Director: Don Siegel
Ahora sí que sí. La otra vez nos habíamos quedado en "The Beguiled" (la buena, por supuesto: la de Siegel). La que sigue es "Dirty Harry", la célebre e icónica película con Clint Eastwood. Todavía no dan el último episodio de "The Challenge: Dirty 30" y ya se sabe quiénes son los ganadores (da lo mismo, no ganó CT, y debo decir que me decepciona un poco)... ¡Demonios!, recién acaban de terminar de grabar la temporada que le sigue, "The Challenge: Vendettas", y ya hay sitios que garantizan quiénes son los ganadores. Es increíble. Lo que es yo, prefiero la primera época de "The Challenge"; lo mismo digo con respecto a "The Real World".
"Dirty Harry" es en realidad una película bastante simple pero no por ello menos contundente, brutal, frontal. Desde luego, no obstante la estructura narrativa, no estamos solamente ante una película policial en donde un Inspector de la Policía de San Francisco, el mentado Harry Callahan, debe atrapar a un asesino en serie para evitar que siga cometiendo sus atrocidades al estilo Zodiac y luego adiós, pues Siegel eleva el conflicto a una escala mayor. Podría intentar hacer un análisis, pero me duele un poco la cabeza y no puedo pensar algo medianamente decente que apuntar. Lo cierto es que Harry el sucio no sólo persigue a un maníaco que mata por el puro placer de matar, también va contra el sistema, un sistema moralmente más ambiguo y frágil que él, ciertamente más imperfecto e hipócrita al respecto, lo que lo deja en una suerte de zona gris moral y existencial, como abandonado a su suerte ante las amenazas que debe enfrentar como profesional, pero también como ser humano: ¿puede creer una persona en la Justicia? Siegel, como ya hemos podido ver en varias de sus películas, va más allá del género que toca y le imprime al fotograma un aire de suciedad y de cinismo demoledor y desolador, de rabia contenida, que empuja a Harry Callahan a esa vida al borde del abismo, siempre al filo de la muerte (desafiándola, retándola, burlándose de ella: ¿qué tan afortunados nos sentimos hoy día?), casi como si tuviera un death wish disfrazado de o fundido con su estricto y suicida sentido de la justicia.
Me quedo con esa mirada de amargura que le queda a Harry al final y la sensación de futilidad que le acompaña. Cumplió, lo logró, pero... ¿y qué?
Grandiosa película.
...estoy ansioso por despertar otra vez bajo la melodía de los quince chillones, interminables y profundos ladridos que me roban los sueños cada puto amanecer...
"Dirty Harry" es en realidad una película bastante simple pero no por ello menos contundente, brutal, frontal. Desde luego, no obstante la estructura narrativa, no estamos solamente ante una película policial en donde un Inspector de la Policía de San Francisco, el mentado Harry Callahan, debe atrapar a un asesino en serie para evitar que siga cometiendo sus atrocidades al estilo Zodiac y luego adiós, pues Siegel eleva el conflicto a una escala mayor. Podría intentar hacer un análisis, pero me duele un poco la cabeza y no puedo pensar algo medianamente decente que apuntar. Lo cierto es que Harry el sucio no sólo persigue a un maníaco que mata por el puro placer de matar, también va contra el sistema, un sistema moralmente más ambiguo y frágil que él, ciertamente más imperfecto e hipócrita al respecto, lo que lo deja en una suerte de zona gris moral y existencial, como abandonado a su suerte ante las amenazas que debe enfrentar como profesional, pero también como ser humano: ¿puede creer una persona en la Justicia? Siegel, como ya hemos podido ver en varias de sus películas, va más allá del género que toca y le imprime al fotograma un aire de suciedad y de cinismo demoledor y desolador, de rabia contenida, que empuja a Harry Callahan a esa vida al borde del abismo, siempre al filo de la muerte (desafiándola, retándola, burlándose de ella: ¿qué tan afortunados nos sentimos hoy día?), casi como si tuviera un death wish disfrazado de o fundido con su estricto y suicida sentido de la justicia.
Me quedo con esa mirada de amargura que le queda a Harry al final y la sensación de futilidad que le acompaña. Cumplió, lo logró, pero... ¿y qué?
Grandiosa película.
...estoy ansioso por despertar otra vez bajo la melodía de los quince chillones, interminables y profundos ladridos que me roban los sueños cada puto amanecer...
Nunca creí que el título "Harry el Sucio" fuera tan literal... Y es que siento que el buen Clint se ensucia de maneras variadas a lo largo de la película: de la sangre de otros, de su propia sangre, de tierra, de rabia, de vergüenza, de impotencia. Todo el metraje está impregnado de una suciedad corrupta, incómoda, desoladora, como bien dices. Lo veo excelentemente reflejado en el antagonista, que nunca deja de ser odioso y frustrante a pesar de que la mayor parte del tiempo tiene las de perder, es zarandeado y humillado (como el mismo protagonista). Una gran sorpresa, dado que esperaba una película de acción convencional. Que me perdone Don Siegel; ya me pondré al día con sus películas.
ResponderBorrar¿Tienes planeado revisar el resto de la saga Dirty Harry? Aunque ya no sean del mismo director, me llaman demasiado la atención.
La primera vez que vi esta película, de hecho, quedé un poco decepcionado precisamente por haber esperado una película más cercana a la acción, siendo que todo el proceso policial, la caza, responde a esta dinámica de frustración, derrota y humillación. ¡Ojalá puedas ver sus películas ininterrumpidamente!
BorrarEs un plan, por supuesto, pero conociéndome va a tardar bastante en cobrar forma, pues creo que la cuarta o la quinta de la saga está dirigida por Clint Eastwood, pero no vería esa película sin antes haber visto la filmografía previa del hombre, así que probablemente ambas retrospectivas vayan más o menos de la mano. ¿Y para cuándo la filmografía de Eastwood? Je, je... Primero, pienso yo, necesito entender algunos de sus referentes y maestros. No sé, ver los westerns de Leone y del mismo Siegel, etc. A ponerse las pilas, ¡no queda otra!