Creador: Graham Yost
Bueno, bueno, bueno. Luego de su buena semana vacacionando por algunos rincones no tan remotos del país, ausencia en parte disimulada con los posts programados durante la semana pasada -no tenía más para disimular, jeje- y una visita al cyber para comentar en otros lares, vuelvo para acabar con el abandono de 5 días, todo un record para este blog.
Como estaba en un lugar sin cines, no he ido a ver las nominadas al Oscar, y como no tenía internet, no he podido bajar las otras nominadas que de todas formas no se van a estrenar en los cines del país. Por lo mismo, les traigo este post de Justified y su cuarta temporada -con la quinta en emisión, y ya en su mitad-, que ya había visto que rato y que tenía más o menos listo pero que por diversos y dudosos motivos, no había terminado de pulir los detalles. Ahora está listo, y vamos con el querido Raylan, y el igualmente querido Boyd, en la no tan querida pero siempre encantadora Harlan.
En todos lados siempre hay una leyenda urbana; que hay cocodrilos en la alcantarilla, que una fantasma en determinada avenida espera taxi, muchas historias circulan entre las comunidades. En Harlan, por ejemplo, la identidad de un tal Drew Thompson siempre ha sido un misterio que da lugar a muchas historias y dudosas respuestas, leyenda urbana que tiene su origen en un hecho acaecido el año 1983, cuando en un tranquilo pasaje del condado, cercano o en plena navidad, un paracaidista con su paracaídas roto cae en medio de la calle, todo molido y bien muerto. Consigo trae una identificación que lo acredita como el mencionado Drew Thompson. Desde luego, un desconocido del cual sólo se sabe el nombre da lugar a muchas especulaciones sobre su vida y círculos, y sobre la causa de su muerte, que puede parecer un accidente, pero que en realidad se nota que no lo es, especialmente porque con él cayeron varios ladrillos de cocaína, así que trigo muy limpio el fiambre no era.
Muchas interrogantes, claramente, pero sólo una certeza incuestionable: ese fue el día en que la cocaína llegó al condado de Harlan, y con ella todos los oportunistas que tomaron su parte antes de que llegara la policía, para luego devenir en criminales sedientos de control.
Como lo he anotado en los posts anteriores de Justified, la estructura es algo que ha cambiado a lo largo de las temporadas, demostrando la intención de probar nuevas formas de contar las interesantes historias que suceden en Harlan. Así, la primera temporada jugaba sus cartas a una clara trama principal dilucidada a medida que los episodios avanzan, pero contada entre las tramas episódicas. Tanto la segunda como tercera temporada apostaban por un cambio no tan radical, pero efectivo y mejor en comparación con la primera: sus primeros episodios eran tramas episódicas con la trama principal construyéndose a paso ni tan lento pero firme, para luego los siguientes enfocarse exclusivamente en la resolución de dicha trama.
Esta cuarta temporada, en cambio, tiene dos grandes diferencias con sus tres anteriores: primero, ahora ya no hay mini-tramas episódicas; la trama principal se desarrolla sin distracciones desde el inicio hasta el final, y eso se debe a que la base argumental de la temporada lo requiere de esa forma, ya que lo central de esta cuarta temporada es la resolución de un misterio.
¿Qué misterio? Sencillo: ¿Quién es Drew Thompson?
¿Quién es Drew Thompson? ¿No era ese sujeto que cayó del cielo con una gran cantidad de coca? Oh no, claro que no. En el primer episodio nuestro Raylan Givens descubre que ese sujeto en realidad se llama Waldo Truth, y que lo más probable es que Drew Thompson fingiera su muerte usando al pobre réprobo como chivo expiatorio. En base a esto, la identidad de Drew Thompson, tenemos varios puntos de vista argumentales: el de Raylan y los Marshals, que quieren resolver el caso erróneamente cerrado más de 30 años atrás; Boyd Crowder, Wynn Duffy, y otros criminales que quieren, cada uno por su cuenta, encontrar a Drew Thompson para venderlo al líder de Detroit, quien lo quiere por viejos conflictos; y, desde la sombra, Drew Thompson que no quiere ser encontrado.
Como adivinarán, el misterio central da para mucho: dimes y diretes, traiciones, alianzas, ventajas y desventajas, chantajes, todo lo que puedan imaginar. Es una temporada sumamente entretenida, que tiene el sello de calidad acostumbrado.
Por ejemplo, la estructura de la temporada le juega a su favor, ya que todos los episodios están centrados en como resolver este tremendo lío. La factura técnica es impecable, los diálogos muy bien logrados, y lo más importante: el misterio está bien llevado. Desde el inicio al presentarnos la situación inicial, pasando por el descubrimiento del misterio, la formulación de las preguntas, la visita a los posibles conocedores de las respuestas que se niegan a hablar, intentos de asesinato, pasos en falso, los ingredientes esenciales de un relato de misterio están bien utilizados, e incorporados hábilmente en el momento justo.
En cuanto a su resolución, y sin entregar detalles, debo decir que no me gustó como revelaron la identidad de Drew Thompson. Me parece tan poco verosímil y convincente, que llega a ser ridícula la situación. Insisto, sin entrar en detalles, es del tipo de situación en la que el verdadero Drew Thompson, con su nombre falso, en este caso inventemos 'Charles', habla con el que conoce su real identidad. Luego de su conversación, el que conoce a 'Charles' le dice "como quieras, Drew". Nunca antes le había dicho Drew, y ahora lo hace sin razón aparente, como si el personaje supiera que era el momento justo para revelar su nombre. De todas formas, luego de la revelación, la cosa sigue en una situación muy del estilo "captura la bandera" que hace todo más entretenido y emocionante. Ya los últimos episodios se me debilitaron un poco con respecto al ritmo que la temporada llevaba, pero por sí solo el final de temporada -todo- me parece correcto.
Ya hablar de la ambientación, banda sonora, actuaciones, sería redundar en cosas que ya he dicho en los posts anteriores, pero quiero hablar sobre dos cosas sobre esta temporada.
Primero son sus nuevos personajes, de los cuales realmente voy a hablar sobre uno: el amigo de Boyd que llega a ayudarlo, llamado Colton Rhodes. Me gusta mucho este personaje, primero por su interesante look, y segundo por su personalidad, en primera instancia bastante despreocupada y eficiente, pero luego revelando las cicatrices provocadas por el siempre indeleble pasado, que en su caso debe perseguirlo -más que en el común de la gente- constantemente en sueños, considerando su paso en Irak.
Tampoco he hablado sobre Johnny Crowder, el primo de Boyd, cuyo rencor hacia Boyd -un tanto inexplicable para mi- se ve sumido ante la autoridad del mismo. Me gusta el acento que tiene "Cousin Johnny". Ah bueno, y Ellen May, la chica puta más insoportable desde todas las tipas esas de AHS: Coven.
Y lo otro es que en esta temporada aparecen las mujeres más bellas de las cinco que van. Me refiero a la del episodio inicial que tiene un desnudo total aunque, tristemente, no frontal -pudo ser de perfil al menos-. La otra es Alexandra Kyle que hace de una niña que se sube la polera un par de veces, aunque nuevamente, no frontalmente. La otra es la campesina de la familia de Waldo Truth en el segundo episodio cuyo "yuuuuuup" me conquistó inmediatamente, y la última es una del episodio siete, que, inexplicablemente, se baña con ropa interior ¿pueden creerlo? Me llama la atención que FX no se atreva con los desnudos como lo hacen los más grandes, y eso que Justified no lo dan en horario para niños. Debería volver a ser "para grandes hombres" como antes.
En fin, todo lo anterior expuesto, especialmente el misterio, que es lo central, hacen de esta la mejor temporada de Justified. Tendría que terminar de ver la actual en emisión para ver si logra ser mejor que esta. No me atrevo a decir que no llegará a serlo, pero es que un misterio es algo muy bueno, y en este caso, bastante bien logrado. Al menos puedo decir que la quinta va bien, nuevamente con una estructura serializada, y que puede ser la segunda mejor temporada.
Para terminar, hace ya varias semanas que se anunció que la sexta va a ser la temporada final de Justified. Siempre da un poco de tristeza que una serie que a uno le gusta termine, pero en este caso se agradece harto que sea una decisión creativa, y que los mismos escritores y el creador decidan que es hora de un final para esta historia. Espero que sea memorable, pero eso va a ser el otro año, cuando esté celebrando mi post número 500. Quizás.
Como estaba en un lugar sin cines, no he ido a ver las nominadas al Oscar, y como no tenía internet, no he podido bajar las otras nominadas que de todas formas no se van a estrenar en los cines del país. Por lo mismo, les traigo este post de Justified y su cuarta temporada -con la quinta en emisión, y ya en su mitad-, que ya había visto que rato y que tenía más o menos listo pero que por diversos y dudosos motivos, no había terminado de pulir los detalles. Ahora está listo, y vamos con el querido Raylan, y el igualmente querido Boyd, en la no tan querida pero siempre encantadora Harlan.
En todos lados siempre hay una leyenda urbana; que hay cocodrilos en la alcantarilla, que una fantasma en determinada avenida espera taxi, muchas historias circulan entre las comunidades. En Harlan, por ejemplo, la identidad de un tal Drew Thompson siempre ha sido un misterio que da lugar a muchas historias y dudosas respuestas, leyenda urbana que tiene su origen en un hecho acaecido el año 1983, cuando en un tranquilo pasaje del condado, cercano o en plena navidad, un paracaidista con su paracaídas roto cae en medio de la calle, todo molido y bien muerto. Consigo trae una identificación que lo acredita como el mencionado Drew Thompson. Desde luego, un desconocido del cual sólo se sabe el nombre da lugar a muchas especulaciones sobre su vida y círculos, y sobre la causa de su muerte, que puede parecer un accidente, pero que en realidad se nota que no lo es, especialmente porque con él cayeron varios ladrillos de cocaína, así que trigo muy limpio el fiambre no era.
Muchas interrogantes, claramente, pero sólo una certeza incuestionable: ese fue el día en que la cocaína llegó al condado de Harlan, y con ella todos los oportunistas que tomaron su parte antes de que llegara la policía, para luego devenir en criminales sedientos de control.
Como lo he anotado en los posts anteriores de Justified, la estructura es algo que ha cambiado a lo largo de las temporadas, demostrando la intención de probar nuevas formas de contar las interesantes historias que suceden en Harlan. Así, la primera temporada jugaba sus cartas a una clara trama principal dilucidada a medida que los episodios avanzan, pero contada entre las tramas episódicas. Tanto la segunda como tercera temporada apostaban por un cambio no tan radical, pero efectivo y mejor en comparación con la primera: sus primeros episodios eran tramas episódicas con la trama principal construyéndose a paso ni tan lento pero firme, para luego los siguientes enfocarse exclusivamente en la resolución de dicha trama.
Esta cuarta temporada, en cambio, tiene dos grandes diferencias con sus tres anteriores: primero, ahora ya no hay mini-tramas episódicas; la trama principal se desarrolla sin distracciones desde el inicio hasta el final, y eso se debe a que la base argumental de la temporada lo requiere de esa forma, ya que lo central de esta cuarta temporada es la resolución de un misterio.
¿Qué misterio? Sencillo: ¿Quién es Drew Thompson?
¿Quién es Drew Thompson? ¿No era ese sujeto que cayó del cielo con una gran cantidad de coca? Oh no, claro que no. En el primer episodio nuestro Raylan Givens descubre que ese sujeto en realidad se llama Waldo Truth, y que lo más probable es que Drew Thompson fingiera su muerte usando al pobre réprobo como chivo expiatorio. En base a esto, la identidad de Drew Thompson, tenemos varios puntos de vista argumentales: el de Raylan y los Marshals, que quieren resolver el caso erróneamente cerrado más de 30 años atrás; Boyd Crowder, Wynn Duffy, y otros criminales que quieren, cada uno por su cuenta, encontrar a Drew Thompson para venderlo al líder de Detroit, quien lo quiere por viejos conflictos; y, desde la sombra, Drew Thompson que no quiere ser encontrado.
Como adivinarán, el misterio central da para mucho: dimes y diretes, traiciones, alianzas, ventajas y desventajas, chantajes, todo lo que puedan imaginar. Es una temporada sumamente entretenida, que tiene el sello de calidad acostumbrado.
Por ejemplo, la estructura de la temporada le juega a su favor, ya que todos los episodios están centrados en como resolver este tremendo lío. La factura técnica es impecable, los diálogos muy bien logrados, y lo más importante: el misterio está bien llevado. Desde el inicio al presentarnos la situación inicial, pasando por el descubrimiento del misterio, la formulación de las preguntas, la visita a los posibles conocedores de las respuestas que se niegan a hablar, intentos de asesinato, pasos en falso, los ingredientes esenciales de un relato de misterio están bien utilizados, e incorporados hábilmente en el momento justo.
En cuanto a su resolución, y sin entregar detalles, debo decir que no me gustó como revelaron la identidad de Drew Thompson. Me parece tan poco verosímil y convincente, que llega a ser ridícula la situación. Insisto, sin entrar en detalles, es del tipo de situación en la que el verdadero Drew Thompson, con su nombre falso, en este caso inventemos 'Charles', habla con el que conoce su real identidad. Luego de su conversación, el que conoce a 'Charles' le dice "como quieras, Drew". Nunca antes le había dicho Drew, y ahora lo hace sin razón aparente, como si el personaje supiera que era el momento justo para revelar su nombre. De todas formas, luego de la revelación, la cosa sigue en una situación muy del estilo "captura la bandera" que hace todo más entretenido y emocionante. Ya los últimos episodios se me debilitaron un poco con respecto al ritmo que la temporada llevaba, pero por sí solo el final de temporada -todo- me parece correcto.
Ya hablar de la ambientación, banda sonora, actuaciones, sería redundar en cosas que ya he dicho en los posts anteriores, pero quiero hablar sobre dos cosas sobre esta temporada.
Primero son sus nuevos personajes, de los cuales realmente voy a hablar sobre uno: el amigo de Boyd que llega a ayudarlo, llamado Colton Rhodes. Me gusta mucho este personaje, primero por su interesante look, y segundo por su personalidad, en primera instancia bastante despreocupada y eficiente, pero luego revelando las cicatrices provocadas por el siempre indeleble pasado, que en su caso debe perseguirlo -más que en el común de la gente- constantemente en sueños, considerando su paso en Irak.
Tampoco he hablado sobre Johnny Crowder, el primo de Boyd, cuyo rencor hacia Boyd -un tanto inexplicable para mi- se ve sumido ante la autoridad del mismo. Me gusta el acento que tiene "Cousin Johnny". Ah bueno, y Ellen May, la chica puta más insoportable desde todas las tipas esas de AHS: Coven.
Y lo otro es que en esta temporada aparecen las mujeres más bellas de las cinco que van. Me refiero a la del episodio inicial que tiene un desnudo total aunque, tristemente, no frontal -pudo ser de perfil al menos-. La otra es Alexandra Kyle que hace de una niña que se sube la polera un par de veces, aunque nuevamente, no frontalmente. La otra es la campesina de la familia de Waldo Truth en el segundo episodio cuyo "yuuuuuup" me conquistó inmediatamente, y la última es una del episodio siete, que, inexplicablemente, se baña con ropa interior ¿pueden creerlo? Me llama la atención que FX no se atreva con los desnudos como lo hacen los más grandes, y eso que Justified no lo dan en horario para niños. Debería volver a ser "para grandes hombres" como antes.
En fin, todo lo anterior expuesto, especialmente el misterio, que es lo central, hacen de esta la mejor temporada de Justified. Tendría que terminar de ver la actual en emisión para ver si logra ser mejor que esta. No me atrevo a decir que no llegará a serlo, pero es que un misterio es algo muy bueno, y en este caso, bastante bien logrado. Al menos puedo decir que la quinta va bien, nuevamente con una estructura serializada, y que puede ser la segunda mejor temporada.
Para terminar, hace ya varias semanas que se anunció que la sexta va a ser la temporada final de Justified. Siempre da un poco de tristeza que una serie que a uno le gusta termine, pero en este caso se agradece harto que sea una decisión creativa, y que los mismos escritores y el creador decidan que es hora de un final para esta historia. Espero que sea memorable, pero eso va a ser el otro año, cuando esté celebrando mi post número 500. Quizás.
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