Mute - 2018

Director: Duncan Jones

Como siempre, para recuperarme de períodos cargados de sueño, me pongo a ver películas que... no lo sé, me den un poco lo mismo. No es que sea seguidor de Duncan Jones; apenas he visto su opera prima y ha pasado tanto tiempo que, aparte de un par de elementos argumentales (los más memorables, claro), sólo me queda un leve recuerdo de buena impresión. Sus otras películas no me interesan demasiado y esta, francamente, tampoco me llamaba mucho, pero a lo mejor sorprendía, dado que espiritual y puntualmente está ligada a "Moon", y quién sabe qué cosa nos puede sorprender en la vida. Además, no iba a perder un día de películas.


En efecto, "Mute" es una pésima película. Incomprensible película, inenarrable película. Un desperdicio. No es más que una burda y vergonzosa telenovela futurista, y lo de ambientar esta, ejem, historia, en el futuro, sólo se "justifica" con los guiños a "Moon" y el breve cameo del ultraclonado Sam Rockwell, aunque estos lazos son tan superfluos y fugaces que quedan como un simple capricho de director. Capricho, también, que "Mute" se ambiente en el futuro y que se considere ciencia ficción. No son esenciales al de por sí ridículo argumento. La trama pudo haber ocurrido en el presente, en los setenta y daba exactamente lo mismo, lo mismo que con el lugar, que si es Berlín o París o New York, qué importa, las diferencias serían nulas: el relato ocurriría de la misma manera. Ocurriría de la misma manera por muchas mediocres razones, la principal de ellas que el guión es absolutamente instrumental y artificial, es de esa clase de guiones que ven sus elementos narratológicos como simples herramientas uniformes y sin sustancia ni autonomía, las cuales ajustan arbitrariamente de acuerdo a las necesidades del argumento, o, lo que es lo mismo, utilizan como chapuceros parches para "reparar" los miles de agujeros que contiene la trama. Tomemos al protagonista, que hace un montón de cosas, que posee un par de útiles habilidades, ninguna de ellas descritas porque se intente construir algún tipo de personalidad como porque eventualmente dichas habilidades permitirán que la trama no se estanque. Tan típico, tan condenadamente típico. El resto de personajes tampoco se salva, de hecho quedan peor, resultan contradictorios (en el mal sentido de la palabra: incoherentes, inverosímiles, absurdos), y la trama, dios mío, tan rígida, tan inflexible, tan precisa y calculada que desde el inicio se percibe muerta, sin gracia, sin sangre en sus venas. Predecible, previsible, cuadrada. Un diluvio de lugares comunes, clichés. Y cursi a cagar. Tan cursi que te llega a dar diabetes. Y mal escrita, en definitiva. Mal pensada, mal planteada, mal concebida. Los sabios del futuro serán incapaces de descifrar qué demonios quería contarnos Duncan Jones; si hay significado bajo su superficie cargada de luces, o si todo es tan plano como luce.
El caso es que un anodino y mal dirigido Alexander Skarsgard está enamorado de una muchacha que a los diez minutos desaparece de escena, y como pasan un par de horas, el hombre se preocupa tanto que lo deja todo y comienza a buscar a su enamorada en la futurista ciudad de Berlín, repleta, por alguna razón, de militares estadounidenses. Mientras el Mudo busca a su novia (de ella no sabe ni la dirección, vaya), que en su momento dio la impresión de estar metida en graves problemas, Paul Rudd, apoyado por su mejor amigo Justin Theroux, intenta conseguir papeles falsos para dejar de una vez por todas la ciudad de Berlín, la cual odia con la misma intensidad con que Colin Farrell odia Brujas en "In Bruges" o con que yo detesto la puta universidad de mierda que me robó seis años de vida. Como es de esperar, el asunto de la novia perdida tiene mucho que ver con el asunto de Paul Rudd intentando escapar de Berlín, y al final todos se golpean, se matan, qué sé yo. Hay espacio para mafiosos, prostíbulos, matones, lo típico: soluciones fáciles y repentinas, salvaciones de último momento. Y una niña especial, cómo no. Sumen a ello que los efectos visuales no son tan impresionantes ni creíbles como los de "Blade Runner 2049" o la "Ghost in the Shell" gringa, así que en realidad no queda mucho, nada, que destacar de este esperpento. Acá va un insulto duro, un golpe bajo: "Mute" es como un mal episodio, tan malo que al final fue descartado, de aquella nadería que es "Altered Carbon". Un episodio de una hora que, como tuvo la oportunidad de convertirse en largometraje, fue alargado con una hora entera de rellenos.
CinemaSins va a despedazar "Mute", y yo no puedo esperar...

...si la carrera que desgraciadamente estudié y la universidad de mierda a la que fui fueran una persona

la decapitaría con mis propias manos desnudas...