Creador: Chad Hodge
Pues bien, si he entendido bien la cosa, la historia es así: "Wayward Pines" es una trilogía de novelas cuya adaptación televisiva fue concebida solamente bajo una única temporada que aglutinara en diez episodios los tres libros enteros. La campaña publicitaria fue tremenda, y de hecho, Fox Latinoamérica transmitió los episodios a la par que en Estados Unidos, lo cual es un logro que sólo HBO Latinoamérica había alcanzado en la región (o en mi paísucho...), y ya desde hace varios años (el resto de canales lo hacían con una semana como logro máximo). Al principio todo parecía ir viento en popa, pues el rating era destacable según informaron los especialistas, por lo que a alguien se le ocurrió decir "oigan, ¿y si hacemos una segunda temporada? Total, podemos meter casi cualquier cosa, y la gente se traga cualquier mierda, ¿no?". Sin embargo, las cosas no sucedieron como lo esperado, y el rating comenzó a descender de manera estrepitosa, según los especialistas. Así, supongo que en algún momento el showrunner de la serie fue con los altos cargos, con mucho entusiasmo y una obesa carpeta llena de lindas ideas, a exponer esta segunda temporada. Los altos cargos, no obstante, dieron media vuelta: "¿Segunda temporada? Oh, sí, verás, mmm... nunca hubo segunda temporada, ¿recuerdas que habíamos planeado una única temporada? Pues claro, ¡debiste haber soñado lo de una segunda!, ja, ja, ja... qué equivocación... ¿guardias?". Y así, no hay más "Wayward Pines", aunque hay un par de medios por ahí que andan especulando sobre las cosas con que nos sorprenderán en esa "segunda temporada". Lo que es yo, me alegro de que la cosa acabe acá, pues francamente era una tomadura de pelo del tamaño de una catedral, o de la estupidez de mucha gente que conozco...
Matt Damon es un agente del servicio secreto al que le asignan la investigación sobre la desaparición de dos agentes colegas suyos, uno de los cuales es mujer y fue su amante, ni más ni menos, siendo que el buen Damon, que acá se llama Peter Burke, es casado y tiene un Burke Jr. Mientras investiga, un accidente lo deja en Wayward Pines, y de ahí en adelante las cosas no van a salir nunca bien...
Hay muchas imprecisiones en torno a esta serie, la más grotesca aquella que sindica a M. Night Shyamalan como el máximo responsable alias director de la temporada. Nada más lejos de la verdad: el director de las aclamadas "Señales", "Sexto sentido" o "La aldea" (pero qué periodista me puse para escribir, ¿eh?) solamente ejerce como uno de los productores ejecutivos, además de haber dirigido el piloto. Después de ello supongo que dijo "no me molesten más, no soy un simple pedazo de marketing, por lo demás tengo mis propias ideas que llevar a cabo... ¿y mi dinero?".
Dicho esto, mis pensamientos: sin ser la gran cosa, el piloto de "Wayward Pines" tenía su toque de inquietud e interés. A partir del segundo uno comienza a cuestionarse cosas y llegar a una conclusión: o estamos ante una inteligente (o al menos decentemente hilada) intriga, o por el contrario, estamos ante un total despropósito. Sorprende que los acontecimientos y revelaciones importantes ocurran de manera tan rápida, especialmente cuando ya al primer episodio se resuelve el primer gran misterio (el de la premisa) y queda claro que el pueblo ese es más falso que, no sé, terminen el chiste ustedes. Con el correr de los primeros episodios (específicamente hasta el quinto, o el cuarto si se quiere) uno se da cuenta de que la serie ya no es para tomarla en serio, solamente para disfrutarla dentro de la tomadura de pelo que es; es decir, ni misterio inteligente (aunque las incógnitas se mantienen, y uno quiere saberlas: punto a favor), ni claustrofóbica atmósfera, ni excelente realización o guión... puro entretenimiento, riéndonos de lo loco e inverosímil que resulta todo el entuerto, y de lo en serio que se lo toman sus creadores. El punto de inflexión es el quinto episodio en el cual se nos revela toda la puta verdad del universo, el cual naturalmente no les voy a revelar, pues aunque importa bastante poco considerando la sonrojante calidad de la serie, tampoco quiero arruinarles las sorpresas de una serie que de todas formas no verán nunca. Luego de la gran revelación, se pierde lo único que lograba sostener el así llamado guión: las incógnitas. Conocida la verdad, la trama se vuelve una especie de lucha anti-terrorista y una muy pobre y superficial reflexión sobre, veamos, la humanidad, la ética, la libertad, etc. Lo típico, después de todo... Al final, la serie se ve por inercia, no porque sea infartante el no saber qué sucederá. Es una lástima que un par de personajes ambiguos se conviertan en simples muñecos sin personalidad ni poder de decisión propia, contraviniendo todo lo que se suponía eran; o es que yo soy un idiota y no entiendo nada, claro. A propósito, además de muy mal actuados (enumerar sería inútil, créanme, y que me perdone la sensual Carla Gugino), poco a poco los personajes pierden toda verosimilitud, credibilidad, lo que sea. Nada se salva de la avalancha de sinsentido en que se convierte Wayward Pines (pueblo y serie). Sumen a lo anterior que el final es cursi, muy mal pensado y apresurado, y tenemos un desastre.
Yo la vi por falta de juicio, y ya ni me entretenía lo desvergonzadamente malo del conjunto. Por suerte ya terminó, y aunque el final tenga algo más o menos interesante, ya sabemos que los guionistas y directores responsables no son capaces de crear personajes y tramas creíbles, ni mucho menos insuflarles tensión, misterio y pasión, que era lo que prometía esta tomadura de pelo. Así, abandonemos toda esperanza. No se puede ser "Twin Peaks" por mucho que te guste, eso debería ser una puta máxima. Y ahora me desaparezco...
Dicho esto, mis pensamientos: sin ser la gran cosa, el piloto de "Wayward Pines" tenía su toque de inquietud e interés. A partir del segundo uno comienza a cuestionarse cosas y llegar a una conclusión: o estamos ante una inteligente (o al menos decentemente hilada) intriga, o por el contrario, estamos ante un total despropósito. Sorprende que los acontecimientos y revelaciones importantes ocurran de manera tan rápida, especialmente cuando ya al primer episodio se resuelve el primer gran misterio (el de la premisa) y queda claro que el pueblo ese es más falso que, no sé, terminen el chiste ustedes. Con el correr de los primeros episodios (específicamente hasta el quinto, o el cuarto si se quiere) uno se da cuenta de que la serie ya no es para tomarla en serio, solamente para disfrutarla dentro de la tomadura de pelo que es; es decir, ni misterio inteligente (aunque las incógnitas se mantienen, y uno quiere saberlas: punto a favor), ni claustrofóbica atmósfera, ni excelente realización o guión... puro entretenimiento, riéndonos de lo loco e inverosímil que resulta todo el entuerto, y de lo en serio que se lo toman sus creadores. El punto de inflexión es el quinto episodio en el cual se nos revela toda la puta verdad del universo, el cual naturalmente no les voy a revelar, pues aunque importa bastante poco considerando la sonrojante calidad de la serie, tampoco quiero arruinarles las sorpresas de una serie que de todas formas no verán nunca. Luego de la gran revelación, se pierde lo único que lograba sostener el así llamado guión: las incógnitas. Conocida la verdad, la trama se vuelve una especie de lucha anti-terrorista y una muy pobre y superficial reflexión sobre, veamos, la humanidad, la ética, la libertad, etc. Lo típico, después de todo... Al final, la serie se ve por inercia, no porque sea infartante el no saber qué sucederá. Es una lástima que un par de personajes ambiguos se conviertan en simples muñecos sin personalidad ni poder de decisión propia, contraviniendo todo lo que se suponía eran; o es que yo soy un idiota y no entiendo nada, claro. A propósito, además de muy mal actuados (enumerar sería inútil, créanme, y que me perdone la sensual Carla Gugino), poco a poco los personajes pierden toda verosimilitud, credibilidad, lo que sea. Nada se salva de la avalancha de sinsentido en que se convierte Wayward Pines (pueblo y serie). Sumen a lo anterior que el final es cursi, muy mal pensado y apresurado, y tenemos un desastre.
Yo la vi por falta de juicio, y ya ni me entretenía lo desvergonzadamente malo del conjunto. Por suerte ya terminó, y aunque el final tenga algo más o menos interesante, ya sabemos que los guionistas y directores responsables no son capaces de crear personajes y tramas creíbles, ni mucho menos insuflarles tensión, misterio y pasión, que era lo que prometía esta tomadura de pelo. Así, abandonemos toda esperanza. No se puede ser "Twin Peaks" por mucho que te guste, eso debería ser una puta máxima. Y ahora me desaparezco...
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...