Director: Don Hertzfeldt
Todo bien, todo bien: hoy no vi la tercera parte de la trilogía autobiográfica surreal de Takeshi Kitano porque con mi abuelo y mi hermana salimos a comer algo, y aunque después me quedaba tiempo para ver dicha película, tras ingerir grandes cantidades de comida (una empanada de champiñón-queso, unas cuantas papas fritas inundadas en mayonesa, un sandwich champiñón dinámico y la infaltable Limón Soda) no puedo sino dormir, o al menos dormitar: comer mucho me da sueño. Tampoco me dieron ganas de hacer ejercicio, así que tendré que recuperarme mañana. En todo caso hace rato que tengo en mente terminar de ver la obra de Don Hertzfeldt, director dedicado a la animación. Como acá ya está comentado "World of Tomorrow", un corto de quince minutos, me pareció buena idea ver y comentar "World of Tomorrow 2", su secuela de veinte minutos.
En "World of Tomorrow", que de por sí está situado en un futuro indeterminado, veíamos a una niña que contesta una llamada hecha desde el futuro (¡241 años adelante de ella!) y por la versión futura de ella, es decir, un clon al que se le implantó la consciencia de la niña algo ya más crecida. Aunque la versión futura de la niña tiene un fin concreto para realizar dicha llamada, aprovecha la misma para explicarle en qué consiste ese futuro en donde la inmortalidad virtualmente se ha logrado, entre otros avances tecnológicos que tan bien la han hecho a la humanidad. Como es habitual en la obra de Hertzfeldt, todo el asunto del futuro le venía como anillo al dedo para reflexionar en torno a temas existenciales, filosóficos y metafísicos; la identidad, la consciencia, la memoria, qué determina ser humano y esas cosas. Todo aderezado con el particular sentido del humor de Hertzfeldt y su buen gusto para elegir bandas sonoras, en este caso música clásica (etiqueta que a lo mejor se refiere a un período en particular, pero que en boca de ignorantes como yo quiere decir música con piano, violines y clarinetes).
En "World of Tomorrow 2" el planteamiento es similar, es decir la niña Emily vuelve a recibir la visita, desde el futuro, de otra versión de sí misma, un clon que no tiene consciencia (o sea, no tiene la consciencia de la verdadera Emily implantada en ella) y que llega para implantarse a sí misma la consciencia de la pobre niña, ignorando que lo que ella entiende por consciencia (memoria, por ejemplo, y algo parecido a la emoción y los sentimientos) es algo que ya tiene dentro de sí misma. En todo caso esta visita deviene no tanto en exploración de un futuro inventado, sino que en un viaje introspectivo, pues mientras la clon le quita a la niña su consciencia, ambos personajes de alguna forma se pierden en la mente de una y luego de la otra, navegando por recuerdos y lugares llenos de metáforas sobre el sentir y el pensar, con paradójas espacio-temporales incluidas. En otras palabras, en esta ocasión Hertzfeldt aprovecha la premisa argumental para concentrarse, primordialmente, en esas enrevesadas historias suyas en donde todo parece ser circular, recursivo, fractal, etc., con personajes que poco pito tienen que tocar en el flujo de acontecimientos que los atrapa. Claramente no faltan las imaginativas formas de representar ciertos procesos cognitivos y mentales (o como se digan), lo cual inevitablemente hace que se te venga "Inside Out" a la mente.
En fin... interesante propuesta, pero tampoco vamos a perder la cabeza por ello.
En "World of Tomorrow", que de por sí está situado en un futuro indeterminado, veíamos a una niña que contesta una llamada hecha desde el futuro (¡241 años adelante de ella!) y por la versión futura de ella, es decir, un clon al que se le implantó la consciencia de la niña algo ya más crecida. Aunque la versión futura de la niña tiene un fin concreto para realizar dicha llamada, aprovecha la misma para explicarle en qué consiste ese futuro en donde la inmortalidad virtualmente se ha logrado, entre otros avances tecnológicos que tan bien la han hecho a la humanidad. Como es habitual en la obra de Hertzfeldt, todo el asunto del futuro le venía como anillo al dedo para reflexionar en torno a temas existenciales, filosóficos y metafísicos; la identidad, la consciencia, la memoria, qué determina ser humano y esas cosas. Todo aderezado con el particular sentido del humor de Hertzfeldt y su buen gusto para elegir bandas sonoras, en este caso música clásica (etiqueta que a lo mejor se refiere a un período en particular, pero que en boca de ignorantes como yo quiere decir música con piano, violines y clarinetes).
En "World of Tomorrow 2" el planteamiento es similar, es decir la niña Emily vuelve a recibir la visita, desde el futuro, de otra versión de sí misma, un clon que no tiene consciencia (o sea, no tiene la consciencia de la verdadera Emily implantada en ella) y que llega para implantarse a sí misma la consciencia de la pobre niña, ignorando que lo que ella entiende por consciencia (memoria, por ejemplo, y algo parecido a la emoción y los sentimientos) es algo que ya tiene dentro de sí misma. En todo caso esta visita deviene no tanto en exploración de un futuro inventado, sino que en un viaje introspectivo, pues mientras la clon le quita a la niña su consciencia, ambos personajes de alguna forma se pierden en la mente de una y luego de la otra, navegando por recuerdos y lugares llenos de metáforas sobre el sentir y el pensar, con paradójas espacio-temporales incluidas. En otras palabras, en esta ocasión Hertzfeldt aprovecha la premisa argumental para concentrarse, primordialmente, en esas enrevesadas historias suyas en donde todo parece ser circular, recursivo, fractal, etc., con personajes que poco pito tienen que tocar en el flujo de acontecimientos que los atrapa. Claramente no faltan las imaginativas formas de representar ciertos procesos cognitivos y mentales (o como se digan), lo cual inevitablemente hace que se te venga "Inside Out" a la mente.
En fin... interesante propuesta, pero tampoco vamos a perder la cabeza por ello.
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Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...