Director: Francois Ozon
Bueno, supongo que al final no trabajaré haciendo subtítulos. Que no se diga que no lo intenté, después de todo la paga era espectacular, no obstante tuve un 62% de aprobación en el test que había que hacer para medir mis facultades, claramente una medida insuficiente. Sin colocación alguna, supongo que ahora tendré que ganarme la lotería... si tuviera dinero para comprar boletos, je, je. Como ven, estoy perdido. Quizás deba hacerme peluquero o algo así, incluso abrir mi propia peluquería; un señor que vive cerca de mi casa, apodado El Patilla, instaló en el jardín delantero de su casa, antes de que yo naciera por cierto (el tipo es todo un clásico), una pequeña caseta en donde me imagino que se hace un buen dinero para vivir, además tampoco debe gastar tanto (quizás un poco de luz, pero con las ampolletas ecológicas y todo eso se ahorra bastante, ¿o no?). ¿Será demasiado tarde para ser futbolista? En fin, para qué imaginarse cosas que no ocurrirán jamás... Mejor hablemos de "5x2", penúltima parada de esta segunda etapa de la retrospectiva ozoniana enmarcada en esta insuficiente puesta al día de Cannes 2017.
Estaba viendo que no hay muchas biografías de Ozon, de hecho no hay ninguna. Sólo se dice que en tal año nació en París y que en tal año se metió a una escuela de cine y luego se enumera su filmografía: gran trabajo, redactores. Qué se le va a hacer.
Con respecto a "5x2", es la historia de desamor de una pareja contada, he acá la gracia, de manera inversa, es decir, comenzamos cuando los ex enamorados están firmando los papeles de divorcio y terminamos cuando los aún no enamorados se enamoran o están a punto de hacerlo; el relato consiste en cinco episodios que nos van mostrando, siempre a la inversa, este gradual y doloroso proceso de distanciamiento. Entonces lo que Ozon nos propone es un muy interesante ejercicio de análisis y observación, pero sobre todo de reflexión, sobre la dinámica romántica, sexual, social, etc., de ella y de él, en donde la estructura inversa desmonta, de manera no poco despiadada, la ilusión o idealización propia del amor romántico progresivamente señalando, con contenida y sutil furia, esos ni tan pequeños detalles y gestos que gritan a los cuatro vientos que, por ejemplo, el esposo siempre ha sido un auténtico pedazo de mierda (nunca se transformó en el animal que acaba siendo porque ya lo era, menos deviene en dulce seductor) y que ella siempre ha sido una ilusa víctima de su propia vulnerabilidad (aunque no es que la recriminemos, por favor). De esta forma, anteponiendo las consecuencias a las causas, esta particular flecha de tiempo (de constante tono crudo y desolador, desmitificador: el amor no existe) navega por los inciertos entresijos de una existencia y/o estado de las cosas que siempre, pase lo que pase, se verá rasgada y herida por el paso de los años, el desgaste de las personas y, finalmente, la naturaleza del individuo. Y, pregunto, ¿hay alguna real diferencia entre la pareja que rompe al inicio y la pareja que se conoce al final, o mejor dicho, hay diferencias sustanciales entre las distintas Valeria Bruni-Tedeschi y los distintos Stéphane Freiss?
En cualquier casi "5x2" es una película algo más abstracta y conceptual, más en la línea de "Sous le sable" pero con una puesta en escena algo menos íntima o sensual y con un arco argumental restringido acorde a la premisa dramática: lo importante no es realmente el argumento, son los personajes y sus estados emocionales. Ozon mete el dedo en la llaga con bastante dureza, no obstante su estilo sofisticado.
Estaba viendo que no hay muchas biografías de Ozon, de hecho no hay ninguna. Sólo se dice que en tal año nació en París y que en tal año se metió a una escuela de cine y luego se enumera su filmografía: gran trabajo, redactores. Qué se le va a hacer.
Con respecto a "5x2", es la historia de desamor de una pareja contada, he acá la gracia, de manera inversa, es decir, comenzamos cuando los ex enamorados están firmando los papeles de divorcio y terminamos cuando los aún no enamorados se enamoran o están a punto de hacerlo; el relato consiste en cinco episodios que nos van mostrando, siempre a la inversa, este gradual y doloroso proceso de distanciamiento. Entonces lo que Ozon nos propone es un muy interesante ejercicio de análisis y observación, pero sobre todo de reflexión, sobre la dinámica romántica, sexual, social, etc., de ella y de él, en donde la estructura inversa desmonta, de manera no poco despiadada, la ilusión o idealización propia del amor romántico progresivamente señalando, con contenida y sutil furia, esos ni tan pequeños detalles y gestos que gritan a los cuatro vientos que, por ejemplo, el esposo siempre ha sido un auténtico pedazo de mierda (nunca se transformó en el animal que acaba siendo porque ya lo era, menos deviene en dulce seductor) y que ella siempre ha sido una ilusa víctima de su propia vulnerabilidad (aunque no es que la recriminemos, por favor). De esta forma, anteponiendo las consecuencias a las causas, esta particular flecha de tiempo (de constante tono crudo y desolador, desmitificador: el amor no existe) navega por los inciertos entresijos de una existencia y/o estado de las cosas que siempre, pase lo que pase, se verá rasgada y herida por el paso de los años, el desgaste de las personas y, finalmente, la naturaleza del individuo. Y, pregunto, ¿hay alguna real diferencia entre la pareja que rompe al inicio y la pareja que se conoce al final, o mejor dicho, hay diferencias sustanciales entre las distintas Valeria Bruni-Tedeschi y los distintos Stéphane Freiss?
En cualquier casi "5x2" es una película algo más abstracta y conceptual, más en la línea de "Sous le sable" pero con una puesta en escena algo menos íntima o sensual y con un arco argumental restringido acorde a la premisa dramática: lo importante no es realmente el argumento, son los personajes y sus estados emocionales. Ozon mete el dedo en la llaga con bastante dureza, no obstante su estilo sofisticado.
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