jueves, 17 de diciembre de 2015

Jesse James - 1939


Director: Henry King

  A veces no me informo bien, pero siempre tengo la intención de corregirme y enmendar mis errores. El otro día veía "The return of Frank James" de Fritz Lang, y cuando investigaba un poco de ella terminado el visionado, me entero de que es una secuela directa de otra película llamada "Jesse James", dirigida por Henry King un año antes. Sé que se dieron cuenta de que ahora mismo les estoy comentando aquella película que debí haber visto antes que la otra, aunque, en el presente caso (afortunadamente), el orden de los factores no afecta el producto. Será que el saber un poco sobre la vida de los hermanos James no me iba a suponer grandes sorpresas en tanto argumento, aunque eso no reduce la apreciación sobre la película en cuestión.


  Pues ya lo saben: los hermanos James, luego de la guerra civil estadounidense, por diversas razones comienzan una vida criminal que los dejará en la historia de Estados Unidos. El filme de King nos muestra la vida y muerte de Jesse James tras la guerra, o dicho de otra forma, al comenzar la construcción de la línea ferroviaria.


  Esto es cosa mía, claro, pero me parece que "Jesse James" presenta un serio desequilibrio entre el Jesse James ícono o leyenda y el Jesse James íntimo y humano, ambas caras presentando su propia narrativa y mitología, algo discordantes entre sí y que hacen tambalear el conjunto. Ahora bien, este tambaleo es más cosa del guión, pues sobre la dirección de King debo decir que casi logra cubrir sus indecisiones amén de una notable construcción atmosférica, especialmente en lo relativo a la tensión in crescendo que continuamente inyectaba fuerza a los aspectos importantes del relato, como la guerra dialéctica que subyace al torrente de causalidades. Por ejemplo, la escena final (ya saben cuál) me parece sobresaliente por la manera en que utiliza el lenguaje cinematográfico (particularmente el sonido, el fuera de campo) como arma retórica; la secuencia de la cárcel también me parece genial, estableciendo amenazas, incertidumbre, interesantes giros... En las escenas de corte más íntimo y humano es en donde King flaquea un poco, como ya he dicho, debido al guión (ya lo explicaré "mejor") y también a un Tyrone Power y una Nancy Kelly que a mí no me convencieron demasiado, pues siento sus interpretaciones someras, como que les faltó dar mística a sus personajes, alimentarse de la energía de la época y su conflicto. No es de extrañar que Henry Fonda se adueñara de cada escena en que aparecía y/o compartía con Powell, pues sumado a la debilidad del segundo, Fonda combina a la perfección la más genuina empatía con la más aterradora violencia en un personaje que ya se encargaría de seguir potenciando en "The return of Frank James".
  Sobre el guión y las dos caras/narrativas de Jesse James:
El ícono, el famoso forajido. En la película la carrera criminal de Jesse James, sin desarrollarse como una apología, sí se sustenta en un concepto clave: justicia. Los matones del ferrocarril, expropiando terrenos para la construcción de las líneas, hacen muchas cosas malas, pasan a llevar a muchos granjeros y familias, arruinan vidas enteras, siendo la familia James una de tantas afectadas. Como una venganza personal pero bajo un discurso de justicia social, James comienza una guerra contra el ferrocarril, asaltando los trenes y sus cargamentos, intentando arruinar el negocio de los peces gordos. Esa es su narrativa, que además presenta el dilema moral, la deconstrucción socio-histórica del pasado y el presente, la mirada crítica con la narrativa oficial: el ferrocarril/poderosos versus el pueblo, síntoma de los problemas de siglos posteriores.
La otra cara de James es la íntima, la humana, la que desea estar con su esposa e hijo y vivir honradamente. Esta narrativa consta básicamente de la señora de James fustigando las actividades de su marido y amenazando con dejarlo y esas cosas, intentando convencer al hombre, más desde la emoción que la razón, a que cese sus actividades. Podría decirse que es algo moral pero sería muy básico y ligero, carente del atractivo aura que emana la guerra de James con la compañía ferroviaria (mucho mejor que la guerra de James consigo mismo, su idealismo devenido en simple excusa criminal; de hecho creo que queda mejor la guerra de James con su propio mito, su propia imagen).
  El problema es que la segunda narrativa interrumpe a la primera, que es además la que estructura el relato entero (el auge y caída de James), por lo que de repente nos encontraremos ante baches bastante pronunciados. El lado íntimo le resta ritmo y fuerza dramática a lo justiciero, aunque es cierto que para la escena final ambas narrativas son fundamentales. De todas formas la dimensión criminal/justiciera está más presente que la íntima, por lo que el relato es a grandes rasgos bastante efectivo: un inicio brutal (la indignación de las expropiaciones abusivas), un desarrollo lleno de conflictos y un memorable y trágico final; yo digo que más concentración en lo causal y el dilema moral y estaríamos ante una excelente película. Aunque ahora que lo pienso, la guerra con el ferrocarril se vuelve demasiado causal y pierde algo de su índole discursiva, en fin... No es que haya quedado encantado, pero el resultado final igual es estimable...

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