Creador: Joe Weisberg
Hace poco se confirmó que "The Americans" tendrá dos temporadas más, es decir, que la sexta será la última. "The Americans" es una buena serie, pero en general no tiene una gran cobertura mediática, excepto ese par de meses en que por alguna razón se concentran artículos como "por qué 'The Americans' debería ser más vista" o "averigua las series que nadie ve pero que todos deberían estar viendo. La número cinco es una completa injusticia", para luego dar paso al acostumbrado olvido. A propósito, las series que nadie ve siempre son de las cadenas más grandes y pudientes, pero ahí no me meto. Lo cierto es que "The Americans" vale el visionado y su calidad es innegable, pero tampoco la encumbraría al olimpo televisivo, si bien se ha ganado su envidiable lugar (sin ser un éxito de audiencia, se ha permitido sobrevivir dignamente). En fin, suficiente cháchara...
A grandes rasgos no hay mucho que decir sobre "The Americans" a estas alturas, toda vez que sus temporadas son bastante similares entre sí en cuanto al relato, los arcos dramáticos, etc. La premisa, por si no han visto esta serie o se perdieron el post de la tercera temporada, es sencilla: durante la guerra fría, los soviéticos tienen una red de espías que, para efectos prácticos, viven como verdaderos estadounidenses: de día, el sueño americano (buenos trabajos, hijos, lindas casas suburbanas...); de noche, infiltración de edificios, recopilación de información, misiones peligrosas... La gracia es que, estando en Estados Unidos, la trama está protagonizada por el enemigo, es decir, los soviéticos; y, más aún, dramáticamente, los antagonistas son los mismos estadounidenses. Para esta cuarta temporada, los Jennings están más expuestos que nunca, y como si ello no fuera suficiente, más problemas se irán acumulando mientras afectan la vida íntima y familiar que llevan, que será una fachada pero no por ello algo falso para los protagonistas, que por la exposición a la que están sometidos ven un potencial peligro (para los hijos, para la familia) como algo más cercano y probable. Al respecto, son interesantes las secuencias en que el montaje alterna escenas de espías con escenas familiares, usualmente ocurriendo paralelamente: mientras el papá está reuniéndose con otros espías, la madre está en casa hablando con la hija. Está claro que "The Americans" no se centra únicamente en las tramas o las misiones, pues el aspecto humano y cotidiano también es ser espía, y finalmente los peligros no acaban nunca: es la amenaza constante.
Poco más que agregar: las tramas están bien escritas, por momentos son infartantes y continuamente nos ofrecen impecables escenas llenas de tensión y agobio. Eso sí, como he dicho, "The Americans" no es una serie que cambie su manera de narrar, así que sólo resta señalar que la presente temporada es tan buena como las anteriores. Me ha llamado la atención que el final de temporada haya sido tan calmado para lo que se anunciaba, pero me gusta la dirección en que se dirige la trama; continuamente me he preguntado si "The Americans" terminará siendo algo trágico y pesimista o, por el contrario, más cercano a cierto happy ending, lo que no estaría mal considerando que los Jennings han sabido sobreponerse a todos los líos que se interponen en su camino. No me gustaría que la cosa terminara con algo así como un castigo para los espías, en el fondo estoy seguro de que encontrarán su paz. Ojalá.
No es que me guste autopromocionarme, pero si quieren tener más certeza de qué es "The Americans", para ello están mis posts sobre las segunda y tercera temporadas, escritas en los tiempos en que me extendía bastante más que ahora. Por último, si he de definir en algo este cuarto ciclo, es que su tema central parece ser, más que nunca, la confianza verdadera; una mayor sensación de desnudez. Y, claro, elogiar el hecho de que "The Americans" no tiene miedo de deshacerse de personajes importantes. Ahora tienen un año más para ponerse al día.
Poco más que agregar: las tramas están bien escritas, por momentos son infartantes y continuamente nos ofrecen impecables escenas llenas de tensión y agobio. Eso sí, como he dicho, "The Americans" no es una serie que cambie su manera de narrar, así que sólo resta señalar que la presente temporada es tan buena como las anteriores. Me ha llamado la atención que el final de temporada haya sido tan calmado para lo que se anunciaba, pero me gusta la dirección en que se dirige la trama; continuamente me he preguntado si "The Americans" terminará siendo algo trágico y pesimista o, por el contrario, más cercano a cierto happy ending, lo que no estaría mal considerando que los Jennings han sabido sobreponerse a todos los líos que se interponen en su camino. No me gustaría que la cosa terminara con algo así como un castigo para los espías, en el fondo estoy seguro de que encontrarán su paz. Ojalá.
No es que me guste autopromocionarme, pero si quieren tener más certeza de qué es "The Americans", para ello están mis posts sobre las segunda y tercera temporadas, escritas en los tiempos en que me extendía bastante más que ahora. Por último, si he de definir en algo este cuarto ciclo, es que su tema central parece ser, más que nunca, la confianza verdadera; una mayor sensación de desnudez. Y, claro, elogiar el hecho de que "The Americans" no tiene miedo de deshacerse de personajes importantes. Ahora tienen un año más para ponerse al día.
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