible tono de despedida, un aura elegíaco que le queda como anillo al dedo: "luego de tanto tiempo y tantos intentos, seguimos acá". Tristeza, desazón, negación. El final no ha sido tan terrible como podría esperarse; de hecho, ha ocurrido de una manera un tanto esperable -no diré previsible pues suelo usar dicha palabra en malas historias- atando cabos sueltos y cerrando tramas. Su gran fuerte es ese aire de despedida, un largo adiós que no termina de concretarse: más que la trama en sí, lo que importa son los sentimientos. Gran acierto ahí, pienso yo. ¿Para que andar dando lecciones de moralidad cuando simplemente puedes dejar que la cosa termine de manera natural? De todas formas, me parece que las tramas en sí igualmente están bien concluidas y aportan a esa sensación desoladora. No le veo agujeros a este episodio final, qué quieren que les diga. Todo el discurrir de Jax me parece fenomenal, y ese toque surreal-cotidiano de la mendiga -presencia constante; los seguidoras la reconocerán- también está de lujo.
Eso sí, debo admitir que, aunque me haya parecido un gran final totalmente digno que le hace justicia a la inmensa calidad de esta grandiosa serie llamada "Sons of Anarchy", no estoy convencido con el instante final. Yo hubiese preferido algo mucho más eterno y libre -¿no es lo que queremos todos, en cierta forma?- que lo tajante que acabó siendo. Siento que el final eterno habría sido mejor -no sólo porque yo lo prefiera así, por favor...- pues se habría acoplado perfectamente al espíritu de los Sons, del sueño de J.T. y de Jax, aunque ahora estoy especulando y simplemente profiriendo expectativas personales. Aún así, con un final eterno yo estaría realmente emocionado, y probablemente muchos seguidores también.
Lo que es imposible negar es que esta es una despedida de lujo, digna y memorable, que respeta lo que "Sons of Anarchy" es y ha sido por esencia. A grandes rasgos -ignorando mi reparo al instante final-, no se puede pedir más. En cierta forma, acabó de la manera que tenía que acabar: fiel a sus principios (como serie).
Pasemos a las conclusiones, que esto ya se acaba...
No quiero dejar de lado esta pequeña impresión general que tengo: me da por pensar que "Sons of Anarchy" debe su poder más a los golpes de impacto de ciertas muertes y hechos violentos que a cualquier otro elemento más etéreo, como un trasfondo más poderoso o una atmósfera que atrape sin dificultades -como "The leftovers", que combatía su irregularidad con una inmensa y pesimista atmósfera del mundo en que se desarrolla, lo que finalmente me encantó por sobre lo demás-. Pero pensando más detenidamente, me doy cuenta que "Sons of Anarchy" es mucho más que los mencionados golpes de efecto: es la transitoria demostración y recordatorio de cualquier cosa sobre la violencia y sus consecuencias, y el peso de nuestros actos -no mucho a decir verdad, pero algo es algo, aunque sea generalización-. No obstante, la serie tiene historias con fuerza y con humanidad, y tiene grandes personajes rodeados de una atmósfera humana común y corriente que perpetuamente se va destruyendo, lo cual igualmente dice algo y establece cierto discurso.
Pero recuerden, lo mejor de "Sons of Anarchy" es justamente eso: sus tramas, bien pensadas, desarrolladas, concluidas y ejecutadas. Si buscan un complejo y cuidado fondo espiritual o filosófico, no encontrarán mucho; aunque esto no es, tal como acabo de señalar, realmente malo. "Sons of Anarchy" es una serie que logra sobreponerse a sus elementos más susceptibles. No es menor ello, viendo que muchas historias tienen una manzana podrida que acaba afectando y corroyendo al conjunto entero.
En algún momento de la temporada, el buen Bobby, ante otro trámite tedioso y peligroso que llevar a cabo, pregunta: "¿Recuerdan esos tiempos cuando lo más difícil era decidir a qué Maya matar?". Pues bien mi querido Bobby, yo sí recuerdo esos tiempos más simples y, aunque suene paradójico, menos violentos. "Sons of Anarchy" es una serie que merece todo el respeto del mundo principalmente porque se nota de inmediato que ha sido pensada y desarrollada concienzudamente como un todo y no como un "veamos qué pasa en esta temporada para que luego se nos ocurra otra cosa más y así...". Ha sido pensada como dos grandes arcos en que, primero -de la primera a la tercera temporada-, todo parece ir bien para finalmente ser un desquiciado descenso a los infiernos. Y no es poco que la violencia haya incrementado de manera demencial a lo largo de los años... simplemente un síntoma de las consecuencias de la mentira, la ambición, y el intentar aúnar dos naturalezas opuestas: el forajido es forajido, el ciudadano responsable es ciudadano responsable, los Sons son -tal como sugiere su nombre- hijos de la anarquía. Intenta domar lo indomable y verás la tormenta que generas...
Les recomiendo a ojos cerrados esta inmensa serie que se ha despedido sin arrodillarse ni dar su brazo a torcer ante nadie. "Sons of Anarchy" se despide con toda la grandeza posible. Que nadie les haga pensar lo contrario.
¡Ah! A propósito, ¿quieren saber algo del final que soñé? Resulta que el buen Tig tenía una libreta en que anotaba pensamientos y reflexiones, y al final nos leía un par de líneas -en voz en off- que señalaban que Abel se convirtió en un Son of Anarchy e implacable asesino. Quizás el pobre chico no esté muy lejos de ello...
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SONS
of
ANARCHY
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