Creador: David Milch
Las buenas noticias son que ahora que me lavo los dientes tres veces al día tengo las encías más sanas y bonitas. Las malas noticias son que me sigo mordiendo las uñas, pero las buenas son que terminé de ver, otra vez, "Luck", una serie que quería comentar hace tiempo y que en su momento la vi cuando la dio HBO hace unos ¿cinco, seis años? Bueno, como diría el relator: ¡partieron!
David Milch no es un nombre cualquiera: es el creador de "Deadwood", de la maravillosa y magnífica "John from Cincinnati" (comentada por acá, ¡y de qué manera!), y además se unió a la tercera temporada de "True Detective", que me imagino va a llegar el otro año. El primer episodio lo dirigió Michael Mann, razón por la cual los medios la vendieron como la "serie de Michael Mann", aunque es cierto que Mann también ejerció como productor ejecutivo. En la dirección encontraremos nombres como el de Phillip Noyce, Allen Coulter (un consolidado en la tele) y Mimi Leder, otra consolidada del medio. Como si fuera poco, "Luck" cuenta con un increíble reparto encabezado por Dustin Hoffman (va a ser difícil, de ahora en adelante, comentar películas o series con actores acusados de acoso, abuso, etc., yo hace tiempo que quiero ver "Se7en" y revisar "The Usual Suspects". ¿Ven mi problema?), quien interpreta a Chester "Ace" Bernstein, hombre de negocios que acaba de salir de la cárcel por un crimen que no cometió, dispuesto a vengarse de aquellos sujetos por los que tuvo que pagar el pato, para ello cumpliendo al pie de la letra un detallado plan que comienza con la potencial compra de un hipódromo de California. En su vendetta lo secunda Dennis Farina (que en paz descanse), su leal y certera mano derecha, y los villanos son un siniestro trío compuesto por Michael Gambon, Ted Levine y Alan Rosenberg, dispuestos a todo con tal de no permitir la ofensiva de Hoffman.
Si "Luck" fuera una serie común y corriente, un típico thriller perfecta y fríamente maquinado a la manera escandinava, entonces lo único que importaría sería esta vendetta emprendida por Hoffman y los personajes poco peso ostentarían más allá de su cualidad de instrumentos circunstanciales, y qué decir del escenario, que no sería más que un simple telón de fondo de cartón piedra. Sin embargo, "Luck" no es una serie común y corriente: es una serie de HBO. Más aún: es una serie de David Milch, es decir, aunque la de Hoffman sea la trama que encabeza el conjunto de nueve trepidantes y apasionantes episodios, el objetivo de "Luck" es sumergirnos en la vida, vibrante e impredecible, de la hípica. Y ahí encontramos al gran Nick Nolte interpretando a un sabio entrenador de caballos; a John Ortiz haciendo de otro entrenador, sólo que más chupete de fierro; a Kevin Dunn, Ian Hart, Ritchie Coster y Jason Gedrick como un singular y entrañable grupo de amigos, apostadores que verán su suerte cambiar radicalmente; a Kerry Condon, Gary Stevens y Tom Payne haciendo de jinetes (como curiosidad: el segundo es, o fue, un verdadero jockey, y al tercero lo pueden ver, bien barbudo y bajo el nombre de Jesus, en "The Walking Dead"); a Richard Kind como un agente tartamudo y de dispar suerte; y a un variado puñado de personajes que nos muestran las múltiples caras de la trastienda de un hipódromo, lo que hay detrás de las carreras de los viernes (o los sábados, o los domingos... todo depende de a dónde vayas): los entrenamientos, los cuidados, ciertos tejemanejes, los elementos que determinan una buena apuesta, etc. Es un mundo muy rico, atractivo y apasionante, y David Milch nos muestra toda su belleza, pero también sus infortunios y su cara menos amable: la dificultad para dar con el peso, los accidentes de los caballos, lo que implica ser dueño de un establo, qué sé yo. Es imposible sentirse excluido de este mundo, imposible no desear ver y saber más y más una vez nos introducimos en él (y nos introducimos bastante rápido: su magnetismo es innegable e irresistible).
No obstante la trama de Hoffman (la cual, por lo demás, en cierta forma no tiene nada que ver con la vida hípica: es sólo que el protagonista quiere comprar el hipódromo para atraer los colmillos de sus enemigos, y estos muerden el anzuelo al querer quedarse con todo el pastel, pero ninguno interviene de verdad en la rutina hípica), no piensen que habrá mucha "mafia", sangre y tiroteos; ciertamente se ven turbiedades y alguno que otro vacío aprovechado por "vivos", pero a grandes rasgos veremos el activo pero "normal" día a día de un hipódromo, sin grandilocuentes arcos argumentales, pero sí con muy bien delineados y desarrollados personajes que evolucionan de manera tan coherente y verosímil como lo hacen sus conflictos y su entorno, amén de una excelente escritura y ambientación. La realización, como es esperar, es de lujo: las carreras están espectacularmente rodadas, te quitan el aliento y siempre, siempre mantienen esa saludable cuota de misterio inherente a toda carrera. Por lo demás, sobrevuela un lirismo arrollador que, cuando alcanza su punto cúlmine, ofrece secuencias realmente memorables y emocionantes (lo cual no es sorpresa para quien haya degustado "John from Cincinnati"). Y para qué estamos con cosas: la trama de Hoffman tiene toda la pinta y calidad de un potente thriller criminal, así que no hay por dónde perderse.
"Luck" tenía segunda temporada confirmada pero desgraciadamente HBO hubo de cancelarla debido a la siempre lamentable muerte de caballos, específicamente tres de ellos que debieron ser sacrificados por complicaciones surgidas en el rodaje. Es lamentable que una serie tan buena se acabe de esa manera, sobre todo cuando tiene un episodio final tan condenadamente bueno, pero era la decisión correcta. Lo que sí, la cancelación llegó justo cuando ya estaba rodado el primer episodio de la segunda temporada, registro que nunca se dio al público. Eso sí, ¿han cancelado alguna vez alguna serie o película por la muerte en rodaje de un doble de acción?, ¿o de un actor principal? ¡Bah!, no me hagan caso: son gajes del oficio, sin embargo no es ético que un animal muera por una labor que, en el fondo, realmente nunca fue su decisión. ¿O sí?
Como sea, grandiosa y preciosa serie es "Luck". Totalmente recomendable e imperdible. No se la pierdan en lo absoluto. Y espero que tengan mejor suerte que yo en las carreras...
David Milch no es un nombre cualquiera: es el creador de "Deadwood", de la maravillosa y magnífica "John from Cincinnati" (comentada por acá, ¡y de qué manera!), y además se unió a la tercera temporada de "True Detective", que me imagino va a llegar el otro año. El primer episodio lo dirigió Michael Mann, razón por la cual los medios la vendieron como la "serie de Michael Mann", aunque es cierto que Mann también ejerció como productor ejecutivo. En la dirección encontraremos nombres como el de Phillip Noyce, Allen Coulter (un consolidado en la tele) y Mimi Leder, otra consolidada del medio. Como si fuera poco, "Luck" cuenta con un increíble reparto encabezado por Dustin Hoffman (va a ser difícil, de ahora en adelante, comentar películas o series con actores acusados de acoso, abuso, etc., yo hace tiempo que quiero ver "Se7en" y revisar "The Usual Suspects". ¿Ven mi problema?), quien interpreta a Chester "Ace" Bernstein, hombre de negocios que acaba de salir de la cárcel por un crimen que no cometió, dispuesto a vengarse de aquellos sujetos por los que tuvo que pagar el pato, para ello cumpliendo al pie de la letra un detallado plan que comienza con la potencial compra de un hipódromo de California. En su vendetta lo secunda Dennis Farina (que en paz descanse), su leal y certera mano derecha, y los villanos son un siniestro trío compuesto por Michael Gambon, Ted Levine y Alan Rosenberg, dispuestos a todo con tal de no permitir la ofensiva de Hoffman.
Si "Luck" fuera una serie común y corriente, un típico thriller perfecta y fríamente maquinado a la manera escandinava, entonces lo único que importaría sería esta vendetta emprendida por Hoffman y los personajes poco peso ostentarían más allá de su cualidad de instrumentos circunstanciales, y qué decir del escenario, que no sería más que un simple telón de fondo de cartón piedra. Sin embargo, "Luck" no es una serie común y corriente: es una serie de HBO. Más aún: es una serie de David Milch, es decir, aunque la de Hoffman sea la trama que encabeza el conjunto de nueve trepidantes y apasionantes episodios, el objetivo de "Luck" es sumergirnos en la vida, vibrante e impredecible, de la hípica. Y ahí encontramos al gran Nick Nolte interpretando a un sabio entrenador de caballos; a John Ortiz haciendo de otro entrenador, sólo que más chupete de fierro; a Kevin Dunn, Ian Hart, Ritchie Coster y Jason Gedrick como un singular y entrañable grupo de amigos, apostadores que verán su suerte cambiar radicalmente; a Kerry Condon, Gary Stevens y Tom Payne haciendo de jinetes (como curiosidad: el segundo es, o fue, un verdadero jockey, y al tercero lo pueden ver, bien barbudo y bajo el nombre de Jesus, en "The Walking Dead"); a Richard Kind como un agente tartamudo y de dispar suerte; y a un variado puñado de personajes que nos muestran las múltiples caras de la trastienda de un hipódromo, lo que hay detrás de las carreras de los viernes (o los sábados, o los domingos... todo depende de a dónde vayas): los entrenamientos, los cuidados, ciertos tejemanejes, los elementos que determinan una buena apuesta, etc. Es un mundo muy rico, atractivo y apasionante, y David Milch nos muestra toda su belleza, pero también sus infortunios y su cara menos amable: la dificultad para dar con el peso, los accidentes de los caballos, lo que implica ser dueño de un establo, qué sé yo. Es imposible sentirse excluido de este mundo, imposible no desear ver y saber más y más una vez nos introducimos en él (y nos introducimos bastante rápido: su magnetismo es innegable e irresistible).
No obstante la trama de Hoffman (la cual, por lo demás, en cierta forma no tiene nada que ver con la vida hípica: es sólo que el protagonista quiere comprar el hipódromo para atraer los colmillos de sus enemigos, y estos muerden el anzuelo al querer quedarse con todo el pastel, pero ninguno interviene de verdad en la rutina hípica), no piensen que habrá mucha "mafia", sangre y tiroteos; ciertamente se ven turbiedades y alguno que otro vacío aprovechado por "vivos", pero a grandes rasgos veremos el activo pero "normal" día a día de un hipódromo, sin grandilocuentes arcos argumentales, pero sí con muy bien delineados y desarrollados personajes que evolucionan de manera tan coherente y verosímil como lo hacen sus conflictos y su entorno, amén de una excelente escritura y ambientación. La realización, como es esperar, es de lujo: las carreras están espectacularmente rodadas, te quitan el aliento y siempre, siempre mantienen esa saludable cuota de misterio inherente a toda carrera. Por lo demás, sobrevuela un lirismo arrollador que, cuando alcanza su punto cúlmine, ofrece secuencias realmente memorables y emocionantes (lo cual no es sorpresa para quien haya degustado "John from Cincinnati"). Y para qué estamos con cosas: la trama de Hoffman tiene toda la pinta y calidad de un potente thriller criminal, así que no hay por dónde perderse.
"Luck" tenía segunda temporada confirmada pero desgraciadamente HBO hubo de cancelarla debido a la siempre lamentable muerte de caballos, específicamente tres de ellos que debieron ser sacrificados por complicaciones surgidas en el rodaje. Es lamentable que una serie tan buena se acabe de esa manera, sobre todo cuando tiene un episodio final tan condenadamente bueno, pero era la decisión correcta. Lo que sí, la cancelación llegó justo cuando ya estaba rodado el primer episodio de la segunda temporada, registro que nunca se dio al público. Eso sí, ¿han cancelado alguna vez alguna serie o película por la muerte en rodaje de un doble de acción?, ¿o de un actor principal? ¡Bah!, no me hagan caso: son gajes del oficio, sin embargo no es ético que un animal muera por una labor que, en el fondo, realmente nunca fue su decisión. ¿O sí?
Como sea, grandiosa y preciosa serie es "Luck". Totalmente recomendable e imperdible. No se la pierdan en lo absoluto. Y espero que tengan mejor suerte que yo en las carreras...
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