Directora: Nicole Holofcener
"Friends with money" es la tercera película de Nicole Holofcener, hecha cinco años después de su cinta anterior, "Lovely and Amazing", título que define a la perfección el cine de esta fascinante y modesta directora. Ahora sólo queda comentar "Please give" y "Enough said", lo que dejo para más adelante, quizás el otro fin de semana si es que no se me ocurre otra cosa. O quizás antes, cómo no con lo irresistible que son estas pequeñas historias cotidianas. Esta es mi tercera oportunidad para seguirlos convenciendo de que vean las películas de Holofcener.
Jennifer Aniston es una nana (o criada, ama de llaves, etc.) soltera que es amiga de tres mujeres con dinero, éstas son Joan Cusack, Frances McDormand y Catherine Keener. Con dinero o no, las complicaciones son inevitables, pero siempre pueden enfrentarse mejor con amigas, ¿cierto? ¡¿Cierto?!
Se me olvidó mencionar esto en el post de ayer, afortunadamente como el título del presente film es "amigos con dinero", el olvido es imposible. El dinero, asunto capital en el cine de Holofcener. Una afirmación arriesgada considerando lo complejo y vasto de su universo. En realidad, ahora debo admitir que me cuesta encontrar el ángulo desde el cual escribir al respecto, y eso que lo tenía tan claro durante el visionado. Supongo que todo conflicto nace de las expectativas, los llamamientos sociales; ya saben, ese molde que debemos cumplir para ser aceptados y tener una vida relativamente tranquila de las miradas acusadoras y prejuiciosas, de la decepción generalizada que te golpea como un puño invisible e inclemente mientras te grita: "¡si no eres así como te digo mereces el exilio!". La sombra del fracaso, siempre amenazante, es el gran conflicto de los personajes de Holofcener, que usualmente encuentran cierta felicidad en formas no convencionales aunque lleven vidas relativamente convencionales, o deban hacerlo para subsistir, incluso para permitirse su felicidad no convencional. Es como si el estilo de vida actual fuese una paradoja, un círculo: de la felicidad a la infelicidad en un solo paso: el precio a pagar por el lujo de darse un gustito o buscar nuevos caminos. Ahora bien, Holofcener tampoco elabora una crítica monodiscursiva, no apunta con el dedo a los acomodados ni nada por el estilo; por el contrario, su mirada es transversal y no discrimina o repara mucho en la posición socioeconómica del personaje, siempre retratado con comprensión y afecto a pesar de sus defectos, que los tenemos todos. Por ejemplo, las cuatro amigas tienen distintos rangos de ingreso y distintos tipos de problemas personales, los cuales no obedecen una línea proporcional; es decir, la más "pobre" y "rebelde" (Jennifer Aniston, la única sin casarse, sin hijos y sin trabajo estable o "respetable") no sufre el problema más grave de todos, aunque quién soy yo para señalar eso, jojo. Queda más claro cuando nos movemos a Catherine Keener, casada y con un hijo, "la vida perfecta e ideal de la mujer 'americana'", y sin embargo con un matrimonio débil y en inminente crisis. ¿Quién lo diría? Joan Cusack es la más relajada y Frances McDormand tiene problemas de ira, además de un esposo que siempre da la primera impresión de ser gay. El asunto es que, sin importar el dinero y esas cosas, la vida siempre será dura, difícil, complicada. Aunque Holofcener haga sutiles pero agudas críticas (u observaciones) a todo un sistema social demasiado conservador e inmóvil, en el fondo siempre escudriña en el núcleo de sus personajes, en su psicología, en su alma si cabe; en la manera en que interactúan con su entorno y con ellos mismos. La persona es el eje central de su cine; la amistad, la moral, los sentimientos... todo con una refrescante mirada y ejecución, una identidad cinematográfica completamente libre y atractiva y, sin duda lo más importante, honesta y genuinamente reflexiva. Demás está decir que, formalmente, "Friends with money" es una delicia, destacando especialmente la escritura y el montaje, utilizados maravillosamente. ¿Y el reparto? Ni hace falta preguntar: todas brillantes. Si quieren un cine real, amargo y cómico como la vida misma, y de una calidad incuestionable, entonces corran a ver esta joya. Como a mí, les va a encantar (y si no, les devuelvo el dinero).
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