Director: Mike Leigh
Para qué demorar lo que se quiere de inmediato, digo yo, cuando se puede tener de inmediato lo que se quiere, no me dicen ustedes. Hace un par de semanas vimos cuatro películas de Mike Leigh y ahora vamos a ver otras tantas más, ¿cuántas más?, ya verán cuántas más, lo cierto es que será una semana muy provechosa porque, como ya lo dije una vez, Mike Leigh me parece un genio y lo vuelve a demostrar en "Meantime".
Antes de que Mike Leigh se dedicara de lleno a hacer películas de cine, dirigió su buen puñado de películas para la televisión británica, y "Meantime" es una de esas películas, aunque, me consta, destaca de los otros telefilms hechos por él (hasta tiene su propia edición de Criterion Collection). Será por su calidad (ya lo veremos, llegado el momento), será porque en sus filas vemos a unos jovencillos Tim Roth y Gary Oldman. Lo cierto es que, hablando del cine de Mike Leigh, es probable que me repita mucho, y quizás por no querer repetirme tanto no diga mucho, pero es que "Meantime", como sus otras películas, tiene algo inefable e inasible, algo difícil de explicar en simples palabras. Será la honestidad, la autenticidad de sus imágenes, de sus personajes, del retrato que ofrece de la clase media-baja londinense, de ese mundo semi-marginal de adultos ya abatidos y jóvenes sin futuro, de desempleados e inactivos. Será esa humilde pero poderosa poesía que tiene. Ese afecto, ese dolor, esa amargura, esa dulzura que dejan traslucir los ojos de los personajes y que al final a uno lo dejan mudo, sin palabras, en silencio pero hondamente conmovido. La preciosa banda sonora. La fotografía y su bella luminosidad. Los personajes, complejos, maravillosamente trazados. Los actores, en roles descarnados. La dirección, íntima, cruda, cálida y directa. La visión de Leigh, humanista, profunda, amplia, de múltiples capas. La película, que es contemplar y sentir, comprender y fluir. Y seguir.
¿De qué trata? Sobre los Pollock, una familia enteramente desempleada: la madre juega al bingo, el padre bebe cerveza en el pub, el mayor va de acá para allá, y el menor, tildado de retrasado, que intenta encontrar su lugar. Para hacerme el ingenioso podría decir que es como la versión más sombría y grisácea (y con hermanos en vez de hermanas) de "Life is Sweet", pero comparar sería banal considerando la tremenda calidad cinematográfica de ambas. Lo de los hermanos/as sí me parece digno de mencionar, al menos así a la rápida.
"Meantime" es un pedazo de realidad filmado y expresado con la habitual transparencia emocional de Mike Leigh y ese certero componente social que nada tiene que ver con la porno miseria de un Ken Loach en horas bajas. Leigh cuenta, expresa, narra tanto con tan "poco". Un verdadero maestro.
Maravillosa y magistral.
Antes de que Mike Leigh se dedicara de lleno a hacer películas de cine, dirigió su buen puñado de películas para la televisión británica, y "Meantime" es una de esas películas, aunque, me consta, destaca de los otros telefilms hechos por él (hasta tiene su propia edición de Criterion Collection). Será por su calidad (ya lo veremos, llegado el momento), será porque en sus filas vemos a unos jovencillos Tim Roth y Gary Oldman. Lo cierto es que, hablando del cine de Mike Leigh, es probable que me repita mucho, y quizás por no querer repetirme tanto no diga mucho, pero es que "Meantime", como sus otras películas, tiene algo inefable e inasible, algo difícil de explicar en simples palabras. Será la honestidad, la autenticidad de sus imágenes, de sus personajes, del retrato que ofrece de la clase media-baja londinense, de ese mundo semi-marginal de adultos ya abatidos y jóvenes sin futuro, de desempleados e inactivos. Será esa humilde pero poderosa poesía que tiene. Ese afecto, ese dolor, esa amargura, esa dulzura que dejan traslucir los ojos de los personajes y que al final a uno lo dejan mudo, sin palabras, en silencio pero hondamente conmovido. La preciosa banda sonora. La fotografía y su bella luminosidad. Los personajes, complejos, maravillosamente trazados. Los actores, en roles descarnados. La dirección, íntima, cruda, cálida y directa. La visión de Leigh, humanista, profunda, amplia, de múltiples capas. La película, que es contemplar y sentir, comprender y fluir. Y seguir.
¿De qué trata? Sobre los Pollock, una familia enteramente desempleada: la madre juega al bingo, el padre bebe cerveza en el pub, el mayor va de acá para allá, y el menor, tildado de retrasado, que intenta encontrar su lugar. Para hacerme el ingenioso podría decir que es como la versión más sombría y grisácea (y con hermanos en vez de hermanas) de "Life is Sweet", pero comparar sería banal considerando la tremenda calidad cinematográfica de ambas. Lo de los hermanos/as sí me parece digno de mencionar, al menos así a la rápida.
"Meantime" es un pedazo de realidad filmado y expresado con la habitual transparencia emocional de Mike Leigh y ese certero componente social que nada tiene que ver con la porno miseria de un Ken Loach en horas bajas. Leigh cuenta, expresa, narra tanto con tan "poco". Un verdadero maestro.
Maravillosa y magistral.
...¡oe!, ¿podí cerrar el hocico?...
Es increíble y ese final cuando se quita la capucha.... Maravillosa.
ResponderBorrarYa no me quedan muchas palabras para esta película, jaja.
BorrarMe gusta que Leigh nunca se repita y siempre logra encontrar nuevas perspectivas, y pienso que ese final refleja muy bien, o mejor dicho narra, ese "perdido" período de confusión que vive ese personaje mientras su familia lo espera en la casa. Y de paso, no deja de sorprenderme que una marca de botas poco menos que se haya convertido en un símbolo identitario de los skinhead, como "te ves bien, pero... ¿y tus Doc Martens, eh?" (o al menos esa impresión me dan las pelis que abordan el tema).